Préstamo personal para la hipoteca
Cualquiera que está buscando una hipoteca en la actualidad se habrá percatado de que hay un denominador común en prácticamente toda la oferta hipotecaria en España: sólo se financia hasta el 80% del valor de tasación o de compraventa del inmueble, tomando el banco como referencia el importe más bajo de los dos.
Hay excepciones, obviamente, y es muy posible que un funcionario o alguien con una estabilidad laboral parecida pueda acceder a porcentajes más altos de financiación (solicita información sin compromiso de las hipotecas al 100% a tu alcance rellenado el formulario de contacto de Futur Finances). Ahora bien, la generalidad es la primera, la del 80% de financiación.
Indice
Los ahorros
La solución sobre el papel es fácil: hay que aportar ahorros para cubrir ese 20% que nos falta. La realidad es que hay una gran masa crítica laboral en España con sueldos precarios, en ciudades caras y que no cuentan con capacidad de ahorro, o de tenerla, nunca les permitirá alcanzar ese 20%.
Tengamos en cuenta que si hablamos de una hipoteca de 150.000 €, el banco nos dará únicamente hasta 120.000 €, siempre y cuando la tasación salga bien. Es decir, tenemos que aportar, en este ejemplo, 30.000 €. No es moco de pavo ni está al alcance de cualquiera, de ahí que una de las preguntas más frecuentes en este tipo de situaciones, es si se puede pedir un préstamo personal para cubrir este 20%. Vamos a ello:
5 motivos que desaconsejan pedir un préstamo personal
Aunque sobre el papel pueda parecer una solución factible, la realidad nos indica que no lo es, al menos no cómo regla general, y los motivos son de bastante peso, vamos a enumerarlos:
- A efectos legales, sí que es posible ya que ni hay ninguna ley que impida realizar esta operación financiera. Ahora bien, en la actualidad ningún banco ofrece abiertamente esta posibilidad ni la ve con buenos ojos, tal y cómo explicamos en el siguiente punto. No es cosa baladí pedir dos préstamos de golpe, uno personal y otro hipotecario.
- Es una mala carta de presentación: los bancos quieren cobrar cada mes sus cuotas, de ahí que, si nos presentamos sin ahorros y pidiendo un préstamo personal además de la hipoteca, nuestra capacidad y solvencia queda totalmente en entredicho, por no decir otra cosa. Y no olvidemos que la capacidad económica de cada persona es la que juega el papel decisivo a la hora de que le aprueben o no una hipoteca.
- Los tipos de interés para préstamos personales son mucho más elevados que los de una hipoteca, en torno al 5%-10% en lugar del 1% – 3%. Estaríamos haciendo una operación financiera que supondría tener dos préstamos a la vez, al menos durante unos años.
- Como regla general, las entidades bancarias no aprueban hipotecas cuya cuota mensual supere el 35% de los ingresos netos mensuales de los titulares, ya que, con buena lógica, se entiende que las personas comemos, nos vestimos y necesitamos unos suministros. El intentar conseguir el préstamo del 20% en una entidad distinta a la que vamos a solicitar la hipoteca tampoco es solución, ya que dicha deuda aparecerá en la Central de Información de Riesgos de España (CIRBE). Es decir, no podemos ocultarle a un banco el préstamo que tengamos concedido de otra entidad.
- Dado que a la cuota de la hipoteca deberíamos sumar la del préstamo, y que ambas sumadas no pueden superar ese 35% de los ingresos mensuales…los números no salen salvo que tengamos ingresos elevados, ¿verdad?
Hipotecas, mejor aportando ahorros
El ansia para acceder a una vivienda en propiedad es entendible, pero nunca puede superponerse a los razonamientos lógicos. No es buena idea adquirir un compromiso a tantos años como suele ser una hipoteca si no tenemos unas ciertas garantías de solvencia. A todo ello hay que añadir, aunque no lo hayamos comentado antes, otro 10% del valor de la operación para costear los gastos e impuestos de la compraventa en sí. Es decir, si el banco nos financia hasta el 80%, en realidad es un 30% (aproximadamente) lo que nos queda por aportar, y no el 20% únicamente.
Ante esta disyuntiva no existen soluciones mágicas, quizá las más recomendable sería la de aportar un hipotecante no deudor (mejor opción que un avalista, para el que firma), para que afiance y posibilite el que nos concedan la hipoteca.
Y cómo no, hacer un análisis realista de nuestra situación financiera pasada, presente y con las previsiones futuras que tenemos. Tal vez sea el momento de comprar, pero tal vez sea el momento de intentar ahorrar un poco y esperar a que se flexibilicen las condiciones de los bancos o que surjan otras alternativas, como podrían ser los alquileres bonificados.
De todos modos, ante cualquier duda al respecto o si crees que tu caso es peculiar, puedes exponer tu situación en este foro de preguntas y respuestas sobre hipotecas totalmente gratuito y dirigido por los mejores expertos en materia bancaria con el fin de obtener los mejores consejos.
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