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A raíz de la noticia aparecida en el Diario de Mallorca quisiera comentar algunos puntos sobre el tema:

1.- 3 de cada 4 españoles dedica más del 40% de sus ingresos a pagar las cuotas mensuales de hipoteca, préstamos y tarjetas.

2.- El 78% de los hogares afronta 3 o más créditos.

Son muchas las familias que se están endeudando en préstamos personales y en tarjetas para poder hacer frente a la cuota de la hipoteca. Este hecho es muy preocupante, ya que este sobreendeudamiento no alivia sus problemas, más bien los agrava a corto plazo.

3.- Reunificar deudas: Cada vez es mayor la cultura financiera de los españoles, ya que dos de cada tres conoce la figura de los intermediarios financieros como entidades que se encargan de la reunificación de deudas y sirven de puente entre el cliente y la entidad prestamista.

En este escenario y en menos de medio año ha aumentado significativamente la cantidad de familias que recurren a la reunificación de todas sus deudas en un solo pago, posibilidad que ya conoce el 80% de la población que afronta algún tipo de financiación.
Concretamente, la cuarta parte de los españoles que ha suscrito un crédito es usuario actual o se considera clientela potencial de la reunificación de préstamos, sobre todo aquéllos que han asumido más de dos créditos.

De esta forma, los usuarios que prefieren pagar menos al mes por todas las deudas que han asumido a cambio de un aumento del plazo y del montante final de la deuda a cubrir suponen el 57% de los españoles, lo que significa un incremento de quince puntos porcentuales en cinco meses.
Aunque el objeto principal para recurrir a esta operación es la unificación de las deudas contraídas, como sucede en el 60% de los casos, un segmento destacado de los españoles (26%) acude a ella para reformar su vivienda, y otros para montar un negocio (7%).

Considero muy importante que el cliente potencial de una reunificación tenga una cultura financiera sólida. Este punto será decisivo para elegir bien al banco o al intermediario financiero que va a gestionar su reunificación de deudas.

El cliente debe ser capaz de entender en que consiste esta operación hipotecaria, lo que le va a costar de gastos, las condiciones financieras del préstamo hipotecario resultante, etc. Es obligación del intermediario financiero aclarar correctamente y con total transparencia las dudas del cliente, pero también es necesario que el cliente formule todas las dudas que tenga.

Cuando el cliente va a firmar el préstamo ante notario, debe conocer exactamente lo que va a firmar, para evitar cualquier duda de última hora. En caso de duda, debe formular cuantas preguntas se le ocurran al notario. No hay que firmar nunca una reunificación de deuda si uno tiene dudas. Mejor pedir demasiado que demasiado poco.

El intermediario financiero del futuro, el que seguirá trabajando después de la depuración que provocará esta crisis, debe ser un profesional cualificado, un asesor experto que mire por los intereses de su cliente. Una empresa que a cambio de unos honorarios adecuados, asesore a su cliente, gestione la hipoteca, negocie con la entidad financiera las mejores condiciones posibles y, finalmente, acompañe al cliente a firmar y dé un servicio posterior a la firma si el cliente lo requiere.

La morosidad experimenta en enero su mayor subida mensual desde 1994, rozando el 1% (según datos del Banco de España las entidades financieras acumulan 16.232 millones en créditos de dudoso cobro, lo que supone el 0,955% de los 1,699 billones de euros en préstamos concedidos para cualquier fin, no sólo hipotecario).

Hay que dejar claro, a pesar de este nuevo incremento, que la morosidad en España sigue estando en niveles históricamente bajos, muy lejos de las tasas del 8% que se registraron en España a mediados de la década de 1990.

Si se buscan comparativas con otros países desarrollados se puede observar que la morosidad hipotecaria en Estados Unidos, por ejemplo, es superior al 2%. Sin embargo, en el país norteamericano se empiezan a contabilizar como créditos dudosos aquellos en los que se produce el impago de una mensualidad, mientras que en España se registran como tal a partir del tercer impago. Si tomáramos el mismo criterio que EE.UU. la diferencia sería menor.

Está claro que una de las principales causas de este incremento en el impago de las cuotas hipotecarias está en el constante incremento mensual del Euribor, que a pesar de haber dado un respiro en enero y febrero, experimentará en marzo un nuevo ascenso (la media mensual a día de hoy se sitúa en el 4,542%). Este aumento del indicador se debe a que los bancos vuelven a estar recelosos de los efectos de la crisis financieras, y se dejan dinero entre ellos a tipos más elevados. Está por ver el efecto que la rebaja de tipos de la FED americana tendrá en el Banco Central Europeo, que sigue anclado en el 4% y se resiste a bajarlo por el temor a la inflación. Veamos que pasará en los próximos meses.

Noticia completa en: elEconomista.es

Comentando la noticia aparecida en elEconomista.es quiero hacer una serie de reflexiones:

Se comenta lo siguiente:

“En EEUU se consideran hipotecas subprime a las que el ratio de esfuerzo para el pago (el porcentaje de los ingresos de una familia destinado al pago de la hipoteca) es superior al 35% o cuando se financia más del 80% del coste de la vivienda. En España se mantiene que una hipoteca es de alto riesgo cuando el ratio de esfuerzo es superior al 55% o cuando se financia más del 85% del coste de la vivienda“.

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La cultura española de pagar la hipoteca se refleja claramente en la realidad, como podemos leer en El Mundo.

La tasa de morosidad alcanza el 0,632%, dato que no preocupa todavía a los expertos.

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El decaimiento del sector del ladrillo en las islas y en el conjunto del Estado también se ha trasladado a las promotoras y a los proveedores de materiales.
Empresas de prefabricados, suministradores de puertas y ventanas y al menos tres inmobiliarias de propietarios diferentes se encuentran en situación de insolvencia.

La última sociedad constructora sobre la que se ha establecido un concurso necesario se halla afincada en Llucmajor. En general domina la disparidad de procedencias: hay mercantiles deudoras de Inca, sa Pobla, Palma o Alcúdia.

Sin casos tan estruendosos como el de la firma valenciana Llanera, que debe 432,65 millones de euros a una treintena de cajas de ahorros y bancos, Mallorca se ha visto sobresaltada por algún caso de cierta relevancia. Así ha ocurrido con Seguí Munar e Hijos S.L., de Sa Pobla, e Inversiones Urbanas Mallorquinas, de Esporles, con pasivos declarados de 7 y 17 millones de euros, respectivamente.

Durante el año que acabamos de inaugurar, la construcción lastrará el crecimiento de la economía balear. Ya lo advirtió el Conseller de Economía, Carles Manera, quien pronosticó un retroceso de la actividad. Desde el Ejecutivo balear se observa sin sobresaltos esta desaceleración. Consideran que el desvío de recursos desde otros sectores hacia el ladrillo, y en concreto hacia la edificación residencial, hace menos eficiente a la economía balear y deja sin inversión a otros ámbitos.

El presidente de los API de Balears señala que durante los años del boom en la adquisición de viviendas las islas llegaron a contabilizar unas 3.000 agencias de mayor o menor tamaño que se dedicaban a la intermediación.

Según los cálculos del Colegio balear, en este momento pueden haber desaparecido ya alrededor de un 40%, tanto fruto del recorte de oficinas y franquicias de firmas nacionales, como Fincas Corral o Century 21, como del cierre de una parte importante de los despachos que se abrieron, algunos sin apenas personal, para aprovecharse de la fuerte expansión del sector y que en muchos casos no se duda de acusar de intrusismo y de haber cometido “abusos” con sus clientes.

José Oliver indica que las empresas más profesionales son las que están soportando mejor los meses de crisis.

También reconoce que en estos momentos las operaciones de compraventa que se formalizan en el archipiélago son entre un 40 y un 50 por ciento inferiores a las que se daban 12 meses atrás, cuando todavía se vivía la euforia en el mercado.

Jean Claude Trichet, presidente del BCE, advirtió este día 9 que la acción coordinada del Banco Central Europeo (BCE) con la Reserva Federal de EEUU para tratar de aliviar las tensiones del mercado interbancario generadas por la crisis financieras no son suficientes para normalizar la situación y resaltó la necesidad de que los bancos hagan un ejercicio de transparencia y saquen a la luz su exposición real de sus cuentas a la crisis.

En este sentido, Trichet afirmó ayer que la etapa de presentación de resultados anuales de 2007 contribuirá a la normalización, no hay que esperar que “los problemas desaparezcan de un día para otro”.
En cualquier caso, si los tipos no suben -como esperan los economistas- y no hay sorpresas especialmente negativas, el euribor está destinado a acercarse progresivamente al 4% en lo que queda de año.

La caída de precios de la vivienda y la restricción en la concesión de hipotecas generarán problemas al sector inmobiliario español, lo que hará que la economía nacional sufra con mayor fuerza los efectos de las turbulencias financieras.

Según este banco de inversión estadounidense “es el momento de distinguir entre los países que tendrán menos dificultades para afrontar esta situación, como España y Alemania, y los que lo pasarán peor, como de Francia e Italia”.

La razón básica esgrimida para hacer estas consideraciones es que el superávit de las arcas públicas va a permitir tener capacidad de maniobra para afrontar medidas para suavizar el efecto negativo de la actual situación en la economía.

En definitiva, que el Estado tiene dinero para ayudar a la economía en este tiempo de crisis.

La inflación cierra el año en un 4,3 % (IPCA), de coincidir finalmente con el IPC sería el peor dato desde 1995. El Gobierno insiste en que el aumento de la inflación española se debe a efectos “exógenos” como el encarecimiento de la energía y los alimentos y mantiene que este indicador comenzará a bajar a partir de abril.

El paro acaba el año con un incremento del 5,27 % (35.000 personas más sin trabajo que en diciembre de 2006). El paro se ha cebado especialmente en el sector de la construcción (32.000 desempleados más).

Los pronósticos para el 2008 no son nada buenos. La crisis inmobiliaria junto con unos precios del petróleo desorbitados y la crisis de confianza financiera mundial no dan motivos para el optimismo.

Merece la pena analizar este interesante estudio, confeccionado por los profesionales del portal web Idealista.

A modo de resumen, resaltar:

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