Cierre de oficinas bancarias y sus efectos

El efecto del cierre de oficinas bancarias en las PIMEs es significativamente desfavorable según el nuevo estudio del doctor en economía de la UIB Alfredo Martín. La desaparición de estas oficinas supone una reducción del 20% del crédito disponible para los clientes existentes en ese municipio.

No solo eso, si no que el estudio también encuentra evidencia empírica de las posibilidades reducidas de supervivencia de las PIMEs de la región afectada. Además, de unos efectos negativos considerables en la inversión y emprendimiento, el empleo y la productividad.

El cierre de oficinas bancarias en España

Durante los últimos años, las sucursales bancarias en España se han reducido a prácticamente casi a la mitad. El cierre ha dejado a muchas localidades con pocas o ninguna oficina y por ende con reducidas opciones de financiación. El estudio anterior reconoce que la información contable es vital para el banco a la hora de evaluar la concesión de préstamos. Sin embargo, los autores resaltan el conocimiento “informal” sobre las PIMEs locales y sus gestores. El director del banco de un pueblo conoce mejor a los gestores de las empresas y el mercado local.

Por este motivo, si los municipios pierden las sucursales bancarias, también se pierde esa información “informal” del mercado local y sus agentes. La banca online ciertamente ofrece la concesión de préstamos. No obstante, ese servicio no es sustitutivo al que ofrece una oficina bancaria. Pues la única fuente de información que tendrá el banco para valorar la concesión del préstamo son las cuentas contables de la PIME o un proyecto de empresa que sea profesional y convincente.

Escasa digitalización e información contable sofisticada

Las grandes empresas no tienen tantos problemas para proporcionar información y obtener financiación. Sin embargo, es notorio que muchas PIMEs en municipios no tienen un alto grado de digitalización y que los agentes de esos mercados locales y regionales no tengan destreza financiera suficiente para las necesidades de su pequeño negocio. Esto es el ejemplo de una panadería, el bar de la plaza del pueblo, etc. Bajo este pretexto, se exigirá un detalle contable y unos estados financieros más sofisticados para que la concesión del crédito sea considerada y justificada.

Las consecuencias del cierre de sucursales bancarias en algunos municipios no solo tiene un efecto negativo en el nivel de crédito concedido (-20%), sino que también en la inversión, el empleo y la actividad económica local. Según han observado los autores, esta reducción de la actividad económica y empresarial desencadena un proceso de despoblación en esos municipios.

El cierre de oficinas bancarias en Baleares

Las Islas Baleares se encuentran en el TOP 10 de las provincias españolas con mayor reducción de oficinas bancarias entre el 2008 y el 2017 según un informe elaborado con datos del INE y del Banco de España. En concreto, las islas han perdido 429 sucursales, lo que supone un 34% menos que antes de la crisis financiera.

En enero de este año Caixabank cerró su mítica sucursal de la confluencia entre las calles Sant Miquel y Avenidas de Palma. Muchos de los cierres son consecuencia de la fusión y reestructuración de algunas entidades bancarias. La adquisición de Sa Nostra por parte de Caixabank supuso una duplicidad de oficinas en muchos municipios así que se decidió cerrar muchas de ellas. La dinámica de cierres, lejos de acabar, ha continuado durante el 2022.

Además, Palma ha sido la comunidad con más cierres de oficinas bancarias en 2022 respecto al año anterior con 28 cierres. Sin embargo, la situación del pueblo de Sant Llorenç des Cardassar es más preocupante. Sant Llorenç se suma a la lista de pueblos de Baleares sin ninguna oficina después de perder 6 sucursales en el 2022. Solamente son 10 los municipios que no han perdido ninguna oficina bancaria respecto al 2021 y en ningún pueblo se ha beneficiado de la apertura de alguna oficina bancaria nueva.

Efectos del cierre de oficinas bancarias en los municipios

El impacto inmediato y directamente visible que vimos cuando empezó la cascada de cierres de sucursales estaba relacionado con el acceso a la liquidez. Una población envejecida y una cultura de productos y operaciones financieras online más baja que media son una desventaja importante. Una población con estas características demanda dinero en efectivo, pues es la forma de pago y de operar con la que están más acostumbrados.

El cierre de oficinas y sus cajeros automáticos privó a este sector de la población de su dinero para sus gastos cuotidianos casi obligándoles a emigrar a otros municipios con más acceso al efectivo.

Ahora, con este estudio, podemos cuantificar también el impacto que ha tenido la desaparición de oficinas bancarias en las pequeñas y medianas empresas y los agentes económicos que operaban en esas localidades. Según algunos comentarios, las sucursales bancarias y los bancos son, entonces, males necesarios. Sin embargo, el estudio de Alfredo Martín con sus compañeros investigadores Anna Toldrà Simats, Gabriel Jiménez Zambrano, José Luis Peydró Alcalde y Sergio Vicente Rodríguez ofrecen una visión menos demonizadora de estos. Según sus conclusiones, las sucursales bancarias son un pilar clave para el desarrollo económico de los municipios y de las PIMEs y demás agentes que operan en ellos.