Esta materia prima es un interesante refugio de inversión en esta turbulenta época de vaivenes del mercado.

En lo que llevamos de año el oro se ha apreciado un nada despreciable 15%. El valor de este metal no depende de las cotizaciones de las acciones, de las divisas ni de otros productos, por lo que se mantiene estable en tiempos de crisis.

Para poder invertir en este producto, los que no tenemos una caja fuerte y seguridad suficiente, podemos acudir a productos de inversión que indirectamente dependen del valor del oro:

1.- Compra de monedas de oro.
2.-Compra de acciones de una empresa minera.
3.- Certificados de depósito, emitidos por bancos especializados que garantizan la propiedad del oro (sin tener que poseerlo físicamente).
4.- Fondos de inversión que invierten en acciones de empresas dedicadas a la extracción de este metal.
5.- ETF, o Fondos cotizados. Algunos invierten directamente en el metal mismo.
6.- Futuros sobre oro.

En definitiva, hay bastantes opciones para invertir en Oro, al gusto y conocimiento del consumidor.

Las más sencillas y al alcance de cualquier inversor (un servidor tiene invertido una pequeña parte de su capital en estos productos) son los Fondos de Inversión y los ETF (desde la misma web del Bankinter, por ejemplo, uno puede contratar fácilmente estos productos, sin necesidad de moverse de su sillón).

Esperemos que los expertos que cita el artículo se equivoquen, porque veo un año apocalíptico si se cumplen estas previsiones.

El Euribor ha terminado mayo en un 4,994% de media mensual.

Sergio Fernández (director de inversiones de American Express), Xavier Segura (jefe del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya) y Ángel Laborda (director de coyuntura de Funcas) pronostican un Euribor cercano al 5% para todo el año 2008.

David Cano (Analistas Financieros Internacionales) es ligeramente más optimista, estimando que el euribor va a acercarse “muy poco a poco” al valor de 4,2%, aunque tal vez a partir del próximo año.

Fundamentalmente estas expectativas se basan:

1.- Que el BCE no bajará tipos debido a la inflación alta, acentuada por el alto precio del barril de petróleo.
2.- Un escenario de desaceleración económica menos brusco de lo previsto.
3.- La desconfianza entre bancos.

Vemos que estas previsiones pesimistas chocan con las estimaciones de los expertos a principio de año, que vaticinaban un Euribor al 4%.

Si aciertan los agoreros, la crisis inmobiliaria va a durar bastante más de lo esperado.