El Ibex 35 cerró la jornada del viernes pasado con la mayor caída de su historia, un 9,14% en un día, cerrando por debajo de los 9.000 puntos (concretamente en los 8.997,7). Para darse cuenta de la importancia de este dato, simplificando, es como si en un solo día la valoración de las mayores empresas de España cayese casi un 10%. Nada más y nada menos.
Estamos viviendo una época histórica.
Tiempos inciertos, duros, que van a requerir un cambio de hábitos y de mentalidad.
Espero, creo y deseo que saldremos reforzados de esta crisis. Pero no sin esfuerzos y sacrificios. Con confianza, serenidad y decisión, seguramente si.
Leo en El País, en su sección Cuarta Página, un interesante artículo de John Gray, autor de Black Mass: Apocalyptic Religion and Death of Utopia. Se titula “Mucho más que una crisis financiera”.
Trata, en su opinión, del derrumbe de liderazgo político y económico de Estados Unidos en el mundo, y lo equipara al giro geopolítico que supuso la caída de la Unión Soviética.
En este recomendable artículo, John Gray trata de la pérdida de poder de EE.UU., al que un caricaturesco Hugo Chavéz provoca y ridiculiza con descarada impunidad; habla de las consecuencias sobre la invasión de Irak que tendrá esta debacle económica. Vaticina una posible retirada de Irak, al no poder mantener el gasto militar que su ocupación acarrea; trata del “ascenso pacífico” de China.
El desarrollo de las economías emergentes disminuye la importancia de EE.UU. en el mundo, eso ya lo aceptaban los estudiosos de geopolítica; pero se imaginaban que sería un cambio de poder gradual, a lo largo de varias generaciones.
Acaba el autor, citando textualmente: “Después de haber creado las condiciones que engendraron la mayor burbuja de la historia, los dirigentes políticos de EE.UU. parecen incapaces de comprender la magnitud de los peligros que afronta su país. Envueltos en encarnizadas guerras culturales y peleados unos con otros, parecen no darse cuenta de que su liderazgo mundial está desvaneciéndose a toda velocidad. Está naciendo un nuevo mundo casi sin que se note y, en él, EE.UU. no es más que una más entre varias grandes potencias, y se enfrenta a un futuro incierto en el que ya no puede influir”.
Tiempos inciertos, sin duda, los que nos han tocado vivir.
Enciendo el ordenador esta tarde y leo en los blogs amigos que tenemos en nuestro blogroll, GurusBlog y fam que los Bancos Centrales (la FED americana, nuestro BCE y el Banco de Inglaterra, Canadá, Suecia y Suiza) han bajado de forma coordinada los tipos de cada uno, nada más y nada menos, medio punto cada uno.
La gente está asustada por la seguridad de su dinero. Basta ver la portada de Cinco Días o de Expansión de hoy.
Nos anuncian que el plan de rescate de EE.UU. ha sido al fin aprobado por el Congreso. Al final han sido unos 850.000 millones de $, de los cuales 700.000 millones como máximo pueden ser utilizados por el Tesoro para adquirir hipotecas tóxicas y deuda respaldada por hipotecas; el resto será destinado a rebajas e incentivos fiscales. Lo que haga falta para conseguir que el crédito vuelva a fluir de forma ininterrumpida hacia los hogares y los negocios.
Ambas publicaciones, además, dedican parte de su portada a un tema que preocupa al ciudadano: La seguridad de su dinero en los bancos y cajas de ahorro. La seguridad depende del tipo de producto en que uno tenga el dinero invertido:
1.- Depósitos:
Dinero en las cuentas corrientes y de ahorro.
El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) asegura 20.000 € en caso de suspensión de pagos, por entidad y ahorrador.
El FGD es una hucha creada por las aportaciones de las entidades financieras y que interviene cuando una de ellas no puede hacer frente a los compromisos de devolución de dinero de sus clientes. El FGD está entre los mejores de Europa, porque tiene el dinero ya desembolsado y disponible para intervenir, incluso de forma preventiva, evitando que las dificultades de una entidad se transformen en colapso.
En el caso de sucursales de entidades financieras extranjeras, la normativa que rige es la del país de origen; por ejemplo, los ahorros en ING Direct están sujetos al FGD holandés, que indemniza con un máximo de 38.000 €. Cuando en el país de origen no tiene FGD o aseguran menos dinero que el FGD español, estas entidades están obligadas a adherirse al FGD español.
2.- Acciones, Fondos de Inversión y planes de pensiones:
La independencia jurídica de las gestoras respecto a los bancos depositarios los protege de posibles problemas del banco. En caso de quiebra del banco o caja o de la propia gestora, el inversor está protegido. La Ley contempla que en este caso los activos de los fondos o planes de pensiones serían liquidados y devueltos a sus partícipes.
La quiebra de una sociedad de valores no implica la pérdida del dinero, a no ser que , por error o mala fe, no encuentre los activos (acciones, etc). En este caso excepcional, opera el FOGAIN, fondo de garantía para las sociedades y agencias de valores y las sociedades gestoras de carteras, que ofrece una cobertura de 20.000 € por cliente.
A modo de ejemplo, si tenemos 5000 acciones del Banco Santander en una sociedad de valores y esta quiebra, nos devolverían estas acciones. En el caso de que no se nos devuelvan, el FOGAIN nos daría como máximo 20.000 € (de los 58.450 € que valdrían ahora estas acciones).
3.- Bonos y deuda:
El Fogain no protege este tipo de productos de renta fija (por desgracia de los afectados por la quiebra de Lehman Brothers).
Los famosos bonos estructurados, comercializados por los bancos españoles, principal pero no exclusivamente al sector de Banca Privada, están garantizados por el emisor (Sea Lehman Brothers, sea Citi, sea Merill Lynch, etc), no por el banco comercializador. Si quiebra el emisor, como ha pasado con Lehman, el bonista ha de esperar a la liquidación de la empresa quebrada para saber que parte de sus ahorros le devuelven. Un bono suele ser de 50.000€ o más. Imaginado lo contento que están sus poseedores al saber que no es su banco quien respalda ese producto sino un emisor que no conocen de nada.
4.- Seguros:
No están protegidos con una cuantía fija, pero el Consorcio de Compensación de Seguros, encargado de la devolución del ahorro depositado en seguros en caso de insolvencia de la compañía aseguradora, a menudo devuelve el 100%. Desde su creación en 1984 se ha devuelto más del 75% de los compromisos asegurados de las 200 compañías liquidadas en ese periodo.
5.- Hipotecas:
¿Qué pasa con nuestra hipoteca si quiebra en banco? ¿Podemos dejar de pagarla?
Por desgracia, la respuesta es no. Hay que seguir pagándola a la institución, banco o caja que se haga cargo de el banco con problemas.
Otra pregunta interesante es saber si se puede compensar los depósitos con la hipoteca en caso de quiebra de la entidad. Es decir, si tenemos 50.000 € en una cuenta corriente y una hipoteca de 300.000 €, y quiebra el banco, podemos compensarlo y deber sólo 250.000 € a la nueva entidad que se encargue de los clientes?
En principio no, no obstante existen algunas sentencias judiciales que han permitido en ocasiones realizar dicha compensación.
En estos tiempos de miedo es muy importante mantener la calma, no dejarse asustar por Profetas del Fin de Mundo y valorar con mesura y tranquilidad la seguridad de nuestras inversiones. Nada es seguro salvo la muerte, pero podemos decir que el dinero en los bancos de España está razonablemente muy seguro.
Si tenéis 100.000 € líquidos y queréis descansar más tranquilos, dejad 20.000 € en 5 bancos y santas pascuas. Si disfrutáis de más riqueza disponible, afortunados vosotros, que os tranquilice vuestro gestor.
El Euribor volverá a subir en septiembre de 2008 por encima del 5,3%.
La falta de liquidez en el sistema bancario internacional está produciendo que el diferencial entre el tipo de interés del BCE (4,25%) y el tipo al que se dejan entre si los bancos europeos (5,38%) sea exageradamente alto.
En esta ocasión tenemos la suerte de contar con una colaboración de un experto en el sistema financiero de EE.UU., que por determinadas razones prefiere disfrutar de la tranquilidad que da el anonimato.
Desde este blog esperamos contar con sus colaboraciones tantas veces como desee. Sin más preámbulos os dejo con esta magistral entrada, esperando que sea la primera de una larga serie:
No lo digo yo, que conste. Lo dicen personas cualificadas en EE.UU.
El gobierno americano anuncia la mayor intervención del mercado de su historia. Obama, posible nuevo presidente de EE.UU., dice, nada más y nada menos, que: “Lo que nos llevó a este punto fueron años y años de una filosofía que consideraba desaconsejable e innecesaria una regulación y supervisión hasta de sentido común”, advirtió, preparando el terreno para lo que podría ser su primer reto si llega a la presidencia: la mayor revisión de la regulación financiera desde 1929.
La semana anterior el gobierno americano acudió al rescate de las entidades hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac.
El martes tomó el control de AIG, la aseguradora más grande del mundo.
Propició la compra de Merril Lynch por parte del Bank of America.
El quebrado Lehman Brothers es adquirido por Barclays (por eso ahora deben dar hipotecas al 80% del valor de compra-venta en España, porqué no tienen liquidez después de esta monumental compra).
Y este viernes el Gobierno de EE.UU. propuso un macroplan para adquirir créditos morosos e ilíquidos a las entidades financieras del país, valorado en “cientos de miles de millones de $” (mucho, vaya). Con esta noticia, las bolsas mundiales experimentaron subidones espectaculares. El IBEX subió en una sola sesión el 8,71%, su máximo de todos los tiempos.
Ya se habla de un nuevo sistema económico, el “capitalismo socializado”. La constatación de que la cultura de la “codicia” es insostenible (en palabras del presidente del Bank of America, nada menos).
Los que han criticado la economía de muchos países europeos, acusándola de intervencionista, deberían hacer un poco de autocrítica, en vista de lo ocurrido en el ex-paradigma del libre mercado americano.
El macroplan del Tesoro, todavía por perfilarse, establece que el Gobierno comprará a los bancos los activos ilíquidos y deteriorados (todos ellos vinculados al sector inmobiliario). El presupuesto asignado puede rondas los 800.000 millones de $.
Ahora resulta que admiten que el sistema regulatorio del país está “anticuado”. Genial. Y para intentar arreglar los platos rotos de esta mala regulación, serán los contribuyentes americanos los que pagarán; se utilizará dinero público para ayudar al sector privado a salir de la crisis, en aras del bien común. Fantástico. Tanto liberalismo para acabar en esto?
Lo más frustrante para el contribuyente, y cito textualmente un escrito de Miquel Roig en Expansión, “es que realmente la factura es por su bien. Si el sistema financiero se hunde, los más perjudicados no serán los banqueros con millones de dólares ahorrados, sino la inmensa mayoría de ciudadanos”.
Tiempos inciertos los que nos han tocado vivir.
Mi ciberamigo Echevarri me ha memeado.
Es la primera vez que me hacen algo así. De hecho, no tenía ni idea de lo que significaba. Lo que aprende uno en sus andanzas como blogger aficionado…
Gracias Echevarri, un honor.
Este gran economista con apariencia de abuelo serio, que todos conocemos por su desaliñado pelo blanco a lo Einstein, publica este fin de semana en Cinco Días un artículo sobre los costes que la actual crisis económica supondrá para España en el periodo 2008-2010.
El paro, el lobo que nos estaba rondando hace tiempo ya levanta la cabeza y nos muestra sus horribles orejas de depredador.
Compañías aéreas cierran o se enfrentan a planes de viabilidad draconianos, dejando a muchas familias al amparo del desempleo (si es que han cotizado lo suficiente, claro). Precios altísimos del petróleo y baja demanda de viajeros las abocan al infierno empresarial. Futura ha sido la última en caer.
La baja demanda de bienes de consumo y la práctica eliminación del préstamo personal a muchos colectivos (inmigrantes, construcción, etc) lleva a la ruina a las empresas de este sector, siendo tal vez la venta de automóviles el ejemplo paradigmático.
Las PYMES sufren la paranoica política de los bancos de no renovar las pólizas de crédito en época de demanda en franco retroceso. ¿Cómo pretenden las entidades financieras, que en tiempo de bonanza ofrecían cuentas de crédito como churros, que pasen las vacas flacas las pequeñas empresas?
La temporada turística ha empezado más tarde y acaba más pronto. Muchos empleados no van a tener paro por no haber podido cotizar los meses mínimos.
No hablemos del abandonado y débil tejido industrial de las Illes, acosado por la imposibilidad de competir con las empresas asiáticas, las hindúes y una demanda interna dormida y una exterior intratable debido a la fortaleza relativa del euro, que encarece nuestros productos para EE.UU., Japón y demás (con el efecto pernicioso en las posibles exportaciones a estos países).
Ha llegado el lobo. Y el cazador está dormido o fuera de cobertura. El Gobierno anuncia medidas, algunas tendrán efecto y otras me parece que no.
Pero uno de los responsables de esta crisis que me parece que en lugar de ayudar están reforzándola son los bancos.
Este mes en muchas entidades han pasado la siguiente consigna:
Nada de hipotecas. Nada de préstamos personales y no renovar pólizas salvo que haya viviendas en garantía. Barclays y otros, desde el 1 de septiembre solo financian el 80% del menor valor de tasación o compra-venta. ¿Es que alguien en su sano juicio cree que hay compradores de vivienda que tengas dinero ahorrado para pagar todos los gastos y parte del valor de la compra?.
En épocas de bonanza los bancos han ganado más cada año. Es hora de que asuman su responsabilidad en tiempos de penurias y estén dispuestos a apoyar activamente a los sectores productivos. Huir es de cobardes. ¿O se creen que van a ganar dinero solamente con los ahorros y comisiones que cobran a sus clientes?
Creo que es hora de que el Banco de España deje de dar tantas instrucciones restrictivas y encauce este panorama. Ni tanto ni tan poco. El equilibrio está en el medio.
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