Responderemos a las consecuencias del fallecimiento del avalista en relación a la obligación de avalar una hipoteca. Concretamente: ¿desaparece el aval personal que una persona ha dado para que le concedan la hipoteca a otra, si fallece el avalista?
Me temo que la mayoría de personas responderíamos que sí; que muerto el avalista desaparece el aval. La respuesta correcta no es esta; a veces el sentido común no sirve para problemas jurídicos. El aval personal convierte al avalista en una especie de vampiro jurídico, que con su firma trasmite al aval a sus herederos cuál mordedura de un no-muerto.
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