Depósitos y Letras del Tesoro

Las Letras del Tesoro son valores de Deuda Pública a corto plazo. Este tipo de activos de renta fija se crearon en 1987 y sólo están representados por anotaciones en cuenta. El importe mínimo de compra es de 1.000 euros, siendo las cantidades superiores múltiplos de este valor. Se adquieren mediante subasta, y el interés se cobra al final del periodo, al ser emitidas al descuento. Los 1.000 euros que compramos en letras se nos entregan al terminar el plazo, pero el valor de compra es menor (y la diferencia es nuestra rentabilidad).

Si bien no es un producto de inversión demasiado conocido por el público en general, un particular puede contratar Letras acudiendo directamente al Banco de España, desde la web del Tesoro Público mediante firma digital, o con la mediación de su banco habitual, abriendo una cuenta de valores.

Rentabilidad de las Letras del Tesoro

La rentabilidad de la última subasta de Letras (tipo de interés medio) ha sido:

  • Letras a 3 meses: -0,462%.
  • Letras a 6 meses: -0,421%.
  • Letras a 9 meses: -0,378%%.
  • Letras a 12 meses: -0,333%.

Por otra parte, los depósitos a plazo fijo son un producto financiero ofrecido por bancos y cajas de ahorro, a través del cual paralizamos un dinero en la imposición a plazo fijo (IPF) durante un plazo, a cambio de un interés. Este tipo de interés puede ser al vencimiento (se nos paga al finalizar la IPF junto al capital), por anticipado (se nos pagan los intereses al inicio de la imposición y el capital al final del plazo) o intereses periódicos, en que cada mes o periodo se nos abonan intereses.

Rentabilidad de los depósitos a plazo

Dependiendo del depósito, se nos puede establecer un mínimo de inversión, y también un máximo. Normalmente a más cantidad invertida y plazo más largo, más rentabilidad podemos obtener del banco. Cada entidad financiera ofrece diferentes opciones, en plazo, forma de abono de intereses y rentabilidad. Para hacernos una idea del mercado, la gran mayotía de depósitos apenas superan el 0%.

Perfil del inversor

Tanto las Letras del Tesoro como los depósitos estarían indicados para un inversor prudente que quisiera obtener una rentabilidad sin apenas riesgo. Al tener un coste de mantenimiento de la cuenta de valores, es más rentable adquirir Letras del Tesoro directamente, sin pasar por el banco. Para los clientes de cierta edad o bajos conocimientos financieros, no  es sencillo contratar de esta forma. Además suelen preferir productos conocidos y recomendados por su entidad financiera, como las IPF.

Riesgos

Las Letras del Tesoro están garantizadas por el Estado.

Los depósitos a plazo están garantizados en un primer momento por la entidad financiera que los comercializa y, en caso de quiebra de ésta, por el Fondo de Garantía de Depósitos (con un máximo actual de 100.000 euros por persona y entidad). En caso de quiebra del Estado, seguramente los problemas se trasladarían a la garantía comentada.

Podríamos decir que las Letras gozan de una garantía adicional, y no se limitan a los primeros 100.000 euros.

Liquidez

Las Letras no se pueden cobrar hasta su vencimiento, si bien es cierto que hay un mercado secundario donde acudir. El problema es que cotizan como de forma similar a una acción, y podría ser que si tuviéramos que vender antes nos dieran menos dinero del invertido.

Los depósitos pueden ser cancelados antes de su vencimiento; algunos no tienen coste de cancelación, si bien la mayoría nos penaliza de alguna forma. En todo caso, si creemos que podemos necesitar el dinero antes del plazo pactado, son mejores las IPF que las Letras.

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