La crisis ha provocado muchos cambios en el modelo de gestión empresarial. Según Luis Alberto Sequí, presidente de la consultora Grupo Entorno Empresarial, el futuro de las PYMES ha de pasar necesariamente por un cambio de modelo organizativo, en el cual el liderazgo, la cultura de la organización y la capacidad de planificación serán claves para salir airosos y fortalecidos.
Grupo Entorno Empresarial es una consultora valenciana especializada en dirección financiera externa, consultoría estratégica de negocios, financiación de proyectos de inversión, asesoramiento y gestión fiscal-contable-mercantil-laboral, servicios jurídicos, así como en formación en alta dirección y administración de empresas.
Luis Alberto Sequí, presidente de Grupo Entorno Empresarial, director financiero, asesor de empresas y especialista en gestión de costes y profesor de la Cámara de Comercio de Valencia, entre otros, nos ofrece doce claves para saber cómo gestionar nuestra PYME en los complejos tiempos que corren.

Claves de las crisis de las pymes

Podemos atribuir muchas causas a la actual crisis, pero los factores que se atribuyen a las Pymes son los siguientes:

  • La falta de atención y anticipación, causada por la ausencia de la cultura de la planificación. La consecuencia es un considerable número de cierres empresariales.
  • La clave no se halla en tener recursos sino en saber realizar planes de empresa y aplicarlos. Es un problema de gestión de las crisis, éstas son más fácilmente asumibles cuando contamos con planes de contingencia preparados.

Claves del futuro de la gestión empresarial

 

1. Los años venideros pueden resultar muy esperanzadores para quienes vemos una oportunidad en los problemas. Debemos olvidar el modelo anterior y seguir creyendo que la situación puede volver a la normalidad.
 2. La cultura corporativa. Los emprendedores, después futuros empresarios, deberán dirigir basándose más en los empleados (los intangibles) que en el producto o servicio. Las organizaciones deberán contar con un equipo con las competencias necesarias. En este punto, los protocolos de selección, bienvenida, e incorporación de los empleados serán fundamentales para el éxito o el fracaso de los mismos en nuestra empresa.
 3. La gestión se hallará junto al liderazgo de la dirección, y se centrará en profesionalizarse, adquirir e implantar cultura de equipo. Los propietarios de las empresas deberán conocer sus aptitudes para el liderazgo lo que determinará sus capacidades de dirección y gestión del negocio. Puesto que no todos contamos con las mismas habilidades, deberemos escoger aquellos más aptos para la ejecución de procesos y tareas y situarnos en un comité de dirección de la estrategia.
 4. Los procesos. Serán la base de la innovación y contribuirán a la eficacia, pilar de la rentabilidad. Todo esto será la versión actualizada del clásico margen por rotación.
 5. La organización es la tecla fundamental para que todo suene armónicamente. Una organización que no esté alineada en torno a una estrategia definida para lograr sus objetivos resultará un esfuerzo frustrante.
 6. El cambio del modelo productivo español hacia la sociedad del conocimiento que acabara imponiéndose para redefinir o rediseñar las futuras organizaciones empresariales. Las organizaciones serán cada vez más profesionales y estarán formadas por perfiles universitarios con capacidad mental para adquirir rápidamente los conceptos que recibirá de la empresa. Por su parte, la empresa deberá asumir unos mínimos períodos de adaptación de los empleados en favor de un mayor rendimiento posible.
7. La innovación. No se trata de una moda sino de un hábito caro y complejo. Innovar no es inventar sino hacer las cosas de forma diferente. La diferencia radica en sus intangibles, (tecnología procesos, marcas, cultura, dirección, etc.) no tanto en sus productos y servicios. El futuro management competirá a nivel comercial con sus modelos de negocio que sirven para ser reconocidos por nuestro mercado objetivo. Un conjunto de factores marcará la diferencia en sus procesos y/o productos, y aquellas empresas que consigan combinarlo inteligentemente serán inatacables por sus competidores.
Tanto el empresario con experiencia como el emprendedor deben cuestionarse el modo de hacer las cosas, con quién y cómo. Partiendo de esta premisa, hallarán muchas de las claves de sus problemas actuales o el camino que les conducirá a resolverlos y con ello al éxito.
En El País he publicado, como director editorial de iAhorro.com, un artículo titulado ‘Cómo contratar una hipoteca sin caer en los errores del pasado‘.
Volver a endeudarse sin estar formados sobre las implicaciones de solicitar un préstamo hipotecario, sin analizar y comparar la oferta de hipotecas del mercado y, si no tenemos tiempo ni formación, sin acudir a verdaderos expertos hipotecarios, es la garantía para volver a vivir un drama familiar en un futuro.
Prudencia, prudencia, prudencia, formación e información son las claves para no arrepentirnos por la compra de una vivienda. En el artículo enlazado, entre otras cosas se explica que:
La clave para que las familias no cometan los errores del pasado es que se pregunten y sepan responder —razonablemente— si pueden pagar cómodamente la cuota hipotecaria. Dejar la respuesta en manos de los bancos supone un riesgo que nadie debería cometer, ya que por falta de tiempo, información o incentivos, los analistas han demostrado no ser lo certeros que sería deseable.
Para saber si somos capaces de devolver la hipoteca, debemos calcular la cuota del préstamo no con el tipo actual, sino con un 5-5,5% y ver si esta mensualidad no supera el 30% o 40% de nuestros ingresos netos. La calculadora del Banco de España (y la calculadora hipotecaria de Futur Finances) es muy útil para estos cálculos.
Muchos son los errores cometidos por la banca antes y durante la crisis económica que hemos vivido (si es que podemos tratarla en términos pasado, que lo sigo dudando). Varios de estos errores y malas prácticas bancarias las he señalado y explicado en mi libro ‘La banca culpable‘.
Que la banca sea culpable de muchas cosas, no significa que lo sea de todas ni, tampoco, que el cliente no haya cometido errores que se deban subsanar. El que piense que las Leyes le deben proteger de uno mismo, que en ocasiones efectivamente así es, se arriesga a ser dirigido por los que las conocen y determinan.
La responsabilidad individual a la hora de pedir un préstamo o crédito personal o hipotecario no puede seguir limitándose a la falsa idea de que “si el banco me concede el dinero, será que puedo devolverlo”.
Ser prestatarios responsables significa:
Formarse en los productos de crédito que uno pretende solicitar. Para ello, hay guías gratuitas en iAhorro.com y otras, como la interesante guía de las hipotecas del Banco de España.
Informarse de las diferentes opciones de financiación y comparar y analizar sus características, para contratar el préstamo que mejor se adapte a nuestras necesidades, con las mejores condiciones posibles.
Aprender a negociar con las entidades financieras, ya que nada de lo que nos presenta el banco por escrito es una Ley que cumplir sin más.
Y firmar sabiendo lo que se firma, punto fundamental que significa leer los contratos con tiempo y calma, días antes de su firma.
Os dejo unos vídeos editados por iAhorro.com sobre estos temas:
 

 

De vez en cuando resulta interesante recordar las apariciones que uno ha tenido en los medios de comunicación que, de alguna forma, han sido claves. Sin duda alguna, mi primera aparición en el programa Salvados de laSexta en enero de 2012 y un año después marcan un antes y después en mis apariciones en medios.
Más allá de un simple ejercicio de ego, cuyo sentido tiende a la nulidad, recordar estas apariciones nos ayuda a poner en valor lo que hemos hecho. Y explicar a la opinión pública los desmanes de algunos cajeros y banqueros ha ayudado a cambiar muchas cosas. Entre ellas, a que seamos clientes exigentes y no meros súbditos de los bancos.

Salvados: El cliente perfecto
Creo sinceramente que los nuevos clientes, los que aún no han contratado ni una cuenta bancaria con los bancos, serán los que transformarán los bancos. El jueves de esta semana tuve la oportunidad de dar una charla, junto a mi amigo y experto en mercados financieros Luís García Langa, en el Institut Ramón LLull, centro dónde de joven tuve la suerte de poder estudiar.
Además, me invitó Emili Gené, uno de los mejores profesores que he tenido, por su capacidad técnica, pero sobretodo por su calidad humana.
Os dejo al principio del artículo la noticia aparecida en Canal 4, para después poneros una serie de reflexiones que les hice a los alumnos.

Dudas razonables en economía

Los profesionales de la salud mental, para definir una forma de ver el mundo sana y saludable, consideran que hay que aprender a vivir con dudas razonables, no con falsas certezas.

En educación, esta premisa es la clave de los buenos profesores y los estudiantes que aprenderán debidamente: dogmas, para la fe. Para aprender, ponerlo todo en duda.

Dudar no significa desconfiar, sino entender que solo cuando hemos sido capaces de entender por nosotros mismos un concepto o hecho, con la ayuda de un profesor o experto en la materia, pero analizando de forma crítica lo que nos cuentan, podemos extraer conclusiones.

Veamos algunas ideas que los medios de comunicación comentan, para intentar discernir las certezas de las dudas razonables:

Noticia en El País de 10/03/2015:

Los banqueros van al colegio a enseñar a ahorrar a los jóvenes.

“Grandes banqueros, entre ellos los consejeros delegados del Santander y del BBVA, José Antonio Álvarez y Ángel Cano, regresaron ayer, por un día, al colegio. En este caso fue el Nazaret, del distrito madrileño de San Blas, donde acudieron para impulsar la educación financiera. El temario incluye clases para ahorrar y llegar a fin de mes, la importancia del crédito, las posibles consecuencias de hacer un uso irresponsable y cómo adecuar el consumo a las circunstancias personales.”

Los banqueros (directivos y propietarios de los bancos) y los bancarios (empleados de oficinas y servicios centrales) son los profesionales que más saben de cultura financiera aplicada a los productos de ahorro, inversión y crédito ¿o no?

Noticia en El Mundo de 17/03/2015:

“…, sus hijos necesitan que los banqueros les expliquen cómo evitar caer en las trampas que la propia economía financiera les piensa poner y en las que muchos de nosotros hemos caído, para que en el futuro no puedan alegar, como nosotros, no haber sido informados con claridad a la hora de contratar determinados productos.”

Veamos el mensaje, lo que nos dice y lo que nos quiere hacer pensar, de dos medios supuestamente distantes ideológicamente hablando:

1. Los bancos son los que más saben de productos financieros.
2. Los bancos quieren enseñar a los alumnos finanzas personales para evitar los errores del pasado (preferentes, hipotecas impagadas…).

Dos falsas certezas en toda regla que cualquiera que haya trabajado en banca y frente a ella puede desmontar. Veamos ahora cuáles son las dudas razonables que todos debemos tener:

1. Los banqueros y bancarios puede que no sean los que más saben de productos financieros.
2. Los bancos puede que no tengan como interés principal “evitar los errores del pasado”.
Voy a tratar de dar mi opinión, basada en mi conocimiento y experiencia, para inspirar su propia duda razonable a cada uno:

1. Los banqueros y bancarios puede que no sean los que más saben de productos financieros.
Los bancos no son los que más saben de los productos financieros. Atrevida afirmación, no me lo negaréis. A fin de cuentas, suelen gestionar, administrar y hasta crear estos productos financieros ¿Cómo puedo yo afirmar entonces que no son los que más saben de ellos?

En primer lugar, porque su saber esta escorado a los interés del banco y no a los efectos y consecuencias sobre el cliente. Un bancario no sabía, en muchas ocasiones, el riesgo que asumían los clientes de participaciones preferentes. Tampoco conocían, ni les interesaba conocer en muchos casos, las herramientas en manos de los clientes cuando no pueden pagar sus hipotecas. Incluso, uno podría atreverse a decir que muchos bancos no sabían o querían saber conceder de forma responsable créditos y préstamos hipotecarios. Una morosidad oficial del 12,54% (datos a enero de 2015), a la que sumar los impagos de los activos de la Sareb o ‘Banco Malo’, lo que daría un resultado de algo más del 16% (en el 2007 esta tasa era del 1% aproximadamente). Y podemos mencionar los 100.000 millones o más del verdadero rescate a la banca.

Por otro lado, un banquero conoce sus productos financieros, pero no los de su competencia. Puede que el bancario sepa a la perfección las condiciones que ofrecen de sus préstamos hipotecarios. ¿Pero sabe que la oficina del banco de al lado le ahorra decenas de miles de euros al cliente que entra por sus puertas?

2. Los bancos puede que no tengan como interés principal “evitar los errores del pasado”.
Vamos a ver, se ha intentado y se sigue intentando culpabilizar a los clientes de “sus” errores. A los preferentistas con argumentos del tipo “eran avariciosos y querían duros a cuatro pesetas’. A los hipotecados desahuciados de sus casas por ‘querer vivir por encima de sus posibilidades’.

Y basta darse una vuelta por los juzgados y escuchar a clientes denunciantes y bancarios testificando para darse cuenta de una cosa: los irresponsables no han sido los clientes, sino los bancos. Podríamos profundizar mucho en este aspecto, pero basta mencionar que:

Las participaciones preferentes son productos complejos, un híbrido entre la renta variable y la renta fija, de remuneración voluntaria por parte del banco o caja y, además, condicionada a la buena marcha de la entidad financiera. Por otra parte, son los productos de mayor riesgo si el banco va mal (solo superados por las acciones) y de vencimiento perpetuo. ¿Algún lector querría invertir en ellos si se le ofreciera una rentabilidad del 4 o 5% anual, o menos? ¿Y sus abuelos?

En cuanto a las hipotecas, un cliente pensaba que “si el banco me da el dinero es porque considera que lo puedo pagar”. Esta es su responsabilidad, pero la nuestra es saber que no saben hacer su trabajo. El que ha de ser capaz de aprobarse o denegarse el crédito o préstamo es el propio cliente.

Tened dudas razonables, de que los bancos saben y deben enseñar finanzas, desde luego.



Fernando Zunzunegui es un abogado mercantilista independiente y consultor especializado en regulación financiera. Ha sido asesor de la Comisión Europea, presidente del Grupo de Expertos en Servicios Financieros (FIN-USE) y asesor jurídico del Servicio de Compensación y Liquidación de Valores (Iberclear).
Es doctor en Derecho y licenciado en Derecho y Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, autor de diversas publicaciones sobre regulación del mercado de valores. Es profesor de Derecho bancario y bursátil en la Universidad Carlos III de Madrid.

Leer más

Algo empieza a oler mejor en las sentencias judiciales, en relación a los derechos de los clientes de los bancos.

Hasta día de hoy, los bancos se pueden quedar tu casa por el 50, 60 o 70% (si es vivienda habitual) de su valor de tasación, si no pagas el préstamo hipotecario. Y si queda deuda pendiente, sumando intereses de demora y costas, te puede exigir la “deuda” por el resto de tus días. Es más, si el préstamo hipotecario no es para adquisición de vivienda habitual, por ejemplo por ser una reunificación de deudas, los bancos se puede adjudicar la vivienda por el menor valor entre 50% de tasación y la deuda. Eso implica la posibilidad de perder una casa de 300.000 euros por una deuda de 100.000 euros, por ejemplo.

Leer más

Pese a que 2015 sí es el año de la competencia en préstamos hipotecarios a tipo variable, con ofertas que seguramente competirán por el Euríbor + 1 en poco tiempo, no ocurre los mismo con las hipotecas a tipo fijo.

Leer más

Ir a Juicio contra un banco o caja que ha comercializado, a nuestro considerar, de forma incorrecta o directamente fraudulenta productos financieros complejos y/o arriesgados no es que no sea malo, es que es necesario.
Lo triste es que no haya herramientas para que este acceso a la Justicia no sea una barrera para muchos clientes sin recursos suficientes.
Os dejo un artículo que publiqué el pasado viernes en el periódico Ultima Hora: