Conseguir una hipoteca siendo autónomo

España es un país con más de tres millones de trabajadores autónomos, un gran y complicado colectivo en el que sacar un negocio adelante no es siempre tarea fácil. Por otra parte, la distinta legislación laboral que afecta a un trabajador por cuenta propia (autónomo) y a uno que trabaja por cuenta ajena (asalariado), tampoco ayuda, ya que ha creado una brecha en cuanto a derechos laborales y sociales.

Veremos con el tiempo si los distintos gobiernos de turno son capaces de armonizar esta dicotomía laboral tan profundamente instaurada en nuestro país. Veamos cómo conseguir una hipoteca siendo autónomo.

Autónomo: la estabilidad y la solvencia

En la búsqueda de una hipoteca siendo autónomo hay de demostrar solvencia y estabilidad ante el banco, algo que para un autónomo resulta más complicado que para otros colectivos, sean trabajadores indefinidos, sean funcionarios de carrera; ahora explicaremos el por qué.

3 claves para firmar una hipoteca siendo autónomo

Cuando un banco aprueba un crédito o préstamo hipotecario, lo hace en base a unos parámetros concretos para así asegurarse la solvencia del deudor y el cobro de las mensualidades de la hipoteca.

En el caso de un asalariado no hay mucha tela que cortar: se calculan sus ingresos fijos en base a su nómina, se retraen (de haberlos) otros créditos, y si la cantidad resultante cumple los porcentajes de endeudamiento, se concede la hipoteca. Esto es, a grandes rasgos, cómo funciona para un trabajador por cuenta ajena.

En cambio, el trabajador autónomo se encuentra con que a la hora de calcular su capacidad de reembolso, no puede asegurar una cantidad fija de ingresos mensuales. O al menos, no en la gran mayoría de casos. Esto conlleva que el análisis de riesgos de que tiene que hacer el banco para aprobar una hipoteca funcionarios sea algo más complejo.

En relación a la financiación empresarial, muchas veces es mejor acudir a mediadores de crédito especializados, como el equipo seleccionado por Futur Finances.

¿En qué se fijará entonces el banco a la hora de analizar el expediente hipotecario de un autónomo?

  1. Antigüedad: cuánto más años llevemos ejerciendo con éxito nuestra actividad, más confianza de estabilidad y continuidad generaremos ante el banco. Podríamos hablar de 2 años de actividad mínimo para que la hipoteca pueda ser aprobada, aunque esta cifra ya depende de cada banco y de la situación concreta de cada cliente.
  2. Nivel de ingresos: ya sabemos que los bancos no quieren dar hipotecas cuya cuota mensual supere el 35% de los ingresos del solicitante. Ya que al ser autónomos no tenemos ingresos fijos, cuánto más elevados sean estos, tanto mejor. Ser autónomo no significa ir apurado, hay muchísimos profesionales cuyos negocios generan pingues beneficios, así que el importe de estos es muy importante a la hora de ser evaluados por el departamento de riesgos de un banco. En otras palabras: la actividad empresarial tiene que ir viento en popa y con buena proyección de futuro.
  3. Tipo de actividad profesional: este tema se ha vuelto especialmente peliagudo a raíz de la pandemia por el Covid-19. Y es que algunas actividades que hasta hace poco eran boyantes negocios, se han ido al traste con la pandemia y las restricciones. Tenemos claros ejemplos dentro del mundo del turismo, el ocio y la restauración. Por el contrario, hay actividades que han visto crecer su cifra de negocio durante la pandemia: farmacéuticas, alimentación, sanidad, distribuidoras, etc. Otros aspectos, como el masivo encarecimiento de la electricidad, pueden dar un gran impulso a las empresas instaladoras de energías alternativas, como la solar o eólica, por ejemplo. Así que la proyección de futuro de nuestra actividad empresarial es vital para el banco, aspecto que mirarán con lupa.

Documentación que deberemos aportar al banco

Tal y como venimos comentando, el banco nos requerirá una serie de documentación para analizar y discernir nuestra capacidad crediticia y de solvencia. La documentación que nos pedirá cualquier banco al ser autónomos será más o menos la siguiente:

  1. Últimas declaraciones de la Renta.
  2. Modelos trimestrales de IVA, IRPF y resumen anual de diversos ejercicios.
  3. Vida laboral actualizada.
  4. Recibos al corriente de pago de préstamos que podamos tener vigentes.
  5. Imprescindible, preparar un detallado dossier de nuestra actividad empresarial puede facilitar a los analistas de riesgos del banco el evaluar la solidez de nuestra actividad como autónomos. No existe, a día de hoy, ninguna entidad bancaria especializada en hipotecas para autónomos, y es complicado que eso ocurra dada la enorme disparidad dentro de este colectivo. Eso sí, en cualquier banco con interés en comercializar hipotecas podemos conseguir una, siempre y cuándo, tal y cómo hemos explicado antes, los números acompañen.

Por otra parte, no debemos cegarnos por la aprobación de una hipoteca, sino más bien por la aprobación de una buena hipoteca, con unas condiciones que nos sean realmente favorables. Firmar a cualquier precio (literalmente), nos saldrá muy caro. Así que si pasamos el primer filtro, nos toca negociar las condiciones de la hipoteca, tanto en el tipo de interés, como en las vinculaciones en el caso de haberlas. Si no tenemos claro lo que firmamos lo podemos estar pagando durante muchos años, así que antes de nada, información y formación.

Y si hace falta, recurrir a un bróker hipotecario experto para que negocie nuestra operación también puede ayudarnos mucho a que nuestro expediente salga adelante.

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