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La reforma laboral (ver en BOE el Real Decreto-ley 3/2012)que acaba de llevar a cabo el Gobierno de Mariano Rajoy cercena de forma muy profunda algunos de los derechos de los trabajadores del sector privado y los empleados laborales del sector público. Entre ellos:
De una indemnización por despido improcedente de 45 días por año trabajado y un tope de 42 mensualidades, se pasa a una de 33 días con un límite de 24 mensualidades. Pero en realidad es peor, ya que al incluir como motivo de despido procedente tener 3 trimestres de pérdidas o de disminución de ventas, en realidad se generaliza el despido por 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades.
Las bajas médicas por enfermedad común de menos de 20 días computan como absentismo y son motivo de despido procedente si se tienen más de 9 en un periodo de dos meses, en general. A mi me parece un cambio dramático (ya no se considera el nivel de absentismo general de la empresa para que opere este motivo de despido).
Los sindicatos pierden mucho poder, tanto por la eliminación de la renovación automática de los convenios colectivos a los dos años, como por la prevalencia de los convenios de empresa sobre los superiores o la posibilidad de descuelgue de las empresas en dificultades, entre otras novedades. Los cambios que tratan de equilibrar la influencia de los burócratas sindicales frente a los delegados sindicales en la empresa (trabajadores que representan al sindicato) me parece bien, pero algunos de los cambios legislados van a reducir la capacidad de negociación de los empleados en detrimento de sus derechos.
Y la medida estrella que realmente modernizaría nuestro mercado laboral, el modelo austriaco, se deja en el tintero, al igual que hizo Zapatero en su última reforma laboral. Este modelo consiste en crear un fondo de capitalización individual (que iría pagando el empresario y, tal vez,  también cada trabajador) que podría hacerse efectivo por el trabajador para los casos de despido, así como para completar su formación, en supuestos de movilidad geográfica o, en último término, en el momento de su jubilación. Este modelo dotaría a nuestro mercado de trabajo de una mayor estabilidad en el empleo y una más sana movilidad laboral.
A los que deseen profundizar en los efectos de la nueva reforma laboral y mi opinión al respecto os dejo los siguientes enlaces:
  1. Encuentro digital en los medios de Editorial Prensa Ibérica sobre la reforma.
  2. Una dura reforma laboral en Euribor Blog.

Me es muy grato apreciar como cada vez más los medios de comunicación tradicionales se preocupan por dar una información de mayor calidad e independencia sobre la banca, los productos financieros y la cultura económica en general.

Aparte de los últimos programas de TV, Salvados y El Gran Debate, con varios millones de espectadores cada uno, he podido aportar mi granito de arena a la cultura financiera de este país en otros medios, entre los que esta semana destaco:

Entrevista sobre participaciones preferentes y demás muestras de que el bancario no asesora (o mejor dicho no le dejan asesorar), en COMRàdio.

En ABC, en un artículo titulado «El Superdepósito cobra vida», en el que comento:

««Las líneas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) tranquilizaron en cierto modo a las entidades. Pero notamos que las ofertas de superdepósitos han resurgido», comenta. Para Pau Monserrat, director editorial del comparador de productos bancarios iahorro.com, esto es así porque la financiación del BCE es insuficiente. «Las entidades siguen necesitando liquidez de particulares. En los mercados mayoristas, los tipos a los que pueden conseguir dinero son superiores al 4%. Por eso la guerra se ha recrudecido», comenta.

Este experto se atreve a afirmar que en 2012 se ofrecerán tipos en depósitos incluso más altos a los del ejercicio 2011. «Veremos imposiciones al 5%», pronostica.»

«En su opinión, los usuarios están escaldados de los productos de riesgo y tampoco les gustan otros, como pagarés o cédulas que, pese a su aparente seguridad, no están respaldados por el Fondo de Garantía de Depósitos. «El depósito es considerado el producto más seguro», comenta. No en vano, las estadísticas muestran la clara preferencia de los inversores por este instrumento.»

En los medios de Editorial Prensa Ibérica he vuelto a intervenir en un chat con sus usuarios, a modo de consultorio económico.

El Diario de Málaga menciono el programa de Salvados y alguna de mis intervenciones en su noticia «El Follonero nos vuelve a Salvar».

Por otra parte destacaría una web realizada por mi en iAhorro.com que explica y compara los productos financieros típicos del ahorrador normal. Lo interesante es que las tablas de los 5 mejores se van actualizando a medida que hay cambios en la oferta bancaria.

Por otra parte en el Blog de Euribor he publicado:

  • La reforma laboral que no creará empleo.
  • El momento de las críticas a los bancos en los medios.
  • De políticos inútiles y familias desahuciadas.
  • La problemática inmobiliaria de los inmigrantes.

El último estudio sobre el precio de las hipotecas realizado por iAhorro.com refleja una realidad que todos detectamos en la vida real: a pesar de que el euribor se mantiene bajo, las hipotecas son muy caras. Y además de caras, exigen importantes ahorros (a veces un 30% del precio de compra o más) y garantías adicionales (avalistas, dobles garantías…).

El segmento de hipotecas más competitivas, que es el de la banca online, ofrece una media de euribor +  1,250 puntos; el resto de entidades financieras, por tanto, tienen hipotecas más caras.

Y a pesar de los datos del informe, el tipo de interés real del mercado seguramente es bastante más alto, ya que excepto la banca online, los bancos y cajas muchas veces no ofertan los precios de sus hipotecas. Detrás de la frase de las webs «precios personalizados» suelen esconder la realidad «precios caros que no queremos publicitar«.

Por desgracia no es extraño encontrar «ofertas» de hipotecas que se acercan al euribor + 3, una auténtica locura cuando el referencial vuelva a subir.

El estudio del Observatorio de Finanzas Personales de iAhorro.com ha tenido mucha difusión en los medios, tanto online como en prensa escrita. Desde El Mundo al ABC pasando por EuropaPress o Expansión.

En papel salió en Gara, Información y Segre.

Ante la duda de si comprar una vivienda con este tipo de hipotecas, os dejo la siguiente reflexión en Información:

Ante este panorama es normal que la mayoría de los posibles compradores de vivienda se sigan preguntando si es un buen momento para comprar. «Depende de la urgencia que se tenga», responde Fernando Herrero, que recuerda que, «aunque los precios ya han bajado bastante, la burbuja no se ha deshinchado del todo y eso supone otro freno».
El analista Pau Monserrat tiene una visión algo distinta: «hay que tener en cuenta que en dos o tres años la situación puede haber cambiado mucho y los compradores podrán cambiar de hipoteca o hacer una subrogación para mejorar sus condiciones». «No tienen que soportar estos tipos de por vida», añade.


El título tiene truco, evidentemente. No hay un sólo mejor producto financiero de ahorro e inversión óptimo para todo el mundo. Ni hay uno que sea mejor que todos los demás. Sin embargo, sí es cierto que hay uno o dos productos perfectos para cada ahorrador. Lo que pasa es que para conocerlos primero tenemos que conocernos a nosotros mismos.

En iAhorro.com hemos tratado de dar unos consejos al inversor-ahorrador para que en el 2012 elija los productos financieros que mejor se adapten a su perfil, comentando el tema en medios de comunicación tan relevantes como Invertia o El Mundo. Os recomiendo leer atentamente la información en estos medios antes de invertir.

En cuanto a la forma de adaptar el vehículo de inversión a las características del ahorrador, hay que considerar lo siguiente:

  1. Nuestra cultura financiera y conocimiento previo del
    producto financiero que estamos evaluando. Como dicen los grandes inversores,
    no invierta nunca en un producto que no entienda. No olvidemos jamás esta
    máxima y nuestros ahorros correrán menos peligro. 
  2. Nuestra forma de ser, sentimientos y aversión al riesgo;
    muchas veces olvidamos lo más importante a la hora de invertir, nuestra forma
    de ver el mundo y los riesgos inherentes a éste. La premisa básica a tener
    siempre en cuenta es que no hay rentabilidad sin riesgo. Si queremos ganar por
    encima de la inflación (que es un impuesto oculto que año a año mina nuestros
    ahorros), tendremos que arriesgar. Dependiendo de nuestra tolerancia a las
    pérdidas, necesidades de liquidez y capacidad de asumir la incertidumbre, hay
    vehículos de inversión que nos convienen y otros no. A fin de cuentas, no sólo
    debemos pensar en ganar dinero, sino también en estar lo más tranquilos
    posibles. También nuestra edad influye, ya que si estamos cerca de la
    jubilación, por poner un ejemplo, no deberíamos arriesgar demasiado, por muy
    adictos al riesgo que seamos. 
  3. Nuestro nivel de ingresos mensuales y ahorros
    disponibles
    . Por muy arriesgados que seamos, por ejemplo, no tiene sentido
    invertir en Bolsa si no tenemos suficiente dinero para asumir perder la
    inversión. Los ingresos mensuales, por otra parte, determinan nuestra
    fiscalidad personal, que determina nuestra elección para optimizar la factura
    del IRPF. 

 Cuando hemos calibrado exhaustivamente nuestra situación, llega el momento de analizar
los productos financieros e invertir en los que mejor se adaptan a ella, no al revés como hacen muchos.

La pregunta del momento, cuya respuesta en la entrevista que me han hecho en Inca Avui no difiere de lo que vengo manteniendo en este blog y demás medios online en los que colaboro:

Apuesto porque España va a seguir en la Zona Euro. Lo que recomiendo a la gente es que esté bien informada, no asustada.

Os dejo una parte de la entrevista, que tratar sobre la crisis actual y sus posibles soluciones; os invito a leerla completa en Inca Avui «Hay que usar un bisturí, no una motosierra»

¿Crees que otra reforma laboral puede ayudar a que se genere más empleo en España?

Una reforma laboral que simplifique la contratación (reduciendo el excesivo tipo de número de contratos) e incentive los contratos estables es necesaria, ya que nuestro marco laboral no funciona.
También hay que plantearse la indemnización por desempleo, que supone una carga inasumible para las pequeñas y medianas empresas (y por ello no ofrecen empleo indefinido); sin embargo, ello no debería hacerse en base a reducir la indemnización sin más. En realidad, el trabajador perdería derechos, pero ello no incentivaría la contratación, en un entorno de demanda de productos y servicios muy débil.

Una de las soluciones es el modelo austríaco, planteado en su momento por el Gobierno pero no concretado en la última reforma laboral; se trataría de que las empresas (y probablemente los trabajadores) pagaran una cantidad cada mes a un fondo adscrito al empleado. Este fondo se mantendría durante toda la vida laboral, y se cobraría en caso de despido. Cuando el profesional cambiara de empresa el fondo continuaría a su nombre, acumulándose las nuevas aportaciones de los siguientes empleos. En caso de no haber utilizado el total acumulado al acabar la vida laboral activa, el trabajador cobraría el remanente en forma de complemento a su pensión.

Por tanto, si la reforma laboral que se plantea pasa simplemente por reducir la indemnización por desempleo y simplificar la contratación, no creo que se genere empleo. La reforma debe sentar unas bases sólidas que mejoren y flexibilicen nuestro marco laboral, pero el empleo se creará cuando España empiece a crecer por encima del 2% de su PIB, aumente la demanda y las empresas necesiten contratar para producir.

 ¿La reducción del déficit que está planteando el Govern generará empleo en Baleares?

En absoluto; lo que crea la austeridad en las finanzas públicas en el corto plazo es desempleo. Despedir trabajadores y reducir el sueldo de los funcionarios crea paro y reduce la demanda de bienes y servicios (al tener los trabajadores o parados menos poder adquisitivo).

Los recortes se venden como un mecanismo para generar empleo, pero en realidad son medidas que se toman por obligación; los mercados ya no nos permiten seguir gastando más de lo que ingresamos o nos financian la deuda pública a tipos de interés inasumibles.

Es necesario gestionar bien el dinero de los contribuyentes y gastarlo en proyectos y servicios que tengan rentabilidad económica o social clara. Tenemos que gastar menos de lo que ingresamos, en el medio plazo. Ello implicará subir impuestos, y no sólo a los trabajadores, también las fortunas y bancos (que afectan a los ingresos públicos), gastar menos en determinados servicios públicos y, no lo olvidemos, invertir en crear empleo. Por tanto, el Govern no sólo se tiene que basar en recortes; hay que usar un bisturí, no una motosierra y reducir lo reducible. Pero hay que gastar para generar empleo.

¿Deberemos protegernos de un corralito español?

Los ahorradores tienen miedo, y parte de su temor es lógico. Sin embargo, con la información de que dispongo, no creo que el escenario de un corralito a la española se produzca en ningún caso. Por tanto, nada de sacar el dinero de los bancos.

Otra posibilidad menos grave pero igual de preocupante sería que saliéramos del euro y volviéramos a la peseta; ello provocaría que nuestro dinero en las entidades financieras pasara de euros a pesetas, con un determinado tipo de cambio que, sin duda, nos empobrecería respecto a nuestros vecinos más fuertes (Alemania, Francia, etc). En todo caso, este escenario tendría algo muy bueno: exportaríamos más y vendrían más turistas “ricos”. Sin embargo, entiendo que tampoco se producirá este escenario. Apuesto porque España va a seguir en la Zona Euro. Lo que recomiendo a la gente es que esté bien informada, no asustada.

Hoy el Ideal de Granada ha publicado un interesante artículo titulado «Los ciudadanos pueden padecer la subida de los principales impuestos» en que se hace referencia a un informe de iAhorro.com en el que he colaborado como experto, sobre los posibles efectos en las finanzas personales del principio de disciplina presupuestaria plasmado en la reforma del artículo 135 de la Constitución.

Os dejo el recorte: