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El Partido X, que ya anticipo no participo en él, se ha puesto en contacto conmigo varias veces, para recabar mi experiencia como economista y conocedor de algunas cosas de la banca comercial. Han tenido la deferencia de mencionar una entrevista en Gurusblog sobre mi libro ‘La banca culpable‘ en el borrador que comentaremos.
Hoy hace público su “Borrador de Plan de emergencia para salir de la crisis“, documento colaborativo que os invito a leer y comentar.
En el apartado dedicado a la banca, tuve la oportunidad de dar mis impresiones, que os resumo a continuación, con la recomendación de que primero miréis las medidas finalmente hechas públicas en el borrador del plan:

Transformación de las entidades rescatadas en entidades públicas con reglas estrictas para sus gestores y sus operaciones


En cuanto a mi opinión sobre la finalidad de la Sareb ver el siguiente artículo en Euribor Blog.
Mientras los gestores de empresas públicas o dependientes del poder político, como el Sareb, sean elegidos en base a intereses políticos o de sectores determinados (en este caso el de las entidades financieras españolas sanas), en lugar de a criterios objetivos, tasados y que sirvan para impugnar los nombramientos en caso de incumplirse, el problema no se resolverá.
La limitación del sueldo de los gestores es una medida de carácter ético a estudiar, si bien hay que tener mucho cuidado que esta limitación no suponga la incorporación de peores gestores, desplazando a los mejores al sector privado. Más bien sería importante vincular una parte importante de sus salarios a la buena marcha de las entidades a largo plazo.
No se trata tanto de regular fuertemente sus actuaciones como de establecer consecuencias en el patrimonio personal en caso de actuaciones inadecuadas y evitables. Los controles legales no sirven de nada si no se fiscalizan adecuadamente por órganos independientes y dotados de los recursos necesarios.
La banca pública es un tipo de negocio muy peligroso para el interés general, aunque parezca lo contrario. Cuando los políticos tienen poder sobre la gestión de un banco, los préstamos no se conceden con criterios profesionales. Desde mi punto de vista, la banca pública solo tiene sentido en cuanto a medios de pagos (que son un servicio público) y en casos muy concretos y limitados de financiación empresarial y personal, pero nunca con un peso demasiado importante. En un mundo ideal, con políticos sabios, podría ser útil tener bancos públicos. En el nuestro, es un desastre. Otra cosa es regular adecuadamente los incentivos contables, fiscales y de otro tipo, para intentar que los bancos privados tengan incentivos adecuados para prestar a sectores importantes para la economía, como las pequeñas empresas.

Reforma de la regulación bancaria para imponer medidas estrictas de control a las entidades crediticias y financieras


Hay que despolitizar la CNMV y el Banco de España y dotarlo de los instrumentos legislativos y recursos necesarios para hacer su trabajo: garantizar un sector financiero competitivo, útil para la sociedad y la economía. Si los supervisores hubiesen hecho bien su trabajo, no tendríamos el grave problema de familias a las que se concedió préstamos hipotecarios irresponsables (culpa del Banco de España), ni ahorradores con participaciones preferentes u obligaciones subordinadas que ni las entienden ni las quieren (culpa de la CNMV).

Regulación de salarios y/o incentivación de objetivos a medio-largo plazo en la actividad bancaria, frente a la actual desregulación salarial y la valoración de resultados a corto


El problema no es tanto de sueldos altos, como de beneficioso desproporcionados al dejar la entidad financiera y, sobretodo, de la impunidad con que se trabaja si las cosas van mal. El sueldo ha de ser de mercado, pero las consecuencias de una mala gestión han de estar establecidas y aplicarse con todo rigor. Si se hacen las cosas bien, se cobra adecuadamente. Pero con la responsabilidad pertinente si pasa lo contrario, respondiendo con su patrimonio personal en los casos pactados.

Por otra parte no tiene sentido que los bancarios cobren por conceder hipotecas, por ejemplo, en lugar de por su devolución correcta a lo largo de los años. Por tanto, los incentivos variables han de establecerse de una forma adecuada y, siempre, a largo plazo.

Asegurar la protección del cliente bancario, sea éste ahorrador, hipotecado o agente económico que recibe un crédito para financiarse


Vital establecer un servicio de reclamaciones que defienda al cliente, con poder de sanción y recursos adecuados, tanto en la CNMV como en el banco de España. Han de defender los intereses de los clientes, no de las entidades financieras, como hacen en demasiadas ocasiones actualmente.

Implementar un fondo especial con las contribuciones de los grandes bancos para cubrir los costes de liquidación


En cierta forma esta función la tiene el Fondo de Garantía de Depósitos. Si se establece un fondo demasiado grande, el problema es que se retirarán recursos para el crédito, hoy ya insuficientes. Este tipo de medidas deberá pactarse con la Unión Europea, si algún día se dignan a tener una unión bancaria como es debido.

Restringir la entrada de la banca como accionistas de empresas de la que son acreedoras, sobre todo de empresas de servicios básicos, y las inversiones de riesgo


Tiene sentido, si bien hay que analizar con mucha atención qué tipo de empresas y a qué inversiones de riesgo.

Creación de entidades bancarias con mayor control de sus clientes (cliente/socio – cliente/accionista) y responsabilidad pública. Proximidad contra el proyecto monopolístico de la Unión Europea


No se trata de crear bancos próximos, sino bancos que sepan hacer bien su trabajo: captar el ahorro con productos adecuados a su clientela y conceder financiación responsable.

Los bancos trabajarán para sus clientes cuando haya una verdadera competencia, que está desapareciendo a medida que hay menos bancos en activo.

Habrá que analizar las dos Cajas de Ahorro que quedan gestionando negocio bancario en España, Ontinyent y Caixa Colonya, para tratar de potenciar entidades de este tipo, con un cambio importante de la legislación que evite injerencias políticas, de sindicatos y patronales.

Normalizar las microfinanzas como herramienta para salir de la crisis


Es un punto clave, que la financiación de este tipo se potencie en España. Desde luego es la clave para dotar a los pequeños empresarios y familias de un crédito limitado pero ágil. A los bancos tradicionales no les sale a cuenta dedicarse  a este tipo de negocio (ya que nos tipos de interés han de estar limitados en función de criterios de utilidad pública e interés general), pero es vital para que la economía funcione mejor.

Velar por la independencia del poder político frente al poder financiero


La clave es cambiar la ley de financiación de partidos. Mientras los partidos dependan de los bancos para funcionar, los bancos controlarán a los Gobiernos de turno.

Hoy sale en la contraportada del Diario de Mallorca una entrevista que me ha hecho el periodista Matías Vallés, uno de los que más prestigio tienen en mi tierra y que en su día entrevistó a mi padre, cosa que le da a mi aparición un plus de orgullo al recordarlo. Como siempre, no pierdo ocasión para nombrar y recordar a Antoni Monserrat Moll, mi padre.

La entrevista me gusta mucho como ha quedado, al igual que la foto. No es fácil sacarme bien, la verdad.
Os transcribo mi aparición, que espero os resulte interesante.

Entrevista en Diario de Mallorca

Matías Vallés Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿Vendió preferentes cuando era empleado de banca?”

–Vi venderlas y me parecía un producto muy extraño para colocarlo a clientes sin cultura financiera. Sin crisis no hubiera pasado nada, porque la estafa es la colocación de preferentes, no el producto en sí.
¿Por qué vendían preferentes los directores de oficinas bancarias?
–Porque les obligaban, el director es un vendedor en una tienda. Las colocaron entre sus empleados y familiares.
O sea, que los atracadores de bancos estaban dentro.
–No dentro de las oficinas, en los áticos de las sedes centrales de los bancos. El director de sucursal sería la pistola, pero no el que apretaba el gatillo. Han sido atracadores con guante blanco, y no van a pagar.
¿Por qué hablamos en pasado?
–Hoy sucede igualmente, pero hay un punto de inflexión. Al cliente lo han estafado y se da cuenta de que ya no tiene al capellán que le auxilie. Ha espabilado, pero le falta cultura, y si cae ahora tiene una parte de culpa. Además, los empleados se dan cuenta de que sus directivos les han engañado, cuestionan el producto y no lo venden.
La maquinaria del Estado se concentra en que los grandes banqueros no paguen por lo que han hecho.
–La maquinaria del Estado ha de juzgarse a sí misma, porque en las cajas de ahorros había partidos políticos, sindicatos y patronales. Contra todo esto, sólo hacen algo cuatro jueces valientes o suicidas.
Tal vez los banqueros se limitaban a cumplir la doctrina de nuestro compatriota Juan March.
–La Banca March es de las más solventes. Se confirma que los mejores bancos tienen propietarios visibles, el dinero de las cajas no era de sus gestores.
¿Intermedió usted hipotecas que nunca debieron ser concedidas?
–Mi trabajo como bróker consistía en que mi cliente tuviera una hipoteca, y las he tramitado a mucha gente a quien yo no hubiera prestado ni mil euros. La responsabilidad es del banco que la concede, y si la mitad de las hipotecas que logré no debieron ser concedidas, en el total asciende a un 80 por ciento.
¿Hay que defender a todos los afectados por las hipotecas?
–Ni de hipotecas ni de preferentes, hay que defender a quien tiene derecho porque le han engañado. El problema no es devolver lo prestado, sino que en España tienes que pagar mucho más que las deudas. El producto te crea una deuda impagable.
¿El banco malo ha sido peor de lo esperado?
–Es una estafa al contribuyente. Funciona en realidad como una inmobiliaria, y no a la antigua usanza sino al estilo de un fondo de gestión. Los bancos mantienen allí las casas que no pueden vender, con lo cual privan a los ciudadanos de comprarlas a mejor precio. La vivienda ha de caer entre un 20 0 un 30 por ciento más para tocar fondo.
¿Hay que votar pensando en los bancos?
–Si se vota a PP y PSOE, que han gobernado para los banqueros, volverán a hacer lo mismo. Se necesita un cataclismo electoral con la disgregación de siglas, para que las formaciones mayoritarias vean que pagan su conducta en las urnas.
Dice que “los bancos amenazan constantemente al cliente”.
–Porque no es un cliente. La banca es un oligopolio con grandes dificultades para que entren nuevos operadores, por lo que maltratan a los clientes. No intentan fidelizarlos, sólo colocarles sus productos. Sucede incluso en la banca privada.
¿Cuál debe ser el futuro de la banca?
–Como dice Paul Krugman, la banca ha de volver a ser un trabajo aburrido que capta pasivo y presta a un interés, no un festival de inversiones. Quienes se dedican al riesgo, han de quebrar cuando las cosas van mal.
¿Cuántos segundos puede vivir sin estar conectado?
–He estado un día entero, y llegaría a las 48 horas si me lo propusiera. Acabar online fue una casualidad, pero internet me fascina desde Netscape y los primitivos módem.
¿Se vive bien de confesor financiero?
–Ganaba más antes, pero se vive tranquilo porque es un trabajo útil. Lo que más te gusta no es lo que da más dinero, y prefiero la independencia.
¿A los mallorquines nos gusta el dinero más que a otras razas?
–El mallorquín le da un poco más de importancia que otras razas. Y hace bien, porque el dinero sirve para comprar tiempo.
En resumen, ¿ahorrar o gastar?
–Se ahorra para gastar. Se necesita un fondo de emergencia de seis mil euros para aguantar el golpe. A partir de ahí, vive un poco sin tirar de la tarjeta. Nos hemos de acostumbrar a la crisis, va a durar.

Estas últimas semanas he sido entrevistado por varios medios, en relación a algunos de los problemas bancarios tratados en el libro ‘La banca culpable‘.

Aprovechando que tengo un rato libre os pongo los enlaces y algunas preguntas destacadas:

Vozpopuli

La entrevista ha versado sobre la falta de cultura financiera en España. Entre otras cosas se comenta:
La crisis ha hecho mucho por la cultura financiera de los españoles. Al menos eso opina Pau Monserrat, autor del libro ‘La banca culpable’. Hipotecas, cláusulas suelo, participaciones preferentes y deuda subordinada se han convertido en términos de uso común en una sociedad que busca adjudicar culpabilidades.
Una sociedad democrática y moderna necesita y se merece bancos que hagan bien su trabajo”, afirma Monserrat sobre la comercialización de productos financieros en sucursales bancarias, un entorno que conoce desde dentro al haber trabajado como empleado de banca. “Antes de la crisis, el cliente confiaba en el director de ‘su banco’”, ahora sabemos que “todos son empleados y lo que hacen es cumplir con su trabajo. El culpable es el banco que le ha hecho vender cosas que no debería”.

Bolsa Mania

En este medio se interesaron por la seguridad de nuestro dinero en los bancos. En la entrevista completa comentan:A la hora de hablar de los bancos y de los ahorros de los particulares, Monserrat lo tiene claro: “hay muchos bancos en los que ahora no metería para nada mis ahorros”. Y es que, según explica, son muchas las entidades que están en una situación delicada y que no se liquidan únicamente porque una decisión política lo impide. “De hecho, hay bancos para los cuales debería haberse estudiado su liquidación más que un rescate. Eso no quiere decir que quiebren pero, si no se liquidan es porque hay una decisión política, no por una decisión económica… aunque siempre se puede terminar el dinero y la paciencia de Europa. No es un escenario probable, pero sí posible”.

Sierra Norte Digital

En la entrevista me preguntan sobre temas tan de triste actualidad como los juicios a directivos de cajas. Por ejemplo:

SND: En su libro, “La banca culpable”, ofrece una serie de consejos a la hora de adentrarse en una entidad bancaria, ¿cuáles de estos consejos destacaría como imprescindibles?

PM: Lo primero es que el ciudadano sepa que va a comprar y que entra en una tienda igual que cuando va a contratar un seguro; en un banco hay que entrar a comprar y, por tanto, hay que revisar toda la documentación, no firmar nada que no haya leído, no confiar en la palabra del que nos está atendiendo y entender los papeles; y si no los entendemos, no basarnos en lo que nos está explicando el que nos atiende, que puede ser que no diga lo que es, y en estos casos conviene llevar a alguien de su familia o entorno que entienda un poco de economía. Una de las principales claves de este libro es que ofrece un pequeño manual, lo más sencillo posible, para que la gente entre en las oficinas con un mínimo conocimiento.

Que aprendemos hoy

En este medio se interesaron por la importancia de la formación, tanto para el futuro de un país como en relación a la cultura financiera de los clientes bancarios. Os enlazo la entrevista completa, destacando:
Pregunta: ¿Consideras cierta la famosa recomendación de que si te dedicas a hacer tú pasión el dinero vendrá solo?, ¿O crees que hay que atenerse un poco a la realidad que dicta el mercado?
Respuesta: Depende de lo que uno quiera ser en la vida. ¿Buena persona, profesional formado, escritor de libros, millonario?
Personalmente me gustaría tener dinero algún día, pero no para ser rico, sino para poder cubrir mejor las necesidades de los míos y darles algún que otro capricho. Pero ganar dinero haciendo lo que a uno no le llena o, incluso, le hace ser peor persona, es una solemne estupidez. Prefiero morir pobre habiendo vivido plenamente que acabar mis días rico, solo y sin amor a mi alrededor.
Mi punto de referencia es el último día de mi vida ¿estaré tranquilo, en paz y rodeado de gente que me quiere, como le pasó a mi padre Antonio Monserrat Moll, o seré un hombre rico y solo?

Hace tiempo que vengo discutiendo con mucha gente si realmente algo va a cambiar en la forma de hacer negocios de los bancos a con secuencia de esta crisis descomunal y profunda que estamos viviendo. Desde hace ya mucho tiempo, vengo defendiendo que sí, que la banca va a cambiar.

No se trata de una idea voluntarista de un economista iluminado. La banca ya está cambiando, pese a que el cambio sea imperceptible para el cliente. No es que esté mejorando por voluntad propia, sino más bien por necesidad de supervivencia. Puede que muchos de los actuales gerifaltes bancarios ni sean ellos mismos conscientes del cambio que el banco que dirigen está experimentando. Pensará el lector:
¿Cómo puede ser que este economista lumbreras diga que los bancos están cambiando, si sus directivos ni lo saben ni lo quieren?
Buena pregunta, sin duda. El banco no es el banquero. Al igual que una empresa no es su propietario o administrador. El personal de banca está cambiando. Está cambiando porque no es mala gente, son profesionales formados. Habrá comerciales de todo a 100, sin duda. Pero hay grandes empleados cansados de sufrir el acoso de sus superiores para vender productos de garrafón intoxicados, que esperan la mínima oportunidad para hackear el sistema.
No es de recibo que no haya prácticamente un solo bancario que me haya contactado para criticar mi primer libro. La mayoría me ha discutido algún punto, a lo sumo, u muchos me han felicitado e, incluso, me han pedido que les dedique “la banca culpable“.
Y no olvidemos el cliente, presente y futuro. Puede que muchos piensen que somos tontos y volveremos a caer en los mismos errores de siempre, confiando en hombres de gris marengo que nos colocan lo que les viene en gana. Tal vez le ocurra a muchos, pero no a la mayoría. La banca ha perdido la gran batalla que tenía ganada de hace décadas:
La guerra de la confianza y de la credibilidad.
Ya hay poca gente que firme sin leer lo que rubrica. Muy poca que vaya al banco a que le “diga” dónde invertir sus ahorros. Pocos que confíen en el “banco de toda su vida” (se cambien o no, que la inercia es muy fuerte).
Y no hablemos de las nuevas generaciones. La guerra está perdida, banqueros y bancos casposos. O das al cliente lo que necesita o, al final, todos vuestros recursos, rescates y control del poder político no os serán suficientes. El cliente acaba mandando, cuando se da cuenta del poder que tiene decidir.
Por otra parte, como le comenté el otro día a una bancaria, los bancos cambiarán desde dentro. Los empleados, con cada una de sus decisiones, recuperarán un empleo que era muy bueno para la economía del país y que, bien entendido, es muy bueno para dedicarse a él. La banca cambiará desde dentro. Se hayan enterado los banqueros o no.
Dicho todo esto, y esperando que en unos años nadie tenga que recordarme que fui un bobalicón en mi análisis, os enlazo algunas de las últimas apariciones en medios, hablando de mi libro:
Pau A. Monserrat: “Los bancos se han aprovechado de la confianza de sus clientes“, en Libertad Digital. Entrevista en la que contesto cosas como:

Qué opinas de la Ley Antidesahucios aprobada por el PP. ¿Cuál sería la mejor solución contra los desahucios?


Es cosmética, ineficaz, tutelada por la banca y no solucionará el problema actual ni el futuro. Y ellos lo saben, que es lo peor. Hay que reformar la normativa hipotecaria y modernizarla, no aprobar retoques para tratar de contentar a la opinión pública y, de paso, no soliviantar a la banca.

Las participaciones preferentes: la gran infamia, contenido mío en “El Blog Salmón”:

Nos rasgamos las vestiduras con las quitas fijadas a los depositantes chipriotas, a partir de los 100.000 euros. Mucho más grave es la quita ignominiosa que se aplicará a los preferentistas mal informados, que realmente eran clientes conservadores cuyo interés era contratar un depósito a plazo normal.


El arbitraje me suena más a una pantomima que a una solución, dado los requisitos que se están marcando para acceder a él. No hace falta ser un anciano, minusválido o no saber leer ni escribir para acreditar que se ha sido engañado. Cualquier cliente con una cultura financiera media, cuyo patrimonio líquido esté en un porcentaje elevado invertido en preferentes, sin que tenga un histórico de inversiones en productos de riesgo, probablemente ha sido engañado o mal asesorado. El banco debería demostrar la buena praxis y no al revés.

Pau A. Monserrat: “La CNMV y el BdE no han querido o no han sabido supervisar bien las praxis bancarias para no perturbar a los directivos del sector ni a los políticos”, entrevista en “El Inversor Inquieto”:

EII.- Titula usted dentro de uno de los capítulos del libro “Los desahucios matan”… ¿Qué opinión le merece la gestión que se está haciendo de esta problemática?

PM.- Lamentable. Dudé en utilizar un título tan duro, pero la verdad es que la realidad merece contundencia. Los primeros interesados en que los desahucios no se sucedieran como están sucediendo, deberían ser los bancos, por una parte, y nuestros gobernantes, por otra. Hay medidas para que el banco no pierda demasiado y las familias no queden en la calle. Medidas que son más que conocidas e implican cambiar nuestro ordenamiento hipotecario para modernizarlo. Pero en lugar de ello, nuestros poderes públicos se pliegan al poder de cuatro banqueros, que además no tienen en su cabeza el servicio público que en parte es un banco (en canto a gestor de los medios de pago de un país). Hasta que no se reforme de verdad la Ley Hipotecaria, la Ley de Enjuiciamiento Civil, la Concursal, etc, me dará vergüenza vivir en este país de abusos al consumidor financiero.

En el blog de mi gran amigo, al que físicamente me estoy asemejando en la parte superior de mi cabeza, Don Echevarri, que ha escrito además en el libro, La banca culpable: el post a ti debido:

 

Lo que resulta curioso es que el propio Pau esta desempeñando una labor pedagógica con sus intervenciones y su libro contraria a esta tesis proteccionista. Bienvenida sea.


He disfrutado mucho con la la lectura de las colaboraciones de Lacalle (el más próximo a mi ideológicamente), Garrigasait o Remo(compañero de batallas del que discrepo a propósito de su propuesta sobre la dación en pago y las hipotecas a más del 80%), sin duda un excelente acompañamiento y contrapunto a la tesis general del libro.

¿SALDREMOS DE LA CRISIS? Pau A. Monserrat contesta. Cristina Borrallo, abogada, madre y espléndida mujer, me ha entrevistado en su blog:

¿Cuál es tu visión económica sobre la actual crisis?


Que los agentes económicos no trabajan por el bien de la sociedad. Y los votantes no castigan a los malos gestores. Y los políticos no sirven al pueblo. Y los contribuyentes defraudan, por avaricia, ignorancia y desconfianza en los gestores públicos.


Vivimos una crisis de ignorancia. Una crisis de falta de ética. Una crisis de valores; los recursos son escasos y hay que saber gestionarlos y repartirlos. No se trata de anarquismo, anarco-capitalismo, escuelas austríacas, liberalismo, keynesianismo, comunismo o socialismo. Se trata de buena fe y sensibilidad. Y de eso la humanidad como colectivo que gestiona el poder es, a día de hoy, un desastre mayúsculo. No es que el poder corrompa, es que lo toman mentes corruptas.


Hace falta que evolucionemos como sociedad, que pensemos y que luchemos por el bien común, con humildad pero con una inquebrantable voluntad de imponernos a los aprovechados, que siempre habrá.

Entre las últimas reseñas y entrevistas en medios online en relación a mi primer libro “La banca culpable“, puedo mencionar:

Reseña en Invertia

Los amigos de este portal de información económica de referencia dedicaron un artículo a mi libro, que recomiendo leer completo.

Entre otras cosas comentan:

Este libro de divulgación puede ser especialmente útil para quienes no tengan una amplia cultura financiera o no se hayan acercado demasiado al mundo de las finanzas. Sin una asignatura en el colegio que explique el funcionamiento del sistema bancario o de algunos productos financieros básicos, más de uno no sabe exactamente cuál es el funcionamiento de las entidades. Incluso conociéndolo, este libro es un compendio de casos concretos, que pueden ocurrirle a uno, explicaciones de expertos y la visión de un ex trabajador de banca, que siempre tiene su gracia que alguien de dentro explique el funcionamiento de la máquina.

Entrevista en Gurusblog

En esta bitácora económica de máxima solera en la Red, me entrevistaron en relación al libro, en un artículo titulado ¿La banca es culpable? Entre otras preguntas formuladas podría destacar:

Por lo que nos cuentas, ¿opinas que el director de banco es el malo de la película?


En absoluto, el culpable es el directivo de banca, el banquero. Los bancarios, empleados de sucursal, no son los malvados. Son empelados a los que su patrón ha remunerado básicamente para que vendiesen productos financieros. Los que han hecho bien su trabajo, que hay muchos, no han engañado a su cliente. Lo que ocurre es que ellos vendían y el cliente creía (o le hacían creer) que era asesorado.


Repetiré una y mil veces: al banco se va a comprar préstamos hipotecarios y depósitos, cuentas corrientes y fondos de inversión. No a asesorarse. Para ello hay que adquirir una cultura financiera básica, analizar y comparar la oferta de los bancos, compartir experiencias con otros clientes y expertos independientes. Y todo ello es bastante sencillo con las herramientas y portales que nos ofrece internet. Sin ir más lejos, Gurusblog. Leyendo este blog los accionistas de Bankia no lo serían y los tenedores de preferentes de bancos nacionalizados nos habrían comprometido su ahorro.

Entrevista en Euribor Blog

¿Qué decir de este blog, en el que participo siempre que puedo? Que es muy bueno, informativo e independiente. Y muchas más cosas que os invito a descubrir día a día. Podéis empezar con la entrevista sobre la banca culpable.

El giro que has dado en un carrera es enorme y has pasado de la oficina bancaria a hablar en los medios y escribir un libro ¿por qué? ¿qué valoración haces de este cambio y qué has aprendido?

Sigo siendo el mismo profesional de siempre, una persona normal, que dice lo que piensa. Cuando alguien me dice que soy muy valiente, le corrijo. Soy muy inconsciente, digo lo que creo. A lo mejor algún día “maduro” y me muevo por intereses. De momento, prefiero hacer algo útil con los años de mi vida, que no suele durar lo suficiente. Mi padre, Antoni Monserrat Moll, era un economista genial que siempre pensaba en hacer algo bueno para la sociedad. Murió a los 51 años con muchas cosas por hacer. Yo procuro correr, trabajar mucho y rápido, para que me dé tiempo a hacer todo lo que pueda antes de reunirme con él.

Mi libro fue una forma de explicar lo que he vivido y conozco de la banca de sucursal. Pero, ante todo, un tributo a mi padre, a mis abuelos y a la gente que está a mi lado y me ayuda a vivir.

He aprendido que hay que trabajar duro, ser buena persona, ayudar a los demás sin esperar ganar nada por ello y, con suerte, esta actitud tendrá premio. Pero lo que tengo claro es que nadie triunfa por ser el mejor, que no hay personas de éxito. La suerte importa mucho. Por tanto, seamos humildes siempre. No nos conocen por ser los mejores, hay muchos mejores que no pueden o quieren ser oídos.

Esfuerzo, humildad, capacidad de sacrificio y respeto por los demás. Para mí, las claves del éxito personal, las claves de una sociedad sana y con futuro.

Artículo en El arrepentimiento no existe

Blog incendiario por necesidad de mi buen amigo Balsalobre, en el que colaboro con un artículo titulado “La banca culpable ¿y qué?”

Los bancos y sus sucursales, transformadas en tiendas financieras de todo a cien (por cien de tasación, si se me permite el humor barato), han concedido préstamos hipotecarios de forma totalmente irresponsable, incumpliendo los mínimos requisitos de análisis de riesgo exigibles a un bonus argentarius, responsabilidad jurídica que se le debe reclamar a un banco. Lejos de responder de su irresponsabilidad, aprovechan un sistema de ejecución hipotecaria abusivo para dejar a familias en la calle, apropiarse de sus viviendas por un 60% de la tasación que ellos encargaron y exigir las costas judiciales e intereses de demora (abusivos) a los ejecutados (nunca mejor dicho), expulsando a buenas personas de su hogar y del sistema económico de por vida.

Espero que estas lecturas os entretengan en este irrepetible fin de semana (cada minuto de la vida es irrepetible y lo sensato es tratar de disfrutarlo).

Ayer estuve invitado por el Club Faro de Vigo a dar una charla-debate sobre los temas relacionados con  mi reciente libro “La banca culpable“.
Una organización magnífica en una ciudad fascinante. En un formato de debate de preguntas y respuestas, con la participación del público, tocamos temas relacionados con los desahucios, la necesidad de modernizar nuestro ordenamiento jurídico en materia hipotecaria, la “apropiación indebida” de los ahorros de preferentistas que no sabían que les colaban a modo de depósito a plazo fijo o los efectos de la austeridad mal entendida en la economía española.
Un verdadero placer poder aportar mi granito de arena a la cultura financiera de Vigo y a aportar luz a unos temas que los medios de comunicación afines a la banca suelen tergiversar.
Os dejo parte de la mención del evento publicada en Faro de Vigo:

Monserrat, crítico de las malas prácticas bancarias, afirma que nadie sabía lo que era una participación preferente. “Me atrevo a decir que tampoco la mayoría de las personas que las vendían en directo, por eso nuestra demanda de responsabilidad debe ir más hacia arriba que los mismos directores de sucursales. Tenían que haber dicho a los compradores que era un producto híbrido, de alto riesgo… y que la única preferencia era ante los accionistas, que ni siquiera existen en el caso de las “cajas”. Y la solución también debe exigírsele a nuestros políticos porque la regulación depende de ellos. Yo creo que la Administración debería ir a una macrocausa aunque al final acabemos pagando todos los españoles”.
Autor de “La Banca culpable” en La Esfera de los Libros, Monserrat dejó claro que la banca es un sector imprescindible para que funcione la economía, lo cual no obstaba para afirmar que era la principal culpable de haber tenido malas prácticas y vendido productos muy arriesgados “y por tanto debería pagar la mayor parte del rescate y no los ahorradores”. El economista sostiene que cambiar el dinero de banco en busca del más ético es una medida de presión, como lo es votar a otros políticos.
Una idea capital en su charla: los bancos han tratado mal a sus clientes para obtener beneficio a corto plazo, a veces incluso haciéndoles perder dinero a sabiendas. “Al entrar en una oficina -dijo- van a venderte algo, no a asesorarte. Los bancos crearon una figura de “director de sucursal” que nada tiene que ver con la percepción de asesor de confianza que tenía el cliente. No es que los empleados de banca hicieran mal su trabajo, es que su trabajo era vender. No se les paga por ser profesionales financieros sino vendedores financieros”.
Por tanto, según se deduce de sus palabras, el cliente depositó una confianza en alguien que no debía, un comercial puro y duro. Y la banca, “verdadera responsable”, traicionó de forma flagrante este vínculo emocional del cliente. Monserrat recomienda “leer con detalle todo lo que se nos ofrece y desconfiar de altas rentabilidades sin riesgo porque nadie da duros a cuatro pesetas. La única vacuna en adelante es que no contratemos ningún producto financiero si no entendemos”.
La dación en pago fue objeto de otra pregunta y, ante ella, Monserrat no fue ambiguo. “El sistema hipotecario español es evidentemente injusto, hecho en 1940 a imagen y semejanza de los intereses bancarios. Es indignante que, ante un sistema en que los bancos no solo se quedan con la casa sino con la deuda con muy altos intereses, los políticos no cambien esta norma. Y estamos ante una auténtica intoxicación informativa con la banca vendiendo el mensaje de que la dación en pago provocará que la gente deje de pagar su hipoteca. No estoy de acuerdo. Hasta hace unos años, antes de que estallara la crisis, la mayoría de los españoles pensaba que ya existía la dación en pago y pagaba religiosamente sus hipotecas. Tampoco soy partidario de la dación en pago generalizada, aunque sería el menor de todos los males.
¿Cuándo saldremos de la crisis? No quiso responder esa pregunta Monserrat porque, según dijo, nadie lo sabe con certeza aunque sí que saldremos. “Eso sí, no volveremos a ese modo de vida de 2006, necesitamos una reestructuración importante. Nos hemos endeudado construyendo casas y a esa fuente económica no podemos volver, debemos buscar otra. Lo que está claro es que no se puede gastar más de lo que se ingresa, debemos ser austeros. Debe haber gasto público pero una cosa es gastar y otra gastar mal. España debe equilibrar sus cuentas si no queremos depender de préstamos de inversores extranjeros a los que tengamos que recurrir”.

Galicia y sus ciudadanos precisamente no están contentos con los bancos que les encasquetaron participaciones preferentesobligaciones subordinadas, ni con la CNMV que no dijo nada hasta ser demasiado tarde, ni con el Gobierno que ofrece soluciones de opereta como el arbitraje ni, mucho menos, con la Troika que exige que los ahorradores engañados pierdan dinero.
En todo caso, voy a tratar de darle al público que asistirá el lunes 08/04/2013 a mi charla sobre banca y malas prácticas una visión lo más útil posible del grave problema. Ojalá pudiera darles soluciones, pero me temo que de momento no está en mi mano, más allá de darles presencia y vos en los medios, además de en mi libro “La banca culpable” en el que una afectado, Antonio Barahona, escribe alto y claro sobre esta injusticia.
El Colegio de Economistas A Coruña ha querido entrevistarme en su revista “O Economista” número 102, a tenor de la reciente publicación de mi libro “La banca culpable“.
Entre las preguntas que me han formulado podría destacar la siguiente:
¿Se ha roto definitivamente la relación de confianza que existía hace años entre cliente y el director de la sucursal ?
Sin duda. Los bancos crearon una figura de “director de sucursal” que nada tiene que ver con la percepción de asesor de confianza que tenía el cliente. No es que los empleados de banca hicieran mal su trabajo, es que su trabajo era vender. Y además, los incentivos no se diseñaron para una venta adecuada para el cliente, sino para los intereses a corto plazo del banco.
Por tanto, el cliente depositó una confianza en alguien que no debía, un comercial puro y duro. Y la banca, verdadera responsable, traicionó de forma flagrante este vínculo emocional del cliente.
Los ciudadanos, con una cultura financiera muy pobre en general, siguen necesitando confiar en un asesor para contratar productos financieros. Si a ello le sumamos que creemos que este asesoramiento ha de ser gratuito, nos encontramos con un círculo vicioso. Sabemos que el banco no asesora pero no queremos pagar a un asesor independiente. O bien surgen bancos que asesoren, o bien acudimos a fuentes independientes. Pero todo no se puede tener.
Mi intuición es que las generaciones actuales se resisten a desconfiar de “sus” bancos, pero las futuras ya no confiarán más en ellos.
Suelo comentar una anécdota de un profesor de derecho bancario que tuve, catedrático en derecho mercantil, sobre su opinión sobre el derecho bancario. Casi literalmente nos decía:
– El derecho bancario es el derecho más mafioso que existe en España.
Entrar en la UE ha modernizado parte de la legislación, por fortuna. Y sin duda la sentencia del Tribunal Europeo puede revolucionar nuestro ordenamiento jurídico hipotecario, del año 1946.
En esta tertulia en Onda Regional de Murcia, invitado por Antonio García Guerrero, hablo de este tema, de mi libro “La banca culpable” y de la constatación de que no vivimos en un país moderno y democrático, dado que no hay una verdadera división de poderes.
De todo ello y mucho más hablamos en el siguiente corte de radio:

 

Con el brillante periodista Jordi Évole me une una incipiente amistad, fruto de dos rodajes distintos para dos programas de Salvados. Es una persona que inspira confianza y que, pese al éxito cosechado con su programa en laSexta, sigue siendo accesible y una persona normal, sin ínfulas.
En el episodio “El cliente perfecto”, me preguntó sobre las prácticas comerciales de las sucursales bancarias, que tristemente suelen dejar al cliente como el último de la cola. El equipo de Salvados recibió mi libro “La banca culpable” (puedes leer gratis aquí las en pdf la introducción del libro) antes incluso que un servidor, ya que queríamos que lo tuvieran antes de la grabación del programa, dado que el contenido de éste estaba muy relacionado con el de mi primera obra impresa.
El jueves 21 por la noche, estando Jordi Évole en el aeropuerto (por la foto deduzco que en El Prat), tuvo el gesto de twittear la siguiente mención a “la banca culpable”:
Como ya le dije en privado, repito:
Jordi, eres un gran hombre. Muchas gracias.