Se trata de comprar una vivienda nueva y querer subrogar la hipoteca a la promotora, para ahorrarse los gastos de constituir una nueva hipoteca en otro banco. Hasta hace poco la subrogación era prácticamente automática. Dabas una señal por el 20% del valor de la vivienda (muchas veces dividido en plazos, ya que se empezaba a pagar la señal cuando se empezaba a construir y se terminaba antes de la entrega) y el resto del dinero, el 80% del valor de la vivienda, se obtenía al subrogar la hipoteca a la promotora. El problema es que con la restricción de crédito debido a la crisis financiera, la subrogación ya no es automática, ya que las entidades bancarias están poniéndose más serios con los requisitos para que te concedan una hipoteca o te la subroguen. Se hace un estudio financiero del nuevo cliente y puede ocurrir que ya no le concedan el crédito (tanto porque las condiciones de concesión se han endurecido como porque el ratio de endeudamiento con los tipos actuales supera el 40%)La gente se queda en la estacada y sin posibilidades de comprarse la vivienda (puesto que si una entidad no te lo concede en una subrogación, con menos gastos, lo más normal es que nadie te la de). Llegado a este callejon sin salida, recomendamos al cliente acudir a un broker hipotecario profesional, que puede conseguirle una oferta de hipoteca de alguna entidad financiera, al trabajar con muchas al mismo tiempo.
De hecho, en el artículo de El País que se comenta este nuevo fenómeno se comenta que una importante constructora de España con más de 2.000 viviendas en venta cerró el pasado trimestre con unas ventas negativas de 20 unidades: no es que no hayan vendido nada, sino que algunas incluso han sido devueltas por rechazo del banco. Además muchas inmobiliarias están siguiendo una estrategia para atraer clientes que complica aún más las cosas. Piden una entrada más pequeña, para que más gente se anime a comprar.
La nueva situación económica que afronta España -debido a la desaceleración del mercado inmobiliario y a la crisis hipotecaria y financiera mundial de este verano- podría recortar un punto de crecimiento del PIB y destruir unos 80.000 empleos, sobre todo en la construcción, pero también tendría su vertiente positiva. Ésta vendría de la mano del índice Euribor, referente para la gran mayoría de las hipotecas españolas, que podría situarse por debajo del 4%, unos niveles que no ha registrado desde diciembre de 2006.
Estas son las conclusiones del Servicio de Estudios del BBVA, que en su informe «Situación España» a octubre de 2007, hecho público ayer, ha tenido que corregir a la baja varios índices macroeconómicos respecto a las previsiones que hizo en julio, que han cambiado mucho a raíz de la inestabilidad financiera provocada por la crisis de las «hipotecas basura» en Estados Unidos.
Escrivá, el Banco Central Europeo (BCE) no volverá a subir los tipos en la nueva coyuntura, e incluso podría iniciar «un proceso de distensión» o bajada de tipos de un cuarto de punto durante la reunión que la entidad monetaria tiene prevista para enero de 2008. Esta decisión de Jean Claude Trichet y los suyos provocaría una caída «inminente y significativa» del Euribor que, según cálculos de Servimedia, podría abaratar las hipotecas medias en unos 70 euros al mes.
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