Propuestas del Partido X para salir de la crisis


El Partido X, que ya anticipo no participo en él, se ha puesto en contacto conmigo varias veces, para recabar mi experiencia como economista y conocedor de algunas cosas de la banca comercial. Han tenido la deferencia de mencionar una entrevista en Gurusblog sobre mi libro ‘La banca culpable‘ en el borrador que comentaremos.
Hoy hace público su «Borrador de Plan de emergencia para salir de la crisis«, documento colaborativo que os invito a leer y comentar.
En el apartado dedicado a la banca, tuve la oportunidad de dar mis impresiones, que os resumo a continuación, con la recomendación de que primero miréis las medidas finalmente hechas públicas en el borrador del plan:

Transformación de las entidades rescatadas en entidades públicas con reglas estrictas para sus gestores y sus operaciones


En cuanto a mi opinión sobre la finalidad de la Sareb ver el siguiente artículo en Euribor Blog.
Mientras los gestores de empresas públicas o dependientes del poder político, como el Sareb, sean elegidos en base a intereses políticos o de sectores determinados (en este caso el de las entidades financieras españolas sanas), en lugar de a criterios objetivos, tasados y que sirvan para impugnar los nombramientos en caso de incumplirse, el problema no se resolverá.
La limitación del sueldo de los gestores es una medida de carácter ético a estudiar, si bien hay que tener mucho cuidado que esta limitación no suponga la incorporación de peores gestores, desplazando a los mejores al sector privado. Más bien sería importante vincular una parte importante de sus salarios a la buena marcha de las entidades a largo plazo.
No se trata tanto de regular fuertemente sus actuaciones como de establecer consecuencias en el patrimonio personal en caso de actuaciones inadecuadas y evitables. Los controles legales no sirven de nada si no se fiscalizan adecuadamente por órganos independientes y dotados de los recursos necesarios.
La banca pública es un tipo de negocio muy peligroso para el interés general, aunque parezca lo contrario. Cuando los políticos tienen poder sobre la gestión de un banco, los préstamos no se conceden con criterios profesionales. Desde mi punto de vista, la banca pública solo tiene sentido en cuanto a medios de pagos (que son un servicio público) y en casos muy concretos y limitados de financiación empresarial y personal, pero nunca con un peso demasiado importante. En un mundo ideal, con políticos sabios, podría ser útil tener bancos públicos. En el nuestro, es un desastre. Otra cosa es regular adecuadamente los incentivos contables, fiscales y de otro tipo, para intentar que los bancos privados tengan incentivos adecuados para prestar a sectores importantes para la economía, como las pequeñas empresas.

Reforma de la regulación bancaria para imponer medidas estrictas de control a las entidades crediticias y financieras


Hay que despolitizar la CNMV y el Banco de España y dotarlo de los instrumentos legislativos y recursos necesarios para hacer su trabajo: garantizar un sector financiero competitivo, útil para la sociedad y la economía. Si los supervisores hubiesen hecho bien su trabajo, no tendríamos el grave problema de familias a las que se concedió préstamos hipotecarios irresponsables (culpa del Banco de España), ni ahorradores con participaciones preferentes u obligaciones subordinadas que ni las entienden ni las quieren (culpa de la CNMV).

Regulación de salarios y/o incentivación de objetivos a medio-largo plazo en la actividad bancaria, frente a la actual desregulación salarial y la valoración de resultados a corto


El problema no es tanto de sueldos altos, como de beneficioso desproporcionados al dejar la entidad financiera y, sobretodo, de la impunidad con que se trabaja si las cosas van mal. El sueldo ha de ser de mercado, pero las consecuencias de una mala gestión han de estar establecidas y aplicarse con todo rigor. Si se hacen las cosas bien, se cobra adecuadamente. Pero con la responsabilidad pertinente si pasa lo contrario, respondiendo con su patrimonio personal en los casos pactados.

Por otra parte no tiene sentido que los bancarios cobren por conceder hipotecas, por ejemplo, en lugar de por su devolución correcta a lo largo de los años. Por tanto, los incentivos variables han de establecerse de una forma adecuada y, siempre, a largo plazo.

Asegurar la protección del cliente bancario, sea éste ahorrador, hipotecado o agente económico que recibe un crédito para financiarse


Vital establecer un servicio de reclamaciones que defienda al cliente, con poder de sanción y recursos adecuados, tanto en la CNMV como en el banco de España. Han de defender los intereses de los clientes, no de las entidades financieras, como hacen en demasiadas ocasiones actualmente.

Implementar un fondo especial con las contribuciones de los grandes bancos para cubrir los costes de liquidación


En cierta forma esta función la tiene el Fondo de Garantía de Depósitos. Si se establece un fondo demasiado grande, el problema es que se retirarán recursos para el crédito, hoy ya insuficientes. Este tipo de medidas deberá pactarse con la Unión Europea, si algún día se dignan a tener una unión bancaria como es debido.

Restringir la entrada de la banca como accionistas de empresas de la que son acreedoras, sobre todo de empresas de servicios básicos, y las inversiones de riesgo


Tiene sentido, si bien hay que analizar con mucha atención qué tipo de empresas y a qué inversiones de riesgo.

Creación de entidades bancarias con mayor control de sus clientes (cliente/socio – cliente/accionista) y responsabilidad pública. Proximidad contra el proyecto monopolístico de la Unión Europea


No se trata de crear bancos próximos, sino bancos que sepan hacer bien su trabajo: captar el ahorro con productos adecuados a su clientela y conceder financiación responsable.

Los bancos trabajarán para sus clientes cuando haya una verdadera competencia, que está desapareciendo a medida que hay menos bancos en activo.

Habrá que analizar las dos Cajas de Ahorro que quedan gestionando negocio bancario en España, Ontinyent y Caixa Colonya, para tratar de potenciar entidades de este tipo, con un cambio importante de la legislación que evite injerencias políticas, de sindicatos y patronales.

Normalizar las microfinanzas como herramienta para salir de la crisis


Es un punto clave, que la financiación de este tipo se potencie en España. Desde luego es la clave para dotar a los pequeños empresarios y familias de un crédito limitado pero ágil. A los bancos tradicionales no les sale a cuenta dedicarse  a este tipo de negocio (ya que nos tipos de interés han de estar limitados en función de criterios de utilidad pública e interés general), pero es vital para que la economía funcione mejor.

Velar por la independencia del poder político frente al poder financiero


La clave es cambiar la ley de financiación de partidos. Mientras los partidos dependan de los bancos para funcionar, los bancos controlarán a los Gobiernos de turno.
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