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Como autor del libro ‘La banca culpable‘ tengo algo que decir de Sa Nostra culpable, la ruina de una caja de ahorros de referencia en Illes Balears.

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Muchos son los errores cometidos por la banca antes y durante la crisis económica que hemos vivido (si es que podemos tratarla en términos pasado, que lo sigo dudando). Varios de estos errores y malas prácticas bancarias las he señalado y explicado en mi libro ‘La banca culpable‘.
Que la banca sea culpable de muchas cosas, no significa que lo sea de todas ni, tampoco, que el cliente no haya cometido errores que se deban subsanar. El que piense que las Leyes le deben proteger de uno mismo, que en ocasiones efectivamente así es, se arriesga a ser dirigido por los que las conocen y determinan.
La responsabilidad individual a la hora de pedir un préstamo o crédito personal o hipotecario no puede seguir limitándose a la falsa idea de que «si el banco me concede el dinero, será que puedo devolverlo».
Ser prestatarios responsables significa:
Formarse en los productos de crédito que uno pretende solicitar. Para ello, hay guías gratuitas en iAhorro.com y otras, como la interesante guía de las hipotecas del Banco de España.
Informarse de las diferentes opciones de financiación y comparar y analizar sus características, para contratar el préstamo que mejor se adapte a nuestras necesidades, con las mejores condiciones posibles.
Aprender a negociar con las entidades financieras, ya que nada de lo que nos presenta el banco por escrito es una Ley que cumplir sin más.
Y firmar sabiendo lo que se firma, punto fundamental que significa leer los contratos con tiempo y calma, días antes de su firma.
Os dejo unos vídeos editados por iAhorro.com sobre estos temas:
 

 

Os dejo una entrevista en esta interesante radio social de mi tierra en la que opino de temas bancarios, de culpas y culpables, de mi libro ‘La banca culpable‘ y de la importancia de la cultura financiera. Aprovecho para invitaros, además, a formaros con las guías que editamos el equipo de iAhorro.com.
Algunas de las menciones que hago:
  • Echevarri y su opinión sobre la inútil MiFID en España.
  • Inverstorconundrum: los bancos valen 0.
  • Gurusblog
  • Unience
  • Blog de iAhorro.com
  • Sintetia
  • Financial Red
Os dejo la entrevista que me hicieron en el Late Night de Canal 4 este pasado jueves, en la que opino sobre la crisis económica, las tarjetas Black, mi libro ‘La banca culpable‘ y las medidas económicas de Podemos, además de mi trabajo como director editorial en iAhorro.com
Una entrevistadora habla en catalán y la otra en castellano:
Vivimos en un país con una democracia de bajo nivel, como se encargan de explicar de forma precisa y contundente los autores del reciente libro ¿Hay derecho?, más que recomendable. Ello implica que los Jueces son la última trinchera del Estado de Derecho, como están demostrando día a día algunos profesionales valientes y justos de la judicatura.

Los bancos, los que yo conozco al menos, siguen sin enterarse que el mundo ha cambiado y que los ciudadanos, clientes y votantes no vamos a aceptar nunca más su juego sucio. Sus abogados siguen utilizando de forma agresiva la ley hipotecaria y resto de normativa aplicable a los productos financieros, en su provecho y sin mostrar la más mínima sensibilidad por sus clientes (a los que tratan como apestados).Se plantearon las siguientes cuestiones prejudiciales ante el Tribunal de Justicia:

¿Se opone al artículo 7.1 de la Directiva 93/13/CEE1 , que impone a los Estados miembros la obligación de velar por que en interés de los consumidores existan medios adecuados y eficaces para que cese el uso de las cláusulas abusivas en los contratos celebrados entre profesionales y consumidores, una norma procesal que, como el art. 695.4 de la Ley de Enjuiciamiento Civil española, al regular el recurso contra la resolución que decide la oposición a la ejecución sobre bienes hipotecados o pignorados, sólo permite recurrir en apelación el auto que acuerde el sobreseimiento del proceso o la inaplicación de una cláusula abusiva y excluye el recurso en los demás casos, lo que tiene la consecuencia inmediata de que, mientras puede apelar el ejecutante cuando se estima la oposición del ejecutado y se acuerda la terminación del proceso o la no aplicación de una cláusula abusiva no puede recurrir el ejecutado consumidor en el caso de que se rechace su oposición?

En el ámbito de aplicación de la normativa de la Unión Europea sobre protección de los consumidores contenida en la Directiva 93/13/CEE, ¿es compatible con el principio del derecho a la tutela judicial efectiva y a un juicio equitativo y en igualdad de armas que proclama el artículo 47 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea una disposición del derecho nacional como el artículo 695.4 de la Ley de Enjuiciamiento Civil española que, al regular el recurso de apelación contra la resolución que decide la oposición a la ejecución sobre bienes hipotecados o pignorados, sólo permite recurrir en apelación el auto que acuerde el sobreseimiento del proceso o la inaplicación de una cláusula abusiva y excluye el recurso en los demás casos, lo que tiene la consecuencia inmediata de que, mientras puede apelar el ejecutante cuando se estima la oposición del ejecutado y se acuerda la terminación del proceso o la no aplicación de una cláusula abusiva no puede apelar el ejecutado en el caso de que se rechace su oposición?

Por suerte el Tribunal de Justicia de Europa ha vuelto a estimar que nuestro sistema de ejecución hipotecaria no se ajusta a la normativa, ni con la mediocre Ley 1/2013, y se va a tener que volver a modificar, en base a lo que dicta el Tribunal de Justicia:

«El artículo 7, apartado 1, de la Directiva 93/13/CEE del Consejo, de 5 de abril de 1993, sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con consumidores, en relación con el artículo 47 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, debe interpretase en el sentido de que se opone a un sistema de procedimientos de ejecución, como el controvertido en el litigio principal (la ejecución hipotecaria española vigente), que establece que el procedimiento de ejecución hipotecaria no podrá ser suspendido por el juez que conozca del proceso declarativo, juez que, en su resolución final, podrá acordar a lo sumo una indemnización que compense el perjuicio sufrido por el consumidor, en la media en que éste, en su condición de deudor ejecutado, no puede recurrir en apelación contra la resolución mediante la que se desestime su oposición a la ejecución, mientras que el profesional, acreedor ejecutante, sí puede interponer recurso de apelación contra la resolución que acuerde el sobreseimiento de la ejecución o declare la inaplicación de una cláusula abusiva

Lo que he escrito en mi libro La banca culpable es solo la punta del iceberg de un sistema bancario que está podrido por dentro y que, a la fuerza, deberemos cambiar.
De este tema y otros relacionados con la economía he hemos discutido en la tertulia del viernes de IB3 Ràdio, que os invito a escuchar (la mayor parte está en castellano):
Un servidor hace mucho tiempo que viene criticando la comercialización de Valores Santander, un producto complejo fuera de la capacidad de análisis de un cliente medio de oficina. Tengamos en cuenta que son obligaciones obligatoriamente convertibles en acciones del Banco Santander, con un precio fijado desde el momento de la firma del contrato independientemente del valor de las acciones en el momento del vencimiento.

 

En el siguiente enlace damos toda la información posible a los afectados por la inversión en Valores Santander para que tengan la información necesaria sobre su situación y posibles soluciones judiciales.
También en mi libro ‘La banca culpable‘ señalo el caso de la venta de Valores Santander como ejemplo de producto de ahorro tóxico que jamás se debería haber vendido en una oficina de banco. Por desgracia el libro salió bastante tiempo después de ese fatídico 2007 en que un banco «serio» decidió que sus clientes le financiaran la compra de ABN AMRO y les pagó con pérdidas cercanas al 50% (sobre el 30% si tenemos en cuenta los intereses pagados).
Hay bancos serios y bancos que hacen perder dinero a sus clientes para especular. ¿En qué posición deja no haber dado una solución a los afectados por este producto el Banco Santander?
Que cada uno responda según su criterio.
Vivimos un mundo singular, por decir algo poco agresivo. Un libro de Belén Esteban, mujer con la que no tengo disputa alguna, pero que representa una España no precisamente avanzada, vende mucho más que libros como ‘La banca culpable‘, ‘Nosotros los mercados’ o ‘¿Para qué sirven los mercados?’, entre otros muchos libros que analizan las causas de la crisis económica, sus culpables y la naturaleza de los agentes económicos involucrados en ella.
Mientras el interés de las masas sea tan peregrino, votarán con la misma inteligencia y contratarán productos bancarios con semejante perspicacia. Así de sencillo. Siempre añado que el pueblo es soberano, tonto o sabio.
Para acabar con el poder mal utilizado, sea de los banqueros, sea del Gobierno, sea del presidente de nuestra comunidad de vecinos, hace falta actuar, no quejarse. No nos mandan los poderosos por ser perversos y muy inteligentes, nos mandan porque nos dejamos, por pereza, ignorancia o indolencia. Es así de fácil. De nada sirve ir a manifestaciones contra los bancos, en relación a las preferentes, si después tenemos las cuentas en la entidad que nos engañó o votamos a los partidos que no han hecho apenas nada por evitar y solucionar la cuestión.
El poder se forma gracias a que los sometidos lo permiten, ni más ni menos. Y si lo permiten, quejarse después es una actuación, cuanto menos, estéril.
¿Quieres vivir en Matrix?

Menciones al libro ‘La banca culpable’ en la red

Una vez dicho esto, agradecer a la gente que se forma, por ayudar a hacer de España un mundo mejor, y a los siguientes amigos sus críticas y menciones a mi libro:
Adabankia, afectados por la venta engañosa de participaciones preferentes de la entidad financiera en cuestión, que me han abierto las puertas de su portal par escribir el artículo ‘La banca culpable y los afectados purgando sus culpas’.La eminencia jurídica Fernando Zunzunegui, en su ‘Recensión al libro “La banca culpable” de Pau A. Monserrat’.

Una brillante jurista, colaboradora de la casa, Cristina Borrallo, con una mención más que halagadora titulada ‘La banca culpable de Pau A. Monserrat’.

Manuel Velasco Carretero, en su artículo ‘La banca culpable’.

A todos ellos y a los miles de lectores que se han interesado por mi primer libro, muchas gracias!

Os dejo las primeras páginas, gratuitas, de ‘La banca culpable’, por si os interesa saber de qué trata, en este enlace en Pdf.

Recordando el tweet que el gran Jordi Évole dedicó a mi libro ‘La banca culpable‘ en los primeros meses de su publicación.
Si no lo has leído, te invito a leer gratuitamente las primeras páginas, por si te puede interesar comprarlo después.
A Jordi le regalamos uno el día que grabamos juntos el programa ‘El cliente perfecto‘.

El periodista Jordi González, con el que he coincidido varias veces en el programa ‘El Gran Debate’, ha tenido le enrome deferencia de mencionarme en su twitter, gesto desinteresado que le honra como amigo.

Darle las gracias desde este blog y agradecerle las oportunidades que me ha dado en su programa de criticar la mala comercialización de participaciones preferentes o los abusos en materia hipotecaria.

En el programa ‘Fin de semana’ de COPE de ayer me entrevistaron en relación a un hecho preocupante: hay encuestas que reflejan que 9 de cada 10 españoles no saben exactamente los gastos mensuales que tienen.

Y si no sabemos los gastos mensuales fijos, menos los que se devengan en periodos más largos, como los seguros del coche o del hogar, por ejemplo. Deberíamos ser capaces de calcular el coste de cada kilómetro recorrido con nuestro vehículo, no solo la gasolina, sino también la parte mensual que corresponde al seguro, impuestos o reparaciones. Y pondría la mano en el fuego que el 100% o casi de los lectores no conoce este dato. Si fuéramos lo diligentes que tocaría, yo incluido, tendríamos claros este tipo de datos, que nos permiten comparar qué nos cuesta ir al trabajo en coche o en transporte público. Esta información cambiaría nuestros hábitos, no lo dudéis.

¿Cómo ahorrar?

Lo primero es poder y querer. Pero incluso si nuestros ingresos no nos permiten ahorrar un céntimo al mes, es igualmente vital hacer presupuestos, para llegar a fin de mes de la mejor forma posible.
Para ahorrar hay que hacer un presupuesto familiar, diario, mensual y anual. Con una libreta o en un Excell. Una columna para los ingresos y otra para los gastos, los mensuales, los que se devengan en más de un mes y gastos extraordinarios (que si bien no se conocen, si se pueden estimar).

Si los ingresos son menores que los gastos, no queda más remedio que reducir los segundos (o aumentar los ingresos, algo bastante más complicado). Un presupuesto familiar que de forma sistemática tiene más gastos que ingresos, que se cubre con gasto en tarjeta de crédito o similar, es la ruina a medio plazo.

¿Es cuestión de formación o de responsabilidad?

De ambas cosas, creo yo. Lo primero es que no tenemos formación financiera suficiente, si bien no es imprescindible tener grandes conocimientos para ahorrar. Nuestros mayores son expertos y su formación financiera es mínima. La responsabilidad que nos falta más bien viene de los mensajes consumistas de los medios de comunicación y de la sociedad, por una parte, y de que hasta este crisis las generaciones más jóvenes no habíamos pasado penurias. Ahora tenemos claro que el dinero es un bien escaso que hay que saber administrar, ya que la economía no siempre crece.

¿Es cierto que ahorran más las mujeres?

Hay estudios que así lo demuestran. También es cierto que gastan más, o en más productos y servicios, cuanto menos. Pero las mujeres, generalizando, saben lo que cuesta ganar dinero y lo administran mejor.

Algunos expertos comentan  que la clave es no pensar en dinero, sino en las cosas que se pueden hacer con éste. Si en lugar de calcular que ahorramos 100 euros al mes, vemos una parte de un viaje con los nuestros, la cosa cambia.

El dinero en sí no es nada; lo importante es que nos permite disfrutar de la vida, de nuestra familia y estar más tranquilos para centrarnos en nuestro bienestar y el de los nuestros. Por todo ello, saber gestionar nuestro dinero, en definitiva, es saber gestionar el bienestar vital de los que nos rodean. Es por ello que hay que aprender a ahorrar y a gastar: para disfrutar de lo más importante, la vida.