Pagar gas ruso en rublos

Vladímir Vladímirovich Putin ha amenazado a los países “inamistosos” o “hostiles” con obligarles a pagar el gas ruso en rublos, la moneda de Rusia.

¿Qué sentido tiene esta medida unilateral? ¿Cómo afectará a los intereses de la Unión Europea?

La injustificable invasión rusa de Ucrania está llevando al mundo a un escenario nuevo, al menos en la mente de las generaciones jóvenes occidentales. De creer en un mundo moderno sin guerras, solo enfrentado por decisiones económicas, a hablar abiertamente del riesgo de una guerra mundial o de un desastre nuclear. Además de desabastecimiento, inflación desbocada y otros efectos económicos desconocidos en las últimas décadas de prosperidad (o calma) occidental.

¿Por qué Putin pretende que paguemos el gas ruso en rublos?

Hay varios factores que pueden llevar al presidente de Rusia a poner sobre la mesa esta nueva obligación para los países que no le parecen amistosos, como la Unión Europea, EE.UU o Reino Unido. Básicamente:

  1. Forzar a que el rublo aumente de valor respecto al dólar americano y el euro. Si los países de la UE nos vemos obligados a comprar rublos para pagar el gas, pagando con dólares americanos, la operación supondrá que aumente el valor del rublo por aumento de su demanda.
  2. Si se revalúa el rublo, se combate la inflación desbocada en Rusia.
  3. Al tener Rusia la mitad de sus reservas monetarias bloqueadas, un aumento del valor del rublo supone una mejora del valor del dinero que efectivamente tiene el banco central ruso en su poder.
  4. Dado que hay pocos rublos fuera de Rusia, tener que comprar rublos supone una apertura, de facto, de su aislado sistema financiero.
  5. Dado que la cotización del rublo no es precisamente transparente, pagar en rublos supone un sobrecoste de las materias que se compran, ya que puede fijarse un tipo de cambio por encima de su valor real.

Todas estas medidas de guerra económica rusa tienen su contrapartida a medio plazo: Rusia preferiría tener como reservas dólares o euros a rublos, que no parece desencaminado predecir perderán mucho valor en los próximos tiempos.
Además, la inseguridad jurídica que supone cambiar unilateralmente los contratos firmados por Gazprom constata, aún más, la no idoneidad de tener un socio comercial estratégico como la Rusia de Putin.

¿Qué nos cuesta el gas ruso?

La web del Centre for Research on Energy and Clean Air (Crea) tiene un interesante contador de lo que lleva la UE pagando a Rusia en concepto de energía desde el inicio de la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022 hasta hoy: 18.744 millones de euros (algo menos de 700 millones de euros diarios). 6.457 millones por el petróleo, 11.794 millones por el gas ruso y 493 millones por el carbón.

Tiempos difíciles los que nos han tocado vivir.

 

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