Presente y futuro de las Illes Balears según BBVA
Según BBVA Research la caída del PIB de las Illes Balears se situará en torno al 20% este 2020, con un aumento de cara al 2021 de un 10,50%. Estas cifras podrían suponer la pérdida de unos 35.000 puestos de trabajo durante este bienio. También se prevé un aumento de la tasa de desempleo en un 5,3%, alcanzando el 17,3% de tasa de paro promedio durante 2021. Queda rota así la tendencia previa a la pandemia, cuando el PIB de las Illes Balears aumentó un 1,7% en 2019 según datos ofrecidos por el INE.
Esta gran caída viene dada, principalmente, por el hundimiento del sector turístico a raíz de la pandemia y por las restricciones que impiden que se reactive la demanda interna en sectores como la restauración o el ocio, entre otros sectores. La gran incertidumbre económica y sanitaria está poniendo en jaque a numerosas familias, con una clara contracción del consumo.
Indice
Caída del gasto con tarjeta
En las Illes Balears, tanto las TPV (Terminales de Punto de Venta) como el gasto con tarjetas de crédito o débito se redujeron más que en el resto de España, en los peores momentos de la pandemia: los terminales redujeron su facturación en un 75% interanual y el gasto en un 72%, contra el 70% y 55% del conjunto a nivel nacional. La caída ha sido mucho más acusada en los sectores de viajes, hostelería y restauración. En todos ellos se ha detectado una contracción de más del 90% en el gasto con tarjeta, afectados lógicamente por el desplome del turismo. De hecho, el gasto con tarjeta realizado por los extranjeros se redujo, entre abril y junio, en más de un 90% respecto a los mismos meses de 2019.
Por el contrario, esta situación de confinamiento y restricciones ha impulsado el comercio electrónico, los productos y servicios de salud y los alimentos.
Turismo de las Illes Balears: el gran perdedor
Y es que los sectores más importantes y con mayor peso para la economía balear han sido, lógicamente, los más afectados, como el turismo, restauración, ocio y demás actividades paralelas. Todo esto ha propiciado a que el impacto en el PIB regional fuera mucho mayor que en el conjunto nacional. Si en el primer trimestre de 2020, con una caída del PIB del 12,1%, Illes Balears ya experimentó una cifra de caída sustancialmente superior al del conjunto de España (5,2%), en el segundo trimestre se ha registrado una caída récord: -23,7% frente al -17,8% de España. Y es que claro, en temporada baja y sin turistas (ni el Imserso que cubría un poco la temporada baja) a la vista, las consecuencias de este parón casi absoluto no han tardado en notarse.
En la pasada crisis de 2008, la destrucción de empleo afectó mayoritariamente a un perfil más joven, siendo solo el 20% de los parados de una edad mayor de 35 años. En la actual crisis, se han invertido ligeramente esta tendencia, y son más del 50% los nuevos parados mayores de 35 años.
También otra diferencia con respecto a la anterior crisis es que en esta no es la construcción, por primera vez, el sector más afectado. Este triste ranking lo encabezan en la actualidad los trabajadores de las empresas del sector turístico y de restauración, con una caída de la afiliación del 26,7% entre febrero y junio frente al 18,9% en España, menos dependiente, en su conjunto del turismo.
Los otros sectores que también muestran una contracción muy relevante son el comercio (21,7%) y aquellas actividades que permiten un menor grado de teletrabajo porque la presencia física del trabajador, del empleador o del consumidor resulta indispensable.
Y en cuanto al punto de vista del género, esta crisis está afectando por igual a hombres y mujeres, al contrario que la de 2008, que destruyó más empleos ocupados por varones.
Efectos de la desescalada
La bajada de los contagios y de los ingresos en UCI dieron paso a una desescalada progresiva, pero que no afectó a todos los sectores de igual modo: el comercio y la industria fueron los primeros en notar los efectos del desconfinamiento, pero mucho más lenta para el sector servicios y los sectores ligados al ocio y al consumo social, que siguen sin mostrar todavía síntomas de recuperación. La reapertura de fronteras a finales del mes de junio permitió que entre este mes y septiembre se registrara la entrada de 1,2 millones de turistas, un 14% de los que habían llegado un año antes, pero que sirvió para arrojar un poco de luz al final del túnel. Justo en esos meses, el PIB de las Baleares evolucionó por encima de la media nacional con una recuperación del PIB en el entorno del 22,4% durante el tercer trimestre de 2020, cerca de 6 puntos por encima del 16,7% de la media española.
De ahora en adelante se espera, desgraciadamente, que continúe la deceleración, sobre todo por la repercusiones que pueda tener esta 2ª ola de la pandemia, que en sus inicios está afectando muy negativamente, aunque las últimas noticias sobre la mejora de los datos de contagios sea una señal esperanzadora.
De momento, en el caso del gasto con tarjeta de BBVA o en TPV de BBVA, se mantiene en terreno negativo y apenas mejoró en octubre tras caer en septiembre. Esta caída afecta, principalmente, a los sectores más sensibles a la pandemia, como son el ocio, los viajes y la restauración.
Ayudas públicas
Van a tener especial importancia las medidas públicas que se tomen a partir de ahora y sobre todo, su correcta implementación, tanto en lo que concierne a los fondos europeos, como a las pertinentes reformas que los acompañen. Cabe revisar aspectos tanto de la política del BCE, del ICO o de la regulación vigente de los ERTE para apoyar la continuación de la recuperación, ya que son elementos indispensables para no seguir perdiendo tejido empresarial y con ello, más puestos de trabajo.
Con respecto a los recursos del fondo Next Generation EU (NGEU), de momento no se conocen las memorias de los proyectos que engloba el plan ni su forma o calendario de implantación. Así pues, de momento es muy difícil saber qué impacto real tendrán sobre la economía.
Futuro de las Illes Balears
El escenario económico que se avecina parte de un alto grado de incertidumbre asociada a dos factores: por un lado, a la evolución que vaya teniendo la pandemia en Balears, ya que es el principal obstáculo para iniciar una recuperación. Pero en el caso de nuestras islas, no solo nos basta que la pandemia esté controlada aquí sino que necesitamos que también esté bajo control en los países emisores de turismo, algo imprescindible para lograr un flujo turístico. Por otra parte, las Islas Baleares deben convertirse en un ejemplo de eficacia sanitaria en todos sus ámbitos si quiere ser tenida en cuenta por aquellos países emisores en lo que la evolución favorable de la pandemia permita la apertura de aeropuertos y la circulación de personas. Ser un destino seguro es primordial para recuperar la economía de las islas.
De momento, a falta de la llegada de una vacuna eficaz, es primordial mejorar al máximo, con todos los recursos posibles, la capacidad del sistema balear para poder enfrentar con éxito escenarios de mayor incremento en el número de contagios, sobre todo aquellos que requieren de internamiento en UCI.
Las previsiones apuntan a que en la segunda mitad del próximo año se podría acelerar el crecimiento, sobre todo de la inversión, lo cual podría verse beneficiado por el carácter simultáneo del impulso en el conjunto de la Unión Europea a través del proyecto Next Generation EU (NGEU). Las previsiones que aquí se presentan apuntan a que sólo comenzarán a observarse efectos significativos de la mayor inversión a partir del tercer trimestre de 2021, y que las repercusiones más importantes se apreciarán en años posteriores.
De todos modos, lo que sin duda marcará el pistoletazo de salida hacia una tímida recuperación económica será la comercialización de una vacuna realmente eficaz contra el Covid. Lo otro son medidas para intentar paliar el gran derrumbe económico que estamos viviendo en estos días. Y sin duda, la agilidad de las ayudas sociales a particulares así como las distintas ayudas a los autónomos y pymes son el flotador al que debe agarrarse la economía hasta tener la vacuna. De momento, ayudas como el IMV están fracasando en su aplicación, habiendo llegado a menos de un 15% de las personas que lo solicitaron, por no hablar de lo ilógico de algunos de los motivos de denegación de dicha ayuda.
Ahora cabe esperar que la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado se ajusten a las excepcionales necesidades que tiene el conjunto del país para iniciar la recuperación económica y además, evitar que se siga destruyendo empleo, así como auxiliar a los miles de hogares que se encuentran en la actualidad en una situación económica realmente desesperada.
Ver presentación del informe del BBVA Research Situación Illes Balears 2020.
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