Compra de vivienda y Covid-19

La demanda de vivienda en desescalada y más adelante desde luego va a ser diferente a la que hemos vivido antes de sufrir la pandemia del Covid-19. Al igual que las hipotecas durante el Coronavirus sufrieron alteraciones, también afectan y afectarán al sector inmobiliario.

El aumento de la demanda de propiedades con patio, terraza y a las afueras de la ciudad se deja notar después del confinamiento. El demandante de vivienda empieza a dar más valor a las zonas despejadas de la vivienda, que permitan, en caso de necesidad, salir un rato de un posible aislamiento, sea físico o mental.

Nos encontramos ante un cambio de tendencia, cambio de gustos o cambio en la demanda, como le llamamos los economistas a este nuevo fenómeno en la petición de los clientes compradores de viviendas.

Esto se contrasta con la complicación que para algunas familias significa haber sufrido pérdida en sus puestos de trabajo y que en general tienen que ver con las actividades turísticas que inevitablemente se verán afectadas este verano en España.

Los bancos e instituciones financieras empiezan a mirar con lupa la estabilidad de los demandantes de financiación hipotecaria. Si buscas una hipoteca, puedes dejar tus datos de contacto sin compromiso en este portal hipotecario.

Tanto Idealista, en su artículo aquí, como Diario de Mallorca  aquí hacen mención a esta situación actual.

Hoy nos encontramos en plena desescalada y mi agencia Futura Propiedades, al igual que los compañeros de la Ágora MLS estamos notando en nuestro trabajo en grupo la misma tendencia.

Todo este panorama de incertidumbre que la pandemia nos trajo a todos los ámbitos de nuestras vidas se traslada, como no, a la actividad de intermediación inmobiliaria. Las opiniones antes de la desescalada estaban divididas, había los que creían en que la demanda caería en picada por la inestabilidad laboral que el Covid-19 había traído y había otros que creían en la explosión de la demanda, un poco comparable a cuando terminó la crisis del ladrillo allá por el año 2017 o 2018 en que los consumidores, una vez abierto el grifo de las hipotecas, salieron a comprar y a aprovechar oportunidades.

Esta nueva crisis, como muchas antes, se transforman en oportunidades para algunos. El ralentí en la respuesta del vendedor que oferta su propiedad, a esa mayor demanda de los compradores que hará que aumenten los precios de las viviendas apartadas del centro en el corto plazo deberá ser bien aprovechada por los compradores que buscan oportunidades.

El futuro en incierto, y esta incertidumbre se multiplica por mil con cada crisis. Esta que estamos atravesando no será la excepción y tratar de pronosticar si los precios de pisos céntricos bajaran mucho o si la demanda de propiedades alejadas de la ciudad será la que empuje al alza de los precios de estos últimos, es muy difícil. Pero de lo que si podemos estar seguros es de ese cambio de tendencia que se está dejando ver de mayor demanda de viviendas con espacios abiertos en detrimento de las propiedades muy céntricas y con espacios cerrados. Vivienda y Covid-19, una nueva realidad que nos ha tocado vivir.

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