Los bancos y las hipotecas: todo un negocio

Leyendo el artículo de mi compañero Pau A. Monserrat, ¨la responsabilidad individual importa para salir de la crisis¨ en Euribor Blog, recuerdo mis años de estudiantes en que en la Facultad de Ciencias Económicas me inculcaron una sóla idea: la de la Ley del mercado y, salvo escasas excepciones de intervención estatal, sólo lo privado funciona. En este sentido la banca es el mejor ejemplo de que las actividad financieras alcanzan su mayor esplendor si son guiadas por manos privadas y no públicas (sin embargo existen las cajas).

Por otro lado recuerdo, en una tertulia callejera y tratando de temas económicos, hipotecas para ser certero, y por el año 2005 en que vivíamos en plena fiebre de compra de vivienda y una persona de unos 60 años me dijo:

No soy economista como tú, ni tampoco entiendo cómo se puede prestar tanto dinero y a gente que se tiene la certeza que no pagará; lo que sí te puedo decir por experiencia propia es que tanto aquí como en todo el mundo hay unos cuantos que mueven los hilos de la economía y esta gente te hacen cometer el error de ilusionarte y comprar ¨tu propia casa¨, la cual pagas con sudor y sangre y que en un tiempo relativamente corto te la quitan y te siguen haciendo pagar toda la vida, pasas a ser un neo-esclavo del sistema.

Cuanta razón tenía este señor, que no tenía titulación ninguna y que la única educación era la experiencia y la calle…
Pasaron sólo 6 años de esta conversación , que para ser sincero pase por alto, porque lo creí leyendas urbanas. ¿Cómo una gran institución, que aunque la dirijan dos señores, es capaz de inducirte a cometer semejante error? Claro, estos señores, tienen mucho dinero para aguantar esta crisis, por cierto ¨nuestro dinero.
Un servidor, por ejemplo, se levanta todos los días con la preocupación de si este mes podrá pagar su hipoteca, como tanta gente en España.
Estos señores, sólo 6 años después, están quitando miles de hogares, adjudicándoselas por sólo el 50% y que en 5 años más volverán seguramente a vender a precio de oro.
Por mientras los ¨borregos¨, hemos dejado nuestra vida en esa ¨nuestra casa¨.
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