De todos es sabido que los bancos procuran no perder nunca en su oferta de productos financieros. En cierto punto, es normal y hasta deseable para el sistema financiero. Otra cosa es lo que acostumbran a hacer, que es ofertar productos financieros buenos para ellos y malos para los clientes.
Los fondos garantizados no son a priori un mal producto para el cliente si aseguran una rentabilidad mínima aparte del capital a vencimiento. El Banco Sabadell ha anunciado a bombo y platillo la comercialización de su fondo garantizado Sabadell BS Garantía Fija 10, que ofrece una rentabilidad del 4,4% TAE a 3 años. Sería un excelente producto si no fuera porque, como siempre, tiene una letra pequeña que hay que ser economista para entender a la primera. Señores banqueros, los clientes quieren productos rentables, sí, pero transparentes y lo más fáciles de entender posibles.
Una escritura de préstamo hipotecario en la que existe una cláusula de suelo al 2,90% y una de techo al 15% es a todas luces injusto. En base al sentido común y, en principio, según los tribunales de justicia. Sin embargo, hasta que no llegue algún caso al Tribunal Supremo tendremos que convivir con esta cláusula que huele a abusiva. ¿Hasta cuándo los bancos seguirán tomando a sus clientes como tontos?
En el mismo sentido de crítica a la política de las entidades financieras con sus clientes, a los que tratan como meros productores de beneficios a corto, he tratado en Euribor Blog de la nueva figura del director de sucursal que algunos bancos están diseñando: el director mindundi. No pretendo faltar a los directores profesionales, ni mucho menos. Busco faltar a los directivos de las cúpulas a los que sus clientes les importan un comino. ¿Un director de banco que no puede conceder descubiertos puntuales a sus buenos clientes? lamentable.
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