El Govern Balear edita cada mes un breve informe sobre la coyuntura de nuestras islas, llamado “El moment econòmic de les Illes Balears”.
Malas cifras las de este informe de abril, se miren por donde se miren y digan lo que digan los políticos.
El escenario económico no da ninguna alegría. Por sectores de actividad:
1.- Sector de la industria y la energía:
Los indicadores nos dan una bajada generalizada respecto del mismo periodo del año anterior.
El IPI (Indice de Producción Industrial), que intenta medir la evolución mensual de la actividad industrial, cae en Balears un -24,7% respecto a febrero de 2008 caída ligeramente superior al total de la industria española (-23,9%).
Y mientras la actividad industrial se contrae, los responsables de esta comunidad siguen sin aplicar un plan industrial de choque que evite el desmantelamiento de esta rama de actividad.
2.- Construcción:
Malos datos para esta actividad, motor del crecimiento desordenado que han experimentado estas islas en los años de aparente bonanza económica anteriores.
Los datos sobre la oferta son pésimos, por ejemplo si nos fijamos en el consumo aparente de cemento (esta variable sufre una caída del -23% de enero a agosto de 2008) o en el número de proyectos visados de viviendas (-64% de variación interanual).
Por el lado de la demanda de viviendas también se nota un rotundo fracaso (el precio de la vivienda según el INE cae un -6,3% en el cuarto trimestre del año pasado). El número de hipotecas constituidas cae a la mitad.
26 empresas de la construcción han presentado un concurso de acreedores en el año 2008. Nada más y nada menos.
3.- Turismo:
Nuestro motor económico principal también sufre los estragos de la crisis.
Durante febrero las pernoctaciones han disminuido un -22,1% respecto al mismo mes de 2008.
Hay algún buen dato, hay que decirlo, como puede ser el incremento de un 9,4% del gasto total por turista (llegando a ser el gasto diario de cada turista de 106€).
El número de pasajeros llegados a las Illes Balears en febrero ha sido de 610.000 personas. Se nota una caída muy intensa del colectivo de turistas británicos, superior a la de nacionales y alemanes. El número de pasajeros llegado por vía área baja un -13,7% respecto a febrero de 2008 y los llegados por vía marítima caen un -18,5%.
Tendremos que esperar a la temporada alta para evaluar en su total magnitud el efecto que la crisis tendrá en el sector turístico. Crucemos los dedos.
En cuanto al paro, indicador dramático de los efectos de la crisis, decir que en marzo 75.153 personas se han apuntado al desempleo. Un incremento respecto a febrero, dato alarmante que rompe la pauta histórica, ya que lo normal siempre ha sido que en marzo haya menos parados que en febrero (por efecto de la actividad turística).
La variación interanual de los parados registrados en marzo alcanza un aumento del 66,3%. Hay un 66,3% de parados más en total anual. Este dato escalofriante nos da una idea de la cruda realidad de la coyuntura económica actual. Deseo que la temporada alta nos depare una tasa de paro mucho mejor, ya que en cada parado hay una familia que se enfrenta a una situación complicada, y mucho peor en el caso de la gente que ni siquiera tiene derecho a paro y no encuentra trabajo (y éstos tendríamos que añadirlos a los 75.153 parados de marzo).
Para terminar y no aburrir en exceso al lector, comentar que en febrero la tasa de variación interanual del IPC de les Illes Balears ha sido de 0,8%, cuando hace un año era del 4,0%. Una caída en la evolución de los precios de consumo que sitúa la variación anual estimada en el dato más bajo de los últimos 50 años.
Una nota de esperanza: estamos sufriendo ahora los efectos más devastadores de la crisis. Tal vez el año que viene por estas fechas podamos estar analizando cifras un poco menos malas.
Esperemos al menos que sea así.
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