Y sigue la escalada del euribor.

El euribor a 12 meses marcó ayer un tercer máximo diario consecutivo, al situarse en el 5,432%.

Malas noticias, una vez más.

A raíz de mi última entrada en el foro de Xing, quiero reflexionar brevemente sobre el concepto de Crisis Perfecta que han acuñado algunos economistas, que como todos sabemos somo expertos en explicar las causas de lo que ha pasado (lástima que seamos menos diestros en preverlo).

La situación económica en la que estamos inmersos, a pesar de que no soy muy dado al alarmismo, es bastante preocupante. Sobre todo porque tiene muchas variables que se retroalimentan (de allí lo del término cinematográfico Tormenta-Crisis Perfecta) y la hacen más peligrosa. Y lo peor es que la Tormenta aún no ha llegado a la costa, estamos presenciando solo el inicio de las lluvias.

¿Cuándo llegará con toda su intensidad? como mínimo faltan unos 3-6 meses, me atrevo a estimar. Cuando las viviendas nuevas iniciadas hace un año o dos se terminen, cuando llevemos medio año más de euribor por las nubes y las economías domésticas ya no aguanten más, cuando el verano termine y crezca el paro también en el sector turístico y cuando el efecto de las Sub-Prime se deje notar del todo.

Algunas de las variables que se han puesto de acuerdo para amargarnos la existencia económica son:

1.- Incremento del precio del suelo urbano debido a una regulación urbanística caótica, fragmentada en regulaciones municipales y de Comunidades Autónomas y demasiado susceptible a la especulación y a la corrupción.

2.- Euribor en mínimos históricos en los últimos años y fiebre inmobiliaria, lo que conduce a un endeudamiento excesivo y un aumento exponencial de los precios de venta de las viviendas. Cambio de tendencia y subida constante hasta situarse a día de hoy en el 5,4%, máximo de toda la historia.

3.- Crisis SubPrime en EE.UU. que se inocula al resto del sistema financiero mundial.

4.- Subida de la inflación, entre otras cosas por la subida del crudo, que lleva al BCE a una política de tipos de interés altos para controlarla.

5.- Desconfianza entre las entidades financieras, que o no se dejan dinero entre si, o lo hacen a tipos altos. El euribor, precio al que dichos bancos se prestan dinero, sube aún más.

6.- Debido a la crisis de los mercados financieros, los bancos no pueden titularizar sus hipotecas (venderlas para obtener dinero con el que volver a financiar).

7.- Los bancos dejan dinero a tipos más altos y endurecen sus criterios de concesión de préstamos. Las promotoras se quedan sin financiación y van quebrando. Los proyectos de inversión no encuentran financiación como antes y se quedan aparcados esperando tiempos mejores. Los préstamos al consumo caen y con ello las ventas de dichos productos.

8.- Debido a las contrapuestas políticas monetarias de EE.UU. y el BCE, el € se revaloriza respecto al $ y otras divisas. Eso provoca que seamos más caros para EE.UU. pero también respecto a la libra esterlina británica. Efectos: a los turistas de fuera de la zona euro les sale más caro visitarnos y a nuestras empresas les sale más caro exportar sus productos.

9.- La renta disponible de las familias está en mínimos, ya que después de pagar las constantes subidas de la hipoteca, poco les queda para consumir. Esto provoca pérdidas en sectores tan dispares como la venta de automóviles o las tiendas de ropa, pasando por gran parte de la industria de bienes de consumo. Empiezan a ejecutarse hipotecas por falta de pago.

10.- Aumenta el desempleo, y con este fatídico dato, acaba de trasmitirse una crisis monetaria a la economía real. Y vuelta a empezar con el círculo vicioso.

¿Y cuando mejorará la situación? Nadie se atreve a vaticinarlo. Desde luego, tenemos que ver mejoría en varias de las variables comentadas a la vez.

Y con eso me despido por hoy, más deprimido que antes de escribir esta entrada.

En su blog del New York Times, el famoso economista Paul Krugman nos hace una pequeña reflexión sobre uno de los problemas básicos de la política monetaria de la zona euro (y que no nos parezca un tema muy teórico, ya que este problema es el que hace que el euribor no se acomode cuando algunos países tienen crisis y otros no): Qué puede hacer el BCE cuando, por ejemplo, Alemania va bien y España entra en crisis?

La Unión Europea tiene una política fiscal (impuestos, gasto público…) que depende de cada país miembro, pero una política monetaria (tipos de cambio, interés, etc…) que depende de una entidad supranacional (el Banco Central Europeo). Uno de los principales problemas que ya se conocían en antes de crearse la UE (y uno de mis profesores de Economía en el 1.998 ya nos lo explicaba en clase) y que cita Krugman, es qué pasaría si hay una crisis asimétrica (algunos países en crisis y otros no).

Pues ahora estamos en este momento. La solución es que haya movilidad laboral; que los españoles, por ejemplo, nos vayamos a trabajar a Alemania. En EE.UU., cuyos estados tienen una moneda única como nosotros, esa solución es sencilla y ocurre con frecuencia. Pero el problema de los países de la UE es que son bastante heterogéneos. Distintas lenguas, distintas culturas, que dificultan dicho mecanismo de equilibrio.

Krugman cita un ejemplo de este mecanismo de equilibrio que son los «fontaneros polacos», en alusión a la emigración de los trabajadores del Este, que van a trabajar a países de la UE más prósperos, y que vuelven a su país cuando la economía mejora.

Dificil equilibrio para marcar los tipos tiene el BCE. Por eso es que no podemos darle la culpa a Zapatero de que no baje el euribor, en todo caso a Trichet (BCE) y, en puridad, a que Alemania vaya bien y nosotros no. Y este problema tiene muy difícil solución si no avanzamos a una política fiscal también manejada por un órgano supranacional (y con el no a la Constitución Europea nos alejamos de esta posibilidad).

Mientras escribo esta entrada hace una tormenta veraniega impresionante, situación muy parecida a los rayos y truenos que desencadena cada declaración del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, anticipando subidas de tipos a partir de julio por el repunte de la inflación, en su discurso del jueves.

El euribor, el principal índice de referencia para la contratación de hipotecas en España, se elevó el viernes hasta el 5,418%, lo que representa una subida de casi tres décimas en un sólo día, la mayor nunca registrada, y el máximo histórico desde que se empezó a elaborar en 1999. El anterior lo había marcado en agosto de 2000, cuando llegó al 5,248%. Si, habéis leído bien: El euribor acaba de alcanzar su máximo histórico.

Y lo peor para los titulares de las hipotecas es que el euribor se mantendrá, según los analistas, al menos durante algunos meses en el 5%. El precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, lleva varias semanas en el entorno de 130 dólares y ha llevado a la inflación de la zona euro a elevarse hasta el 3,6% en mayo, muy alejado del 2% aconsejado por el Banco Central Europeo.

Por otro lado, la diferencia entre el euribor (5,418%) y el tipo director del BCE (4%) nunca había sido tan grande, lo que significa que el mercado anticipa subidas del interés del BCE. Parece ser que el escenario de los más pesimistas se está materializando.

La situación se está volviendo más preocupante cada día que pasa. Hasta que el euribor no empiece a bajar, no creo que veamos una luz al final del túnel de esta crisis.

ING es un banco que dedica gran parte de su presupuesto a publicidad (y dice que da mucho a sus clientes por no tener los costes de las oficinas que tienen otros bancos).
Veamos como nos «vende» ahora que acaba de subir su hipoteca naranja a euribor+0,55.

Un diferencial que ya no resulta en absoluto competitivo; Barclays, sin ir más lejos, nos ofrece un euribor+0,39 actualmente. Y con oficinas y trato personalizado.

Se le están poniendo las cosas mal a ING si quiere seguir captando clientes de otras entidades. La competencia en depósitos y cuentas remuneradas es muy agresiva (por la parte del pasivo) y desde luego con estos tipos en las hipotecas tampoco mucho puede robar a otros bancos.

Según argumentan fuentes oficiales de ING Direct: «Aunque estamos bien de liquidez, los costes de captación de recursos se han incrementado. Como no queremos cerrar el grifo de las hipotecas, hemos decidido ajustar la oferta de créditos a la nueva coyuntura».
Bonitas palabras, pero no creo que acaben de convencer a sus potenciales clientes.

Lamentablemente esta tendencia a encarecer las hipotecas es una tónica generalizada del sector. La filial por internet de Banesto lanzó hace unos meses una hipoteca con uno de los tipos más agresivos del mercado: euríbor más 0,35 puntos. Sin embargo, el incremento de los costes de financiación ha hecho que el nuevo diferencial sea de 0,44 puntos. Lo mismo ha ocurrido con Activobank y Uno-e. El banco online de Sabadell ha aumentado el precio de 0,22 puntos a 0,30. Mientras que el segundo, perteneciente al grupo BBVA, ha pasado de una oferta del euríbor más 0,25 a euríbor más 0,29 puntos.

Malos tiempos, euribor caro y encima diferenciales más altos. Llueve sobre mojado.

Esta materia prima es un interesante refugio de inversión en esta turbulenta época de vaivenes del mercado.

En lo que llevamos de año el oro se ha apreciado un nada despreciable 15%. El valor de este metal no depende de las cotizaciones de las acciones, de las divisas ni de otros productos, por lo que se mantiene estable en tiempos de crisis.

Para poder invertir en este producto, los que no tenemos una caja fuerte y seguridad suficiente, podemos acudir a productos de inversión que indirectamente dependen del valor del oro:

1.- Compra de monedas de oro.
2.-Compra de acciones de una empresa minera.
3.- Certificados de depósito, emitidos por bancos especializados que garantizan la propiedad del oro (sin tener que poseerlo físicamente).
4.- Fondos de inversión que invierten en acciones de empresas dedicadas a la extracción de este metal.
5.- ETF, o Fondos cotizados. Algunos invierten directamente en el metal mismo.
6.- Futuros sobre oro.

En definitiva, hay bastantes opciones para invertir en Oro, al gusto y conocimiento del consumidor.

Las más sencillas y al alcance de cualquier inversor (un servidor tiene invertido una pequeña parte de su capital en estos productos) son los Fondos de Inversión y los ETF (desde la misma web del Bankinter, por ejemplo, uno puede contratar fácilmente estos productos, sin necesidad de moverse de su sillón).

Nos salimos totalmente de la tónica general de este blog para invitaros a practicar deporte, con una motivación adicional si nuestras compañeras y compañeros de sudores se lo toman con tantas ganas como los del vídeo que adjuntamos.

Esperemos que los expertos que cita el artículo se equivoquen, porque veo un año apocalíptico si se cumplen estas previsiones.
El euribor ha terminado mayo en un 4,994% de media mensual.

Sergio Fernández (director de inversiones de American Express), Xavier Segura (jefe del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya) y Ángel Laborda (director de coyuntura de Funcas) pronostican un euribor cercano al 5% para todo el año 2008.

David Cano (Analistas Financieros Internacionales) es ligeramente más optimista, estimando que el euribor va a acercarse «muy poco a poco» al valor de 4,2%, aunque tal vez a partir del próximo año.

Fundamentalmente estas expectativas se basan:
1.- Que el BCE no bajará tipos debido a la inflación alta, acentuada por el alto precio del barril de petroleo.
2.- Un escenario de desaceleración económica menos brusco de lo previsto.
3.- La desconfianza entre bancos.

Vemos que estas previsiones pesimistas chocan con las estimaciones de los expertos a principio de año, que vaticinaban un euribor al 4%.

Si aciertan los agoreros, la crisis inmobiliaria va a durar bastante más de lo esperado.

Las ventas de viviendas en nuestras Islas cayó a la mitad (concretamente en un 43,4%) si tomamos marzo de 2008 y lo comparamos con marzo del año pasado (según estadísticas del INE).

Una caída superior a la media española del 31,9%.

Por tipos de propiedades, las transmisiones de viviendas se han reducido en las islas un 49,8%, los solares urbanos lo han hecho un 50,5%, las de fincas rústicas un 17%, y las de otras propiedades urbanas un 45,9%.

Pese a que el número de hipotecas se reduce, el valor medio de las mismas aumenta un 3,5%, hasta situarse en los 200.999 € en el caso de Balears, sólo superado por Madrid, con 228.179 €, lo cual es grave dado que las nóminas de estas Islas son menores que las de Madrid. Tenemos casas caras y bajo poder adquisitivo.

La espectacular bajada de la demanda de viviendas, que está llevando a la quiebra a muchas inmobiliarias, promotoras y brokers financieros que vivían de ello, se debe a varios factores que se refuerzan mutuamente:

1.- Un euribor en constante crecimiento, que ha estado inusualmente bajo en los últimos años, y por tanto un constante encarecimiento del coste de la hipoteca.

2.- Un encarecimiento rápido del precio de la vivienda, propiciado por una demanda alta reforzada por la comunidad inmigrante y los bajos tipos de interés, que permitían a los vendedores pedir verdaderos excesos.

3.- Un brusco desacelerón de la concesión de hipotecas, lo que expulsa literalmente del mercado a muchos potenciales compradores. Una pareja joven mileurista, ya no se puede comprar ni un triste apartamento, en muchos casos. Muchos bancos endurecen las condiciones por el mero hecho de ser extranjero, y algunos directamente no aprueban operaciones de foráneos.

4.- La impresión generalizada de que los precios de las viviendas van a bajar, lo que hace que se postergue la decisión de compra. Ojala fuese así, pero me temo que la mayoría de actuales compradores tienen una hipoteca muy cargada que impide mucho recorrido a la baja del precio de sus propiedades y los promotores compraron el suelo a precio de oro, y tampoco pueden bajar el precio en exceso.

5.- Una cierta «psicosis euribor», que atemoriza a los potenciales clientes. Piensan que va a seguir subiendo y no se quieren arriesgar.

¿Cuando mejorará este escenario? Algunos dicen que a partir del verano, esperemos y veamos.

 

Este final de mayo está resultando ser un rally ascendente del indicador, nuevamente. Desde el jueves 22 el euribor diario supera la barrera psicológica del 5%.

La pregunta que todo el mundo se hace es: ¿porqué no baja el euribor, y por tanto las hipotecas, si la gente ya casi no puede pagar cada mes?

El euribor depende de dos factores fundamentales:

1.- El tipo de interés del BCE (Banco Central Europeo) y lo que los mercados piensan que hará en el futuro. Y a pesar de que los futuros sobre los tipos de interés de la eurozona auguraban a principios de mes que, de haber algún cambio en la política monetaria, éste sería a la baja, la escalada de los precios del crudo y unos datos macroeconómicos de la eurozona relativamente buenos han dado la vuelta a estas expectativas. Según los mercados, si el BCE toca los tipos, actualmente en el 4%, será para subirlos. Por eso se van difuminando las expectativas de que el euribor baje a finales del año de forma sustancial.

2.- La confianza entre Bancos para dejarse dinero entre ellos y su necesidad de hacer caja para tener dinero para aguantar las pérdidas producidas por las hipotecas subprime. Se dejan menos dinero entre ellos y con un interés más caro. Y el euribor no es otra cosa que la media de interés en que se prestan dinero los bancos europeos.

Para que empiece a bajar el euribor es necesario que el mercado vuelva a descontar bajadas de tipos de interés, para que la curva del euribor comenzase a retroceder. Para ello hacen falta dos cosas: un deterioro significativo de los datos macroeconómicos de la eurozona y una moderación de los precios del petróleo, que han subido más de un 33% en apenas tres meses. Si los economistas pro-bajada de tipos tienen razón, esto comenzará a ocurrir en verano, cuando se publiquen los datos del segundo trimestre del año. Pero si al final es el bando pro-subida el que se lleva el gato al agua, el euribor no podrá contar con ese catalizador bajista.