Hace un tiempo que ronda por mi mente este título y el fondo de la entrada; me faltaba la forma.
El concurso de acreedores de la inmobiliaria Nozar me ha dado la excusa y la actitud espartano-caciquil de muchos bancos en sus análisis de riesgos para la concesión de hipotecas ha sido el estimulante.
Nunca en mi relativamente larga vida profesional en el mundo bancario había visto lo que se está viendo ahora. Mira que yo he sido analista de riesgos del Zaragozano hace como 10 años, que eran otros tiempos. Pero tan increíblemente exigentes y desinteresados en aprobar operaciones de activo (préstamos), jamás lo había visto.
La última operación en la que intervine, una hipoteca de unos buenos amigos, de obra nueva y con aportación importante de fondos, no fue aprobada por la Caja que tenía el préstamo promotor (de hecho aún están esperando que el director les llame para ver si tasan o no), muchas entidades la denegaron aportando avalistas y además se acabó firmando aportando una segunda garantía (la casa de uno de los padres). Y los titulares eran fijos y con antigüedad suficiente.
Nos faltó dar piruetas y bailar la Conga.
Las hipotecas que hoy en día se aprueban son al 80 % de tasación (con tasaciones que han caído un 30%), con aportación de fondos y, al ser tan bajas las tasaciones e ir al 80%, casi siempre hace falta una doble garantía. ¿Cuántas parejas hay en España que cumplan con estos requisitos?
Muchas menos que viviendas sin vender, creo yo.
Si me indigna que la Banca no ejerza una de sus funciones económicas y sociales (canalizar el ahorro hacia la inversión), más me indigna la estrategia que intuyo por lo que veo y oigo. Se quedan las viviendas de los promotores (entre otras cosas por que no conceden las hipotecas de subrogación a los clientes finales) y solo sacan al mercado inmuebles malos y caros.
¿Estará parte de la Banca esperando un cambio de ciclo y la subida del precio de la vivienda para sacar su stock al mercado y empezar a financiar como es debido?
Es exagerado decirlo, pero en algunos casos a esto le llamarían apropiación indebida (bueno, Echevarri, no es el término jurídico adecuado pero sirve para escenificar el fenómeno que explico). En lugar de refinanciar a los particulares ex-solventes (antes buenos pagadores) y subrogar las hipotecas del promotor (con rebajas, me parece bien), cierran el grifo y se quedan las casa.
Claro que este no es su negocio y pierden liquidez; ¿pero un poco más de apuros que más da, “ya nos enchufará liquidez barata el Banco Central Europeo o nos rescatarán si la apuesta sale mal”, pensarán algunos altos ejecutivos escondidos en sus despachos?.
Si sale bien, en unos años vendo más caro las casas y encima presumo de beneficios extraordinarios ante mis accionistas.
Echevarri y resto de lectores y bloggeros afines, es esta idea una locura mía de fiebre del viernes noche?
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