El empresario y presidente del Real Mallorca, Vicenç Grande, presentó ayer un concurso voluntario de acreedores, ante la sorpresa de las entidades bancarias que le ayudaron a expandirse (Sa Nostra, Bancaja, CAM y otras 12 entidades financieras).
Este grupo de empresas ha acumulado una deuda de unos 600-700 millones de euros, que achacan a “la crisis inmobiliaria y residencial”. No acabaré nunca de sorprenderme de los nefastos resultados de empresas con patrimonios tan espectaculares. Acaso a ningún directivo se le ocurre pensar en como pagará sus deudas en caso de un frenazo o crisis económica? (que por otra parte era de esperar, lo único que sorprende es, en todo caso, su virulencia). ¿No estará de moda hacer caja para los malos tiempos?
El concurso de acreedores lo han presentado las 14 sociedades que componen el Grupo.
El Grupo Drac es una amalgama de proyectos empresariales, desde los del sector inmobiliaria, viviendas tuteladas para la tercera edad, , desarrollo y explotación de infraestructuras comerciales i empresariales hasta el sector turístico (2 hoteles rurales y el hotel Sa Torre Hilton Mallorca).
El futuro de sus 160 trabajadores, de sus acreedores y de las empresas que trabajaban para Drac queda en suspenso. Pero además no hay que olvidar a la gente que está comprando alguna de sus viviendas sobre plano. Estos damnificados, que habrán pagado importantes cantidades a cuenta, se encuentran ahora con la posibilidad de perder ese dinero y quedarse sin la anhelada casa en construcción.
Y todos temen el efecto dominó que generará esta suspensión de pagos en los demás agentes económicos de la economía balear. Los pequeños empresarios de la construcción, que Drac subcontrataba, van a ser los primeros afectados.
Y sigue lloviendo sobre mojado.
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