Os dejamos dos presentaciones, de un magnífico trabajo de la Diputació de Barcelona, sobre dos cuestiones legislativas relacionadas con el impago del préstamo hipotecario y de las posibles soluciones (las pocas que por desgracia tienen hoy en día las familias). En este enlace vamos recopilando todo lo que puede ser útil para las personas hipotecadas que no pueden pagar.
La primera presentación tiene que ver con el código de buenas prácticas bancarias y las medidas de reestructuración de la deuda que pone a disposición de las pocas familias que pueden acogerse a éste.
Las medidas ofrecidas van en la buena dirección, pero el problema es que exige umbrales de exclusión social demasiado limitados, además de un precio de tasación de la vivienda también limitado. Lo idea, si nuestros políticos no bailaran al son del banquero de turno, sería que estas mismas medidas estuvieran incardinadas en una norma de segunda oportunidad, posiblemente en la normativa concursal. Pero hasta que los votantes no castiguemos a los políticos que acatan las instrucciones de los poderosos, no veremos leyes modernas en España.
Por otro lado, tenemos una normativa que paraliza durante dos años, desde su entrada en vigor, el lanzamiento judicial de determinadas familias; una vez más, limitadamente y sin arreglar el problema, sino simplemente alejando en el tiempo las consecuencias más dramáticas. Pero todo ello simplemente para evitar ver a según que familias en la calle, saliendo en las noticias. Pero de darles soluciones, pocas.Una normativa hipotecaria algo mejorada con la Ley 1/2013, pero que sigue sin modernizar el sistema.

En el programa ‘Fin de semana’ de COPE de ayer me entrevistaron en relación a un hecho preocupante: hay encuestas que reflejan que 9 de cada 10 españoles no saben exactamente los gastos mensuales que tienen.

Y si no sabemos los gastos mensuales fijos, menos los que se devengan en periodos más largos, como los seguros del coche o del hogar, por ejemplo. Deberíamos ser capaces de calcular el coste de cada kilómetro recorrido con nuestro vehículo, no solo la gasolina, sino también la parte mensual que corresponde al seguro, impuestos o reparaciones. Y pondría la mano en el fuego que el 100% o casi de los lectores no conoce este dato. Si fuéramos lo diligentes que tocaría, yo incluido, tendríamos claros este tipo de datos, que nos permiten comparar qué nos cuesta ir al trabajo en coche o en transporte público. Esta información cambiaría nuestros hábitos, no lo dudéis.

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El Banco Central Europeo ha anunciado que baja los tipos de interés al 0,25%, del 0,5% anterior.

Teniendo en cuenta que antes de este anuncio el Euríbor se situaba en el 0,534% (hablamos de la media del mes del indicador a un año). Una diferencia con el tipo oficial del dinero en Europa de 0,034 puntos porcentuales. Si extrapolamos este dato al nuevo 0,25%, podríamos concluir que en unos meses el Euríbor podría estar en el 0,284%.

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A estas horas de la noche, más que escribir, debería estar cenando. Sin embargo, he encontrado este hueco nocturno tras un sábado de trabajo, típico de la vida del autónomo, para hacer justicia. No es que vaya a hacer de Juez, en absoluto. Mi conocimiento jurídico es más que limitado.
Descubrí un panfleto del CESCO, organización con la que jamás he tenido contacto, ni para bien ni para mal, hasta el día que leí, gracias a Adabankia en Twitter, que se dedicaban a escribir caricaturas de mal gusto sobre las participaciones preferentes y la más que evidente estafa masiva que ha cometido gran parte de la banca española. Primero enlazo un “análisis”, firmado por una Doctora muy conocida en España, Karolina Lyczkowska, que por lo que encuentro en la web ha escrito un libro que vale 55 euros. Critica que una pareja octogenaria reclame que le devuelvan los ahorros colocados en preferentes, con argumentos que no merecen ni ser contestados. Basta un fragmento para sacar conclusiones:”Bien es verdad que la actora fue diagnosticada de Alzheimer en 2009, en el mismo año cuando se contrató por primera vez la inversión en preferentes. No queremos especular sobre el grado de influencia de esta afección de memoria en la decisión de inversión. Con todo, en la sentencia no se dice claramente quién de los dos octogenarios contrataba las preferentes en qué año y, en cualquier caso, teniendo en cuenta la realidad social parece que con independencia de quien finalmente firmara los documentos, la decisión era conjunta“.

Mire usted, Doctora, ninguna pareja de octogenarios debería adquirir participaciones preferentes, salvo que fueran expertos financieros y no tuvieran enfermedad alguna. Y no voy a utilizar argumentos jurídicos, la falta de rigor de este documento es palmaria. Dejo a Doctores como Fernando Zunzunegui que le expliquen la normativa y buena práctica al respecto.Si el despropósito de este descubierto CESCO no fuera ya preocupante, sobretodo viendo que detrás de este grupúsculo de “defensores” del derecho del consumo está una Universidad, mi indignación fue máxima al leer su respuesta a las críticas merecidas. En una nota no firmada, no me extraña, responden (enlazo el texto desde RDMF, que el Cesco este lo quitará seguro un día u otro). Entre otras lindezas comentan:

El Cesco siempre defiende y defenderá los intereses de los consumidores, pero no de los listillos que especularon a ser más listos que los demás, que quisieron comprar duros a cuatro pesetas mientras los demás los comprábamos por cinco, que si hubieran ganado en la especulación no hubieran repartido el premio, pero ahora quieren repartir la pérdida a contribuyentes, depositarios, accionistas de entidades del FROB, empleados de estas entidades en curso de irse a la calle por un ERE, a todos los españoles en general, no a la banca, porque no hay banqueros – distintos de contribuyentes y empleados – en la banca del FROB“.

La culpa de la crisis es que vivimos por encima de nuestras posibilidades. Argumento publicitario inquietante que pensaba ya nadie usaba sin avergonzarse de ello. No lo rebatiré. Simplemente les diré a los de Cesco que mejor les pidan responsabilidades a los que concedían los préstamos hipotecarios, auténticos inútiles en el análisis de riesgo. Siguen los genios del consumo responsable:

El Cesco no es un ente financiado por el Estado, pero siempre ha puesto y pone sus servicios de consultoría y asesoría pro bono a disposición de Administraciones Públicas, asociaciones de consumidores y OMICs, prestando un servicio a los intereses consumeristas que está mucho más allá de donde llegan los “nuevos” amigos de los consumidores, los intelectuales de medio pelo, que andan detrás de la presa de las preferentes y los suelos a ver si cazan una parte del negocio que van generando los buenos y malos consumidores que litigan en los tribunales“.

Imagino que yo seré un “intelectual de medio pelo”. Dinero he hecho poco defendiendo la razón, que no a los consumidores o a los bancos, reconocimiento público, algo. Pero salir por la TV no da dinero, salvo que seas Belén Esteban.

Tal vez que cree el ladrón que todos son de su condición, y cual espejo deformado, ve en los que intentamos arrojar luz a las tinieblas del sector bancario, unos aprovechados. Tampoco me importa, que ganen dinero los que hacen las cosas bien, que conste. Lo que me molesta es que se atrevan a calificar de “buenos y malos consumidores” a gente con problemas económicos y familiares graves, sean preferentistas o buena gente que no puede pagar su hipoteca. Vayan se a tomar viento, firmantes de esta ignominia llamada “CESCO RESPONDE A SUS CRÍTICOS”.

De la UCLM reclamo que se mueva ficha para intentar retirar a todo profesional y directivo del centro este que se adhieran a la misiva anticordura financiera. O somos serios y arreglamos el desastroso mercado bancario en España, o nos callamos. Pero para decir tonterías, ya estamos los “intelectuales de medio pelo”. Por cierto, prefiero que me llamen charlatán, se ajusta más a mis capacidades y aptitudes; como las de ustedes.

Hay voces que apuntan al fin próximo de la crisis económica en España. Otros economistas, por ejemplo Roberto Centeno, son bastante más pesimistas.
En lo que no parece haber tantas discrepancias es en el crecimiento sólido del empleo en el país, que se posterga para el 2016 y más allá. Con esta previsión, a mi que nadie me diga que estamos saliendo de la crisis ni que falta poco. En todo caso, algunos pocos salen de la crisis. Tu y yo, probablemente estemos luchando para vivir en crisis, que no es poco.
Os aseguro que no soy pesimista, luchando se vence en cualquier contienda por pantanoso que sea el campo de batalla. Pero nos queda mucha lucha cuerpo a cuerpo, desde mi punto de vista. Espero equivocarme, pero la paz está aún lejos de firmarse, en materia de empleo remunerado y digno.
En todo caso, os invito a escuchar la tertulia de economía de IB3 siguiente y la confrontación de ideas con el profesor de economía Antonio Alcover, más optimista que un servidor. Gran parte de la tertulia es en castellano y parte en catalán:

Por otra parte, os dejo una entrevista en Canal 4 TV, en catalán, hablando de los presupuestos para el 2014 de la comunidad de las Illes Balears, en que se toca también el tema del crecimiento esperado para este año en esta CC.AA.

Recién empezamos noviembre de 2013 y la oferta hipotecaria para viviendas del mercado libre sigue estando cara y difícil de conseguir. Si alguna otra característica podríamos destacar, sería que además el mercado hipotecario sigue muy opaco, sin ofertar públicamente las condiciones base de las hipotecas que cada banco ofrece.

Para saber si la financiación con garantía real que ofrece una entidad es barata, comparada con otras, tenemos que conocer las bases teóricas y prácticas del préstamo hipotecario.

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Me llega una consulta de una persona que busca una hipoteca, en base a unos datos similares a los que comentaré (cambio partes para cuidar la privacidad):
  1. Quiero solicitar una hipoteca para comprarme una casa de 100.000 euros.
  2. Además quiero liquidez para agrupar un préstamo personal que tengo y dinero para pagar la tasación y amueblar la casa.
  3. Mis ingresos son variables.
Vamos a ver. En mi época de intermediario financiero en el boom inmobiliario, esta solicitud, por desgracia, habría sido atendida por alguna entidad financiera kamikaze, al estilo Gmac, DB Credit o Citi Bank. Curiosamente ninguna de estas entidades le abriría la puerta al cliente.
Lo que me parece el colmo, cayendo la que esta cayendo, con miles de familias desahuciadas, es que a una persona se le ocurra pedir un préstamo hipotecario sin tener ahorros y un puesto de trabajo estable y con ingresos sólidos. Si uno tiene préstamos personales o en su cuenta corriente no hay varios miles de euros ahorrados, no conseguirá una hipoteca. Pero ya no es que los bancos no tengan liquidez, es que ni se le debería ocurrir querer comprar una casa. Al solicitante, de buenas maneras, le he explicado que mejor no busque comprar casa hasta haber mejorado sustancialmente su situación; por su propio bien.
Corremos el peligro de no haber aprendido nada. La prudencia ha de ser la virtud que cualquier persona tenga a la hora de ir a pedir dinero a un banco. Los bancos no saben analizar bien el riesgo, por desgracia. Si un banco nos concede una hipoteca, no significa que la podamos pagar, en absoluto. Debemos ser nosotros los que aprendamos a analizar nuestra capacidad de pago presente y futura. Y si esta tarea nos parece demasiado complicada, no pidamos jamás una hipoteca.
Hay mucha información a la disposición del cliente hipotecario, desde la tendenciosa pero útil guía de acceso al préstamo hipotecario del Banco de España, a mi tendencioso pero útil (espero) libro ‘La banca culpable‘. O uno le dedica esfuerzo a conocer qué es y qué implicaciones tiene hipotecarse, o mejor no pedir jamás dinero a un banco. El que avisa no es traidor.
Acabo de encontrar algunos fragmentos de mi primera aparición en el magnífico programa Salvados.
Lo que se dice en la entrevista con Jordi Évole no descubre nada a los que ya conocíamos el mundillo bancario. Por desgracia, el gran público no era consciente de esta nefasta realidad comercial imperante en la mayoría de sucursales de los bancos en España.
Y de estas malas prácticas bancarias, hemos acabado con deshaucios dramáticos y sin sentido social ni económico o ahorros diezmados por las participaciones preferentes. Y en lugar de salvar a los clientes engañados o mal informados, se salva a los bancos. Bancos Salvados, lo que hay que ver.
Para ascender hay que vender. No ser un buen asesor (lo cual no significa que algunos buenos asesores también sepan vender y asciendan de forma adecuada):
Y el cierre del Banco Salvados, que pese a que publicita que “no le vamos a hacer perder dinero”, no lo mantiene. ¿No os suena a las comisiones que se están inventando los bancos en la actualidad?

Estamos iniciando el mes de octubre de 2013 y no es un mal momento para revisar los préstamos hipotecarios más baratos (o menos caros) del momento.

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Dónde guardar el dinero en esta época de turbulencias financieras es una pregunta muy inteligente y muy usual. Lo que antes era el adalid de la seguridad del ahorro, los bancos, hoy está muy en tela de juicio.
En un chat en directo, en todos los medios de Editorial Prensa Ibérica, en el que he contestado a dudas sobre finanzas personales, en calidad de director editorial de iAhorro, ha surgido esta pregunta ¿Dónde guardar los ahorros?
Duda que diría que todos los ahorradores nos formulamos en estos momentos. Adelantando que hay más preguntas que respuestas, en este tipo de interrogantes, os dejo mi respuesta por si os ayuda, al menos, a saber qué preguntas haceros.
Lo primero es seccionar la pregunta en varias cuestiones:
  1. ¿Dónde me conviene guardar los ahorros a mí? Es decir, qué tipo de persona soy, en qué momento de mi vida estoy, cuál es la situación personal, familiar y económica actual y la predecible en un futuro.
  2. ¿En qué entidad financiera o institución me conviene guardarlos? Un banco, en una caja fuerte, en una aseguradora… La solvencia, seriedad y profesionalidad del custodio de nuestros ahorros es vital. Siempre lo ha sido, pero ahora queda claro.
  3. ¿En qué producto financiero o activo debo invertir? Desde los depósitos a plazo, pasando por los fondos de inversión o el oro, por nombrar algunos de los más conocidos, hay una inmensa variedad de productos de ahorro e inversión a los que destinar nuestros ahorros. Hay grandes diferencias, no solo entre tipos de activos diferentes, sino entre los mismos activos. No es lo mismo un depósito a plazo de un banco que necesita dinero público que de un banco cuya solvencia es máxima. No es lo mismo un depósito que un fondo de inversión garantizado. Ni un fondo garantizado que invierte en activos del propio banco depositario, que otro que diversifica en activos de fuera de su propio balance.
Para responder a la primera pregunta, de nuevo nos surgen nuevas cuestiones:
¿Soy una persona que está dispuesta a asumir riesgos? ¿Me puedo permitir perder dinero, sin por ello dormir mal? ¿Me queda poco por jubilarme o, al contrario, tengo toda la vida por delante? Tengo hijos que dependen de mí o estoy soltero. Mi patrimonio es muy elevado o tengo que invertir mis únicos ahorros… Conócete a ti mismo y conoce al enemigo, que decía Sun Tzu en ‘El Arte de la Guerra’.
En cuanto a la segunda cuestión, la solvencia de la entidad financiera (u otro tipo de empresa) es clave para valorar si nos conviene invertir en sus productos. Buscar la calificación crediticia, el rating, del banco en el que tenemos nuestro dinero, debería ser lo primero que hiciéramos, antes incluso que plantearnos en qué tipo de activo invertir.
Para analizar un producto financiero hay que tener claro estos tres factores:
  1. Seguridad, en el sentido de en qué situaciones podemos perder el capital o los intereses.
  2. Liquidez. Tenemos que saber si podemos recuperar nuestra inversión antes de tiempo y, en caso de ser posible, a qué coste.
  3. Rentabilidad. ¿Es fija o variable? ¿Depende de escenarios futuros imprevisibles? ¿Depende de que la entidad que los emita vaya bien?
No he respondido a la pregunta, lo sé. El tema es que cada uno debe ser capaz de responderla, sin intermediarios interesados. Y para ello, me temo, no queda más remedio que leer, preguntar, estudiar y volver a preguntar.
Para ello, en iAhorro.com hemos creado la comunidad de iAhorradores, el blog o las tablas de análisis comparativo de productos. Para que el ahorrador aprenda a invertir su dinero y a ahorrar.
Nadie puede hacer este trabajo por nosotros.