Así es! Como comentan mis colegas, tanto los bancos como las notarías han relentizado su trabajo entre otras cosas porque han reducido en su gran mayoría la cantidad de empleados o trabajan por turno para evitar aglomeraciones.
En cuanto a la atención al público, la mayoría está atendiendo con cita previa, justamente con la misma intención, evitar muchas personas juntas y con las precauciones sanitarias necesarias.
En cuanto al análisis de los bancos, estos siguen recibiendo los expedientes y dando respuesta, pero con la ralentización normal para estos días, si en algunos casos tardaban una semana en dar una respuesta tal vez ahora tarden diez días pero respuesta seguimos obteniendo.
Los criterios de aprobación siguen siendo los mismo aunque si nos encontramos con casos de trabajadores afectados por ERTES no puedan pedir esperar a que se pase esta situación transitoria que seguramente no será mas de un mes y de la que todos deseamos salir pronto. No creo yo que vaya a ser un impedimento.
En cuanto a los pasos posteriores que sería la tasación, lo mismo en cuanto a que las empresas tasadoras tramitan la solicitud de tasación pero el tasador persona física que hace la visita a la propiedad están tomando sus recaudos y la dificultad de movilidad que está habiendo, la policía esta controlado las calles y por ejemplo nos arriesgamos a multas por el sólo hecho de salir de casa. Evidentemente un tasador tiene una excusa de estar yendo a realizar su trabajo con las precauciones sanitarias debidas pero no dejan de ser seres sus humanos con su miedos y sus precauciones.
Si llegamos a una firma después de aprobada la operación por el banco y habiendo tasado, nos toca ir al notario, como ya he mencionado nos dejan asistir, pero con cita previa y con el menor numero de asistentes posibles, los notarios solo dejan entrar a quienes firman, si tienen sus asesores, dígase abogado o economista, lo más seguro es que se queda fuera de la sala y se les hace preguntas telefónicas o asistencia telemática.
Son tiempos difíciles para todo el mundo pero a Dios gracia, tiene tiempo de caducidad.
Luis A. Cabezas Echegoyen, Licenciado en ADE y gestor administrativo.
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