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Desgraciadamente los compañeros de Gurusblog han decidido, desconozco los motivos, cerrar su web y dejar los contenidos en el mundo de los recuerdos. Por suerte, tenemos herramientas como web.archive.org para poder leer contenidos que han desparecido del mundo online original.

En este artículo recupero dos artículos publicados en Gurusblog en su día (enero y febrero de 2010) y que me dio a conocer al equipo de Salvados en su día, lo que me proporcionó la gran oportunidad de ofrecer mi visión crítica sobre la banca en 2012 y 2013.

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De vez en cuando resulta interesante recordar las apariciones que uno ha tenido en los medios de comunicación que, de alguna forma, han sido claves. Sin duda alguna, mi primera aparición en el programa Salvados de laSexta en enero de 2012 y un año después marcan un antes y después en mis apariciones en medios.
Más allá de un simple ejercicio de ego, cuyo sentido tiende a la nulidad, recordar estas apariciones nos ayuda a poner en valor lo que hemos hecho. Y explicar a la opinión pública los desmanes de algunos cajeros y banqueros ha ayudado a cambiar muchas cosas. Entre ellas, a que seamos clientes exigentes y no meros súbditos de los bancos.

Salvados: El cliente perfecto
Recordando el tweet que el gran Jordi Évole dedicó a mi libro ‘La banca culpable‘ en los primeros meses de su publicación.
Si no lo has leído, te invito a leer gratuitamente las primeras páginas, por si te puede interesar comprarlo después.
A Jordi le regalamos uno el día que grabamos juntos el programa ‘El cliente perfecto‘.

Acabo de encontrar algunos fragmentos de mi primera aparición en el magnífico programa Salvados.

Lo que se dice en la entrevista con Jordi Évole no descubre nada a los que ya conocíamos el mundillo bancario. Por desgracia, el gran público no era consciente de esta nefasta realidad comercial imperante en la mayoría de sucursales de los bancos en España.
Y de estas malas prácticas bancarias, hemos acabado con deshaucios dramáticos y sin sentido social ni económico o ahorros diezmados por las participaciones preferentes. Y en lugar de salvar a los clientes engañados o mal informados, se salva a los bancos. Bancos Salvados, lo que hay que ver.
Para ascender hay que vender. No ser un buen asesor (lo cual no significa que algunos buenos asesores también sepan vender y asciendan de forma adecuada):


Y el cierre del Banco Salvados, que pese a que publicita que “no le vamos a hacer perder dinero”, no lo mantiene. ¿No os suena a las comisiones que se están inventando los bancos en la actualidad?


Si bien se ha hablado mucho de las participaciones preferentes y su inadecuada comercialización, no es menos cierto que la estafa al cliente conservador sigue vigente. Los procesos de arbitraje son una forma de resolver casos determinados, pero no una solución general. Esperemos a ver el número de casos solucionados y el número de afectados que siguen sin obtener una respuesta satisfactoria de los poderes políticos.
Por otra parte, si los culpables no responden ante la Justicia, el Estado de Derecho no podrá jamás volver a llamarse así. Y sospecho que de eso se trata, de que el nombre quede muy bien y la realidad sea que los poderosos no responden ante las leyes que el pueblo sí tiene que acatar. Al menos hasta que les dejemos, que el ciudadano tiene mucho más poder del que ejerce, empezando por el voto. Los partidos que permiten que pase lo que pasa, responsables de que la normativa hipotecaria, el banco de España o la CNMV funcionen como funcionan, han de sufrir un batacazo en las urnas. O todo seguirá igual.
Mi aportación a esta injusticia financiera es divulgarla en los medios de masas, no mucho, pero algo. Os dejo el trozo de El Hormiguero, a partir del minuto 8:20, en el que aparezco yo explicado como se debe vender una participación preferente y como no:

 

Este domingo 17 de febrero de 2013 vuelvo a tener el inmenso honor de participar en el programa Salvados, dirigido por Jordi Évole y su genial equipo de “El Terrat”, titulado “El cliente perfecto
En el programa opino sobre una serie de temas muy relacionados con mi primer libroLa banca culpable“, entre los que destacaría:
La importancia de leer y entender todos los contratos que firmamos, sea el de una tarjeta de crédito o bien la trascendental escritura de préstamo hipotecario. No puede quedar un párrafo de la letra pequeña sin haber revisado concienzudamente.
Por otra parte, hay que adquirir la cultura financiera básica que nos permita diferenciar entre un depósito a plazo fijo y una obligación subordinada o una participación preferente. Lo que nos diga el director del banco puede ayudarnos, pero también confundirnos.
Vital es que sepamos negociar con el banco las comisiones que nos cobran, muchas veces injustas y otras desproporcionadas.
En cuanto a firmar una hipoteca, espero que sea la última vez que un cliente lo hace sin haberse leído previamente y con tranquilidad la escritura de préstamo hipotecario completa, sea el titular principal o el avalista hipotecario. Pese a que el banco está obligado a conceder hipotecas de forma responsable, la cruda realidad es que hay financiación que nunca se debería haber prestado y cláusulas abusivas que jamás deberíamos haber firmado.
El cliente perfecto es el que se informa, forma, analiza los productos y compara sus características. Lo contrario es un billete a la ruina.
Aprovecho este humilde lugar Santo que es mi blog para comentar algunas partes del programa de Salvados del domingo pasado. Empezaré con la entrevista a Rubén Manso, inspector del Banco de España que empieza con una verdad que los de este mundillo ya conocíamos: la dirección del Banco de España ha sido muy poco seria.
Casi nada, con una afirmación así o se abre un expediente disciplinario al valiente Manso o ruedan cabezas pasadas y presentes de la dirección del supervisor que no quiere supervisar y de los políticos que lo manejan. Ya os adelanto que no pasará nada; estamos en España, no en Japón (que sí saben lo que supone traicionar a los suyos).
Divide la actuación de las entidades financieras en dos:
  1. Las que no han sabido valorar adecuadamente los riesgos, es decir, que han hecho mal su trabajo (o parte de éste).
  2. Las entidades que se han dejado interferir por el poder político. Las cajas de ahorro.
Malos o peores, diría yo. Resulta que en la dirección del Banco de España hay políticos (mal vamos) que se supone han de fiscalizar a otros políticos que juegan con entidades financieras. Mal resultado sin necesidad de jugar el partido, pronosticaría cualquiera (que no fuera de esos políticos, claro).
El Sr. Mansó deja caer la posibilidad (por decir algo) de financiación ilegal de partidos y particulares de las cajas y la inutilidad de los políticos que tomaban decisiones en ella. Una perla que cualquier país civilizado investigaría con todo el peso de la Ley. Ya, estamos en España, donde a los banqueros hay que tenerles una paciencia infinita, ¿o no?
Las cajas han sido un juguete magnífico” de los políticos. Penoso.
Políticos regionales controlan a un Gobernador del Banco de España, ideal para un supervisor.
Lo triste de todo lo que el gran Jordi Evole y su equipo (y laSexta) está destapando sobre el sistema financiero es que cualquiera que se documentara mínimamente lo sabía.  Situaciones y actuaciones que pueden llegar a ser delictivas, amparadas por un sistema que encima culpabiliza y castiga a los que menos tienen. ¿Hasta cuándo? Hasta que digamos basta, que el ciudadano, votante, consumidor y contribuyente manda, pero muchas veces no lo sabe, otras no lo quiere saber y en ocasiones no le importa. Pero decidimos, cada uno de nosotros con nuestras actuaciones. Otra cosa es que sea más cómodo darle la culpa a los del Bilderberg, claro.
Os dejo la entrevista en cuestión:

El equipo de Salvados se merece toda mi admiración y cariño; además de darme en su momento la oportunidad de dar mi opinión sobre la banca comercial y su lamentable enfoque en cuanto a los intereses de sus clientes, pude ser votado entre los grandes para volver a aparecer (no gané, como es normal) y ahora incluyen un fragmento en la presentación de la nueva temporada:

¿Qué puedo decir?

Gracias Jordi Évole y equipo, muchas gracias.

Como ya sabréis, tuve la oportunidad de aparecer en el programa de Salvados ¿qué hago con mi dinero?, opinando sobre la realidad de la banca comercial en nuestro país.

Si algún mensaje quise que quedara claro, es que los bancos no asesoran, venden.

Es un verdadero honor (y humildemente añadiría inmerecido) que el programa haya decidido incluirme entre las personas que los usuarios pueden votar para volver a  aparecer en el programa, junto a profesionales y personas del nivel de Gay de Liébana, Santiago Niño Becerra, Germà Bel o Paco Álvarez.

En palabras de Salvados:

Esta temporada en el programa hemos podido conocer a gente que nos ha ayudado a aprender y entender cosas que sin ellos no hubiésemos podido comprender. Quedan tres programas para acabar la temporada y os proponemos que nos ayudéis a escoger quién, de estos personajes, os gustaría volver a ver en el último Salvados de la temporada.

¡A votar!

Pinchando en la imagen o desde este mismo enlace podréis votar a quién os apetezca volver a ver. Una genial iniciativa para saber las preferencias de los asiduos de este programa de referencia.

José Luis Sampedro Sáez es un hombre sabio; no hace falta ser un sabio para reconocerlo, ya que este tipo de personas se hacen notar por el mero hecho de trasmitir libremente sus ideas.
La entrevista que Jordi Évole le realizó en el programa de Salvados “¿Qué hago con mi dinero?” no tiene desperdicio. Para un mindundi de la economía como un servidor es un inmerecido honor haber compartido programa con este economista veterano.
Antes de seguir alabando a este sabio, una reflexión crítica, que no van a ser todo flores. Las personas mayores son una importante fuente de respeto e inspiración; más allá de su formación académica o laboral, los años enseñan. Escucharía durante horas a un sabio o sabia de la tercera edad, ya que no hay desperdicio en lo que cuentan y en lo que callan. Si tuviera que destacar algún rasgo de este colectivo de veteranos de la vida, sería el de la humildad.
Saber que uno ha disfrutado o padecido la mayor parte de su vida, sin duda, ofrece un punto de vista inigualable. No sólo por el conocimiento y experiencias vividas, sino también por notar que cada vez queda menos tiempo que pasar en este mundo, a la espera de la transcendencia. El científico siempre determina el resultado del experimento, en base a la realidad en que se encuentra confinado. Podría intentar recordar lo que me contaron en física, pero no creo que haga falta para entender lo que quiero decir: un ser de tres dimensiones puede intentar “sentir” como uno de cuatro, pero sus experimentos en uno y otro plano dependerán de su propia realidad dimensional.
Todo esta perorata seudocientífica viene a colación de la siguiente afirmación: una persona sabia no tiene el porqué acertar en sus conclusiones, a pesar de que tanto su conocimiento como su análisis sean acertados. El experimento depende del experimentador. Si a un experto le quedan menos años para abandonar el plano terrenal y adentrarse en las brumas del nuevo mundo, su punto de vista determina su resultado experimental. Para Sampedro el capitalismo está agotado y al preguntarle por lo que nos viene encima nos recomienda el estoicismo, la aceptación de la fatalidad.
Al estar ambos en diferentes dimensiones, es lógico que lleguemos a conclusiones diferentes. Desde mi punto de vista el capitalismo no existe ya, estamos en un momento de transición a algo diferente. Podemos y debemos actuar, para defender nuestro bienestar; sin embargo, no olvidemos que el bienestar de los países occidentales se sustentaba en el mal estar de los menos favorecidos. Entre otras cosas, lo que está pasando en la economía mundial es una transferencia de riqueza de unos países a otros, de Europa y EE.UU. a China, Brasil o la India.
La economía trata de los recursos, que son escasos. Si China produce lo mismo que nosotros o mejor a menor coste, nos ha ganado la partida en este tipo de producción. Lo que tenemos que ser capaces es de crear otro tipo de bienes y servicios que los chinos no sepan o no puedan realizar. Titánica tarea, sin duda. Pero ¿quién dijo que gestionar recursos escasos era una cosa sencilla?
A los que estadísticamente nos quedan más años en este valle de lagrimas las conclusiones a los experimentos suelen ser “optimistas” o, cuando menos, una llamada a la acción. Escuchad con atención y respeto a Sampedro, el sabio de la tribu. Pero no olvidéis que los jóvenes de la tribu han de salir cada día a cazar mamuts.