Préstamo personal para comprar un casa

Pedir un préstamo personal para comprar una vivienda, ¿es factible?

Para acceder a una vivienda en propiedad en España lo más habitual es tener que recurrir a financiación. Obviamente, existen excepciones, pero podemos decir que como norma general, si queremos una vivienda en propiedad nos toca pasar por un banco o entidad financiera. En estos casos, lo más normal es acudir a un crédito o préstamo hipotecario, cuya duración puede alcanzar los 35 años o más y, al menos a día de hoy, ofrece unos tipos de interés muy competitivos.

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¿Qué sucede si nos deniegan la hipoteca?

El problema es que a pesar de que los préstamos hipotecarios cuentan con muy buenas condiciones en cuanto a tipo de interés, también es cierto que han endurecido bastante los requisitos para que se aprueben las hipotecas.

Los bancos miran con lupa la estabilidad laboral del solicitante y su capacidad de endeudamiento, cosa que si se hace bien, es positivo para ambas partes, ya que suscribir una hipoteca que luego no vayamos a poder pagar es un cataclismo financiero para cualquier persona y un problema para el banco.

La opción de pedir un préstamo personal para comprar

La idea de recurrir a un préstamo personal para adquirir una vivienda es bastante común entre aquellas personas a las que por un motivo u otro, se les ha denegado la hipoteca, lo que sucede es que hay diversos puntos a tener muy en cuenta:

  1. Los importes máximos para un préstamo personal (sin garantía hipotecaria) suelen rondar los 50.000€ a 80.000 €, dependiendo de la entidad. Esto quiere decir que esta opción sólo es válida si pensamos adquirir un inmueble económico.
  2. En cuanto a los plazos de devolución, suelen situarse como máximo entre los 8 ó 10 años, lo que supone una gran diferencia con respecto a los 30-35 años de una hipoteca.
  3. Los tipos de interés son bastante más elevados en los préstamos personales que en las hipotecas, lo que redundará que aunque sea con un plazo menor, acabemos pagando muchos más intereses en relación a los que pagaríamos con un crédito con garantía hipotecaria.
  4. Al ser una cuota mensual mayor que la de la hipoteca, nuestro ratio de endeudamiento empeorará, lo que también puede dificultar la concesión del préstamo personal. La pescadilla que se puede morder la cola, vamos.

 

Ejemplo de préstamo personal vs hipoteca

Para visualizar fácilmente las diferencias entre una hipoteca y un préstamo personal vamos a poner un ejemplo con una cantidad ficticia y unos tipos de interés realistas en la actualidad:

  • Vivienda de 78.000 €
  • Plazo de amortización: 10 años
  • Tipo de interés a tipo fijo en hipoteca: 1,50%
  • Tipo de interés préstamo personal: 7,00%

a) Cuota mensual Hipotecaria: 700,37 € (10 años). Si hacemos los cálculos a 30 años con la calculadora hipotecaria de Futur Finances, resulta una cuota hipotecaria de 269,19€.

b) Cuota mensual Préstamo personal: 905,65 €

Tal y como podemos apreciar, la cuota mensual del préstamo personal es 205,28 más cara cada mes que la hipotecaria. Si elevamos estas cifras a los 10 años de duración de los préstamos, con el personal acabaríamos pagando 24.633,60 € más que con el hipotecario. Ahí es nada.

Financiación personal más cara

Está claro que desde el punto de vista financiero lo más cabal es acudir a un buen crédito hipotecario para la compra de una vivienda, quedando la opción del préstamo personal como salida en caso de no poder optar a una hipoteca y que el alquiler no sea, por un motivo u otro, una opción que se pueda considerar.

Por poner alguna ventaja al crédito personal es que cuenta con menos gastos asociados (comisiones de apertura, notario, tasación) que la hipoteca, pero este detalle es más a título informativo que otra cosa, ya que no cambia en absoluto la idoneidad de una buena hipoteca sobre un préstamo personal.

Cuando la única opción para comprar es pedir un préstamo personal

Si hemos llegado hasta aquí decididos a conseguir un préstamos personal para comprar una vivienda ya que el banco nos ha denegado la hipoteca, lo primero que deberíamos hacer es analizar por qué nos la han denegado exactamente y ver si podemos hacer algo para que nos la concedan (aumentar ingresos, aportar un aval, etc). En caso de que ni con esas podamos acceder a una hipoteca, nos va a tocar buscar el mejor préstamo personal que podamos encontrar.

Para buscar ese préstamo podemos ir de banco en banco buscando el mejor o o también podemos ponernos en manos de empresas especializadas en buscar financiación. Estas empresas deben estar registradas, obligatoriamente, en el Banco de España. La ventaja de recurrir a un intermediario como estos es que, al menos los más veteranos, trabajan de manera simultánea con muchos bancos, llegando a 30 entidades los intermediarios con más solera.

Es cierto que cobran unos honorarios si la operación se firma, pero pueden conseguir tipos de interés mucho más bajos que los que normalmente puede conseguir un ciudadano de a pie, tanto por el volumen de operaciones que mueven cada año como por la capacidad de tramitar un mismo expediente en multitud de bancos de una tacada, esperando el que conteste con las mejores condiciones.

Es una manera muy cómoda (se puede hacer online o por teléfono) de saber en poco tiempo si nos aprueban ese préstamo personal o no y en qué condiciones. Eso sí, sólo debemos recurrir a intermediarios acreditados ante el Banco de España, lo que nos garantiza una gestión totalmente reglada y supervisada.

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