Las inyecciones de liquidez no sirven para abrir el grifo
Antes de escribir este artículo me he ido a comer en el bar de abajo, de un buen amigo.
Criticando cada uno al partido político de turno, me comenta que un directivo de un banco que suele pasarse a tomar café hablaba abiertamente con un compañero de mesa y con tono alto y claro que el dinero que les está inyectando el Estado (de nuestro bolsillo) no lo van a usar para dar más créditos, sino para tener más reservas para pasar este 2009 de crisis. Mi amigo me lo contaba indignado. Y no es para menos.
Puedo comprender e incluso compartir que los diferentes Estados hayan llegado a un acuerdo no escrito para no dejar quebrar ningún banco. Puedo entender que se instrumenten mecanismos extraordinarios para dotar de reservas de liquidez a la Banca, pero que no se nos venda lo que no es.
La principal misión del mediático plan de rescate del Gobierno se suponía que era: “Impulsar la financiación a empresas y ciudadanos por parte de las entidades financieras”. Al menos eso dice el Real Decreto-Ley 7/2008.
Si van a dejar mi dinero, el de los contribuyentes, a los bancos para que refuercen los balances y no para que fluya por el sistema sanguíneo crediticio, si el dinero que se les inyecta no es para reactivar la concesión de créditos a las familias y empresas, que lo digan. En este caso, que paguen caro el dinero que les dejamos los contribuyentes y que el Estado pueda fiscalizar lo que hacen en sus balances y sus estrategias empresariales. Quién paga manda, dicen en mi tierra.
Leo en Expansión sobre este tema, en un artículo titulado : La banca no utilizará todavía los fondos del rescate para abrir el grifo del crédito
Una de las excusas usadas por la Banca para no abrir el grifo del crédito se sustenta en lo que dice el Banco de España, en su Informe de Estabilidad Financiera: “La falta de liquidez a nivel internacional, acentuada desde mediados de septiembre, dificulta el proceso de recomposición de los balances bancarios, haciéndolo mucho más lento. El plan diseñado por los países de la zona del euro, en coordinación con otras autoridades internacionales, y dentro de las que se inscriben las propuestas del Gobierno español, deberían contribuir a mejorar este proceso”. Y las entidades financieras interpretan: “me quedo el dinero que me ha concedido el Estado por si las cosas empeoran”
El mercado interbancario está dormido también, ya no tanto por la desconfianza entre entidades como por que prefieren guardarse el dinero en sus balances a dejarlo a otros bancos.Es hora de que el Gobierno se deje de pamplinas e instrumente medidas eficaces para el acceso de la economía al crédito que tanto necesita.
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