- Su seguridad, entendida como el riesgo que tiene de hacernos perder dinero, sea por la propia naturaleza del producto (por ejemplo las acciones) o por el riesgo del emisor (cuotas participativas de la CAM, etc).
- Su liquidez: ¿podremos sacar el dinero en cualquier momento antes de su vencimiento? ¿tendremos que pagar alguna comisión o asumir posibles pérdidas? Los fondos garantizados, por ejemplo, nos pueden suponer pérdidas si necesitamos el dinero antes del vencimiento de la garantía.
- Su rentabilidad, que debe estar acorde con el riesgo y la liquidez del producto financiero. NO es lo primero que tenemos que analizar, es lo último.
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Hoy sábado a las 22:00h hay un nuevo programa de El Gran Debate en Telecinco en que he sido invitado a participar, en calidad de economista.
Se tratará la problemática del ahorrador que invirtió en participaciones preferentes sin saber que son un producto financiero:
La problemática que viven muchas familias ahorradoras que confiaron su dinero a su banco o caja de toda la vida, a las que se convenció de que invertir en participaciones preferentes era igual de seguro y líquido que un depósito a plazo fijo, es lamentable.
Deja en evidencia algo que llevo años diciendo: nuestra supuesta fuerza financiera, la capacidad de las sucursales bancarias de colocar productos, era en realidad una debilidad y, me atrevería a decir, una vergüenza: vender, engañar, persuadir, convencer o confundir a los clientes para que elijan el producto financiero que quiere la directiva bancaria, no el que le conviene al cliente. La situación es tan preocupante para la gente que sale a la calle a manifestar su situación.
Me es muy grato apreciar como cada vez más los medios de comunicación tradicionales se preocupan por dar una información de mayor calidad e independencia sobre la banca, los productos financieros y la cultura económica en general.
Aparte de los últimos programas de TV, Salvados y El Gran Debate, con varios millones de espectadores cada uno, he podido aportar mi granito de arena a la cultura financiera de este país en otros medios, entre los que esta semana destaco:
De todos es sabido que los bancos procuran no perder nunca en su oferta de productos financieros. En cierto punto, es normal y hasta deseable para el sistema financiero. Otra cosa es lo que acostumbran a hacer, que es ofertar productos financieros buenos para ellos y malos para los clientes.
Los fondos garantizados no son a priori un mal producto para el cliente si aseguran una rentabilidad mínima aparte del capital a vencimiento. El Banco Sabadell ha anunciado a bombo y platillo la comercialización de su fondo garantizado Sabadell BS Garantía Fija 10, que ofrece una rentabilidad del 4,4% TAE a 3 años. Sería un excelente producto si no fuera porque, como siempre, tiene una letra pequeña que hay que ser economista para entender a la primera. Señores banqueros, los clientes quieren productos rentables, sí, pero transparentes y lo más fáciles de entender posibles.
Una escritura de préstamo hipotecario en la que existe una cláusula de suelo al 2,90% y una de techo al 15% es a todas luces injusto. En base al sentido común y, en principio, según los tribunales de justicia. Sin embargo, hasta que no llegue algún caso al Tribunal Supremo tendremos que convivir con esta cláusula que huele a abusiva. ¿Hasta cuándo los bancos seguirán tomando a sus clientes como tontos?
En el mismo sentido de crítica a la política de las entidades financieras con sus clientes, a los que tratan como meros productores de beneficios a corto, he tratado en Euribor Blog de la nueva figura del director de sucursal que algunos bancos están diseñando: el director mindundi. No pretendo faltar a los directores profesionales, ni mucho menos. Busco faltar a los directivos de las cúpulas a los que sus clientes les importan un comino. ¿Un director de banco que no puede conceder descubiertos puntuales a sus buenos clientes? lamentable.
Los bonos convertibles del Banco Santander, que vencen el 4 de octubre de este año 2012 son un verdadero problema para los ahorradores que confiaron en este banco. Los bonos se van a canjear por acciones del Santander a un precio mucho mayor que el real (lo cual significa que comprarán muy caro algo mucho más barato).
Si la previsión del propio Banco Santander fue que de cotizar las acciones a 11,5 euros el inversor perdería un 21,07% TAE, estando la cotización a 5,45 euros la acción, perderá bastante más.
Recomiendo al cliente que acuda a su sucursal y reclame soluciones, porque de momento no va a recuperar lo que invirtió sino menos de la mitad, salvo que Botín ofrezca soluciones.
Muchos pequeños ahorradores que poco o nada conocían la letra pequeña de las participaciones preferentes han descubierto con asombro que son un producto complejo que poco o nada tiene que ver con un depósito a plazo fijo y que su vencimiento es eterno, o perpetuo si se quiere.
Varias son las entidades que se han decidido a ofrecer una “solución” a los ahorradores, mediante la oferta de canje de las participaciones preferentes por bonos convertibles o deuda subordinada a largo plazo.
En la semana que dejamos atrás he tratado el complejo tema de los funcionarios y su utilidad pública. Al contrario de lo que algunos sectores intentan hacer creer a la opinión pública, yo creo que los funcionarios tienen que verse como una inversión, no un coste a reducir sin más.
El sistema es lo que no funciona, dar la culpa a los funcionarios de no ser productivos es como culpar a los empleados de una empresa de no trabajar. ¿Acaso no es responsabilidad de los directivos incentivar, motivar y sancionar en caso de incumplimiento a sus trabajadores?
El problema es que los jefes de los funcionarios han sido políticos ineptos o interesados en dejar que todo vaya mal. Y ahora estos mismos políticos bajan el sueldo a los funcionarios, castigando por igual a los funcionarios abnegados y a los gandules.
También en Euribor Blog hemos comentado el hipotético y futurista mundo en que el dinero fuera tiempo vital.
Por otra parte, en FinancialRed hemos comentado la previsible caída de cotización de las acciones de las entidades financieras que permutan participaciones preferentes por acciones y escrito nuestra particular carta a los Reyes Magos banqueros.
Por otra parte hemos analizado las rentabilidades que ofrecen los planes de pensiones y los fondos de inversión garantizados.
Esta semana he dejado una estela de desastres relacionados con productos financieros que la banca de sucursales de todo a 100 ha producido. Algunos de los infortunios que están sufriendo ahorradores e hipotecados parece que podrían deberse a que en las cúpulas directivas hay monos locos tomando decisiones.
Los que tienen participaciones preferentes del BBVA, Sabadell, Santander o CaixaBank tampoco saltan de alegría, al descubrir que sus “depósitos” son en realidad renta fija perpetua que no se puede vender sin pérdidas en el mercado secundario. A estos los bancos les ofrecen canjearlas por acciones, obligaciones convertibles o deuda subordinada a largo plazo; no por hacerles un favor, sino por Basilea III y evitar que les quemen las oficinas. Otro caso de juzgado de guardia son los bonos patrióticos; los bancos que los comercializan no se fían de las administraciones para concederles crédito, pero están encantados de encasquetar bonos de las CC.AA. a sus clientes, previa jugosa comisión.
Los bancos y cajas vendieron productos complejos sin la debida información y, en ocasiones, con el engaño de una aparente semejanza con los depósitos a plazo fijo. Lejos de admitir sus errores y reformar completamente el sistema de comercialización de sus sucursales, lo que hacen es intentar tapar un mal asesoramiento con otro producto que tampoco es el que interesa al cliente. ¿Nada han aprendido las entidades financieras de esta crisis?
Esperemos que sus clientes, sí que hayan aprendido que no pueden dejar sus decisiones financieras en manos del director del banco.
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