Este índice arrancó el ejercicio en el 4,73%, el nivel más alto desde hacía siete años, si bien fue conteniéndose en enero y febrero, para volver a subir en marzo y abril, hasta alcanzar su nivel más alto en junio. En este mes, y a falta de dos días de cotización, cerrará en el entorno del 5,35%, registro al que no se había llegado antes. Lo más cercano, fue el 5,248% de agosto del 2000, año en el que estuvo hasta en cinco meses por encima del 5%. Así, el euribor habría subido 0,855 puntos con respecto a junio de 2007, cuando se situó en el 4,505%, y 0,366 puntos más que en mayo de 2008, cuando se quedó a las puertas del 5% (en el 4,994%).Si tomamos una hipoteca de 200.000 € a 40 años, con un tipo de euribor+0,75%, resulta que pasará de pagar una cuota de 985 € (junio 2007) a una cuota de 1.114 € (junio 2008), lo que representa un encarecimiento de la cuota de 129 € al mes (1.548 € al año).

Un tremendo esfuerzo adicional para las ya perjudicadas economías familiares.

El decano del colegio oficial de Arquitectos de las Illes Baleares (COAIB), Luis Antonio Corral, anunció sin matices que «Estamos en una crisis, clara y rotunda, la peor de los últimos veinte años».

La evolución de los visados de proyectos son la primera señal de alerta, ya que nos determina la evolución futura a meses vista del inicio de las obras. Es uno de los primeros indicadores de alarma, y ya se podía detectar el inicio de la crisis con 9 o 10 meses de antelación (no le hubiese venido mal a los analistas haber sabido interpretar estos datos a tiempo).

Alertan los arquitectos de un «parón absoluto» de la construcción de viviendas. Así, estos proyectos visados por el COAIB de enero a mayo de este año han descendido un 57,79% en las islas, pasando de 7.328 viviendas a 3.055 en el mismo periodo del año pasado (sólo en Mallorca, 5.446 y 2.625 respectivamente, una bajada del 51,8%).

Se insta al Govern Balear a promover la obra pública, desde la construcción anunciada de 50.000 viviendas de VPO (comprometida ahora al planearse construir muchas de ellas en terrenos propiedad del Grupo Drac) a la rehabilitación de zonas urbanas.

El empresario y presidente del Real Mallorca, Vicenç Grande, presentó ayer un concurso voluntario de acreedores, ante la sorpresa de las entidades bancarias que le ayudaron a expandirse (Sa Nostra, Bancaja, CAM y otras 12 entidades financieras).

Este grupo de empresas ha acumulado una deuda de unos 600-700 millones de euros, que achacan a «la crisis inmobiliaria y residencial». No acabaré nunca de sorprenderme de los nefastos resultados de empresas con patrimonios tan espectaculares. Acaso a ningún directivo se le ocurre pensar en como pagará sus deudas en caso de un frenazo o crisis económica? (que por otra parte era de esperar, lo único que sorprende es, en todo caso, su virulencia). ¿No estará de moda hacer caja para los malos tiempos?

El concurso de acreedores lo han presentado las 14 sociedades que componen el Grupo.
El Grupo Drac es una amalgama de proyectos empresariales, desde los del sector inmobiliaria, viviendas tuteladas para la tercera edad, , desarrollo y explotación de infraestructuras comerciales i empresariales hasta el sector turístico (2 hoteles rurales y el hotel Sa Torre Hilton Mallorca).

El futuro de sus 160 trabajadores, de sus acreedores y de las empresas que trabajaban para Drac queda en suspenso. Pero además no hay que olvidar a la gente que está comprando alguna de sus viviendas sobre plano. Estos damnificados, que habrán pagado importantes cantidades a cuenta, se encuentran ahora con la posibilidad de perder ese dinero y quedarse sin la anhelada casa en construcción.

Y todos temen el efecto dominó que generará esta suspensión de pagos en los demás agentes económicos de la economía balear. Los pequeños empresarios de la construcción, que Drac subcontrataba, van a ser los primeros afectados.

Y sigue lloviendo sobre mojado.

Según sale en la portada del Diario de Mallorca la Policía Nacional de Palma ha detenido a unas cincuenta personas por una presunta estafa inmobiliaria.

Estafa que consistía en usar a personas insolventes como testaferros para firmar préstamos hipotecarios (con documentación falsa que les hacía parecer, sobre papeles, como gente solvente); compraban inmuebles y financiaban el 100% más los gastos más un remanente adicional (supuestamente para reformas).

Se llevaban ese dinero adicional y alquilaban los pisos, llevándose también el dinero de los alquileres. Pagaban algunos meses para no despertar tantas sospechas y después dejaban de pagar. El banco tenía que ejecutar la hipoteca y quedarse con inmuebles cuyo precio de mercado actualmente está muy por debajo de esas tasaciones.

Lo que destaca de este tipo de estafas es lo chapucero de su forma de obrar. Se han aprovechado de la falta de diligencia de determinados empleados de banca, que no hacen el debido filtro tanto de los intermediarios financieros como de la documentación que se les presenta. En teoría deberían exigir documentación original, hacer las pertinentes consultas sobre las empresas que constan en los contratos de empleo (llamadas, datos públicos) y demás mecanismos de análisis de riesgos.

El responsable final de conceder una hipoteca es la propia entidad, y en los «buenos tiempos» algunos empleados de algunos bancos no tomaron las medidas de filtro exigibles.

El sector de la intermediación financiera e inmobiliaria se debe alegrar de que se limpie el sector de gente que utiliza prácticas fraudulentas en la tramitación de expedientes y que no ha hecho más que crear una imagen distorsionada de nuestro negocio.


Y sigue la escalada del euribor.

El euribor a 12 meses marcó ayer un tercer máximo diario consecutivo, al situarse en el 5,432%.

Malas noticias, una vez más.

A raíz de mi última entrada en el foro de Xing, quiero reflexionar brevemente sobre el concepto de Crisis Perfecta que han acuñado algunos economistas, que como todos sabemos somo expertos en explicar las causas de lo que ha pasado (lástima que seamos menos diestros en preverlo).

La situación económica en la que estamos inmersos, a pesar de que no soy muy dado al alarmismo, es bastante preocupante. Sobre todo porque tiene muchas variables que se retroalimentan (de allí lo del término cinematográfico Tormenta-Crisis Perfecta) y la hacen más peligrosa. Y lo peor es que la Tormenta aún no ha llegado a la costa, estamos presenciando solo el inicio de las lluvias.

¿Cuándo llegará con toda su intensidad? como mínimo faltan unos 3-6 meses, me atrevo a estimar. Cuando las viviendas nuevas iniciadas hace un año o dos se terminen, cuando llevemos medio año más de euribor por las nubes y las economías domésticas ya no aguanten más, cuando el verano termine y crezca el paro también en el sector turístico y cuando el efecto de las Sub-Prime se deje notar del todo.

Algunas de las variables que se han puesto de acuerdo para amargarnos la existencia económica son:

1.- Incremento del precio del suelo urbano debido a una regulación urbanística caótica, fragmentada en regulaciones municipales y de Comunidades Autónomas y demasiado susceptible a la especulación y a la corrupción.

2.- Euribor en mínimos históricos en los últimos años y fiebre inmobiliaria, lo que conduce a un endeudamiento excesivo y un aumento exponencial de los precios de venta de las viviendas. Cambio de tendencia y subida constante hasta situarse a día de hoy en el 5,4%, máximo de toda la historia.

3.- Crisis SubPrime en EE.UU. que se inocula al resto del sistema financiero mundial.

4.- Subida de la inflación, entre otras cosas por la subida del crudo, que lleva al BCE a una política de tipos de interés altos para controlarla.

5.- Desconfianza entre las entidades financieras, que o no se dejan dinero entre si, o lo hacen a tipos altos. El euribor, precio al que dichos bancos se prestan dinero, sube aún más.

6.- Debido a la crisis de los mercados financieros, los bancos no pueden titularizar sus hipotecas (venderlas para obtener dinero con el que volver a financiar).

7.- Los bancos dejan dinero a tipos más altos y endurecen sus criterios de concesión de préstamos. Las promotoras se quedan sin financiación y van quebrando. Los proyectos de inversión no encuentran financiación como antes y se quedan aparcados esperando tiempos mejores. Los préstamos al consumo caen y con ello las ventas de dichos productos.

8.- Debido a las contrapuestas políticas monetarias de EE.UU. y el BCE, el € se revaloriza respecto al $ y otras divisas. Eso provoca que seamos más caros para EE.UU. pero también respecto a la libra esterlina británica. Efectos: a los turistas de fuera de la zona euro les sale más caro visitarnos y a nuestras empresas les sale más caro exportar sus productos.

9.- La renta disponible de las familias está en mínimos, ya que después de pagar las constantes subidas de la hipoteca, poco les queda para consumir. Esto provoca pérdidas en sectores tan dispares como la venta de automóviles o las tiendas de ropa, pasando por gran parte de la industria de bienes de consumo. Empiezan a ejecutarse hipotecas por falta de pago.

10.- Aumenta el desempleo, y con este fatídico dato, acaba de trasmitirse una crisis monetaria a la economía real. Y vuelta a empezar con el círculo vicioso.

¿Y cuando mejorará la situación? Nadie se atreve a vaticinarlo. Desde luego, tenemos que ver mejoría en varias de las variables comentadas a la vez.

Y con eso me despido por hoy, más deprimido que antes de escribir esta entrada.

En su blog del New York Times, el famoso economista Paul Krugman nos hace una pequeña reflexión sobre uno de los problemas básicos de la política monetaria de la zona euro (y que no nos parezca un tema muy teórico, ya que este problema es el que hace que el euribor no se acomode cuando algunos países tienen crisis y otros no): Qué puede hacer el BCE cuando, por ejemplo, Alemania va bien y España entra en crisis?

La Unión Europea tiene una política fiscal (impuestos, gasto público…) que depende de cada país miembro, pero una política monetaria (tipos de cambio, interés, etc…) que depende de una entidad supranacional (el Banco Central Europeo). Uno de los principales problemas que ya se conocían en antes de crearse la UE (y uno de mis profesores de Economía en el 1.998 ya nos lo explicaba en clase) y que cita Krugman, es qué pasaría si hay una crisis asimétrica (algunos países en crisis y otros no).

Pues ahora estamos en este momento. La solución es que haya movilidad laboral; que los españoles, por ejemplo, nos vayamos a trabajar a Alemania. En EE.UU., cuyos estados tienen una moneda única como nosotros, esa solución es sencilla y ocurre con frecuencia. Pero el problema de los países de la UE es que son bastante heterogéneos. Distintas lenguas, distintas culturas, que dificultan dicho mecanismo de equilibrio.

Krugman cita un ejemplo de este mecanismo de equilibrio que son los «fontaneros polacos», en alusión a la emigración de los trabajadores del Este, que van a trabajar a países de la UE más prósperos, y que vuelven a su país cuando la economía mejora.

Dificil equilibrio para marcar los tipos tiene el BCE. Por eso es que no podemos darle la culpa a Zapatero de que no baje el euribor, en todo caso a Trichet (BCE) y, en puridad, a que Alemania vaya bien y nosotros no. Y este problema tiene muy difícil solución si no avanzamos a una política fiscal también manejada por un órgano supranacional (y con el no a la Constitución Europea nos alejamos de esta posibilidad).

Mientras escribo esta entrada hace una tormenta veraniega impresionante, situación muy parecida a los rayos y truenos que desencadena cada declaración del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, anticipando subidas de tipos a partir de julio por el repunte de la inflación, en su discurso del jueves.

El euribor, el principal índice de referencia para la contratación de hipotecas en España, se elevó el viernes hasta el 5,418%, lo que representa una subida de casi tres décimas en un sólo día, la mayor nunca registrada, y el máximo histórico desde que se empezó a elaborar en 1999. El anterior lo había marcado en agosto de 2000, cuando llegó al 5,248%. Si, habéis leído bien: El euribor acaba de alcanzar su máximo histórico.

Y lo peor para los titulares de las hipotecas es que el euribor se mantendrá, según los analistas, al menos durante algunos meses en el 5%. El precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, lleva varias semanas en el entorno de 130 dólares y ha llevado a la inflación de la zona euro a elevarse hasta el 3,6% en mayo, muy alejado del 2% aconsejado por el Banco Central Europeo.

Por otro lado, la diferencia entre el euribor (5,418%) y el tipo director del BCE (4%) nunca había sido tan grande, lo que significa que el mercado anticipa subidas del interés del BCE. Parece ser que el escenario de los más pesimistas se está materializando.

La situación se está volviendo más preocupante cada día que pasa. Hasta que el euribor no empiece a bajar, no creo que veamos una luz al final del túnel de esta crisis.

ING es un banco que dedica gran parte de su presupuesto a publicidad (y dice que da mucho a sus clientes por no tener los costes de las oficinas que tienen otros bancos).
Veamos como nos «vende» ahora que acaba de subir su hipoteca naranja a euribor+0,55.

Un diferencial que ya no resulta en absoluto competitivo; Barclays, sin ir más lejos, nos ofrece un euribor+0,39 actualmente. Y con oficinas y trato personalizado.

Se le están poniendo las cosas mal a ING si quiere seguir captando clientes de otras entidades. La competencia en depósitos y cuentas remuneradas es muy agresiva (por la parte del pasivo) y desde luego con estos tipos en las hipotecas tampoco mucho puede robar a otros bancos.

Según argumentan fuentes oficiales de ING Direct: «Aunque estamos bien de liquidez, los costes de captación de recursos se han incrementado. Como no queremos cerrar el grifo de las hipotecas, hemos decidido ajustar la oferta de créditos a la nueva coyuntura».
Bonitas palabras, pero no creo que acaben de convencer a sus potenciales clientes.

Lamentablemente esta tendencia a encarecer las hipotecas es una tónica generalizada del sector. La filial por internet de Banesto lanzó hace unos meses una hipoteca con uno de los tipos más agresivos del mercado: euríbor más 0,35 puntos. Sin embargo, el incremento de los costes de financiación ha hecho que el nuevo diferencial sea de 0,44 puntos. Lo mismo ha ocurrido con Activobank y Uno-e. El banco online de Sabadell ha aumentado el precio de 0,22 puntos a 0,30. Mientras que el segundo, perteneciente al grupo BBVA, ha pasado de una oferta del euríbor más 0,25 a euríbor más 0,29 puntos.

Malos tiempos, euribor caro y encima diferenciales más altos. Llueve sobre mojado.

Esta materia prima es un interesante refugio de inversión en esta turbulenta época de vaivenes del mercado.

En lo que llevamos de año el oro se ha apreciado un nada despreciable 15%. El valor de este metal no depende de las cotizaciones de las acciones, de las divisas ni de otros productos, por lo que se mantiene estable en tiempos de crisis.

Para poder invertir en este producto, los que no tenemos una caja fuerte y seguridad suficiente, podemos acudir a productos de inversión que indirectamente dependen del valor del oro:

1.- Compra de monedas de oro.
2.-Compra de acciones de una empresa minera.
3.- Certificados de depósito, emitidos por bancos especializados que garantizan la propiedad del oro (sin tener que poseerlo físicamente).
4.- Fondos de inversión que invierten en acciones de empresas dedicadas a la extracción de este metal.
5.- ETF, o Fondos cotizados. Algunos invierten directamente en el metal mismo.
6.- Futuros sobre oro.

En definitiva, hay bastantes opciones para invertir en Oro, al gusto y conocimiento del consumidor.

Las más sencillas y al alcance de cualquier inversor (un servidor tiene invertido una pequeña parte de su capital en estos productos) son los Fondos de Inversión y los ETF (desde la misma web del Bankinter, por ejemplo, uno puede contratar fácilmente estos productos, sin necesidad de moverse de su sillón).