El curriculum está más vivo que nunca
No el tradicional, ese de papel que se presenta en las entrevistas tradicionales de trabajo y que casi nunca dice nada ni sirve de mucho más que de formalidad laboral. La vitalidad es la del curriculum 2.0, una entelequia viva y en constante evolución.
El curriculum 2.0 es todo lo que consta en nuestro curriculum 1.0 (estudios, trabajos y demás) y lo que escribimos en el blog personal o profesional, los comentarios que hacemos en otras webs o blogs, los vídeos que colgamos en Youtube, las diapositivas que compartimos en Slideshare, nuestros perfiles en redes profesionales y sociales y todo lo que hacemos en la Red.
Está tan vivo que a los estudiantes pre-universitarios ya les daría un consejo: No escribáis, no compartáis fotos, ni vídeos, ni ningún tipo de material que en un futuro os pueda perjudicar en vuestra carrera profesional.
En esta nueva era de las redes sociales lo que se publica en Internet permanece de por vida (la vida de la red, al menos). El empleo 2.0 es, y cada vez será más, como el Gran Hermano que todo lo sabe.
Este consejo, evidentemente, también va dirigido al resto de lectores y lectoras más madurit@as. El curriculum 2.0 se crea a medida que uno va haciendo y compartiendo cosas en Internet. Y cada cosa que uno haga, sea profesional o de ocio, debe hacerse pensando en que cualquier persona puede y podrá acceder a esta información y procesarla. Hemos dado a los reclutadores de personal, parejas y ex-parejas, jefes y servicios secretos unos medios jamás soñados. En Internet cada vez estamos más visibles y expuestos.
Tonterías como jugar a FarmVille de Facebook (le quemaré la granja al que me invitó impulsivamente al juego de las vacas estas), y publicar que se ha encontrado un cabestro rosa del vecino de la finca de al lado en el muro, informa de la hora en que dedicamos tiempo al ocio. Y podría ser que fuera en horario laboral, ¿verdad pillines?
Los grupos que seguimos en Facebook informan directa o indirectamente de nuestras creencias, ideología, forma de ser y de pensar. Una arma muy peligrosa en las manos inadecuadas.
Si estas dos banalidades informan de tantas cosas, imaginad lo que se puede sacar de nuestros comentarios en foros y participaciones en grupos y webs, de los blogs que escribimos, de nuestros perfiles en LinkedIn, Xing, Facebook o Twitter, de las fotos y vídeos que colgamos en Flickr o Youtube o cuelgan nuestros amigos o conocidos en Facebook, etc, etc.
El curriculum 2.0 se crea desde el primer momento en que se empieza a participar en la red, por lo que hay que tener muy en cuenta que todo lo que se comparte es susceptible de ser revisado y tratado por cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar del mundo.
No se trata de no hacer nada en la red y aislarse del nuevo mundo. Se trata de no hacer ni decir nada que no queramos que alguien pueda saber en algún momento de nuestra vida.
Economista colegiado hace más de 25 años en el CEIB. CEO de Futur Finances. Perito financiero de Futur Legal.
Profesor de Economía Financiera (UIB) y director de Máster (UNIR). Consejero del Consejo Económico y Social de Illes Balears. Patrono de la Fundación Finsalud.
Licenciado en Economía (octubre 1997) y en Administración y Dirección de Empresas (julio 1999) por la UIB. Master Universitario en Asesoría Fiscal por la UNIR (enero 2022).
Autor de libros y artículos académicos (ver en Dialnet): La Banca Culpable (Esfera de los Libros, 2013); capítulo La educación financiera desde el sector privado (Libro La prevención del sobreendeudamiento privado, Aranzadi, 2017); capítulo Intermediarios de crédito inmobiliario, sus representantes designados y prestamistas inmobiliarios (Comentarios a la Ley Reguladora de los Contratos de Crédito Inmobiliario, Wolters Kluwer, 2019); capítulo Un análisis práctico de la toma de decisiones de un consumidor medio (Perspectiva legal y económica del fenómeno FinTech, Wolters Kluwer, 2021); Del dinero mercancía a las criptomonedas (Situación, tendencias y restos del sistema financiero, Aranzadi, 2022); Los puntos de conexión entre el reglamento sobre la resiliencia operativa digital del sector financiero y el reglamento sobre los mercados de criptoactivos, y la regulación del mercado de valores (Comentarios sobre la Ley 6/2023, de 17 de marzo, de los mercados de valores y de los Servicios de Inversión, Aferre, 2024).
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