Entradas

Ya hemos visto alguno de los problemas endémicos de nuestro marco laboral. Veamos ahora algunas reformas que proponen los expertos y las reformas tomadas por nuestros políticos.

Si bien quiero poner especial énfasis en que la crisis se ha iniciado en el ámbito financiero y ninguna culpa debe ser achacada a los trabajadores (lo máximo, sobreendeudarse por encima de sus posibilidades), esta evidencia no debería haberse utilizado por los agentes sociales como argumento para no reformar una legislación laboral que no crea empleo suficiente en época de bonanza y lo destruye demasiado rápido en épocas de crisis.

El problema es que si bien acepto que la reforma rebaja derechos de los trabajadores, se debería puntualizar que se rebajan derechos de los trabajadores indefinidos con antigüedad en el empleo (los que se vienen a llamar insiders). Lo que ocurre, y en eso parece que los sindicatos no tenían nada que decir, es que los parados, los trabajadores temporales y determinados sectores laborales mal situados o outsiders (jóvenes y mayores, principalmente) tienen derechos. Y el principal es el derecho a poder trabajar y ganarse la vida.

En pocas palabras: Los trabajadores deben tener un marco legal que ampare sus derechos, pero el primer derecho a proteger es el de poder obtener un trabajo digno.

Interesante para entender el comportamiento de sindicatos y gobierno al respecto de la regulación laboral es el artículo de Juan J. Dolado, Floretino Felguero y Marcel Jansen en Papeles de Economía núm. 124, que concluye que la dinámica de representatividad sindical, en base al número de delegados sindicales, hace que su supervivencia dependa de los insiders, colectivo al que defienden (a pesar de que los estamos financiando entre todos).

En cambio para el gobierno dejar sin atender a los outsiders cada vez más numerosos puede significar una debacle electoral inasumible. ¿No se siente uno un mero peón en el tablero de ajedrez al que juegan los poderosos? (e incluyo en este grupo a los sindicatos, también).

Veamos dónde falla el marco jurídico laboral y qué medidas podrían tomarse:

1.- Precariedad en el empleo, con una tasa de empleo temporal muy alta.

Si bien se han ido estableciendo mecanismos dirigidos a forzar la conversión de temporales en indefinidos y eliminar los incentivos para las empresas, la realidad es que no se ha conseguido restringir el papel de los contratos temporales en la economía. Varias son las razones que podrían explicar este fracaso:

 

  • Jurídicamente no se ha delimitado de forma cerrada los supuestos en que se puede y no se puede utilizar contratos temporales, en especial en los de obra y servicio, cuyas causas están formuladas de forma general y abstracta en lugar de utilizar numerus clausus (lista cerrada). Además la interpretación de los tribunales que es admisible como causa para utilizar el contrato por obra o servicio de la subcontrata respecto a la atención a una contrata o concesión tiene un peso importante en este tipo de contratación. Finalmente, el instrumento que tiene el trabajador para combatir el uso indebido de contratos temporales, con una indemnización por despido, pierde su carácter disuasorio y no es muy útil para el trabajador, que debe correr con los gastos procesales de reclamarla.
  • En el mercado laboral se usan contratos temporales en lugar de contratos a tiempo parcial. Seguramente el problema no es de regulación, más bien de el acceso de las Pymes a un asesoramiento de calidad al respecto de las posibilidades en materia de contratos a tiempo parcial.
  • Hay factores de cultura empresarial, acostumbrada a la flexibilidad que les da la contratación temporal. Y hay que entender que las empresas maximizan beneficios y minimizan costes. O se les incrementan los costes efectivos de contratar temporales o se les rebajan los costes asociados al contrato indefinido.

2.- Costes asociados al despido:

Para que una empresa contrate un trabajador indefinido tiene que serle más rentable que contratar un temporal. La rentabilidad se consigue aumentando los costes que le supone a la empresa el temporal o disminuyendo los costes del contrato indefinido, cuyo paradigma es el coste del despido.

Despedir tiene un coste monetario y un coste asociado a la incertidumbre en cuanto a sus causas. Se trata de incidir en este coste con medidas en los dos sentidos. Curiosamente la reforma laboral se centra en las necesidades de las grandes empresas, que pueden permitirse tener plantillas numerosas y pagar las indemnizaciones que quieran. Si quién realmente crea empleo en España es la Pyme y la microPyme, sería lógico que la reforma se adaptara a sus necesidades.

3.- Negociación colectiva y falta de flexibilidad interna:

Los convenios colectivos no están resultando un instrumento que combine adecuadamente los derechos del trabajador y la creación de empleo. La burocratización de la negociación y la ausencia de reperesentación de las Pymes y microPumes en ella puede ser una de las claves.

Mañana veremos lo que la reforma ha modificado y si trata de solventar los problemas mencionados. Podemos avanzar que uno de los principales problemas de la normativa laboral, su falta de adaptación a los diferentes tipos de empresas y concretamente a las pequeñas, que son las que emplean a la gran mayoría de trabajadores, no se ha visto modificada por la reforma.

Día 9 pasado el Parlamento ha dado vía libre a la reforma laboral introduciendo 70 enmiendas al inicial Real Decreto.

Para consultar el texto completo se puede visitar este enlace (PDF) del El País.

Podremos pensar que la reforma es demasiado dura para los derechos de los trabajadores o se queda a medias, lo que no se puede entender es oponerse a reformar un marco laboral que no funciona adecuadamente.

Antes de entrar a comentar alguno de los puntos más significativos de la reforma laboral, querría comentar en qué no funciona el mercado laboral español:

1.- Paro estructural alto en fases de crecimiento económico y durante las crisis:

En el año 2007 se tocó un mínimo histórico en la tasa de paro con un 8% en el segundo trimestre, cerrando en un 8,3%.

Con la crisis cerramos el 2009 en un 18% de paro y en lo que llevamos de 2010 hemos alcanzado ya el 20% de paro. Los colectivos más golpeados por el desempleo han sido los hombres, los jóvenes, los inmigrantes y el colectivo con un menor nivel de educación.

2.- Desigualdades graves entre los diferentes colectivos del mercado laboral:

Un sector de los trabajadores tienen unos derechos consolidados y tienen un fuerte respaldo de los sindicatos, a los que podríamos llamar los insiders. Sería el colectivo de los funcionarios y trabajadores indefinidos con una antigüedad considerable. El colectivo de los indefinidos con mucha antigüedad sólo sienten que pueden perder su trabajo en el caso de que la empresa presente un ERE o, incluso, se vea arrojada a presentar un concurso de acreedores (la antigua quiebra o suspensión de pagos).

Por otra parte tenemos a los outsiders, los parados o trabajadores con contratos temporales (e incluso añadiría los autónomos dependientes, declarados o no, que en el fondo son los más desprotegidos de todos). Este colectivo sería el más necesitado de una reforma laboral que incentive la contratación, incluso a costa de perder derechos a largo plazo. Los sindicatos poco o nada representan a esta gente.

La tasa de paro del colectivo de jóvenes (menores de 30 años) ha pasado del 13,1% en 2007 al 28,8% en el 2009, cebándose con especial virulencia en los jóvenes con menor formación.

Los trabajadores más mayores que se ven expulsados del mercado laboral se enfrentan a la lamentable probabilidad de engrosar las filas de los parados de larga duración. A principios de 2010 los parados de este colectivo representan un 38,7%. Es dramático que casi 39 parados de cada 100 tengan pocas probabilidades de volver a encontrar empleo. Una situación que si merecería una huelga de los sindicatos, exigiendo una reforma laboral.

Los inmigrantes que vinieron a España para cubrir una demanda de empleo que no era cubierta por los nacionales, ha pasado de un paro del 12,2% a un 28,4% en el 2009.

3.- Rigidez de la negociación colectiva:

La negociación entre patronal y sindicatos no funciona y ha producido es España que el ajuste de empleo durante la crisis haya sido vía paro y no mediante bajadas de sueldos o de horas trabajadas (situación que si se ha dado en otros países de nuestro entorno).

Podemos citar un estudio econométrico del Observatorio Laboral de la Crisis, comentado en Papeles de Economía Española 124 de este año, que revela dos hechos fundamentales:

  • El tener un contrato laboral temporal frente a un indefinido es el factor que en mayor medida incrementa el riesgo de pérdida de empleo, más allá del sector de actividad en el que se trabaje, el nivel educativo o la antigüedad en la empresa. Escalofriante que la productividad en poco o nada afecte a nuestras posibilidades de ser despedido.
  • En cuanto al acceso a un nuevo empleo de los parados, la duración del desempleo es el determinante más importante para encontrar un empleo rápidamente. A medida que aumenta el tiempo de paro, con independencia de que se cobre o no subsidio de desempleo, aumenta la dificultad de acceder a un nuevo empleo. Vitales son, por tanto, que funcionen las políticas activas de empleo (hay mucho que mejorar en los servicios públicos de empleo, ya que menos del 5% de los accesos al empleo son gracias a su mediación).

4.- Baja productividad:

La productividad es producir bienes de mayor valor añadido, pero también producir los mismos bienes de una forma mejor (menos costes y más producción de calidad, básicamente).

La productividad en España se ha incrementado en los años de bonanza económica en base a menores precios de las materias primeras, caída del coste del factor trabajo (la gente cobra menos, en definitiva) y unos costes de financiación bajos y liquidez abundante el el mercado bancario. No ha mejorado por los factores que realmente determinan una buena salud de la economía, producir cada vez de forma más eficiente y llevar al mercado productos en los que somos mejores que el resto de países competidores.

Además el incremento del PIB ha sido protagonizado por sectores poco dados a la innovación y la productividad como el de la construcción.

Próximamente veremos si la reforma laboral aprobada arreglará alguno de los problemas citados, clave para evaluar su idoneidad o su previsible fracaso.

La verdad es que opinar sobre un tema tan delicado como una nueva regulación de las relaciones laborales no es fácil y crea enemigos. Cosa que no me importa si lo que digo es sincero.

A mi parecer es necesario reformar la configuración jurídica del mercado laboral y su aplicación real. No voy a ser muy técnico en mi opinión ya que no hace falta serlo para exponer mi postura, que se basa en:

  • Equilibrar la fuerza de los trabajadores y empresarios.
  • Reevaluar determinados instrumentos de negociación colectiva caducos.
  • Propiciar la flexibilidad laboral de los trabajadores para que cambiar de empleo no les suponga perder derechos.
  • Reducir al máximo la posibilidad de contratos temporales.
  • Disminuir la brecha entre un mercado laboral entre los indefinidos de edad media y los jóvenes y gente mayor abocada al paro.
  • Evaluar la representatividad de sindicatos y organizaciones empresariales en el dialogo social.
  • Potenciar un marco jurídico laboral beneficioso para autónomos emprendedores y Pymes

Este esquema, sin duda, implica recortar determinados derechos de los trabajadores (y de los sindicatos) y mejorar los cuasi-nulos derechos de los autónomos, que son en realidad autoempleados ninguneados por sindicatos y patronal. De lo que se trata es de crear empleo estable, de calidad, en sectores de valor añadido. Y hay que hacer sacrificios para reactivar la economía y el empleo. Y no me olvido de bancos, Cajas de Ahorro y empresarios mediocres. A mi me revienta que haya primas de ejecutivos limitadas por un mercado arrogante; hay que endurecer la fiscalidad de los asalariados de lujo y mejorar la actuación inspectora a las empresas que defraudan.

El dialogo social entre sindicatos y empresarios ha sido una pantomima. Los sindicatos no quieren que se quiten derechos a los trabajadores (que haya menos desempleo o no se ve que no importa y no tiene nada que ver con la regulación del mercado laboral) y los empresarios envían a negociar a un señor fracasado. Poco les importaba llegara  un acuerdo. Y era imposible si no iban a moverse; para eso, mejor no perder tiempo en reuniones.

No os dejéis engañar, digan lo que digan, se recortan derechos de los trabajadores; lo que hay que preguntarse es si con estos derechos podíamos seguir. Yo creo que no.

En cuanto al borrador, que os enlazamos abajo, comentar brevemente alguna de las medidas:

1.- Limitan a 2 años los contratos por obra o servicio. Me parece muy  buena ideas. Son un coladero de empleo inestable.

2.- Se convertirá en indefinido aquel que haya estado contratado más de 24 meses de los 30, con contratos temporales o por ETT. Correcto, yo lo reduciría más incluso.

3.- Se establece una indemnización por fin de contrato por obra o servicio de 12 días (con plazos para su aplicación). Es una medida en la buena dirección, reducir este tipo de contratación.

4.- Las empresas que presenten pérdidas durante seis meses consecutivos podrán realizar despidos individuales o colectivos de manera procedente, con 20 días de indemnización para todo tipo de contratos. Es discutible el concepto de que presenten pérdidas durante 6 meses, tendremos que ver de que magnitud. De todas formas es adecuado crear un marco en el que las empresas que realmente van mal puedan despedir de forma menos gravosa. La alternativa suele ser el Concurso de Acreedores (y en este caso se va todo el mundo a la calle).

5.- Indemnizaciones por despido de los contratos temporales: se amplía, con plazos, hasta los 12 días por años trabajado.

6.- Los despidos procedentes o justificados tendrán una indemnización de 20 días por año trabajado para todo tipo de contratos. Reduce y simplifica el coste del despido. Pero no altera los contratos indefinidos ya vigentes; esta medida no ayuda a igualar las diferencias existentes entre unos y otros empleados, más bien las agrava en perjuicio de los nuevos.

7.- El Gobierno creará un fondo de capitalización, que permitirá pagar parte de las indemnizaciones del despido por cada trabajador. El fondo se nutrirá con aportaciones empresariales, seguirá al empleado en su vida laboral y se hará efectivo en el despido. La parte que no se emplee, se abonará en la jubilación. Tal vez la medida estrella desde el punto de vista económico. Era triste e ineficaz ver como los trabajadores indefinidos con muchos años de antigüedad, válidos y con inquietudes laborales de mejora, no se marchaban a otros empleos para no perder derechos (la indemnización por despido acumulad); puede ser una verdadera revolución para flexibilizar el empleo en España, si se aprueba y se aplica bien.

Me parece un borrador de reforma laboral que va en una buena dirección (mejorable, veremos lo que pasa en el trámite parlamentario); no se trata de que despedir sea muy caro. Se trata de tener un mercado laboral que cree empleo bien pagado, estable por ambas partes y competitivo. A los sindicatos se les ha olvidado una cosa:

Por muy alta que sea la indemnización por despido, si no hay trabajo, de nada les beneficia a los trabajadores.

Es una perogrullada, pero no parece que lo hayan entendido.

Más Información | Borrador de la Reforma Laboral

El derecho a huelga es un derecho fundamental de los trabajadores. Y hay que respetarlas y defenderlas como tal.

Son una arma de presión de los trabajadores hacia los empresarios y/o el Gobierno para defender sus intereses. Y hay que entenderlas como tal.

Pueden ser huelgas de empresas individuales, de sectores económicos enteros (en este caso, del personal de las administraciones públicas) e incluso una huelga general.

Los sindicatos mayoritarios que han convocado la huelga de funcionarios se han olvidado de una cosa básica: cuestan dinero a los huelguistas, que ven penalizada su asistencia a la huelga con un día menos de sueldo. Es muy fácil convocar huelgas sin pagarlas, que es lo que hacen los sindicatos. En sus inicios los sindicalistas eras auténticos luchadores de la clase trabajadora oprimida. Pero ¿han visitado alguna vez alguna sede central de un sindicato mayoritario actual? Parecen administraciones públicas y sus empleados parecen funcionarios.

Tanto es así que los trabajadores, los autónomos y los desempleados cada vez más nos sentimos desamparados. ¿Quién nos representa? Me temo que muchos responderán que nadie, y desde luego no los sindicatos burocratizados.

La huelga de funcionarios es totalmente legitima y razonable, lo que pasa es que los propios huelguistas saben que no servirá de mucho. Cuando las decisiones están forzadas desde la UE, las huelgas o son comunitarias o no son. En un mundo globalizado, el poder de los sindicatos nacionales se va difuminando.

Y encima los sindicatos se han cubrido de gloria en un pasado reciente. Era mucho antes que deberían haber convocado una huelga, pero para exigir reformas de calado que aseguren una salida favorable a la crisis para los trabajadores que trabajan y los que han sido arrojados al paro. Y los sindicatos mayoritarios decían: «no es el momento de una huelga general», en base a que la crisis no se arreglaba así. ¿Qué ha cambiado?

Y no hablemos de la «originalidad» de la huelga que se convocó contra los ERE encubiertos. Repito lo dicho en su día: es mucho más productivo acudir a otros tipo de manifestaciones de apoyo a colectivos varios que a este tipo de algarabías.

No me hace falta saber quién dice la verdad en cuanto al poco éxito de la huelga de funcionarios: No era ni el momento, ni se sabía contra quien presionar ni nada. Era una especie de prueba de fuerza de los sindicatos. Y para eso deberían pagar el día a los funcionarios, que gratis no hacen nada.

Esta nueva semana nos deja tres nuevos posts en Actibva: La razón de que los datos del paro que nos da la EPA y los del paro registrado en las oficinas del antiguo INEM no cuadren, comentamos la deducción por alquiler de vivienda habitual en el IRPF que se presenta ahora y comentamos algunas personalidades disfuncionales y sus efectos en la toma de decisiones económicas.

Los datos de paro registrado, que son siempre menores que los de la EPA, son los utilizados por el Gobierno de turno; el truco es que no incluye las personas no inscritas (por no tener derecho a paro ni a ayudas y no verle utilidad a las oficinas de empleo como intermediarias en la búsqueda de empleo) ni el colectivo de los más jóvenes que tratan de compatibilizar estudios con trabajo.

Paro según la EPA y según el INEM: Los números no cuadran

La deducción se aplica a los contribuyentes que han vivido de alquiler en un inmueble considerado vivienda habitual a efectos del IRPF. Por tanto no cualquier alquiler es deducible. Tendremos que comprobar que la vivienda alquilada cumple con los requisitos para ser considerada vivienda habitual; en realidad, para que Hacienda no nos ponga problemas sería suficiente con tener un contrato de alquiler debidamente formalizado y que la vivienda arrendada sea la vivienda principal.

Deducción por alquiler de vivienda habitual en el IRPF 2009

Tener una personalidad disfuncional no implica estar enfermo; hay muchos grados y casi todo el mundo tiene, en cierta medida, personalidades desequilibradas. Conocer nuestras debilidades es el primer paso para corregirlas. En esta entrada hemos visto diferentes tipos de trastornos de personalidad y su influencia en la toma de decisiones de carácter económico. Entre otras son:

  1. Personalidades excéntricas: Paranoide, esquizoide y esquizotípica.
  2. Personalidades inestables: Personalidad psicópata, límite o borderline, histriónica y narcisista.
  3. Personalidades ansiosas: Por evitación, por dependencia y obsesivo-compulsiva.
  4. Otras: Personalidad depresiva, pasiva agresiva, etc.

Personalidades disfuncionales y toma de decisiones

Suficientemente alarmante tener 4.612.700 personas en edad de trabajar que no lo pueden hacer, según los cálculos de la Encuesta de Población Activa.

En porcentaje general en España estamos en un escalofriante 20,05 % de paro.

Y detrás de este porcentaje hay millones de tragedias familiares. La EPA calcula que hay unos 1.298.500 hogares en que ninguno de sus miembros trabaja. ¿Se puede imaginar uno peor escenario hogareño en vísperas del Primero de Mayo?

Uno imaginaría que los sindicatos, valedores de la clase obrera (suena a broma con organizaciones sindicales aburguesadas), mañana se lanzarán a la calle a exigir una política económica que cree empleo. Eso es lo normal, diría yo.

La mía no es, ni mucho menos, la única voz de un economista contra la pasividad de los sindicatos; es una más. Y yo he vivido desde dentro el mundo sindical, nadie me puede tachar de empresario malvado.

Considero que toda sociedad moderna que busque un mínimo de equilibrio social debe tener organizaciones sindicales fuertes, profesionales e independientes. ¿Tenemos este tipo de organizaciones en España?

  1. ¿Qué fuerza tiene los sindicatos? Cada vez menos afiliados, con menos ideología, con una imperceptible representación del colectivo de jóvenes, parados, inmigrantes, autónomos, etc, etc. Cada vez se parecen más a un brazo del Estado en defensa de los funcionarios. Si los líderes sindicales de antaño levantaran la cabeza…
  2. El cuerpo de técnicos en los sindicatos, dado el amiguismo imperante, es muy deficitario. Sin buenos economistas, ¿cómo esperan dar buenas recetas para la economía?
  3. Independencia, de la realidad, tal vez. Por que desde luego de los poderes públicos no. Viven de subvenciones, no de las cuotas de sus afiliados. ¿Se puede ser independiente así?

La última manifestación que recuerdo que montaron era contra los ERE encubiertos. Es decir, toma ya, contra que las empresas aprovecharan la crisis para despedir trabajadores. Seamos coherentes, si hay EREs encubiertos, vayan a la Conselleria de Treball y lo denuncian, qué la calle está para cosas más serias.

Y encima tenemos un Gobierno a lo Krispin Klander, cuyas medidas anticrisis van y vienen en aparente caos del que nadie puede discernir su partitura.

Y las organizaciones empresariales, ¿representan a los verdaderos empresarios que día a día se rompen los cuernos para crear empleo y riqueza o, al menos, mantenerla? No me convencen a mi demasiado, la verdad. Si éstos son los máximos representantes de los gestores de empresas, mejor cerrar el chiringuito.

Más Información | Nota de prensa EPA 1T 2010
Imagen | RinzeWind

Cada vez son más cutres los de la Conselleria d’Economia del Govern Balear, la minicuartilla ya no está ni plastificada, este mes.

Reitero que para utilizar este soporte es mejor que remitan un e-mail y santas pascuas.

Las previsiones de de-crecimiento del PIB para el 2009 son:

UE-27: -4.0 €%
Regne Unit: -4,3 %
Alemanya: -5,1 %

España: -3,7 %
Illes  Balears: -2,9 % (variación del VAB)

Supuestamente vamos menos mal que el resto… o se equivocan desde el Govern o los demás deben estar para «vendre ses cases i anar de lloguer».

El paro registrado en las Illes Balears en el mes se septiembre es de 72.166 personas, un aumento respecto al mismo mes de 2008 de nada más y nada menos que el 54% (es decir, hay un 54% más de personas en el paro en septiembre de este año que en septiembre del año pasado).

La inflación en nuestra CC.AA. se sitúa en el mes de septiembre en -0,7% (-0,8% en España).

Estamos entrando en el círculo vicioso de descrecimiento de la economía-deflación-paro.

Esperemos y trabajemos  todos para salir de este maldito círculo.

Esta la cosa mal, no nos engañemos.

Haré un breve comentario al resumen que publica el Govern de les Illes Balears en agosto de 2009.

Avanzan un crecimiento del PIB de Illes Balears para el 1T del -1,5%, y preven una caída del PIB del 2009 del -2,7%.

Hay que decir que este mini-informe (ya se podrían estirar un poco más) es del 6 de agosto de 2009; veremos si los atentados de ETA van a tener mucha influencia negativa en los próximo meses (espero y deseo que no).

Dan datos del mes de junio sobre el número de pernoctaciones en las Illes, que se sitúa en 6,9 millones (una caída del -4,8 % respecto al mismo mes del 2008).

Lo gracioso (si es gracioso leer este tostón que os estoy dando) viene ahora; dice textualmente el informe:

«Segons els empresaris del sector, l’ocupació hotelera pot davallar un 10% en temporada alta i es detecta un minvament del 30% en el nombre de reserves respecte de l’any passat, malgrat l’expectativa d’ofertes de darrera hora»

La pregunta es, ¿qué empresarios? ¿con qué datos cuenta el Govern? una caída del número de ocupación hotelera de un 10%; o del 20%, … quién da menos?

Podría seguir mucho más, pero ya es tarde, y com decimos los mallorquines «és tard i vol ploure».

Solo comentar el triste dato del paro, que en julio afectó a 64.023 personas (las registradas, que hay muchas más). En términos anuales estamos hablando de un aumento del paro de nada menos que 60,4 %.

A ver si nuestros gobernantes se ponen de una vez por todas las pilas, que estos datos no son como para estar tranquilos.

Una vez más TV Mallorca invita al economista de Futur Finances a opinar en sus informativos.

En esta ocasión, el tema a tratar era el estado de la crisis, a tenor de los datos publicados el viernes sobre el PIB del segundo trimestre de Alemania y Francia, que experimenta un incremento inesperado del 0,3 % par ambos países.

Podéis ver la noticia completa en el siguiente enlace, concretamente a partir del minuto 10:05. El programa está en catalán, pero creo que lo podéis entender todos.

De todas formas, es bien explicito lo dicho en la aparición de Pau A. Monserrat:

«Tocar fons significa que esteim al pitjor moment de la crisis»

En el sentido de que, ahora en palabras del BCE «el ritmo de contracción se ralentiza» o «la actividad económica será débil en lo que queda del año».

Si bien es cierto que estar llegando al punto más bajo de la depresión es una «buena noticia», peor sería seguir cayendo durante mucho tiempo más.

El BCE dice que «Cada vez hay más indicadores de que la recesión global está tocando fondo y la economía repuntará en 2010».

De todas formas, hay que tener en cuenta que la estimación del PIB alemán para el 2009 es muy negativo, del -5,4 % y también lo es el de Francia, previsto en un -2,6 % anual.

Para España se preve un -4% aproximadamente. Nuestro país además tiene el lamentable record de paro del 18 % (cuando la media europea se sitúa en el 8,9%) y ha llegado a una inflación mínima histórica del -1,4 %.

«…a nivell d’atur esteim pitjor que la mitja europea»

En definitiva, gotas de buenas noticias en un océano de depresión.

El paro es, con mucho, el dato que los ciudadanos sufren más directamente y el indicador que primero debe mejorar para que la ciudadanía empiece a notar el fin de la crisis.

La Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2008 refleja lo que todos ya sabíamos, el desempleo en nuestro país no para de incrementarse.

La tasa de paro en España se sitúa en el 13,91 % en el 2008 (nivel más alto desde el 2000); en el año 1.280.300 personas se han sumado al indeseado club de los parados. Un total de 3.207.900 personas engrosan las colas del paro. Y en cada número hay personas y familias con dificultades para sobrevivir en el día a día. Lamentable escenario al que enfrentarse.

Por sectores más afectados, el último trimestre de 2008 arroja al paro a más de 145.000 trabajadores de la construcción y a 208.600 empleados del sector servicios.

Por CC.AA., las que presentan tasas de paro más altas son:

Andalucía: 21,78 %
Canarias: 21,18 %
Extremadura: 17,96 %

Y las que presentan tasas menos malas:

Navarra: 8,12 %
País Vasco: 8,32 %
Cantabria: 8,90 %

En las Illes Balears se registra una tasa de paro del 12,32 %.

Más malos datos que dibujan un crudo escenario económico futuro.