Reunificar deudas

El uso de distintos instrumentos de financiación, ya sean hipotecas, préstamos personales o tarjetas de crédito, entre otros, nos permiten conseguir muchos de nuestros objetivos que serían imposible si dependiéramos siempre del ahorro. Sin embargo, un mal uso o una situación de emergencia inevitable, puede llevarnos a un sobreendeudamiento puntual y la necesidad de valorar si reunificar deudas nos ayudará a enderezar nuestras finanzas personales.

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Equilibrio entre ingresos y gastos

El uso de las diferentes herramientas de financiación debe siempre basarse en un equilibrio entre ingresos y gastos, es decir, que con los ingresos sea suficiente para cubrir tanto el pago de las cuotas mensuales de esta financiación como el resto de los gastos periódicos que tiene cada familia.

La reunificación puede ser una solución para equilibrar los pagos mensuales

Como regla general se aplica que alrededor de un tercio de nuestros ingresos, entre un 30%-35% se puede destinar a financiación. Ese porcentaje lo tienen en cuenta las entidades financieras a la hora de conceder un préstamo, pero la realidad es que este puede cambiar a lo largo de la vida: reducción de ingresos, aumento de gastos o acumulación de otras deudas, como las de tarjetas de crédito, puede llevar a que este equilibrio se rompa y el consumidor tenga serios problemas para hacer frente a los pagos financieros.

Es en ese momento cuando la reunificación de préstamos y deudas puede ser una solución, contando siempre con la ayuda de especialistas como Agencia Negociadora.

Cuando reunificar deudas es la solución

Como su propio nombre indica la reunificación de deudas es una agrupación en un solo préstamo hipotecario con el que conseguir esencialmente un objetivo: pagar menos mes a mes. Es decir, las deudas no desaparecen, sino que se ajustan mucho mejor a los ingresos y gastos actuales para poder hacerlas frente con tranquilidad. Esto ya nos indica un punto imprescindible, la existencia de ingresos suficientes para hacer frente al pago.

Un segundo punto importante es intentar hacer esta financiación más barata. Por un lado, se consigue porque muchas de las financiaciones que se reunifican pueden tener tipos de interés muy elevados, como es el caso de minicréditos, tarjetas de crédito e incluso algunos préstamos personales y que todos quedan englobados dentro de un producto mucho más económico como cuando ocurre a la hora de reunificar hipoteca y préstamos en este primer producto. Las hipotecas son perfectas para unificar deudas por sus tipos bajos y su larga duración por lo que permite conseguir cuotas más bajas (si bien al pagar intereses a décadas vista, el total pagado puede perfectamente ser superior a lo que habríamos pagado de no reunificar).

El objetivo es siempre conseguir una operación viable incluso cuando hay reunificación de deudas con impagos. En el momento de escribir este artículo, Agencia Negociadora puede ayudar a refinanciar deudas con impagos siempre que el total unificado no supere el 30% del valor del inmueble hipotecado.

Precisamente lo que se intenta es evitar estas situaciones que además de suponer un importante incremento de la deuda, e incluso la rescisión contractual y reclamación del montante total del préstamo, conllevan otros impedimentos como la inclusión en ficheros de pagos. Lo importante es que sea viable y que además lo sea con los menores costes posibles.

Hay que poder pagar la mensualidad resultante

La reunificación de deudas paso a paso

El primer paso consiste en realizar un análisis de tu situación financiera, tanto de cuales son tus ingresos actuales como los pagos de deuda pendientes, su capital y vencimiento. Con ello tendremos un análisis de partida imprescindible en el que conoceremos:

  • Cuál es el porcentaje de nuestros ingresos que dedicamos a la financiación.
  • Qué podemos hacer para mejorar nuestra situación financiera con respecto a la reducción de otros gastos.
  • Tras el ajuste de ingresos y gastos, sabremos el importe máximo de cuota que podamos permitirnos tras la reunificación.

A continuación, debemos centrarnos y recabar información más exhaustiva de las deudas a reunificar, ordenándolas tanto por cantidad, plazo pendiente y esencialmente su coste, ya que nos permitirá ver rápidamente las opciones de ahorro:

  • Cantidad pendiente, e interés.
  • Costes que habría que asumir, si existen comisiones de cancelación.
  • Si tenemos una hipoteca para realizar una reunificación y sus características principales: interés, capital pendiente y amortizado e importe pendiente de amortizar en relación con el valor de la vivienda, ya que nos indicará las posibilidades de asumir en la hipoteca las deudas pendientes.
  • Situación inicial

    Analizar nuestra situación financiera inicial, valorando ingresos y gastos actuales y futuros.

  • Ajustes del presupuesto familiar

    Ajustar gastos familiares y explorar vías de mejora de los ingresos de la unidad familiar.

  • Refinanciar deudas

    Estudiar la mejor forma de reunificar deudas al menor coste posible. La urgencia no debe ser un impedimento para analizar con calma las condiciones financieras que nos ofrecen, para firmar una buena reunificación de deudas.

¿Qué deudas reunificar?

Reunificar deudas tiene costes, desde las de cancelación de préstamos que se reunifican a posibles comisiones, pero estos costes se pueden más que compensar con los beneficios que obtengamos rebajando el coste global de la financiación.

Por ello, en primer lugar, debemos incluir en la financiación las deudas con mayor coste. Un claro ejemplo lo tenemos a la hora de reunificar minicréditos, que son fórmulas de financiación con tipos de interés TAE por encima en muchos casos de las cinco cifras. Le suelen seguir las tarjetas de crédito, especialmente las tarjetas revolving, tanto por su tipo de interés como especialmente por tener límites máximos elevados lo que origina deudas más importantes.

Tras las tarjetas están los préstamos personales, de mayor a menor interés, y, especialmente los que tengan una mayor deuda a amortizar en más tiempo.

Aciertos y errores a la hora de reunificar deudas

Como ya hemos señalado el objetivo principal es que la cuota de todas las deudas sea asumible, pero a la hora de hacerlo es muy tentador hacerlo por la cuota más baja posible. Esta desde luego nos permite estar más desahogados, pero no olvidemos que todo préstamo genera intereses y, por tanto, una cuota más baja, con un plazo mucho más largo, hace que el coste total de la operación sea mayor.

No se trata de buscar la cuota más baja, si no la que podamos pagar sin asumir costes financieros demasiado elevados a largo plazo

Lo ideal es siempre buscar un equilibrio, que la cuota resultante sea más baja, lo suficiente para que no suponga un problema de impago, pero no más inferior para que no suponga un sobrecoste.

Además, debemos tener en cuenta la posibilidad de que si tenemos más ingresos podemos amortizar parte del préstamo reunificado, por lo que es importante que este tenga las comisiones de amortización y cancelación más baja y si es posible que sea cero.

El objetivo será siempre incluir todos los posibles y aprovechar la existencia de una hipoteca para que, de forma económica, rápida y transparente consigamos la mejora en las finanzas personales que buscamos.

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