Educación financiera: entre la necesidad y la utopía
- Fernando Gomá, Notario y patrono de la Fundación ¿Hay Derecho?
- Julio Gil. Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones. Jefe de División Relaciones Clientela Bancaria. Banco de España
- Ismael Sanz Labrador, Director del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte)
- Pau A. Monserrat, Economista de iAhorro.com
- Matilde Cuena, Profesora Titular (acreditada a Catedrática) de Derecho Civil de la Universidad Complutense de Madrid y patrono de la Fundación ¿Hay Derecho?
- Filtrar los medios online que encuentra, en función de su calidad e independencia.
- Poder personalizar ese conocimiento y aplicarlos a su caso particular. El conocimiento financiero en general no basta para tomar decisiones inteligentes de contratación; hay que saber aplicarlo a nuestra situación personal.
Hasta la revolución de los medios online, los que mayor información financiera atesoraban eran los bancos y demás instituciones financieras. A estas organizaciones no les interesaba (y sospecho que les sigue sin interesar) ofrecer este conocimiento a sus clientes, para perpetuar así la asimetría informativa que reina en el sector.
La CNMV y el Banco de España, por su parte, han hecho encomiables esfuerzos en los últimos años en materia de difusión de la cultura financiera, pero hay mucho que decir de su independencia del sector bancario. La excelente guía de hipotecas del Banco de España, por ejemplo, pasa de puntillas sobre temas espinosos como la dación en pago o las cláusulas suelo.
Un nuevo difusor de la cultura financiera prolifera en la Red, la de los expertos independientes. Cuanto menos, expertos transparentes que no esconden los intereses económicos que hay detrás de su trabajo.
Finalmente, en España sigue sin existir un servicio profesional generalizado de asesoramiento financiero básico, que permita a un cliente que quiere un préstamo hipotecario contratar los servicios profesionales del experto para analizar las condiciones de su préstamo hipotecario, por ejemplo, a un precio competitivo. Esta figura, si el cliente aprende qué el asesoramiento personal es mucho más barato que la fe ciega en el banco, tal vez se generalice en un futuro no muy lejano.
Os esperamos en la charla, si os apetece.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!