Illes Balears: un desastroso inicio de año

La CAEB acaba de publicar su estudio del segundo trimestre de 2020 de evolución económica de las Illes Balears, así como un correspondiente análisis por sectores.

No cabe duda de que el principal protagonista de este análisis es, desafortunadamente, el Covid-19 y las nefastas consecuencias que el impacto económico de esta pandemia está teniendo en las Baleares.

Tal y cómo apunta el análisis, “la pandemia ha tenido un impacto devastador que ha derivado en una recesión sin precedentes que compromete la viabilidad de muchas empresas y anticipa un aumento de quiebras empresariales, especialmente en aquellos sectores relacionados con trasporte, comercio, intermediación turística, alojamiento, restauración, ocio, cultura y entretenimiento”.

A nivel Europeo, este segundo trimestre de 2020 ha sido igualmente duro, con un descenso del PIB del -14,7% vs -3,2%, del 1º trimestre.

Y aunque esta pandemia está afectando a todo el planeta, destinos turísticos como las Baleares han sufrido de una manera especialmente grave el parón casi absoluto del mercado turístico y de ocio, que solo vio un atisbo de luz hacia finales de junio, cuando se restableció la posibilidad de viajar mediante una prueba piloto con Alemania.

A pesar de las medidas sobre política económica que se están tomando, no se ha podido evitar que, en comparación con el segundo trimestre de 2019, haya operado un menor número de empresas entre abril y junio (-13,1%) y que el número de afiliados haya sido un 13% inferior, cifras ambas realmente preocupantes y que auguran una gran recesión balear bajo la incertidumbre de una posible segunda ola, confinamientos y sin una vacuna o tratamiento realmente eficaz a la vista.

El sector servicios, desplome generalizado

Después de cerrar el mes de marzo con un retroceso que avanzaba que lo peor no había llegado, en el segundo trimestre se ha experimentado una contracción sin precedentes, tanto en términos temporales como sectoriales. Según indica el estudio, “se trata de una caída interanual inédita que supera los peores descensos de la doble recesión de 2008-2012.” Las cifras hablan por sí solas, y es que el índice de la cifra de negocios ha anotado el retroceso mayor de la serie estadística (-55,5% vs -10,3%,1º trim.), una contracción abrumadora que refleja el impacto de la pandemia.

Así mismo, según desgrana este informe, “la afiliación del sector turístico ha sido la más perjudicada (-25,7%vs -4,5%, 1º trim.), principalmente en las ramas de alojamiento (-28,6% vs -10,1%,1º trim.), restauración (-28,3% vs -3,8%, 1º trim.) y agencias de viajes (-22,4% vs -7,2%,1º trim.). En la misma línea, los contratos temporales, característicos del sector, han sufrido una caída histórica en el segundo trimestre (-80,6% vs -16,9%, 1º trim.). Y es que de no ser por las medidas temporales de ajuste de empleo (ERTEs) el impacto sobre la ocupación habría sido mucho mayor, pues el peso de los ERTEs sobre el total de afiliación en Balears es el más alto del conjunto nacional y la mayor parte se concentra en los servicios de alojamiento y de restauración.”

El sector comercial, azotado por la pandemia

La actividad del sector se ha situado en niveles ínfimos, tal y como sugiere el índice del comercio al por menor, que ha sufrido retrocesos significativos el segundo trimestre (-29,3% vs -3,4%,1º trim.). Este sector se ha visto gravemente perjudicado tanto por la reducción del gasto de los no residentes, como la de los residentes, que han visto enormemente mermada, o anulada, su capacidad de gasto.

Si hablamos del sector transportes, observamos, desgraciadamente, la misma tendencia negativa. Sin ir más lejos, el tráfico aéreo de pasaje ha sufrido un retroceso histórico de actividad este segundo trimestre (-98,1% vs -24,3%, 1º trim.)

La industria de las Illes Balears está en un momento realmente delicado ya que abarca los sectores más afectados por la pandemia, que ha visto como en este segundo trimestre experimentaba una contracción del 23,6%, 7 veces superior a la experimentada durante el 1º Trimestre (-3,2%).

La construcción no se libra, pero resiste mejor

El retroceso de la actividad en el sector de la construcción ha sido menos acusado que la de los otros grandes sectores, aunque sus cifras en Baleares no son halagüeñas, con un retroceso de -4,2% durante el 2º Trimestre, en comparación con el -3,3% de enero, febrero y marzo.

En definitiva, si algo deja claro este estudio de la CAEB es el tremendo impacto económico que esta pandemia está representando para las Illes Balears. Un impacto económico superior al de otras regiones dada nuestra dependencia económica al libre trasiego de viajeros.

Los índices de consumo en las islas ha notado el efecto de manera inmediata, reduciendo significativamente el gasto y cambiando los patrones de consumo de los isleños. El colapso laboral sufrido en las Baleares ha disparado la adquisición de bienes de primera necesidad, como alimentación, salud o ropa, dejando en suspenso el gasto en ocio o en bienes secundarios.

Creación de sociedades mercantiles

Según señala el estudio, “la creación de sociedades mercantiles se ha reducido en el segundo trimestre (-44,3% vs -15,8%, 1º trim.), en menor medida que el conjunto nacional (-48,1% vs -13,9%, 1º trim.), al tiempo que se ha intensificado la senda de destrucción de tejido empresarial (-13,1% vs -2,6%, 1º trim.)”.

Es decir, aunque la caída en la creación de mercantiles en las Baleares es ligeramente inferior que la media nacional, el cierre o quiebra de las mismas se ha multiplicado casi por 12 con respecto al 1º trimestre del año, una cifra realmente alarmante que es una perfecta radiografía de la situación económica actual. Desgraciadamente muchas empresas se estan preparando para presentar un concurso de acreedores en los próximos meses y, de forma más intensa, en 2021,

Muy complicado resultará para una comunidad como las Baleares sobrevivir otra temporada más sin turismo, solo una milagrosa vacuna realmente fiable y de rápida aplicación podría garantizar el trasiego de personas imprescindible para los diferentes sectores, en especial el sector turístico, del que somos (éramos) referente europeo.