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Vamos a terminar nuestro breve viaje por la Ley 2/2009, de 31 de marzo, por la que se regula la contratación con los consumidores de préstamos o créditos hipotecarios y de servicios de intermediación para la celebración de contratos de préstamo o crédito, deseando que nuestros lectores no se hayan mareado durante el trayecto.
 
Se regula el deber de informar adecuadamente al potencial cliente de reunificación de los gastos que ésta ocasione y se prohibe expresamente hacer referencia a la reducción de la cuota mensual a pagar, sin mencionar de forma expresa el aumento del capital pendiente y el plazo de pago de la nueva hipoteca reunificadora. También hay que informar por escrito de la TAE de la reunificación y compararla con las TAE de los préstamos a reunificar (en papel suena muy informativo, pero ya me veo dando clases de economía a mis clientes; no estaría mal que los bancarios hicieran lo mismo). En pocas palabras, hay que dejar claro al consumidor que una reunificación de deuda con base hipotecaria es un producto que tiene unos gastos importantes (nueva tasación, cancelación de la hipoteca y préstamos a reunificar, gastos de gestoría, notaría y registro, comisión de apertura de la nueva hipoteca y honorarios de la empresa intermediaria, en su caso).
 
Además ya no se puede decir “reunifique todos sus préstamos y pagará la mitad cada mes” y quedarse tan pancho; habrá que aclarar a continuación que la nueva hipoteca será mayor al incluir todos los gastos de la reunificación y el nuevo plazo del préstamo hipotecario. La Ley exige entregar por escrito al cliente 15 días antes de la celebración del contrato de intermediación de una serie de información sobre la empresa, sobre el servicio de intermediaicón y sobre el propio contrato de intermediación. No vamos a relacionar todo lo que hay que incluir en esta comunicación previa, pero me gustaría destacar: Hay que dejar bien claro si la empresa es una franquicia. Curioso, se intuye una cierta carga negativa del legislador hacia esta modalidad de relación empresarial? Deben quedar bien claros todos y cada uno de los gastos de la operación.
 
Del derecho de desistimiento de 14 sin alegar razones y sin coste para el cliente del contrato de intermediación. Esta información tiene carácter vinculante. Otro aspecto que me parece destacable es que prohíbe a las empresas que trabajen en exclusiva para una o varias entidades financieras cobrar honorarios al cliente. Los empresas independientes si podrán cobrar honorarios, si bien éstos tiene que figurar por escrito en el contrato de intermediación. Finalmente, si nos preguntamos a partir de cuando son obligatorias las exigencias de la Ley, muchas desde el mismo día siguiente a la publicación de la Ley. En lo referente al tablón de anuncios obligatorio y a las exigencias de información en las comunicaciones comerciales, da 3 meses.
 
En cuanto a la inscripción en el Registro, da 3 meses a partir de que se cree dicho registro público. Lo que no me ha quedado muy claro y espero que Echevarri y los demás bloggeros amigos que se animen a desarrollar el tema aclaren es a partir de cuando es obligatorio suscribir el seguro de responsabilidad civil o el aval bancario. Por que la norma nos dice que el importe se fijará en el reglamento futuro de desarrollo, que imagino que creará también el registro estatal (dice la norma que el Ministerio de Sanidad y Consumo tiene 6 meses para crearlo; veremos si se da tanta prisa), y es condición previa a poder inscribirse en dicho registro. Seguiremos con atención la evolución de esta normativa y sus efectos prácticos en el negocio hipotecario.

Resumen de la Ley 2/2009

Resumen de la Ley 5/2019

El Capítulo II de la Ley 2/2009 trata de “Actividad de contratación de préstamos o créditos hipotecarios”, de los prestamistas privados, vaya. En este post no nos detendremos en analizar este apartado y pasaremos directamente a comentar el Capítulo III “Actividad de intermediación”. Uno de los servicios que puede prestar un intermediario hipotecario es la reunificación de deudas. Nos exige a los intermediarios financieros que de forma meridiana comuniquemos al cliente que nuestra actividad es la de intermediación, literalmente “las comunicaciones comerciales de las empresas deberán indicar de forma expresa e inequívoca que la actividad que se promociona es de intermediación en la concesión de préstamos o créditos”.

Me parece muy acertado, ya que muchas veces los clientes se llevan a engaño pensando que el que aprueba la hipoteca es la entidad intermediaria, cosa que no es en absoluto cierto. Nosotros tramitamos y negociamos el préstamo hipotecario con las entidades financieras, pero ni tenemos facultades para aprobar ni para denegar la operación. Está muy bien que la Ley exija que este extremo quede claro. También obliga a comunicar al cliente si la empresa de intermediación trabaja en exclusiva para un banco o caja de ahorros o para varias o si es un intermediario independiente. Se define a los intermediarios independientes como “…las empresas que, sin mantener vínculos contractuales que supongan afección con entidades de crédito o empresas que comercialicen créditos o préstamos, ofrezcan asesoramiento independiente, profesional e imparcial a quienes demanden su intervención para la obtención de un crédito o préstamo. Se presume, en todo caso, que ha existido asesoramiento independiente, profesional e imparcial cuando se presenten las tres ofertas vinculantes…”

Esta parte de la normativa tiene cosas buenas y cosas cuando menos problemáticas, en mi opinión; es muy útil para el consumidor que sepa si va a contratar los servicios de una empresa que solamente trabaja con una o algunas entidades bancarias en exclusiva o si lo va a hacer con un intermediario independiente que trabaja con las entidades del mercado que en cada momento considera más adecuadas para sus clientes. Dependiendo de los honorarios, profesionalidad y experiencia del intermediario independiente, opino que será más útil y provechoso para el cliente optar por éste en detrimento de la empresa que trabaja en exclusiva. Pero es el cliente quien decide; lo importante es que la legislación nos obliga a darle esta explicación.

En cuanto al controvertido tema de las 3 ofertas vinculantes, en teoría es una obligación muy útil para el cliente, ya que eso obliga al intermediario independiente a tramitar el préstamo con al menos tres bancos. En la práctica puede resultar un gran desastre, ya que la realidad es que las entidades financieras no sueltan una oferta vinculante ni que les maten. Si ya es difícil conseguir que el banco nos de la oferta vinculante de la hipoteca antes de la firma ahora, imagina lo que será conseguir que 3 bancos nos la den. He hablado con algunos directores amigos y se ríen. No creen que haya 3 bancos que suministren una oferta vinculante a sabiendas de que al menos dos de ellas no van a fructificar; me explico: Lo que menos le gusta a los empleados bancarios es trabajar para nada (lo cuál es lógico). Si saben que todas las operaciones hipotecarias que les presentamos las presentamos a la vez en dos bancos más y que muchas de ellas no se van a firmar, o bien no van a querer trabajar con intermediarios financieros (o con los pequeños que no tienen un volumen de operaciones determinado) o bien, como dice acertadamente Echevarri, se van a buscar alguna forma de cobrar su trabajo vía comisiones de estudio o algo así. La Ley tenía un buen fin (garantizar que las operaciones hipotecarias se tramitan por varias entidades para ofrecer diferentes opciones al cliente final) y creo que la ha pifiado; el demonio está en los detalles.

Espero que reglamentariamente se enmiende este disparate de alguna forma. El miedo que me da esta medida es doble: 1.- Qué la banca decida no trabajar con intermediarios pequeños (que muchos de ellos, como Futur Finances, está integrado por economistas, abogados y otros profesionales altamente cualificados) al considerar que no les es rentable analizar pocas operaciones si no se acaban firmando muchas; este efecto perverso de la Ley puede conseguir lo contrario a lo que pretende: que solo las grandes franquicias de todo a 100 hipotecarias, con un alto volumen de operaciones, pervivan en el nuevo mercado. Esto sería desastroso para la competencia y para los intereses de los consumidores. 2.- Qué la Banca cobre comisiones de estudio para analizar una hipoteca tramitada por un intermediario independiente. Esto encarece la operación sin aportar nada al cliente. En la práctica los buenos profesionales de la intermediación sabemos, analizada la documentación del cliente, la entidad financiera o las entidades financieras que la pueden aprobar en mejores condiciones. Es una inutilidad mandar la operación a 20 bancos si sabemos que solo 1 o 2 la van a a probar con buenas condiciones (o simplemente la van a aprobar).

Cuando solo un banco la apruebe, o dos, qué hacemos? No tramitamos la hipoteca al no poder ofrecer 3 ofertas vinculantes al cliente? demencial; tal vez seamos la mejor (o la única) posibilidad que tiene el cliente de firmar una hipoteca y no podrá firmarla? Espero que el desarrollo reglamentario de la Ley 2/2009 encuentre la manera de matizar esta obligación de presentar 3 ofertas vinculantes (tal vez aceptando que entregando al cliente un documento firmado de los bancos que han denegado la hipoteca se cumpla la Ley cuando es imposible ofrecerle 3 ofertas).

Resumen de la Ley 2/2009

Resumen de la Ley 5/2019

Ya tenemos Ley, los intermediarios financieros especializados en la tramitación de préstamos hipotecarios, que popularmente se nos conocía como empresas de reunificación de deudas. Fue publicada en el BOE de 1 de abril de 2009.

Ha llegado a destiempo, ciertamente, ya que actualmente el negocio de la intermediación dista mucho de ser un buen negocio. Ya nunca nada será lo mismo en nuestro sector. Para mejor, espero.

Los chapuzas y chiringuitos financieros no deben poder volver a aparecer en este negocio. Espero que con esta nueva normativa las entidades financieras se vean obligadas a seleccionar con criterios de profesionalidad y solvencia a sus intermediarios-colaboradores.

Ya está bien de que cualquier inmobiliaria recién abierta, determinados intrusos sin formación o franquicias de todo a 100 hipotecarias puedan tener acuerdos de colaboración con los bancos.

El negocio de la intermediación es lo suficientemente complejo para requerir profesionales cualificados y especializados en la gestión hipotecaria y no meros porteadores de papeles.

Veamos de que trata la Ley:

1.- Se regulan dos fenómenos muy distintos, para salvaguardar los intereses económicos y los derechos de los consumidores y usuarios:

Las hipotecas concedidas por empresas que no son entidades de crédito (los prestamistas privados).
Los servicios de intermediación del crédito (en este post nos centraremos en este colectivo).

2.- Reconoce la utilidad de los intermediarios financieros, literalmente: “pueden ser útiles a los consumidores que decidan contratar estos servicios al posibilitar una búsqueda más eficiente de los créditos y préstamos disponibles en el mercado, al tiempo que estas entidades permiten que los consumidores ganen poder de negociación frente a los prestamistas, pudiendo así acceder a mejores condiciones en los préstamos que contratan “.

No somos Satánicos, como determinadas empresas autoproclamadas “asociaciones de consumidores” han querido hacer creer a la opinión pública.

3.- Establece un registro público para los intermediarios, a nivel de CC.AA. y estatal.

En este registro público y de acceso gratuito figurarán los datos de la empresa, datos sobre el seguro de responsabilidad civil o aval bancario y lo que el posterior desarrollo reglamentario diga.
Me parece bien que cualquiera pueda comprobar los datos del intermediario con el que pretende trabajar.

4.- Obligaciones de transparencia:

Poner a disposición de los consumidores las condiciones generales de contratación, en los establecimientos abiertos al público y en la web.

Informar en un folleto de las comisiones o compensaciones, condiciones y gastos repercutibles a los consumidores. Estas información obliga al intermediario. Se tendrá que informar al registro correspondiente de los máximos aplicables en estos conceptos.

Tablón de anuncios en un lugar visible con los siguientes contenidos: folleto de tarifas, normativa que regula la protección de los consumidores, derecho del consumidor a desistir del contrato de intermediación en los catorces días siguientes a su formalización, sin alegación de causa y sin penalización y demás extremos que reglamentariamente desarrollen las CC.AA.

5.- Seguro de responsabilidad civil o aval bancario:

Que cubra las responsabilidades en que pudieran incurrir frente a los consumidores por los perjuicios derivados de la realización de los servicios propios de la actividad de intermediación. La suma asegurada mínima y el importe mínimo del aval se determinarán reglamentariamente.

Seguiremos comentando esta Ley que nos regula en siguientes entradas que como decimos los mallorquines “és tard i vol ploure”.

Echevarri está tratando en su blog algunos aspectos de esta Ley 2/2009 que os recomiendo visitar en este enlace.

Resumen Ley 2/2009

Actualización: Ley 5/2019

La Ley 2/2009 sigue vigente tras la aprobación de la nueva “ley hipotecaria”, la Ley 5/2019 que hemos resumido en el blog. En lo que no se modifique en la Ley 5/2019, sigue vigente como derecho supletorio la Ley 2/2009.

Este fin de semana he leído en el Expansión un artículo del ForoBurgos y la intervención del conocido economista Xavier Sala-i-Martín, en el encuentro organizado por Caja Burgos “Hora de Cambiar, reformas estructurales”.

Este economista hace unos meses dio una brillante ponencia en el “Fòrum d’Innovació Empresarial’08” organizado por el IDI.

Es un técnico de reconocido prestigio internacional, por lo que mis modestas críticas deben tomarse como una simple opinión de un economista de provincias.

Xavier es un gran orador, con una prosa clara y precisa. Instructivo y ameno.

Defiende que la innovación empresarial es la clave del éxito económico, y en base a esta premisa ensalza la mejor posición de EE.UU. dado su capacidad de generar innovación.

Comparto la mayoría de las ideas expuestas por él, pero tengo que admitir que en su prosa hay algo que me huele raro, a rancio. Tal vez sea su exagerada defensa del sistema económico americano, tal vez sea una impresión de arrogancia que me trasmitió en su alocución.

Critica el sistema bancario español en base a una supuesta regulación muy rígida, que provoca una normativa de riesgos que impide o dificulta enormemente que los proyectos innovadores encuentren en España financiación en la banca tradicional.

Escribiendo esta entrada, veo en la TV que acaban de intervenir la CCM, qué bien, ya nos parecemos a EE.UU. en algo (esta broma la puede utilizar libremente cualquier ponente que lo desee).

La razón de este post, si hay alguna, es que considero muy importante predicar con el ejemplo; resulta que el Sr. Xavier, defensor a ultranza de la innovación como motor del sistema económico, va y suelta en el ForoBurgos una ponencia muy similar a la que dio en Palma (al menos a tenor de lo que refleja la prensa).

Claro que no va a cambiar toda su argumentación en cada charla que da, pero es que usó las mismas bromas y los mismos ejemplos. Eso no es innovación, creo yo:

“Me han pedido que sea optimista. La buena noticia es que el Barça va bien…y luego hablamos de economía” dicen que dijo.
Muy graciosa la broma si es improvisada, pero es que ya usó el mismo chascarrillo en Palma. Tan ingeniosa no es la frase como para ir repitiéndola. ¿Y si el equipo va mal, qué dice?

También usa las mismas gracias para expresar la idea de que no hay que confundir innovación empresarial con la investigación y desarrollo (I+D+I) que financia el Estado: lejos de grandes aumentos en el presupuesto del Estado que sólo sirven para financiar tesis sobre la “vida sexual de Nefertiti”, consiste en “ideas pequeñitas y tontas” . ¿Será la tesis una idea pequeñita y tonta?
El economista critica acertadamente la aversión de los jóvenes españoles a asumir riesgos empresariales, en parte por culpa del sistema educativo y en parte a la propia idiosincrasia de la sociedad. Coincido en que sin riesgo no hay beneficio, no podemos seguir defendiendo una economía basada en la construcción y los funcionarios. Hay que generar ideas y proyectos y productos nuevos. Su defensa numantina de la capacidad emprendedora de los americanos le lleva a poner como ejemplo Google y Youtube. ¿Otra vez los mismos ejemplos, Xavier? En España se han inventado muchas cosas, aparte del humor de los Morancos, imagino que lo sabe.
También se refiere a la necesidad de que los salarios se vinculen a la productividad. No se trata de cobrar menos, como he oído decir a algunos economistas aburguesados, sino de producir bienes y servicios de mayor valor añadido. Otra vez un ejemplo calcado, el del sueldo de un jugador del Barça, Messi. Cobra mucho por qué hace ganar mucho, dice. Pues mire Sr. Xavier, no me gusta el ejemplo. Cobran demasiado estos futbolistas. Al igual que los altos directivos de AIG, cuando su equipo va muy bien ganan mucho. Y cuando va muy mal, no pagan por ello, se van a otro equipo.No voy a seguir criticando, que no doy para más en un domingo por la noche. Por si algún día este genial economista lee este blog, cosa que es bastante improbable, decir que estas criticas no son óbice para afirmar que sus ideas son de gran calidad para el mundo económico. Pero venga a España que le necesitamos más que los americanos!

Llevo unas semanas cargado de trabajo y mi dedicación al blog se ha visto resentida.

Pero no quiero dejar terminar la jornada laboral de esta semana sin hacer una breve reflexión sobre un tema que vengo comentando con varios profesionales bancarios amigos y que he visto reflejado y discutido también en un foro de agentes de entidad de crédito al que pertenezco.

¿Son los profesionales de banca verdaderos asesores o son vendedores-colocadores de productos que su Banco les exige bajo pena de mil llamadas del territorial de turno, quedarse sin bonus anual o ser reubicado a una sucursal del pueblo más alejado posible?

Evidentemente la respuesta no es única. Depende, diría yo.

Yo tengo la suerte de haber trabajado en un banco hace años como empleado de sucursal, ser agente externo de otro y tener una empresa de financiación independiente.

Es decir, he estado dentro de un banco, al lado y enfrente. Creo que tengo cierta visión de conjunto.

Me temo que los empleados de sucursales bancarias tradicionales, director en cabeza, son utilizados más de vendedores que de asesores. Por varias razones:

1.- Por falta de tiempo: cada vez hay menos empleados por sucursal y más clientes que atender. Sin tiempo, complicado es poder asesorar personalmente a tus clientes según su perfil económico.

2.- Por falta de formación específica: No digo que los bancarios no tengan formación, ni mucho menos, pero cada vez es más complicado estar al día de los productos que saca la banca, cada vez más complejos y sofisticados (que no tiene porque querer decir buenos, se entiende).

3.- Por falta de incentivos a asesorar: El sistema bancario en sucursales pivota, creo yo, sobre la base de vender mucho de lo que esté en campaña.

Cada sucursal tiene unos objetivos a cumplir, unos presupuestos, 8 millones en hipotecas, tanto en fondos de inversión, en renta variable, seguros, etc.

Si hay que vender acciones de Criteria, (o emisiones de obligaciones convertibles en acciones o cuotas participativas, etc, etc) , pues a venderlas. Se les dice a las sucursales que son acciones muy buenas y que en breve subirán. Qué es un buen producto para los clientes. Y se venden. Y pasa lo que pasa. Si a algún director se le antoja que no es así y no vende acciones, los directivos por encima de él se encargan de “corregir” su “falta de labor comercial”.

Si hay que vender Bonos Estructurados o fondos de inversión y la sucursal solo tiene clientes mayores, pues a venderles ese producto como si fuera un tradicional plazo fijo.

Trabajar en una sucursal de una entidad financiera tiene un importante problema para los buenos profesionales (que los hay en banca, y muchos):

Qué hay que vender lo que el Banco tiene y dice que hay que vender.

Me explico. Trabajas en una Caja de Ahorros cualquiera, por ejemplo. Tu hipoteca estándar es euribor + 1,25%. Si es un buen cliente euribor + 1% (o +0,75% si es la pera).

Sabes que en el banco de al lado los precios van de euribor +0,50 a euribor + 1 (para clientes más complicados).

¿Veis el problema? Si sois buenos asesores deberíais poder enviarlos al banco de al lado. Pero si hacéis eso, poco durareis en la entidad. Y lo mismo con el resto de productos financieros.

O uno tiene la suerte de trabajar en un banco muy competitivo en precios y productos (haberlos haylos) y que se le permite asesorar sin presupuestos a cumplir (eso ya no se si haylos) o tiene un dilema ético y profesional muchas veces.

Personalmente, yo no sirvo para trabajar en una sucursal bancaria. ¿Será que no soy un buen vendedor?

Esta mañana me he pasado por mi banco (digo mi banco por que trabajé en él, bueno, en un banco que compró); un buen amigo y gestor comercial de la oficina que he visitado me ha preguntado por como llevamos la crisis (pregunta que ya parece ser más típica que hablar del tiempo).

La respuesta es la misma que la que gran mayoría de empresas de España darían.

Me comenta a continuación que está asustado, que en su trayectoria profesional en el banco ha vivido varias crisis, pero que esta es la peor con diferencia; le digo que no es para menos. El tejido empresarial se está derrumbado como un castillo de naipes.

El empleado de banca en cuestión ataca a continuación a la postura tomada por la Banca y el Gobierno:

– La crisis no es culpa solo de nosotros dice,

– Pero si somos parte del problema; al igual que el Gobierno falseando la crudeza de la crisis; los clientes sobreendeudados también tiene parte de responsabilidad, claro, pero hemos sido nosotros (los bancos) los que para ganar más dinero en poco tiempo hemos dado demasiado dinero a demasiada gente.

La conversación ha continuado un poco más, pero en términos generales queda clara su postura (y la mía).

Nadie tiene la varita mágica para salir lo antes posibles (y antes posible quiere decir antes del 2010 o 2011) de esta gran depresión. Pero la Banca tiene tanta responsabilidad como el Gobierno para arrimar el hombro.

¿Señores banqueros, creen realmente que dejando morir de falta de liquidez a las empresas, por el miedo atávico a que puedan no devolverles el dinero, van a sobrevivir a la crisis?

Si no nos ayudan, a empresas y a trabajadores, si no nos dan facilidades de pago y líneas de financiación extraordinarias, decididas y rápidas, van a conseguir lo contrario que pretenden: Van a cerrar.

Por que desde luego la ciudadanía no va a soportar mucho tiempo esta falta de crédito y de flexibilidad para poder pagar sus hipotecas, y cuándo pidan dinero al Gobierno (a todos nosotros) para sobrevivir, que lo harán, les aseguro que las voces en contra van a sonar como el estruendo de los truenos de la tormenta.

Es hora de arrimar el hombro; todos. La Banca debe ser la primera que quiera acordar planes de emergencia con el Gobierno. Apoyar a sus clientes (hay que refinanciar los impagos de la gente digna que ha perdido temporalmente su capacidad de obtener ingresos).

Empieza ya a ser un clamor popular: Banca, Gobierno, empresarios y trabajadores debemos actuar coordinadamente para sortear la crisis.

La Banca no ha de querer morir matando, sino todo lo contrario.

Leo en La Gaceta de hoy que Javier Gómez Navarro, presidente de las Cámaras de Comercio, critica que la Banca haya reducido indiscriminadamente la concesión del crédito sin entrar a valorar el riego. Contundente, no?

El 80% de las Pymes que han acudido en los últimos 3 meses a solicitar financiación han tenido problemas. A un 17% no se les ha concedido el crédito y al 83% restante se les ha endurecido considerablemente las condiciones.

Este 17% son 200.000 empresas; y seguramente solicitaban financiación para obtener la liquidez que les permita sobrevivir. Unas 200.000 empresa más que podrían cerrar en breve. Alarmante.

Otros datos que da son:

Para el 59% de las pymes el volumen de financiación se ha reducido.

El 76% dice que han aumentado los gastos y comisiones (cuando debería ser lo contrario, si la banca apoyase a los empresarios).

El 71% que han aumentado las exigencias de avales y garantías y el 25% que se le han exigido garantías de tipo personal (así si cierra la empresa, aparte de quedarse con el sustento necesario, el empresario deberá todo el dinero al banco que le ha ayudado a cavarse su propia tumba).

Noticia en el País
Tiempos duros a los que TODOS debemos hacer frente.

Los que sigáis este blog con cierta asiduidad sabréis de nuestra amistad y “conflictividad dialéctica” con el blog de Echevarri. Sana y enriquecedora, evidentemente.

En respuesta a nuestra entrada sobre la relación banca-intermediarios, Echevarri ha publicado una entrada sobre nuestro futuro como modelo de negocio.

Confesaré que no tengo ni idea de por dónde van a ir los tiros. A días veo un futuro soleado y a días la Tormenta Perfecta. Imagino que como la gran mayoría de profesionales de muchos sectores.

Para empezar no se ni como llamarnos:

Brokers hipotecarios, brokers financieros, prescriptores, intermediarios financieros, intermediarios independientes, asesores hipotecarios, consultores hipotecarios, etc?

No es una pregunta baladí, ya que en la nomenclatura ya hay una carga interpretativa de nuestra labor.

Tal vez me quedaría con el término Asesores Financieros; lo de “intermediarios” se asocia a “gente que cobra por no hacer nada”. Y ese no es nuestro trabajo. Broker es un anglicismo que se confunde con los brokers de valores, Prescriptores suena a médico que hace recetas y el término Consultores tal vez pueda sonar un poco pomposo.

Lo primero es saber quién somos para poder prever quienes seremos. El problema de nuestro sector ha sido la falta de regulación, de profesionalización y de especialización. Todo el mundo opina sobre lo que debemos ser; algunas opiniones muy cualificadas y otras bastante menos, pero en todo caso de fuera del sector.

Dice Echevarri que nos estamos equivocando. Intentemos acertar, entonces:

1.- Qué no se puede pedir vinculación comercial permanente con la Banca; me suelta Echevarri.

Ya, Echevarri, ya. Hasta aquí llego.

Cada entidad financiera diseña sus estrategias comerciales como desea en cada momento. Y se equivocan muchas veces. Lo de dejar de trabajar con asesores financieros no ha sido por un cambio de estrategia voluntario, al menos esta es mi opinión. Desde mi humilde punto de vista, las razones hay que buscarlas no tanto en un cambio de estrategia comercial como en un cambio de estrategia forzada por la crisis; me explico:

Se frena el boom inmobiliario, sus garantías hipotecarias pierden valor. Les entra el miedo en el cuerpo.

Sus balances propios y las carteras de sus clientes empiezan a deteriorarse a marchas forzadas: Subprime importadas, subprime nacionales, casos Maddoff, Lehmans Brothers, etc, etc. Hay menos dinero en sus cuentas del Banco de España. Menos pasivo, dicen los contables bancarios, se traduce en menos activo. O sea, que no dejan dinero a sus clientes porqué no lo tienen.

Si a eso le añadimos que no pueden titulizar sus activos actuales vendiéndolos al exterior y han de devolver el dinero a la banca internacional, pues ya tenemos el resultado: no conceden hipotecas porqué, entre otras cosas, no tienen dinero en sus cajas.

Soy un lector empedernido de tratados de estrategia; no me entra en la cabeza que la estrategia genial de la Banca sea no trabajar con asesores financieros, brokers o prescriptores. Es como si una empresa de harina y sus derivados deja de trabajar con las panaderías. Si eso es estrategia, he leído al revés a Sun Tzu y los demás estrategas que conozco.

Parte de la Banca no mantiene una vinculación comercial con sus intermediarios por una razón: No nos considera parte de su ejército sino unos mercenarios que ya no le son útiles.
Será por qué no han sabido o querido contratar correctamente sus levas?

No soy de dar nombres, pero a veces los doy. Esta vez para señalar a los buenos estrategas en Palma de Mallorca (en otros sitios no me pronuncio) del Centro de Prescriptores de Bancaja.

Estos profesionales si han entendido, al menos hasta la fecha, esperemos que no cambien demasiado su estrategia, que los prescriptores motivados, remunerados según su eficiencia (medida, por ejemplo, por el ratio operaciones presentadas/operaciones aprobadas) y su morosidad (con rappels a varios años y bonus malus si entran operaciones en fallida) somos verdaderas tropas de élite y no meros mercenarios de república bananera.

Para mi, una relación comercial compensada y bien diseñada debe perdurar en el tiempo. Lo demás ni es relación ni es comercial. En los negocios, como en la guerra, quién cambia constantemente de aliados se gana enemigos en la sombra.

2.- Y si bien es cierto que tu no puedes decir SI, si que podías decir NO. Por mucho que se empeñe la entidad financiera y el cliente. (en cursiva lo que comenta Echevarri)

Claro que podemos decir que NO, pero entonces mejor nos dedicamos a otro menester. Porque nuestro negocio es, y los años me han dado la razón en cuanto a la morosidad según entidades, canalizar el cliente de perfil económico concreto al banco que lo busca y le da las mejores condiciones. Hay otra forma de entender nuestro negocio, lo sé, espera un momento.

Imagina que unos cliente , por ejemplo, de Liberia, un joven y sus dos primos quieren comprar una casa. Van a varios bancos y les sacan con viento fresco; llegan a un profesional financiero y, según tu premisa, simple y llanamente les digo que mejor se vayan de alquiler que la cosa está muy mal (hablo de épocas pasadas, ahora ya ni mencionarlo). Si hago eso, mejor me dedico a trabajar en un banco, cobrar mi sueldo fijo y en paz. Pero mi trabajo es (o era) analizar si pueden pagar, ver si su perfil encaja en alguno de los bancos con los que colaboro y presentarles la operación. Al menos así ha sido en los años de bonanza. A los brokers no se nos premiaba por baja morsidad, ni por nada que se le pareciese. De hecho, se nos ha tratado a todos igual en la mayoría de entidades, a los buenos, a los malos y a los peores, indistintament de morosidad ni puñetas.

Ahora viene el tipo de modelo de negocio del asesor financiero del futuro, que no cuadra con el tuyo, al menos no demasiado:

Captar clientes pagadores. Tengan perfiles complicados o no. Y buscarles las mejores condiciones posibles.

Y un buen analista, te lo aseguro, los huele.

Pero para conseguir captar prescriptores sin mora es preciso que los estrategas banqueros entiendan dos cosas: Qué hay que seleccionar a sus fuerzas de choque con criterios de profesionalidad y, digo y, premiar a estas tropas según el bajo nivel de morosidad de sus carteras, según la satisfacción de sus clientes y según el cumplimiento de los objetivos marcados en cada caso por la entidad.

3.-Pau (ese soy yo), resulta que muchos intermediarios financieros criticáis a los Bancos por sus pasadas políticas de riesgo. Que daban hipotecas muy malas. Y ahora resulta que también son criticados al no dar al que no tenga ahorrado un 20 o un 30%, o no ponga garantías adicionales. Me parece que no es coherente. Los Bancos decidieron asumir esos riesgos y los van a tener que purgar. Ahora deciden no hacerlo y asumirán el frenazo en su cuenta de resultados. Pero no pueden estar siempre equivocados.

Cierto; van a sufrir tanto en su cuenta de resultados que los contribuyentes, TODOS, vamos a tener que inyectarles dinero para que no quiebren.

¿Qué no pueden estar siempre equivocados? pues me temo que muchos si pueden. He conocido algún alto directivo de algún que otro banco. Y lo raro no es que no acierten nunca. Lo raro es que a veces acierten.

Dar un 100% de tasación con avalistas, por ejemplo, no tiene que ser más inseguro que dar un 80% y pedir el resto en ahorros. Son perfiles distintos, que hay que saber analizar para predecir su capacidad y voluntad de pago futuras.

Ahora piden más y más requisitos no porqué se hayan vuelto más sabios, los piden porqué hay una restricción brutal de liquidez y tienen que filtrar. Falta de previsión y miedo, eso es lo que ha provocado este vacío crediticio. Me indigna que hayamos tenido que llegar a esta situación, porqué era bastante previsible visto desde dentro.

4.- El prescriptor tiene que tener claro para quien trabaja, para la entidad o para el cliente. Lo primero es un agente financiero. Lo segundo un agente del cliente. Las implicaciones son muy distintas. Y uno de los males del sector es que se entremezcla todo. ¿Te imaginas un abogado que trabaja a la vez para el cliente y para la parte contraria?

Si imagino un abogado así? y tu a un economista así? Pues claro. Y digo claro porqué Banco y Cliente no son partes contrarias. Son complementarias.

Los prescriptores trabajamos y trabajaremos para ambas partes:

Para los clientes, asesorando, gestionando y negociando las mejores condiciones posibles dado su perfil.

Para las entidades financieras, que nos dan un voto de confianza, colaboran con nosotros y nos aprueban mejores condiciones para nuestros clientes que las que conceden en la negociación directa cliente-banco. Y no me lo invento ni es una perorata estéril

La figura del asesor financiero ha llegado para quedarse. En esto estamos de acuerdo sin fisuras.

Porque es buena para los clientes bancarios (somos expertos asesores y negociadores, y la opacidad del mercado bancario reclama de este tipo de figuras) y porque es buena para la banca (somos un canal comercializador, un analista financiero y una mini-gestoría todo en uno y sin costes fijos).

Como digo siempre, los momentos de crisis son momentos de oportunidades para los intrépidos.

Si hay algún lector que llegue hasta aquí, ruego lo deje escrito en los comentarios porqué el día que pueda le envío una caja de bombones (o de cava o de algo parecido).

PD: Echevarri, me pongo el casco y el anti-balas a la espera de la artillería pesada.

¿Somos los intermediarios financieros realmente los malos de la película hipotecaria?

Si uno escucha a Ausbanc y algunas de sus opiniones vertidas, desde luego que si. ¿Porqué pagar por un transportador de papeles si puede usted ir directamente a los bancos?, dicen. Desde luego la idea parece lógica.

Tan lógica como la de porqué pagar a Ausbanc para que proteja sus derechos como usuario bancario si puede ir directamente a la autoridad de Consumo de su provincia o al Banco de España usted directamente.

Los honorarios de un intermediario financiero profesional, los pague directamente el cliente o la entidad bancaria vía cesión de parte de las comisiones, retribuyen un servicio de asesoramiento, gestión y tramitación de la hipoteca y negociación ante el banco.

Si no se tiene una buena cultura financiera y no se conoce el margen de negociación que tenemos en cada entidad, seguramente ir directamente al banco que conocemos saldrá mucho más caro que acudir a la intermediación de un profesional. En tiempo, esfuerzo mental y dinero.

Pero no va de esto esta entrada; esta entrada va de la relación entre entidades financieras y sus intermediarios o prescriptores.

Y va de los cabreos monumentales que le hace sufrir a un servidor. No soy de dar nombres, pero a veces apetece concretar un poco.

Resulta que hay entidades con instrucciones de no conceder operaciones de activo hasta nueva orden (¿y sus prescriptores qué, a dejar de comer hasta nueva orden?), entidades que solo aprueban hipotecas de clientes de la entidad (y los intermediarios financieros que han firmado un acuerdo que hace, porqué no le veo yo mucho sentido a intermediar con el cliente que ya es de la entidad), bancos que conceden hipotecas al 80% del valor de compra-venta (misión imposible para la gran mayoría de brokers encontrar clientes con tantos ahorros) y…. entidades de crédito y demás que rompen los acuerdos con sus ex-brokers.

UCI, por ejemplo; y me cabreo a pesar de no firmar nada con ellos, pero ofende esta política. Banesto, otro que tal, ya hizo lo mismo en su momento.

Vamos a ver, me parece muy legítimo que haya entidades financieras que no quieran trabajar con brokers, por la razón que sea.

Pero que entidades que nos han venido a buscar en tiempos de bonanza, cuyos criterios de riesgo eran disparatados en muchos casos (los suyos, que nosotros solo les traíamos los clientes, no aprobábamos las hipotecas) ahora rescindan unilateralmente los contratos con sus colaboradores alegando que han comprobado que las operaciones de este canal tienen más morosidad…

Claro que parece un buen argumento. Pero por este mismo motivo podrían cerrar un buen montón de sucursales con mora y despedir sin indemnización a sus empleados (y me temo que de forma encubierta algo así deben hacer algunas).

El canal prescriptor, bien diseñado, es un buen canal.

El problema es que hay que seleccionar al broker con criterios de profesionalidad y solvencia; establecer unos criterios claros de riesgo (que su colaborador tenga claro qué tipo de clientes quiere la entidad), premiar económicamente a los brokers con baja morosidad (estableciendo rappels a varios años, por ejemplo), formarles sobre los productos y servicios, etc.

En pocas palabras, considerar el broker como un socio, no como un proveedor al que dar la patada si las cosas van mal.

La Banca se ha equivocado antes cuando firmó contratos con todo colaborador que entraba por la puerta (ha permitido y muchas veces fomentado la aparición del broker pirata) y se equivocará ahora si rescinde todos los contratos de todos sus colaboradores.

El intermediario financiero es una figura que ha llegado a España para quedarse, opino. Si no lo acaba rematando la propia banca, claro. Es un agente que aumenta la competencia entre bancos (busca las mejores condiciones del mercado bancario para su cliente) y es un agente comercializador a coste variable o a coste nulo (cuando se carga en el cliente las comisiones cedidas al broker) para las entidades financieras.

Esperemos, por el bien de todos, que el broker financiero del futuro sea una empresa profesional, especializada y regulada. Y que los clientes sientan que somos sus asesores y la banca entienda que somos sus aliados.

Espero que esta crisis nos sirva a todos, al menos, para aprender y no volver a cometer los mismos errores.

Aquest cap de setmana hem pogut veure dues notícies en les que es recollien les paraules d’en Pau A. Monserrat, professional de Futur Finances sobre dos temes d’actualitat del món econòmic:

 

 

Per una part, IB3 Notícies cap de setmana va tractar sobre la Borsa i la crisis actual. Es va parlar de la possibilitat de que els mercats hagin tocat fons, dels riscos inherents a invertir en les empreses cotitzades (amb especial menció a la necessitat d’analitzar el risc de fallida d’aquestes firmes) i de la importància de assessorar-se per professionals independents a l’hora d’invertir en el difícil mercat bursàtil.

 

Per altra banda, es va donar la coincidència que TV Mallorca Notícies cap de setmana del mateix dissabte 08/11/2008 emetés també una entrevista d’en Pau A. Monserrat, en aquest cas on es parlà de l’actual crisis de les empreses de reunificació de deute.

En aquesta entrevista es va parlar de l’actual problemàtica que sofreix el sector de les mal anomenades “reunificadores de deute”, grup en el que podríem ubicar en part a Futur Finances.
Dic mal anomenades perquè realment no som “reunificadores de deute”, ja que no som entitats financeres. Qui deixa els doblers és una entitat bancària, a la qual les empreses d’intermediació financera (aquest terme creim que és molt més acurat) dirigim al client.

Els intermediaris financers som empreses que proporcionam un servei d’assessorament independent sobre productes financers diversos (préstecs personals, hipotecaris, productes d’inversió, assegurances, etc) i tramitam aquests productes, fent de pont entre el client directe i l’entitat bancària.

Actualment els intermediaris financers passam un període de crisis (quin sector no?), en part degut al tancament del crèdit per part de moltes entitats financeres, en part degut a la caiguda de clients interessats en hipoteques per a comprar-se una vivenda, en part per la mala fama generada per entitats com a Ausbanc en quant a la reunificació de deute (la crítica d’aquest anomenat defensor dels drets dels usuaris de banca ha sigut despietada i sense diferenciar entre els “chiringuitos” financers i els vertaders professionals del sector).

En quant al futur del intermediaris financers, creim que romandran en el mercat els que siguin capaços de proporcionar un servei realment professional, que proporcioni valor afegit pel client.
Les franquícies pensam que estan abocades al fracàs, ja que no han invertit en unitats de negoci dirigides per professionals degudament formats i no aporten gaire als clients finals.


Disculpad la filosofía barata de esta entrada, si es que la filosofía puede considerarse barata en algún caso.

Trabajando en Banco Zaragozano, un responsable de RR.HH. (Recursos Humanos, si nos creemos que las personas somos Recursos y los encargados de este departamento son Humanos) me dijo, cito textualmente:

“Los Bancos no tienen Alma”.

Y es normal qué los bancos no tengan alma?

Si, son S.A., no son personas físicas. Y la Iglesia Cristiana concede el beneficio del Alma solamente a hombres y mujeres, no a personas jurídicas.

Pero, es normal que a los Directivos de la Banca les sea igual arrinconar a un empleado por su edad, pagar miserias a un recién licenciado, hacer que sus empleados trabajen por la tarde sin cobrar horas extras, desplazar de los puestos directivos a directoras que son madres y quieren dedicar más tiempo al cuidado de sus hijos, perder nuestro dinero en rocambolescas inversiones?
No. Pero pasa. Y no son casos aislados, no.

La Banca debe hacer autocrítica. Mejor, debemos obligarla nosotros a hacerla, ya que debemos pagar sus excesos vía nacionalizaciones, avales al préstamo interbancario y demás.

En algunos magníficos blogs, como en el de Fresh Family Office, se trata el tema de cuánto valen los Bancos. Algunos se atreven a aventurar que 0, como es el caso de Investorsconundrum.

Desde este blog no nos atrevemos a hacer este cálculo, que se puede basar en los balances de los bancos, en su valor en Bolsa o en cualquier otro instrumento económico de cálculo. Desde luego algo deben valer, ya que la mayoría de la población tiene su dinero depositado en ellos. Y si valorásemos que no valen nada, acudiríamos en tromba a sacar nuestro dinero de ellos. Aunque bien pensado… qué valdría el dinero sin los bancos?

La economía se basa en la confianza.

El dinero tiene valor porqué hay un consenso tácito mundial que cree (no sabe, confía) que a cambio de un papel obtendremos bienes y servicios. Si no lo creyéramos, el dinero no valdría nada.

Lo mismo pasa con los Bancos. Valen algo, independientemente de sus valores en Bolsa o sus balances contables, porqué la gente les otorga un valor intrínseco: ser los garantes de la estabilidad financiera; ser los garantes de qué el dinero tiene un valor. Sin esa valoración, poco valdrían los bancos.

Pero volvamos a la pregunta inicial del post. ¿Realmente los Bancos no tienen Alma?

Para muchos de sus directivos NO. Para nosotros, SI.

Sin Alma, sin ese componente intrínseco del que hemos hablado, poco valdrían. Debemos y podemos levantar de sus sillas a los directivos acomodados que juegan con el dinero de todos. La Banca es un instrumento para sostener a la economía real, no un fin en si mismo. la Banca se debe a sus empleados, a la gente que deposita dinero en sus cuentas, a sus pequeños accionistas. No a sus directivos gorrones.

Tiene Alma los Bancos. Claro que Si. La que todos nosotros hemos depositado en ella: nuestra confianza.

Espero que no lo olviden nuestros gobernantes a la hora de acudir en su rescate.