En su blog del New York Times, el famoso economista Paul Krugman nos hace una pequeña reflexión sobre uno de los problemas básicos de la política monetaria de la zona euro (y que no nos parezca un tema muy teórico, ya que este problema es el que hace que el Euribor no se acomode cuando algunos países tienen crisis y otros no): Qué puede hacer el BCE cuando, por ejemplo, Alemania va bien y España entra en crisis?
Mientras escribo esta entrada hace una tormenta veraniega impresionante, situación muy parecida a los rayos y truenos que desencadena cada declaración del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, anticipando subidas de tipos a partir de julio por el repunte de la inflación, en su discurso del jueves.
El Euribor, el principal índice de referencia para la contratación de hipotecas en España, se elevó el viernes hasta el 5,418%, lo que representa una subida de casi tres décimas en un sólo día, la mayor nunca registrada, y el máximo histórico desde que se empezó a elaborar en 1999. El anterior lo había marcado en agosto de 2000, cuando llegó al 5,248%. Si, habéis leído bien: El euribor acaba de alcanzar su máximo histórico.
Y lo peor para los titulares de las hipotecas es que el euribor se mantendrá, según los analistas, al menos durante algunos meses en el 5%. El precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, lleva varias semanas en el entorno de 130 dólares y ha llevado a la inflación de la zona euro a elevarse hasta el 3,6% en mayo, muy alejado del 2% aconsejado por el Banco Central Europeo.
Por otro lado, la diferencia entre el euribor (5,418%) y el tipo director del BCE (4%) nunca había sido tan grande, lo que significa que el mercado anticipa subidas del interés del BCE. Parece ser que el escenario de los más pesimistas se está materializando.
La situación se está volviendo más preocupante cada día que pasa. Hasta que el euribor no empiece a bajar, no creo que veamos una luz al final del túnel de esta crisis.
Esta materia prima es un interesante refugio de inversión en esta turbulenta época de vaivenes del mercado.
En lo que llevamos de año el oro se ha apreciado un nada despreciable 15%. El valor de este metal no depende de las cotizaciones de las acciones, de las divisas ni de otros productos, por lo que se mantiene estable en tiempos de crisis.
Para poder invertir en este producto, los que no tenemos una caja fuerte y seguridad suficiente, podemos acudir a productos de inversión que indirectamente dependen del valor del oro:
1.- Compra de monedas de oro.
2.-Compra de acciones de una empresa minera.
3.- Certificados de depósito, emitidos por bancos especializados que garantizan la propiedad del oro (sin tener que poseerlo físicamente).
4.- Fondos de inversión que invierten en acciones de empresas dedicadas a la extracción de este metal.
5.- ETF, o Fondos cotizados. Algunos invierten directamente en el metal mismo.
6.- Futuros sobre oro.
En definitiva, hay bastantes opciones para invertir en Oro, al gusto y conocimiento del consumidor.
Las más sencillas y al alcance de cualquier inversor (un servidor tiene invertido una pequeña parte de su capital en estos productos) son los Fondos de Inversión y los ETF (desde la misma web del Bankinter, por ejemplo, uno puede contratar fácilmente estos productos, sin necesidad de moverse de su sillón).
Esperemos que los expertos que cita el artículo se equivoquen, porque veo un año apocalíptico si se cumplen estas previsiones.
El Euribor ha terminado mayo en un 4,994% de media mensual.
Sergio Fernández (director de inversiones de American Express), Xavier Segura (jefe del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya) y Ángel Laborda (director de coyuntura de Funcas) pronostican un Euribor cercano al 5% para todo el año 2008.
David Cano (Analistas Financieros Internacionales) es ligeramente más optimista, estimando que el euribor va a acercarse “muy poco a poco” al valor de 4,2%, aunque tal vez a partir del próximo año.
Fundamentalmente estas expectativas se basan:
1.- Que el BCE no bajará tipos debido a la inflación alta, acentuada por el alto precio del barril de petróleo.
2.- Un escenario de desaceleración económica menos brusco de lo previsto.
3.- La desconfianza entre bancos.
Vemos que estas previsiones pesimistas chocan con las estimaciones de los expertos a principio de año, que vaticinaban un Euribor al 4%.
Si aciertan los agoreros, la crisis inmobiliaria va a durar bastante más de lo esperado.
Este final de mayo está resultando ser un rally ascendente del indicador, nuevamente. Desde el jueves 22 el Euribor diario supera la barrera psicológica del 5%.
La pregunta que todo el mundo se hace es: ¿por qué no baja el Euribor, y por tanto las hipotecas, si la gente ya casi no puede pagar cada mes?
El Euribor depende de dos factores fundamentales:
1.- El tipo de interés del BCE (Banco Central Europeo) y lo que los mercados piensan que hará en el futuro. Y a pesar de que los futuros sobre los tipos de interés de la eurozona auguraban a principios de mes que, de haber algún cambio en la política monetaria, éste sería a la baja, la escalada de los precios del crudo y unos datos macroeconómicos de la eurozona relativamente buenos han dado la vuelta a estas expectativas. Según los mercados, si el BCE toca los tipos, actualmente en el 4%, será para subirlos. Por eso se van difuminando las expectativas de que el euribor baje a finales del año de forma sustancial.
2.- La confianza entre Bancos para dejarse dinero entre ellos y su necesidad de hacer caja para tener dinero para aguantar las pérdidas producidas por las hipotecas subprime. Se dejan menos dinero entre ellos y con un interés más caro. Y el Euribor no es otra cosa que la media de interés en que se prestan dinero los bancos europeos.
Para que empiece a bajar el Euribor es necesario que el mercado vuelva a descontar bajadas de tipos de interés, para que la curva del euribor comenzase a retroceder. Para ello hacen falta dos cosas: un deterioro significativo de los datos macroeconómicos de la eurozona y una moderación de los precios del petróleo, que han subido más de un 33% en apenas tres meses. Si los economistas pro-bajada de tipos tienen razón, esto comenzará a ocurrir en verano, cuando se publiquen los datos del segundo trimestre del año. Pero si al final es el bando pro-subida el que se lleva el gato al agua, el euribor no podrá contar con ese catalizador bajista.
La respuesta es negativa, a tenor de la noticia aparecida en Ultima Hora.
Los Juzgados de lo Mercantil de Palma de Mallorca han rechazado el 95% de las peticiones de concurso de acreedores presentado por personas físicas cuya finalidad era suspender el embargo de los pisos hipotecados por impago.
El concurso de acreedores (antiguas suspensiones de pagos y quiebras) parece ser que incumple lo que orden el art. 56 de la Ley Concursal, concretamente señala que la garantía real (la hipoteca sobre la vivienda) debe afectar a una actividad profesional o empresarial para que la ejecución por impagos quede paralizada.
En pocas palabras, la familia deberá realizar su profesión en su casa para que el concurso de acreedores sea aceptado (caso muy poco frecuente). En otro caso, no tiene sentido acudir a los Tribunales mediante esta figura. Además de que esta vía tiene un gasto mínimo de defensa jurídica de unos 3.000 €.
En resumen, el concurso de acreedores no es una alternativa para retrasar la ejecución de la hipoteca a no ser que nuestra vivienda también sea nuestra oficina / taller de trabajo.
A tenor de la noticia aparecida en varios medios de comunicación, entre ellos Expansión, comentar la inquietante escalada protagonizada en las últimas semanas del euribor, que le ha llevado a cerrar el mes de abril en el 4,82%, su nivel más alto en los últimos ocho años, desde diciembre de 2000. Ayer mismo amplió su máximo diario anual, hasta el 4,965%.
Este indicador termino Enero al 4,498%, bajó en Febrero y ha subido en Marzo y Abril.
Para una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, las cuotas que se revisen anualmente subirán desde los 811,35€ a los 861,23€, lo que representa un sobre coste mensual de 50€, y al año representa una carga para las familias de 600€.
La previsión de bajada de los analistas se resiste a cumplirse. Las tensiones inflacionistas de la zona euro, la crisis subprime, la desaceleración económica y, porqué no, la ambigüedad del BCE a la hora de indicar su predisposición a bajar tipos del 4%, impiden una moderación del Euribor.
Esperemos, por el bien de todos, que el mes que viene este referencial empiece a dar síntomas de bajada.
Los estudios se suceden, intentando predecir como acabará el año este indicador.
Según la media de consenso que ha elaborado EXPANSIÓN con los pronósticos de quince entidades, entre las que se incluyen grandes bancos y cajas (Santander, BBVA, Banco Popular o Caja Madrid) y varios bancos extranjeros (Citi, Deutsche Bank, BNP Paribas), el Euribor iniciará este año la tan deseada tendencia bajista y acabará el ejercicio en un 4,08%. Esto contrasta con la espiral alcista en la que está inmerso durante los últimos meses. El Euribor se situó en marzo en un 4,59% y este mes va camino de superar el 4,75%.
Algunos analistas estiman que el BCE bajará su tipo de referencia del 4% al 3,75% o 3,5% en los próximos meses.
El BCE se enfrenta a uno de los jeroglíficos más complicados de resolver desde su constitución. Por un lado, se desacelera la economía y, por otro, la inflación no da tregua (récord del 3,6% en marzo, cuando el objetivo de la institución monetaria es mantener los precios por debajo del 2%). “Prevemos que la inflación se empiece a moderar a partir de abril y mantenemos las perspectivas de una bajada de tipos para el tercer trimestre de este año. Bajo este escenario, el Euribor debería situarse en niveles de entorno al 4%”, indica José Alzola, director de economía y mercados de Citi.
Esperemos que estos buenos augurios se cumplan, que falta hace a los hipotecados.
Jean Claude Trichet, con su obstinación por mantener los tipos ante la crisis del mercado de crédito, ha dejado al 4%, pese a los recortes que su equivalente en EE.UU. (la Reserva Federal) de los últimos meses.
Se resiste el BCE a rebajar los tipos de interés, en su lucha por contener la inflación (el IPC de marzo se ha situado en el 3,5%, frente a la previsión oficial del 2%).
Mala noticia para los hipotecados, ya que si no baja el BCE, no deja mucho recorrido a la baja del euribor (su suelo sigue estando situado en el 4%).
5.- Los MBS tenían que ser bien calificados por las agencias de rating, que da calificaciones en función de la solvencia. En pocas palabras: “esta empresa / estado le devolverá el dinero con toda seguridad -AAA- o mejor se hace la idea de que lo ha regalado -BB y peores-).
Para mejorar el rating, los magos financieros (o chanchulleros en un vocablo más llano) idearon una serie de mecanismos de ingeniería financiera sobre los paquetes de hipotecas (estructurar en tramos, etc).
El sistema se basaba en que los Ninja pagaran sus hipotecas y que continuase el boom inmobiliario, no lo olvidemos. Pero,
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