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Damos la bienvenida a Luis García Langa, agente financiero de GVC Gaesco en Palma de Mallorca.

Un profesional cuya capacidad de transmitir conceptos está el nivel de su capacidad asesora.

¿Dónde invierto mi dinero?

En el trabajo de un Agente Financiero esta es la “pregunta del millón” y hoy me gustaría responderla, pero en realidad hay una respuesta para cada persona que lea este post, y tendremos que analizar una serie de variables que para cada uno de nosotros son personales e intransferibles:

  1. Plazo de la inversión: Es un concepto objetivo, podemos calcular el tiempo en el que necesitaremos estos ahorros, siempre teniendo en cuenta que pueden surgir imprevistos. Naturalmente cuanto mayor sea este plazo, mayores opciones tenemos.
  2. Aversión al riesgo: Es un concepto que usamos mucho los agentes financieros y para conocerlo simplemente nos debemos preguntar ¿estoy dispuesto a asumir pérdidas puntuales (o no tan puntuales) a cambio de tener mayores beneficios?, a esta respuesta nadie os puede ayudar, tenéis que conoceros bien y contestarla con total sinceridad. Además, hay otra pregunta relacionada que hay que hacerse ¿estoy dispuesto a asumir que haya productos que dan más beneficios que dónde yo estoy invertido? Son dos preguntas complicadas que no debéis contestar al instante, pero contestándolas bien podréis ver hacia dónde encaminar la inversión
  3. Producto donde invertir: Hay infinidad al alcance de cualquier inversor, depósitos a plazo fijo, letras del tesoro, obligaciones, otra renta fija no tan fija (ojo con las convertibles y las preferentes), acciones de empresas de todo el mundo, fondos de inversión, productos apalancados como futuros u opciones. Lo básico para elegir el producto es analizar muy detenidamente lo que yo considero la Regla de Oro de cualquier inversión: el ratio Rentabilidad/Riesgo. Cuanto mayor beneficio esperado tiene una inversión, mayor riesgo tiene. Esto en resumen, es lo que habréis oído a vuestros padres y abuelos muchas veces: “Nadie da duros a cuatro pesetas”. Esto que parece tan obvio, os puede asegurar que no se tiene siempre en cuenta y ha provocado errores irreparables. Seguro que a muchos nos vendrán numerosos ejemplos a la cabeza. Dudad siempre de promesas de rentabilidades elevadísimas garantizadas. Pero no os confundáis porque, evidentemente, hay oportunidades muy buenas de inversión (personalmente creo que ahora hay acciones en bolsa o con un potencial elevadísimo), pero hay que estudiar y analizar porqué se espera este beneficio y el riesgo que tiene (posible pérdida puntual o final, falta de liquidez…).
  4. Diversificación: Al hablar de diversificación, me refiero a hacerlo en los tres conceptos anteriores:
    • En tiempo: Evidentemente si escalonamos el plazo, tendremos menos posibilidades de tener imprevistos que nos provoquen deshacer una inversión antes de tiempo.
    • En riesgo: A las preguntas sobre la aversión al riesgo, no hay una respuesta para todo el patrimonio, deberíamos tener una parte con la que asumamos más que con otra.
    • Producto: Aún en productos en los que el ratio rentabilidad/riesgo sea similar, el invertir en varios (por ejemplo comprar bolsa americana y también de países emergentes), nos limita el riesgo.

En conclusión, no os he dicho en qué invertir (nadie os lo debería decir), pero espero que tengáis en cuenta las variables que os he dado porque os aseguro que si las tenéis claras, nunca os vais a equivocar.

He tenido la suerte de conocer en persona a Carlos Doblado, Estratega Jefe de Ágora Asesores, en un entorno controlado de incontrolados: el foro impagable de cultura financiera que es el Financial Congress.

De entre todas las personas que he podido conocer en persona por primera vez, dos han llamado profundamente mi atención, y en cierta manera por razones similares:

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He tenido la suerte de conocer en persona a Luis Martín Cabiedes y a su hermano Jose Cabiedes, en mi anterior andadura como responsable de contenidos y de negocio hipotecario en Bankimia, y si algo he aprendido de ellos es que una StartUp es un negocio que debe dar dinero. Lo demás son decoraciones, pero la estructura es la rentabilidad.

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La mejor vacuna para evitar caer en manos de un chiringuito financiero o una estafa piramidal:

No invertir en productos que no entendamos.

Y hay que tener muy claro el binomio riesgo y rentabilidad. Altas rentabilidades implican alto riesgo.

En la CNMV hay abundante información sobre los chiringuitos financieros y la forma de invertir con seguridad.

En esta semana, aparte de un resfriado, hemos pescado para Actibva los siguientes posts:

Algo tan aparentemente simple como comparar dos préstamos personales o dos depósitos a plazo fijo, conlleva un mínimo de formación financiera si no queremos errar la decisión. ¿Verdad que un préstamo al 0% de interés resulta interesante? La respuesta es, depende. Depende que si este tipo de interés es el tipo de interés nominal (TIN) o la tasa anual equivalente (TAE).

Imaginemos que nos ofrecen un préstamo de 12.000 euros al 0% de interés nominal, a devolver en un plazo de 9 meses. Aparentemente un chollo. Nos dejan 12.000 euros y a los 9 meses devolvemos este mismo importe.

Pero nadie da dinero gratis; este préstamo tiene una comisión de apertura del 4%. Traducido, en realidad de los 12.000 euros que le debemos devolver al banco sólo nos da 11.520 euros al inicio (nos descuenta una comisión de apertura del 4%).

Si calculamos la TAE de este préstamo, resulta que incorporando la comisión y anualizando la inversión nos da una TAE del 10,35%. De 0 a 10,35% hay un buen trecho, verdad? También hay que comprender la diferencia entre el interés simple y le compuesto.

Rentabilidad, TIN y TAE: ¿qué variables utilizar para comparar inversiones?

El vishing es una vuelta de tuerca a la estafa, que combina teléfono e internet. Recibimos un SMS de que se ha efectuado una compra con tarjeta de crédito en un establecimiento de nuestra zona a nuestro nombre, por ejemplo. Alarmados, en lugar de buscar el teléfono de la sucursal o de atención al cliente de la entidad, utilizamos el número de teléfono que viene en el mensaje.

Una centralita nos pide nuestro DNI y número de tarjeta para, supuestamente, cancelar la compra efectuada fraudulentamente. Nos quedamos tranquilos y satisfechos de la eficacia de nuestro banco. Pero, en realidad, hemos dado información confidencial a unos estafadores.

La solución pasa por no hacer caso a los SMS que nos solicitan llamar o efectuar alguna otra operación ni dar datos por teléfono. Al igual que nunca hay que hacer click en un enlace que nos lleva supuestamente a la web del banco, tampoco hay que llamar a un teléfono aparentemente del servicio de atención al cliente.

El mundillo financiero está lleno de falsos profetas que nos aseguran que tienen productos financieros exclusivos al alcance de muy pocos, con rentabilidades impresionantes y sin riesgo. A este tipo de inversiones milagro las llamo: Estafas en potencia.

Desde inversiones milagrosas en Forex a capitales privados que invierten en préstamos hipotecarios para clientes con problemas, pasando por un amplio abanico de inversiones exóticas cuyo punto en común es que ofrecen intereses muy altos y nos aseguran que no tienen riesgo.

No diga que no le he avisado: un número muy importante de las empresas que dicen comercializar este tipo de productos financieros son estafadores al estilo Ponzi. Le pagarán los intereses con los fondos que otros inversores crédulos van aportando y un día dejará de recibir sus intereses, intentará reclamar el dinero invertido y se dará cuenta de que la empresa ha desaparecido con sus fondos.

La regla más sencilla para sospechar es que la rentabilidad que le ofrezcan sea similar o superior al 22% anual, la media obtenida por el mejor inversor de la historia, Warren Buffett.

Para los interesados en el tema, os invito a visitar la Guía completa para invertir sobre seguro y evitar estafas que he escrito en nombre de Actibva para el portal financiero de Terra, Invertia.

Antes de nada, aclarar que dudo mucho que Citi quiebre; es, como dicen los glamourosos expertos, too big to fail; es decir, que pase lo que pase es complicado que EE.UU. deje caer al segundo banco del país por activos (el primero es Bank of America).

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Esta materia prima es un interesante refugio de inversión en esta turbulenta época de vaivenes del mercado.

En lo que llevamos de año el oro se ha apreciado un nada despreciable 15%. El valor de este metal no depende de las cotizaciones de las acciones, de las divisas ni de otros productos, por lo que se mantiene estable en tiempos de crisis.

Para poder invertir en este producto, los que no tenemos una caja fuerte y seguridad suficiente, podemos acudir a productos de inversión que indirectamente dependen del valor del oro:

1.- Compra de monedas de oro.
2.-Compra de acciones de una empresa minera.
3.- Certificados de depósito, emitidos por bancos especializados que garantizan la propiedad del oro (sin tener que poseerlo físicamente).
4.- Fondos de inversión que invierten en acciones de empresas dedicadas a la extracción de este metal.
5.- ETF, o Fondos cotizados. Algunos invierten directamente en el metal mismo.
6.- Futuros sobre oro.

En definitiva, hay bastantes opciones para invertir en Oro, al gusto y conocimiento del consumidor.

Las más sencillas y al alcance de cualquier inversor (un servidor tiene invertido una pequeña parte de su capital en estos productos) son los Fondos de Inversión y los ETF (desde la misma web del Bankinter, por ejemplo, uno puede contratar fácilmente estos productos, sin necesidad de moverse de su sillón).