Apreciat Mateu,
Comparteixo el teu rebuig. Una cosa és discutir sobre la il-legalitat del procés i l’altre enviar les forces policials contra la població, inacceptable.
Veamos algunos posibles efectos de la independencia de Catalunya en la economía de las Illes Balears. Unos efectos que lamentablemente no parece han sido tenido en cuenta por los políticos que buscan la independencia de Catalunya, una hipotética independencia que no ha pedido la opinión de los ciudadanos de los llamados Països Catalans.
Efectos sobre el turismo
Cuando hay momentos de incertidumbre, como ocurriría en el caso de una independencia no pactada con España de Cataluña, el país que la sufre recibe menos visitas de turistas. Además, las fricciones entre CC.AA. españolas y la eventual nueva República Catalana produciría cambios en la recepción y envío de turistas. Dada la especial relación entre las Illes Balears i Catalunya, no parece probable que haya una reducción de turistas catalanes hacia Balears. Lo que sí impactaría en la recepción de turistas catalanes sería que en el corto y medio plazo su capacidad adquisitiva se redujera respecto a España, escenario que no podemos aventurar (algunos economistas dicen que pasaría lo contrario, que una Catalunya independiente acabaría siendo más próspera).
En 2016 llegaron a Balears 5.024.205 turistas procedentes del resto de España (un 27,4% de un total de 18.363.889 turistas venidos a Balears). Si tenemos en cuenta que Catalunya representa aproximadamente un 18% del PIB español, podríamos inferir que al menos 904.000 catalanes visitaron Illes Balears en 2016.
Negocios mutuos
Las exportaciones e importaciones se verán afectadas por la creación de una nueva frontera aduanera, que supondrá aranceles para las importaciones y exportaciones de bienes y servicios. También se vería afectada la libre circulación de personas; tendríamos que ver los efectos mutuos en los mercados laborales de ambos países.
Efectos sobre la banca
Una salida no negociada de Catalunya podría desencadenar una crisis bancaria, por la fuga de depósitos de clientes españoles en bancos como Caixabank o Sabadell, o por las dificultades de los bancos catalanes y españoles de financiarse en el mercado internacional. Por otro lado, en los planes de contingencia de los bancos grandes radicados en Catalunya está cambiar su domicilio social a algún otro territorio español. Hay rumores de que CaixaBank, por ejemplo, se iría a Mallorca. En esta antigua pregunta en el foro iAhorro.com algunos expertos opinamos sobre los efectos sobre La Caixa y otros bancos catalanes de una independencia catalana.
Los españoles que tuvieran sus depósitos y cuentas en un banco de un país fuera de la UE (un banco de la nueva República Catalana), no tendrían la garantía del FGD español en hasta 100.000€; sería un eventual FGD catalán el que debería hacer frente a los problemas de la banca catalana.
Opino, en todo caso, que el BCE y las instituciones europeas intentarían por todos los medios que no se produjera un colapso de los bancos catalanes, que podría acabar en un corralito. A fin de cuentas, el problema catalán se podría propagar a los bancos españoles y tener consecuencias a nivel comunitario.
Pensiones
Si los catalanes dejan de contribuir con sus ingresos al pago de las pensiones de todo el Estado, el ya maltrecho sistema se vería aún más dañado. Además, España debería seguir haciendo frente a las pensiones de los catalanes ya jubilados, pero sin la aportación de los actuales y futuros empleados en Catalunya.
Las pensiones de los baleares, ya de por sí más bajas de lo que su PIB explicaría, se verían perjudicadas por el abandono catalán. Y las pensiones de los jubilados catalanes que cobrasen de la Seguridad Social española correrían los mismos peligros que la de los españoles de cualquier otro lugar. Solo los nuevos jubilados en la Seguridad Social de la República Catalana podrían ver, a medio o largo plazo, mejoradas sus prestaciones, siempre que realmente la economía catalana vaya mejor que la Española.
Efectos fiscales
Si Catalunya deja de aportar fondos, las Illes Balears podrían ver empeorar aún más su balanza fiscal, para compensar la caída de ingresos tributarios catalanes. Dado que las Illes Balears es una comunidad que aporta más de lo que se queda, la salida de Catalunya podría producir un esfuerzo fiscal aún más alto.
El destino de Catalunya, Illes Balears, España y la propia Unión Monetaria Europea están muy relacionados: esperemos que nos vaya a todos mejor, pase lo que pase y decidan lo que decidan los ciudadanos.
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