El desastre de los Valores Santander

Los Valores Santander eran un producto financiero que venció definitivamente el 4 de octubre de 2012 y su naturaleza era la de una obligación necesariamente convertible en acciones del Banco Santander a un precio fijado en su contratación, en septiembre de 2009, que se modifica ligeramente tras las ampliaciones y demás operaciones societarias posteriores.

El cliente no contrataba un bono simple que ofrecía un 7,5% de interés TAE fijo y después un Euribor + 2,75%, como parecía reflejar su publicidad en ese momento, sino un bono que obligaba a convertir a vencimiento en acciones del banco lo invertido, con lo que el cliente asumía el riesgo de la Bolsa (invertir en Banco Santander) sin las ventajas de poder vender en cualquier momento. Los riesgos de la Bolsa sin las ventajas de comprar y vender en cualquier momento acciones a su precio de cotización.

Desastre al vencimiento de octubre de 2012

El precio de canje final fue de 12,96 euros la acción, cuando el valor a fecha de vencimiento cotizaba por debajo de los 6 euros. Eso significa que el 4 de octubre de 2012 el obligacionista convertido en accionista se le colocaron acciones a un precio mucho mayor al del mercado, más del triple de lo que valían.

El inversor tuvo que quedarse acciones a un precio 2,2 veces más caro que su precio en el mercado. Ello conllevó una pérdida latente (que se materializaría si se vendieran las acciones) del 55%, que se reducía al 32% teniendo en cuenta los cupones ya cobrados en los años pasados.

Este producto era tan complejo que jamás debió haberse sido comercializado en sucursal a ahorradores tradicionales. Lo ideal habría sido que los Valores Santander se hubieran colocado a los inversores institucionales o a los clientes de banca privada, no al tramo minorista.

Fin de la vía judicial

El plazo para reclamar la nulidad de los Valores Santander finalizó el 4 de octubre de 2016.

Valores Santander, un producto complejo que quedará en los anales de las malas prácticas bancarias.

Pau A. Monserrat es perito financiero y ha confeccionado cientos de informes periciales sobre productos de inversión complejos.

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