Los Fondos Cotizados o ETF (Exchange Traded Funds, por sus siglas en inglés) son una herramienta de inversión híbrida entre las acciones y los fondos de inversión, que pueden ser de mucha utilidad para algunos inversores.

Estas son sus características básicas:

  • Se trata de un producto que replica la evolución de un índice ya sea sectorial o geográfico; por lo tanto permite diversificar entre una serie de valores. Por ejemplo comprando un ETF sobre el Ibex35, se está invirtiendo en las 35 acciones en la misma proporción que refleja el índice.
  • Hay que tener muy en cuenta que la réplica no es exacta, ya que hay algunos factores que lo diferencian respecto al índice: comisiones en la gestión del ETF (suelen ser pocas, pero existen), descuentos de dividendos (algunos ETF’s incluso abonan dividendos y el precio es más ajustado), existencia de empresas o activos poco líquidos en el índice que se quiere replicar… Generalmente los ETF’s sobre índices Nacionales lo replican con bastante exactitud, si bien es cierto, que sobre índices sectoriales hay momentos en los que la correlación deja mucho que desear.
  • Son totalmente líquidos: Los ETF’s son emitidos por unas sociedades, que tienen que asumir el compromiso de ofrecer precios de compra y venta que repliquen la evolución del índice, a estos emisores, también se les denomina “creadores de mercado”.
  • Facilidad de negociación: Los ETF’s se negocian en Bolsas de Valores, exactamente igual que las acciones; por lo tanto, permiten, en la mayoría de casos, operativa en las mismas plataformas, con las mismas condiciones y con los mismos tipos de órdenes que las acciones negociadas en el mismo mercado.
  • Facilidad de seguimiento: Al ser productos cotizados, la mayoría de plataformas de visualización y de negociación los incluyen en sus bases de datos, por lo tanto se pueden seguir continuamente los precios, utilizar herramientas de análisis técnico….
  • No tienen las ventajas fiscales de los Fondos “Convencionales”: Fiscalmente tienen exactamente la misma consideración que las acciones, por lo tanto no existe el “traspaso entre ETF’s” así que cuando se vendan títulos, aunque se use el líquido para comprar otro fondo (ya sea ETF o convencional) se debe tributar por la ganancia o la pérdida.
  • Permiten invertir apalancando a favor o en contra de los índices subyacentes.

Existen variantes de ETF’s que pueden replicar el índice de formas alternativas:

  •  Ultra: Son ETF’s que duplican la evolución de un índice; por lo tanto, en caso de subir el mercado, el inversor obtiene el doble de rentabilidad, evidentemente, en caso de bajar se le duplica también la pérdida
  •  Short: Son ETF’s que replican inversamente la evolución de un índice; es decir que si el índice baja, el inversor obtiene plusvalía en la misma proporción.
  • Ultra Short: Son ETF’s que replican por duplicado la evolución inversa de un índice.

Está claro que con la agilidad de negociación y la facilidad de replicar cualquier tipo de índice es una herramienta muy útil para invertir en mercados donde sea complejo acudir a través de títulos concretos, como índices internacionales, sectoriales o de renta fija. Por ejemplo, se puede invertir en el S&P 500, o en un índice de empresas de materias primas, o en un índice de empresas colombianas, sin necesidad de tener que seleccionar las empresas, analizando únicamente el índice en concreto ya sea a nivel macroeconómico como utilizando el análisis técnico.

Hay dos factores muy importantes a tener en cuenta a la hora de seleccionar el ETF en concreto que se va a utilizar para la inversión en un mercado determinado, ya que normalmente hay la posibilidad de elegir entre varias emisoras:

  1. El volumen que tenga el ETF: Hemos visto que todos los ETF’s tienen liquidez inmediata ya que el “creador de mercado” da precios de compra y venta; a pesar de ello, es preferible buscar ETF’s que tengan cierto volumen de títulos negociados ya que en ese caso, los precios vienen determinados por la Oferta y la Demanda, y normalmente se ajusta mejor al índice que los precios que ofrecen los emisores.
  2. La exactitud en la réplica del índice: Como he introducido anteriormente, puede haber ETF’s en los que no se replique correctamente el índice; el estudio a realizar es muy sencillo, ya que se puede comparar la gráfica del ETF con la del índice que se quiera invertir, y seleccionar el que lo replique con más perfección o desestimar la inversión sino se aprecia correlación fiable en ninguno de ellos.

En conclusión, los ETF’s son un buen instrumento para invertir en los mercados, ya que tiene todas las herramientas que nos permitan planificar una buena estrategia e implementarla en prácticamente cualquier mercado, pero al ser un instrumento diferente, y en algunos casos, desconocido, se debe analizar con detenimiento para evitar sorpresas desagradables.

Aprende a invertir en ETF’s con Aula Finanzas y Luis García Langa.