Este mismo concepto, relacionar la actividad comercial en sucursal con los trileros, la saqué en mi segunda aparición, esta vez con toda alevosÃa. En esta ocasión expliqué que no se trata de identificar a un empleado de banca con un estafador, que son los trileros (sÃ, lo de encontrar la bolita es una excusa para estafarte), sino más bien identificar las estrategias de colocación masiva de productos financieros con un engaño o, cuanto menos, una inducción al error aprovechándose de la falta de cultura financiera o de la confianza de los clientes. Y este engaño no lo diseñaron los empleados de las oficinas, sino los directivos (con la ayuda inestimable de determinados polÃticos, o sus mandados en la CNMV y Banco de España).
Vale la pena escuchar a Julio Segura, que fue presidente del la CNMV entre 2007 y 2012, vergonzosa aparición a mi modo de entender, que tiene la osadÃa de calificar de vendedores a los bancarios y confesar que seguramente se colocaron, abusando de la confianza del cliente, muchas preferentes. No tengo palabras para calificar a una persona que después de ver arruinadas a miles de familias, se queda tan tranquilo. En Japón probablemente se harÃa el seppuku. Y encima le hecha la culpa al Banco de España, que también la tiene, al considerar las preferentes con capital como capital de máxima calidad a efectos de solvencia de los bancos y cajas. Algunas cifras de la vergüenza:
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