Salvados #yoyalodije: el Banco de ¿España?

Aprovecho este humilde lugar Santo que es mi blog para comentar algunas partes del programa de Salvados del domingo pasado. Empezaré con la entrevista a Rubén Manso, inspector del Banco de España que empieza con una verdad que los de este mundillo ya conocíamos: la dirección del Banco de España ha sido muy poco seria.
Casi nada, con una afirmación así o se abre un expediente disciplinario al valiente Manso o ruedan cabezas pasadas y presentes de la dirección del supervisor que no quiere supervisar y de los políticos que lo manejan. Ya os adelanto que no pasará nada; estamos en España, no en Japón (que sí saben lo que supone traicionar a los suyos).
Divide la actuación de las entidades financieras en dos:
  1. Las que no han sabido valorar adecuadamente los riesgos, es decir, que han hecho mal su trabajo (o parte de éste).
  2. Las entidades que se han dejado interferir por el poder político. Las cajas de ahorro.
Malos o peores, diría yo. Resulta que en la dirección del Banco de España hay políticos (mal vamos) que se supone han de fiscalizar a otros políticos que juegan con entidades financieras. Mal resultado sin necesidad de jugar el partido, pronosticaría cualquiera (que no fuera de esos políticos, claro).
El Sr. Mansó deja caer la posibilidad (por decir algo) de financiación ilegal de partidos y particulares de las cajas y la inutilidad de los políticos que tomaban decisiones en ella. Una perla que cualquier país civilizado investigaría con todo el peso de la Ley. Ya, estamos en España, donde a los banqueros hay que tenerles una paciencia infinita, ¿o no?
«Las cajas han sido un juguete magnífico» de los políticos. Penoso.
Políticos regionales controlan a un Gobernador del Banco de España, ideal para un supervisor.
Lo triste de todo lo que el gran Jordi Evole y su equipo (y laSexta) está destapando sobre el sistema financiero es que cualquiera que se documentara mínimamente lo sabía.  Situaciones y actuaciones que pueden llegar a ser delictivas, amparadas por un sistema que encima culpabiliza y castiga a los que menos tienen. ¿Hasta cuándo? Hasta que digamos basta, que el ciudadano, votante, consumidor y contribuyente manda, pero muchas veces no lo sabe, otras no lo quiere saber y en ocasiones no le importa. Pero decidimos, cada uno de nosotros con nuestras actuaciones. Otra cosa es que sea más cómodo darle la culpa a los del Bilderberg, claro.
Os dejo la entrevista en cuestión:
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