En la semana que dejamos atrás he tratado el complejo tema de los funcionarios y su utilidad pública. Al contrario de lo que algunos sectores intentan hacer creer a la opinión pública, yo creo que los funcionarios tienen que verse como una inversión, no un coste a reducir sin más.

El sistema es lo que no funciona, dar la culpa a los funcionarios de no ser productivos es como culpar a los empleados de una empresa de no trabajar. ¿Acaso no es responsabilidad de los directivos incentivar, motivar y sancionar en caso de incumplimiento a sus trabajadores?

El problema es que los jefes de los funcionarios han sido políticos ineptos o interesados en dejar que todo vaya mal. Y ahora estos mismos políticos bajan el sueldo a los funcionarios, castigando por igual a los funcionarios abnegados y a los gandules.

También en Euribor Blog hemos comentado el hipotético y futurista mundo en que el dinero fuera tiempo vital.

Por otra parte, en FinancialRed hemos comentado la previsible caída de cotización de las acciones de las entidades financieras que permutan participaciones preferentes por acciones y escrito nuestra particular carta a los Reyes Magos banqueros.

Por otra parte hemos analizado las rentabilidades que ofrecen los planes de pensiones y los fondos de inversión garantizados.

En Euribor Blog esta semana he opinado sobre las consecuencias de la creciente (y a mi modo de ver sistémica) incertidumbre económica en el marco laboral del futuro.

El paradigma de un patrón que dirige a los obreros a cambio de un sueldo se está desmoronando, a mi modo de ver. La razón básica es que el empresario ya no puede garantizar a sus empleados un trabajo indefinido de por vida; cada vez más empresas cierran sin haber cumplido las décadas necesarias para que sus empleados se hayan jubilado en ellas, además de que el sistema productivo ha dejado de proporcionar al trabajador una estabilidad en la misma empresa durante toda su vida laboral. A los jóvenes se les ofrece contratos precarios (si se les ofrece algo) y a los que sobrepasan los 40 se les condena al ostracismo.

Todo parece malo para el trabajador por cuenta ajena en el futuro laboral que estoy desgranando; sin embargo las empresa no se van a salvar de las consecuencias de no poder o querer ofrecer estabilidad a su fuerza laboral. Los obreros que quieran un futuro mínimamente próspero van a tener que cambiar de mentalidad, pasando de verse como obreros a ser profesionales casi independientes; si nuestra empresa no nos garantiza un trabajo estable, tendremos que formarnos y prepararnos para poder trabajar inmediatamente en otra empresa.

Ello conllevará una constante formación y un contacto constante con el resto de empresas y proyectos, por si hay que cambiar de empleo; menos fidelidad a una empresa y mayores sueldos exigiremos (para compensar la inestabilidad y ahorrar para los periodos de desempleo). Y menos sometimiento a las directrices de la empresa, si no nos proporcionan carreras interesantes que aumenten nuestra empleabilidad.

Las grandes empresas querrían empleados hiperproductivos, con bajos sueldos y disponibilidad absoluta, fáciles de despedir si dejan de resultar beneficiosos para la cuenta de resultado. Sin embargo, el profesional de su propio trabajo, con la ayuda de las nuevas tecnologías a su alcance, puede que sea capaz de cambiar las tornas.

Desde luego, lo que sí recomiendo a cualquier persona es que se forme constantemente, en varias áreas diferentes y esté en constante comunicación con el resto de profesionales y empresarios del sector. Si la empresa no nos garantiza estabilidad, que pague por ello (en sueldo, formación y contactos).

La guerra ha empezado; preparaos para la victoria. Y Feliz Navidad!

 

Esta semana he dejado una estela de desastres relacionados con productos financieros que la banca de sucursales de todo a 100 ha producido. Algunos de los infortunios que están sufriendo ahorradores e hipotecados parece que podrían deberse a que en las cúpulas directivas hay monos locos tomando decisiones.

Tenemos por una parte a los crédulos ahorradores que invirtieron en las cuotas participativas de la CAM (una especie de acciones de cajas de ahorro pero peores) creyendo que eran un producto similar en riesgo a un depósito a plazo fijos. Ahora descubren que, a no ser que el Banco de Sabadell haga algo, valen cero.
Otros clientes bancarios que deben haber descubierto a golpes que no hay que escuchar al director de sucursal cuando vende productos son los de Banco de Valencia, ahorradores que compraron participaciones preferentes y obligaciones subordinadas. Tampoco estarán muy contentos los que invirtieron en acciones de la entidad.

Los que tienen participaciones preferentes del BBVA, Sabadell, Santander o CaixaBank tampoco saltan de alegría, al descubrir que sus “depósitos” son en realidad renta fija perpetua que no se puede vender sin pérdidas en el mercado secundario. A estos los bancos les ofrecen canjearlas por acciones, obligaciones convertibles o deuda subordinada a largo plazo; no por hacerles un favor, sino por Basilea III y evitar que les quemen las oficinas. Otro caso de juzgado de guardia son los bonos patrióticos; los bancos que los comercializan no se fían de las administraciones para concederles crédito, pero están encantados de encasquetar bonos de las CC.AA. a sus clientes, previa jugosa comisión.

Los bancos y cajas vendieron productos complejos sin la debida información y, en ocasiones, con el engaño de una aparente semejanza con los depósitos a plazo fijo. Lejos de admitir sus errores y reformar completamente el sistema de comercialización de sus sucursales, lo que hacen es intentar tapar un mal asesoramiento con otro producto que tampoco es el que interesa al cliente. ¿Nada han aprendido las entidades financieras de esta crisis? 

Esperemos que sus clientes, que hayan aprendido que no pueden dejar sus decisiones financieras en manos del director del banco.

En esta semana que dejamos atrás hemos tratado en el Blog del Euribor, una vez más, sobre la integridad de la moneda única y lo que están haciendo los gobiernos europeos para garantizar el euro.

Como veremos, se han hecho pasos positivos hacia una mayor integración fiscal que, por desgracia, distan de proporcionar la estabilidad necesaria para que el euro esté garantizado.

Os dejo un fragmento de mi opinión sobre el tema, que se puede leer completa en “Acuerdos de Europa, ¿aseguran la supervivencia del euro?“:

Los gobiernos de la Unión Europea se han reunido y han aprobado una serie de acuerdos que, según plasman los medios de comunicación, implican una determinada integración fiscal que complemente la coordinación absoluta de la política monetaria que implica la moneda única.

Veamos que acordaron y que, en mi opinión, soluciona la firma del compromiso europeo. ¿Evitarán estas medidas la desintegración del euro?

Los ejes del acuerdo europeo (ver en PDF), en que Gran Bretaña ha decidido no participar, son:

  • La consolidación de una “confraternación fiscal”, acuerdos basados en la disciplina fiscal y una mayor integración económica, tímido avance hacia una necesaria integración fiscal. El Consejo Europeo lo llama “unión de estabilidad presupuestaria“.
  • A más corto plazo, se tratan medidas para dotar de mayor agilidad al FEEF (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera), si bien se posterga para marzo de 2012 la decisión de aumentar el techo de 500.0000 millones de euros de que dispone para actuar. Los estados miembros de la UE harán aportaciones en forma de préstamos bilaterales al FMI (Fondo Monetario Internacional) por un importe de hasta 200.0000 millones de euros, para aumentar los recursos de que dispone para luchar contra la crisis.

Asociaciones de consumidores acusan a la reunificación de deudas y préstamos de ser un mal producto para el consumidor financiero.

Los que siguen este blog ya deben conocer mi opinión sobre la agrupación de deudas: lo malo no es unificar préstamos, tarjetas e hipoteca; lo malo es haber llegado a una situación familiar de sobreendeudamiento. La hipoteca de reunificación de deudas es la solución (bien gestionada).
En GestionaRadio se han interesado por la actual situación de la reunificación de deudas en España, acudiendo a los expertos de iAhorro.com.

La pregunta del momento, cuya respuesta en la entrevista que me han hecho en Inca Avui no difiere de lo que vengo manteniendo en este blog y demás medios online en los que colaboro:

Apuesto porque España va a seguir en la Zona Euro. Lo que recomiendo a la gente es que esté bien informada, no asustada.

Os dejo una parte de la entrevista, que tratar sobre la crisis actual y sus posibles soluciones; os invito a leerla completa en Inca AvuiHay que usar un bisturí, no una motosierra

¿Crees que otra reforma laboral puede ayudar a que se genere más empleo en España?

Una reforma laboral que simplifique la contratación (reduciendo el excesivo tipo de número de contratos) e incentive los contratos estables es necesaria, ya que nuestro marco laboral no funciona.
También hay que plantearse la indemnización por desempleo, que supone una carga inasumible para las pequeñas y medianas empresas (y por ello no ofrecen empleo indefinido); sin embargo, ello no debería hacerse en base a reducir la indemnización sin más. En realidad, el trabajador perdería derechos, pero ello no incentivaría la contratación, en un entorno de demanda de productos y servicios muy débil.

Una de las soluciones es el modelo austríaco, planteado en su momento por el Gobierno pero no concretado en la última reforma laboral; se trataría de que las empresas (y probablemente los trabajadores) pagaran una cantidad cada mes a un fondo adscrito al empleado. Este fondo se mantendría durante toda la vida laboral, y se cobraría en caso de despido. Cuando el profesional cambiara de empresa el fondo continuaría a su nombre, acumulándose las nuevas aportaciones de los siguientes empleos. En caso de no haber utilizado el total acumulado al acabar la vida laboral activa, el trabajador cobraría el remanente en forma de complemento a su pensión.

Por tanto, si la reforma laboral que se plantea pasa simplemente por reducir la indemnización por desempleo y simplificar la contratación, no creo que se genere empleo. La reforma debe sentar unas bases sólidas que mejoren y flexibilicen nuestro marco laboral, pero el empleo se creará cuando España empiece a crecer por encima del 2% de su PIB, aumente la demanda y las empresas necesiten contratar para producir.

 ¿La reducción del déficit que está planteando el Govern generará empleo en Baleares?

En absoluto; lo que crea la austeridad en las finanzas públicas en el corto plazo es desempleo. Despedir trabajadores y reducir el sueldo de los funcionarios crea paro y reduce la demanda de bienes y servicios (al tener los trabajadores o parados menos poder adquisitivo).

Los recortes se venden como un mecanismo para generar empleo, pero en realidad son medidas que se toman por obligación; los mercados ya no nos permiten seguir gastando más de lo que ingresamos o nos financian la deuda pública a tipos de interés inasumibles.

Es necesario gestionar bien el dinero de los contribuyentes y gastarlo en proyectos y servicios que tengan rentabilidad económica o social clara. Tenemos que gastar menos de lo que ingresamos, en el medio plazo. Ello implicará subir impuestos, y no sólo a los trabajadores, también las fortunas y bancos (que afectan a los ingresos públicos), gastar menos en determinados servicios públicos y, no lo olvidemos, invertir en crear empleo. Por tanto, el Govern no sólo se tiene que basar en recortes; hay que usar un bisturí, no una motosierra y reducir lo reducible. Pero hay que gastar para generar empleo.

¿Deberemos protegernos de un corralito español?

Los ahorradores tienen miedo, y parte de su temor es lógico. Sin embargo, con la información de que dispongo, no creo que el escenario de un corralito a la española se produzca en ningún caso. Por tanto, nada de sacar el dinero de los bancos.

Otra posibilidad menos grave pero igual de preocupante sería que saliéramos del euro y volviéramos a la peseta; ello provocaría que nuestro dinero en las entidades financieras pasara de euros a pesetas, con un determinado tipo de cambio que, sin duda, nos empobrecería respecto a nuestros vecinos más fuertes (Alemania, Francia, etc). En todo caso, este escenario tendría algo muy bueno: exportaríamos más y vendrían más turistas “ricos”. Sin embargo, entiendo que tampoco se producirá este escenario. Apuesto porque España va a seguir en la Zona Euro. Lo que recomiendo a la gente es que esté bien informada, no asustada.

A nadie le sorprenderá constatar que cada vez hay menos hipotecas competitivas en el mercado. Sin embargo, algunas entidades como unoe, de momento, siguen ofreciendo financiación por debajo del Euribor + 1.

En iAhorro.com han hecho una selección de las mejores hipotecas del mercado en esta recta final del año 2011, por si alguno de vosotros está mirando y comparando hipotecas.

Os dejo el cuadro de la comparativa de préstamos hipotecarios, el cual os lleva a la selección de las mejores hipotecas de diciembre de 2011 haciendo click sobre él.

Nuestros amigos de Actibva se han interesado por nuestra opinión sobre la crisis de deuda soberana, el futuro del euro como moneda única europea y las herramientas a disposición del ahorrador medio para asegurar sus ahorros.

Mi opinión sobre el futuro de la crisis del euro, repetida en varias ocasiones en este blog, es:

No creo que el euro desaparezca, si bien algún país puede que salga de la moneda única (descarto que entre ellos pueda estar España); iremos a una mayor integración fiscal a la alemana; lo cual significa que la costumbre del país de gastar más de lo que se ingresa está en peligro de extinción. No es una mala noticia, siempre que seamos capaces de gestionar nuestros menguados recursos para implementar políticas de creación de empleo.
Porque más allá de los números, las cábalas y las teorías económicas, está el bienestar de las familias: si no pueden generar ingresos para vivir dignamente, el proyecto europeo será un rotundo fracaso.

 

La mejor manera de evitar el pánico es conocer el peligro real que uno corre; tememos lo desconocido, pero al darle forma, gran parte del temor se desvanece. En este blog trataremos de informar al visitante y amigo de lo que está pasando en torno a la crisis del euro, la remota posibilidad de un corralito en España o lo que hacer para proteger nuestros ahorros en el hipotético caso de que saliéramos de la zona euro y volviéramos a usar pesetas.

Mi opinión personal y profesional es que no hay razones de peso para temer un corralito similar al de Argentina; son casos muy diferentes, pese a algunas similitudes.Que hay un miedo entre los ahorradores y un interés para buscar información sobre el momento económico que vive la Unión Económica y Monetaria está claro, basta analizar las búsquedas relacionadas en Google Trends:

 

Sin embargo, para tener una información plural, hay que buscar los que piensan otras fuentes, cuya información, formación y vivencias superan con creces la de un servidor. Por ello, trataré de recopilar en esta entrada los enlaces a la información útil sobre la crisis del euro, invitando a los visitantes a compartir en los comentarios otros enlaces que crean son de utilidad para el lector.

Información sobre la crisis del euro

  1. Idealista: ¿Es seguro tener el dinero en los bancos?
  2. Invertia: 5 formas de proteger nuestros ahorros si el euro se rompe
  3. Cotizalia: Dónde se puede invertir para ganar a la recesión
  4. Marc Vidal: Salvaguardar depósitos
  5. Gurusblog: ¿Cómo proteger tus ahorros de un corralito en España?
  6. El Blog Salmón: El aumento de la deuda pública en la eurozona
  7. Finanzas.com: Paralelismos entre la España de hoy y el corralito argentino
  8. IESE blog de Antonio Argandoña: ¿Es posible un corralito en España?
  9. Nada es Gratis: Europa sin el euro
  10. Euribor Blog: Una eurozona moribunda

El ciudadano medio tiene miedo, a perder sus ahorros si España es expulsada del Euro, a no poder sacar su dinero de los bancos si hay un corralito similar al que sufrió Argentina; los medios de comunicación no ayudan a atenuar el miedo.

Sinceramente, creo que muy poca gente sabe lo que va a pasar; dependemos de decisiones políticas, condicionadas por la economía, sí, pero políticas. Y los políticos pueden ser impredecibles.
Sin embargo en los momentos difíciles es cuando los valientes y los sabios demuestran su capacidad. No es un momento para tener miedo, sino para tener información.
Nadie lo puede garantizar, pero personal y profesionalmente descarto un corralito de los bancos en España. No es un escenario que contemple en ningún caso, por lo que no recomiendo a nadie que saque su dinero de los bancos y se los lleve a casa. A mi modo de ver, el riesgo de que nos lo roben en nuestro hogar es mucho mayor que la posibilidad de un corralito.
La salida de España de la Unión Monetaria Europea (la Zona Euro) es una posibilidad a tener en cuenta; sin embargo esta transición se produciría de forma ordenada y con garantías para los ahorradores, a mi modo de ver. Es este caso, el riesgo para nuestros ahorros es pasar de tener euros a pesetas, con el correspondiente empobrecimiento respecto al exterior. Maneras de protegerse de este escenario hay varias, ninguna exenta de peligro:
  1. Abrir una cuenta en dólares en España, o en otra divisa como el franco suizo.
  2. Abrir una cuenta en euros en Alemania o una cuenta en otra divisa en bancos extranjeros.
  3. Comprar oro.
  4. Invertir en acciones de empresas extranjeras.
  5. Comprar participaciones en fondos de inversión que inviertan en empresas mineras o ETFs que repliquen el oro de gestoras extranjeras, por ejemplo (esto es muy sencillo, hay brokers de bancos que nos lo permiten sin más trámites).
Y un largo etcétera, cuyo peligro es perder dinero en el proceso, cosa probable si no se invierte con los debidos conocimientos o asesoramiento.
La opción más probable, a mi entender, es que España siga en el Euro, a cambio de duros planes de ajuste. Más tributos y menos servicios públicos. Para el ahorrador, en principio, el peligro está en que se aumente la imposición sobre los rendimientos del capital mobiliario.
No tenga miedo, es un mal consejero. Acuda a expertos en finanzas internacionales, si quiere calibrar las posibilidades y escenarios. O a un asesor de inversiones para diversificar sus inversiones. Yo, desde luego, no tengo ningún miedo a un corralito ni a que mis euros se conviertan en pesetas (si bien asumo que posibilidades las hay).
Seré un loco o un visionario, el tiempo nos lo dirá. En todo caso, ya os adelanto que no soy ni loco ni visionario; en todo caso, un humilde economista de provincias.