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Segunda interesantísima entrevista en el País de este domingo.

Desde luego este día es el día de las entrevistas a grandes personalidades del mundo económico-financiero.

Esta vez le toca la palabra a George Soros, especulador financieros, inversionista, filántropo y teórico del funcionamiento de los mercados.

Su proeza más famosa fue provocar la devaluación de la libra esterlina en 1992, en un pulso con el Banco de Inglaterra que ganó, que le hizo embolsarse 1.000 millones de $ en 24 horas.

Vamos, que de mercados financieros puede opinar con conocimiento de causa.

En la entrevista que comentamos, hace constante referencia a su teoría de que los mercados financieros distan mucho de ser perfectos, más bien todo lo contrario, concluye.

Critica a las autoridades estadounidenses, afirmando que no prepararon un plan B ante el posible fallo de su visión fundamentalista del mercado: Creían que los mercados acabarían corrigiéndose a sí mismos. No veían la necesidad de una intervención estatal.

En cuanto a las recetas que nos da Soros para resolver la crisis, comentar:

1.- Que el Estado recapitalice el sistema bancario comprando acciones a los bancos.

2.- Reanudar el préstamo interbancario ofreciendo garantías.

3.- Reformar el sistema hipotecario americano y detener las ejecuciones hipotecarias, para ayudar a amortiguar la caída del precio de las viviendas.

4.- Europa tiene que solucionar la debilidad del euro creando una red de seguridad para sus bancos.

5.- El FMI debe atajar la vulnerabilidad de los países periféricos del sistema financiero mundial, dándoles una red de seguridad financiera.

Según él, con estas medidas empezará el proceso de curación de la crisis financiera. Pero y qué pasa con la crisis real (la pérdida de empleos, etc)?

Pues que nos enfrentamos ineludiblemente a una recesión mundial grave.

Anima al Gobierno americano (y creo que se puede extrapolar al europeo) a aumentar el gasto público en un plan de estímulo al ahorro energético, al desarrollo de energías alternativas y a la construcción de infraestructuras ecológicas.

En cuanto al poder de Estados Unidos como potencia mundial, pronostica su caída como principal potencia. Tendrá, junto con partes de Europa, bancos socializados y un enorme endeudamiento. La China comunista, con su fuerte capacidad de ahorro, será la nueva potencia financiera a escala mundial y un gran inversor en Occidente.

Para George Soros las burbujas son endémicas del sistema y, por tanto, los reguladores estatales tienen que intervenir para evitar que se hinchen demasiado.

Impresionante escuchar a un experto en los mercados financieros decir las cosas tan claras: Los mercados no se autorregulan, señores! Tomen nota y actúen en consecuencia, si es que llegan a tiempo de salvar los muebles.

El País de este domingo viene cargado de interesantes entrevistas.

La primera que vale la pena comentar es la realizada a Luis Ángel Rojo, Catedrático de Teoría Económica desde 1966 en la Universidad Complutense de Madrid. Es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas desde 1985 y desde el 18 de abril de 2002 ocupa el sillón “f” minúscula en la Real Academia Española.

Fue nombrado en 1971 Director General de Estudios del Banco de España y en 1988 accedió al cargo de subgobernador de la institución monetaria. A mediados del año 1992 es nombrado gobernador del Banco de España y un año después decide una de las intervenciones más polémicas de los últimos años, la de Banesto. Deja el cargo en el 2001.

Actualmente es consejero del Grupo Santander.

De la entrevista formulada a este experto que profetizó y acertó la crisis actual, que impulsó las medidas de prudencia del sistema bancario que tanto envidian otros países, destacaría las siguientes ideas:

1.- La duración de la crisis:

Pronostica que se va a terminar en un año y medio aproximadamente, aunque dice que en España durará más por la virulencia de la crisis inmobiliaria.

Si tiene razón, hasta finales del 2010 las cosas no van a mejorar mucho en este país.

2.- Factor desencadenante de la crisis actual:

Actuación del sistema financiero de Estados Unidos, a la que hay que añadir posteriormente las subidas del precio del petróleo, las materias primas y finalmente, la crisis alimenticia.

3.- Críticas:

Dice de Alan Greespan (Presidente de la Reserva Federal de EE.UU. entre 1987 y 2006) que su política económica fue absurda. Entre otras cosas, al permitir la aplicación de las hipotecas subprime y sus derivados.

También dice que el BCE no le hizo caso cuando defendió la necesidad de tomar las medidas que se habían tomado en el Banco de España, en relación al mayor control del riesgo y en ser más estrictos en la regulación y en los criterios de provisiones que se obliga a dotar a las entidades financieras. Mantiene además que el BCE tendría que haber actuado antes y bajar los tipos. Según su opinión, el BCE debería bajar aún más los tipos y dejar de anteponer su política antiiflacionista a todo lo demás.

Al Fondo Monetario Internacional y de su Director Strauss-Kahn les dice de todo menos guapo. Se despacha con un “Lo del señor Strauss-Kahn en los últimos 10 días ha sido como para que se dedique a otra cosa”, en referencia a sus declaraciones sobre que la situación es terrible y que los bancos se van a hundir. A Rodrigo Rato y su época en el FMI, los despacha con un “No hizo nada”; chocante su opinión de la gestión de este ex-político.

En contestación a la pregunta de si habría que modificar los Presupuestos Generales del Estado como pide el PP, dice que ya son bastante restrictivos. Opina que en una situación como la actual, los políticos deben dejar de pelearse y tratar de salir de esta situación entre todos. Ya tendrán tiempo de criticarse más adelante.

4.- Política de nacionalización de la banca:

La entrada de algunos gobiernos europeos en el capital de bancos con problemas no gusta nada al Ex-Gobernador del BE, si bien admite que no está seguro de si tienen otro remedio.

5.- Lección que nos deja la crisis:

Qué no se puede seguir con regulaciones tan laxas.

Qué no puede ser que haya retribuciones de directivos tan inmensas (coincido con él en que la gente se irrita con razón).

Y en España dice que hay que procurar que no se produzcan desequilibrios con el sistema financiero y la construcción.

Me quedo con el fondo de la entrevista, una abierta crítica a la actuación de los organismos públicos americanos, al FMI y al BCE de un experto que habla libremente y sin ataduras.

Este atípico post no trata de la economía de las estadísticas o de la medidas gubernamentales para evitar los efectos de esta crisis. No. Trata de la economía como conjunto de acciones y omisiones individuales que, al agregar sus efectos, configuran el sistema económico mundial. Es un post sin base teórica, que huye de las magnitudes agregadas, que se fija en lo que hacemos cada uno de nosotros y en los efectos de ello. Una entrada más filosófica que económica.

Todo surge de una discusión con una amiga argentina en un bar. Ella me defendía que esta crisis está diseñada por los que dominan el sistema. Con una serie de argumentos que he oído en infinidad de ocasiones, venía a resumir la economía mundial como un sistema dominado por los poderosos, que lo controlan y manejan a su antojo, en el que el ciudadano de a pie es un mero títere que sufre las consecuencias de las decisiones de éstos. Suena bien, verdad?

Si y no. Evidentemente que ni tu ni yo tenemos la culpa que unos listos de Wall Street o un grupo de personas que dominan el mundo (se dice que los hay y me lo creo) tomen unas decisiones que lleven a la quiebra a la economía occidental o provoquen guerras. No tenemos culpa de ello pero, y esta es la idea principal del post, si somos responsables de ello. Y si podríamos hacer algo si realmente cada uno de nosotros se lo propusiera.

Acaso un país no puede poner de rodillas a la Banca, por ejemplo?
Bastaría que todos nosotros dejasemos de pagar la hipoteca un mes o dos. Poco más para conseguir que la Banca renegociara las hipotecas de todo el mundo.

La falta de responsabilidad individual es lo que hace que nos sea más cómodo mirar la Tele que leer. Ver un reality show que las noticias. Llevar a la escuela a nuestros hijos que educarles nosotros. Necesitar un ejército y una policia para no atacarnos por cualquier cosa. Tener una sanidad pública porque la inicitiva privada dejaría morir a un indigente en la calle.

Al preferir la comodidad de dejar que sean los demás los que se ocupen de lo que no nos gusta (gobernar un país, regular la economía, etc, etc) creamos un sistema que acaba por controlarnos a todos, por dominarnos. Pero el culpable no es el sistema malvado; lo hemos creado nosotros con nuestra desidia. El responsable de lo que hace mal el sistema somos todos y cada uno de nosotros.

El mundo cambiaría simplemente con que la población mundial empezase a leer sobre filosofía, política, economía… y asumiera todas y cada una de sus responsabilidades como integrante de un grupo humano. Pero, ¿queremos responsabilizarnos de nuestro entorno? ¿realmente no es más fácil crear un sistema que nos diga lo que hacer y, a cambio de ceder nuestra libertad, ganar en tranquilidad?