Según sale en la portada del Diario de Mallorca la Policía Nacional de Palma ha detenido a unas cincuenta personas por una presunta estafa inmobiliaria.

Estafa que consistía en usar a personas insolventes como testaferros para firmar préstamos hipotecarios (con documentación falsa que les hacía parecer, sobre papeles, como gente solvente); compraban inmuebles y financiaban el 100% más los gastos más un remanente adicional (supuestamente para reformas).

Se llevaban ese dinero adicional y alquilaban los pisos, llevándose también el dinero de los alquileres. Pagaban algunos meses para no despertar tantas sospechas y después dejaban de pagar. El banco tenía que ejecutar la hipoteca y quedarse con inmuebles cuyo precio de mercado actualmente está muy por debajo de esas tasaciones.

Lo que destaca de este tipo de estafas es lo chapucero de su forma de obrar. Se han aprovechado de la falta de diligencia de determinados empleados de banca, que no hacen el debido filtro tanto de los intermediarios financieros como de la documentación que se les presenta. En teoría deberían exigir documentación original, hacer las pertinentes consultas sobre las empresas que constan en los contratos de empleo (llamadas, datos públicos) y demás mecanismos de análisis de riesgos.

El responsable final de conceder una hipoteca es la propia entidad, y en los “buenos tiempos” algunos empleados de algunos bancos no tomaron las medidas de filtro exigibles.

El sector de la intermediación financiera e inmobiliaria se debe alegrar de que se limpie el sector de gente que utiliza prácticas fraudulentas en la tramitación de expedientes y que no ha hecho más que crear una imagen distorsionada de nuestro negocio.

Y sigue la escalada del Euribor.

El Euribor a 12 meses marcó ayer un tercer máximo diario consecutivo, al situarse en el 5,432%.

Malas noticias, una vez más.

A raíz de mi última entrada en el foro de Xing, quiero reflexionar brevemente sobre el concepto de Crisis Perfecta que han acuñado algunos economistas, que como todos sabemos somo expertos en explicar las causas de lo que ha pasado (lástima que seamos menos diestros en preverlo).

La situación económica en la que estamos inmersos, a pesar de que no soy muy dado al alarmismo, es bastante preocupante. Sobre todo porque tiene muchas variables que se retroalimentan (de allí lo del término cinematográfico Tormenta-Crisis Perfecta) y la hacen más peligrosa. Y lo peor es que la Tormenta aún no ha llegado a la costa, estamos presenciando solo el inicio de las lluvias.

¿Cuándo llegará con toda su intensidad? como mínimo faltan unos 3-6 meses, me atrevo a estimar. Cuando las viviendas nuevas iniciadas hace un año o dos se terminen, cuando llevemos medio año más de euribor por las nubes y las economías domésticas ya no aguanten más, cuando el verano termine y crezca el paro también en el sector turístico y cuando el efecto de las Sub-Prime se deje notar del todo.

Algunas de las variables que se han puesto de acuerdo para amargarnos la existencia económica son:

1.- Incremento del precio del suelo urbano debido a una regulación urbanística caótica, fragmentada en regulaciones municipales y de Comunidades Autónomas y demasiado susceptible a la especulación y a la corrupción.

2.- Euribor en mínimos históricos en los últimos años y fiebre inmobiliaria, lo que conduce a un endeudamiento excesivo y un aumento exponencial de los precios de venta de las viviendas. Cambio de tendencia y subida constante hasta situarse a día de hoy en el 5,4%, máximo de toda la historia.

3.- Crisis SubPrime en EE.UU. que se inocula al resto del sistema financiero mundial.

4.- Subida de la inflación, entre otras cosas por la subida del crudo, que lleva al BCE a una política de tipos de interés altos para controlarla.

5.- Desconfianza entre las entidades financieras, que o no se dejan dinero entre si, o lo hacen a tipos altos. El euribor, precio al que dichos bancos se prestan dinero, sube aún más.

6.- Debido a la crisis de los mercados financieros, los bancos no pueden titularizar sus hipotecas (venderlas para obtener dinero con el que volver a financiar).

7.- Los bancos dejan dinero a tipos más altos y endurecen sus criterios de concesión de préstamos. Las promotoras se quedan sin financiación y van quebrando. Los proyectos de inversión no encuentran financiación como antes y se quedan aparcados esperando tiempos mejores. Los préstamos al consumo caen y con ello las ventas de dichos productos.

8.- Debido a las contrapuestas políticas monetarias de EE.UU. y el BCE, el € se revaloriza respecto al $ y otras divisas. Eso provoca que seamos más caros para EE.UU. pero también respecto a la libra esterlina británica. Efectos: a los turistas de fuera de la zona euro les sale más caro visitarnos y a nuestras empresas les sale más caro exportar sus productos.

9.- La renta disponible de las familias está en mínimos, ya que después de pagar las constantes subidas de la hipoteca, poco les queda para consumir. Esto provoca pérdidas en sectores tan dispares como la venta de automóviles o las tiendas de ropa, pasando por gran parte de la industria de bienes de consumo. Empiezan a ejecutarse hipotecas por falta de pago.

10.- Aumenta el desempleo, y con este fatídico dato, acaba de trasmitirse una crisis monetaria a la economía real. Y vuelta a empezar con el círculo vicioso.

¿Y cuando mejorará la situación? Nadie se atreve a vaticinarlo. Desde luego, tenemos que ver mejoría en varias de las variables comentadas a la vez.

Y con eso me despido por hoy, más deprimido que antes de escribir esta entrada.

En su blog del New York Times, el famoso economista Paul Krugman nos hace una pequeña reflexión sobre uno de los problemas básicos de la política monetaria de la zona euro (y que no nos parezca un tema muy teórico, ya que este problema es el que hace que el Euribor no se acomode cuando algunos países tienen crisis y otros no): Qué puede hacer el BCE cuando, por ejemplo, Alemania va bien y España entra en crisis?

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Mientras escribo esta entrada hace una tormenta veraniega impresionante, situación muy parecida a los rayos y truenos que desencadena cada declaración del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, anticipando subidas de tipos a partir de julio por el repunte de la inflación, en su discurso del jueves.

El Euribor, el principal índice de referencia para la contratación de hipotecas en España, se elevó el viernes hasta el 5,418%, lo que representa una subida de casi tres décimas en un sólo día, la mayor nunca registrada, y el máximo histórico desde que se empezó a elaborar en 1999. El anterior lo había marcado en agosto de 2000, cuando llegó al 5,248%. Si, habéis leído bien: El euribor acaba de alcanzar su máximo histórico.

Y lo peor para los titulares de las hipotecas es que el euribor se mantendrá, según los analistas, al menos durante algunos meses en el 5%. El precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, lleva varias semanas en el entorno de 130 dólares y ha llevado a la inflación de la zona euro a elevarse hasta el 3,6% en mayo, muy alejado del 2% aconsejado por el Banco Central Europeo.

Por otro lado, la diferencia entre el euribor (5,418%) y el tipo director del BCE (4%) nunca había sido tan grande, lo que significa que el mercado anticipa subidas del interés del BCE. Parece ser que el escenario de los más pesimistas se está materializando.

La situación se está volviendo más preocupante cada día que pasa. Hasta que el euribor no empiece a bajar, no creo que veamos una luz al final del túnel de esta crisis.

Esta materia prima es un interesante refugio de inversión en esta turbulenta época de vaivenes del mercado.

En lo que llevamos de año el oro se ha apreciado un nada despreciable 15%. El valor de este metal no depende de las cotizaciones de las acciones, de las divisas ni de otros productos, por lo que se mantiene estable en tiempos de crisis.

Para poder invertir en este producto, los que no tenemos una caja fuerte y seguridad suficiente, podemos acudir a productos de inversión que indirectamente dependen del valor del oro:

1.- Compra de monedas de oro.
2.-Compra de acciones de una empresa minera.
3.- Certificados de depósito, emitidos por bancos especializados que garantizan la propiedad del oro (sin tener que poseerlo físicamente).
4.- Fondos de inversión que invierten en acciones de empresas dedicadas a la extracción de este metal.
5.- ETF, o Fondos cotizados. Algunos invierten directamente en el metal mismo.
6.- Futuros sobre oro.

En definitiva, hay bastantes opciones para invertir en Oro, al gusto y conocimiento del consumidor.

Las más sencillas y al alcance de cualquier inversor (un servidor tiene invertido una pequeña parte de su capital en estos productos) son los Fondos de Inversión y los ETF (desde la misma web del Bankinter, por ejemplo, uno puede contratar fácilmente estos productos, sin necesidad de moverse de su sillón).

Esperemos que los expertos que cita el artículo se equivoquen, porque veo un año apocalíptico si se cumplen estas previsiones.

El Euribor ha terminado mayo en un 4,994% de media mensual.

Sergio Fernández (director de inversiones de American Express), Xavier Segura (jefe del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya) y Ángel Laborda (director de coyuntura de Funcas) pronostican un Euribor cercano al 5% para todo el año 2008.

David Cano (Analistas Financieros Internacionales) es ligeramente más optimista, estimando que el euribor va a acercarse “muy poco a poco” al valor de 4,2%, aunque tal vez a partir del próximo año.

Fundamentalmente estas expectativas se basan:

1.- Que el BCE no bajará tipos debido a la inflación alta, acentuada por el alto precio del barril de petróleo.
2.- Un escenario de desaceleración económica menos brusco de lo previsto.
3.- La desconfianza entre bancos.

Vemos que estas previsiones pesimistas chocan con las estimaciones de los expertos a principio de año, que vaticinaban un Euribor al 4%.

Si aciertan los agoreros, la crisis inmobiliaria va a durar bastante más de lo esperado.

Este final de mayo está resultando ser un rally ascendente del indicador, nuevamente. Desde el jueves 22 el Euribor diario supera la barrera psicológica del 5%.

La pregunta que todo el mundo se hace es: ¿por qué no baja el Euribor, y por tanto las hipotecas, si la gente ya casi no puede pagar cada mes?

El Euribor depende de dos factores fundamentales:

1.- El tipo de interés del BCE (Banco Central Europeo) y lo que los mercados piensan que hará en el futuro. Y a pesar de que los futuros sobre los tipos de interés de la eurozona auguraban a principios de mes que, de haber algún cambio en la política monetaria, éste sería a la baja, la escalada de los precios del crudo y unos datos macroeconómicos de la eurozona relativamente buenos han dado la vuelta a estas expectativas. Según los mercados, si el BCE toca los tipos, actualmente en el 4%, será para subirlos. Por eso se van difuminando las expectativas de que el euribor baje a finales del año de forma sustancial.

2.- La confianza entre Bancos para dejarse dinero entre ellos y su necesidad de hacer caja para tener dinero para aguantar las pérdidas producidas por las hipotecas subprime. Se dejan menos dinero entre ellos y con un interés más caro. Y el Euribor no es otra cosa que la media de interés en que se prestan dinero los bancos europeos.

Para que empiece a bajar el Euribor es necesario que el mercado vuelva a descontar bajadas de tipos de interés, para que la curva del euribor comenzase a retroceder. Para ello hacen falta dos cosas: un deterioro significativo de los datos macroeconómicos de la eurozona y una moderación de los precios del petróleo, que han subido más de un 33% en apenas tres meses. Si los economistas pro-bajada de tipos tienen razón, esto comenzará a ocurrir en verano, cuando se publiquen los datos del segundo trimestre del año. Pero si al final es el bando pro-subida el que se lleva el gato al agua, el euribor no podrá contar con ese catalizador bajista.

La respuesta es negativa, a tenor de la noticia aparecida en Ultima Hora.

Los Juzgados de lo Mercantil de Palma de Mallorca han rechazado el 95% de las peticiones de concurso de acreedores presentado por personas físicas cuya finalidad era suspender el embargo de los pisos hipotecados por impago.

El concurso de acreedores (antiguas suspensiones de pagos y quiebras) parece ser que incumple lo que orden el art. 56 de la Ley Concursal, concretamente señala que la garantía real (la hipoteca sobre la vivienda) debe afectar a una actividad profesional o empresarial para que la ejecución por impagos quede paralizada.

En pocas palabras, la familia deberá realizar su profesión en su casa para que el concurso de acreedores sea aceptado (caso muy poco frecuente). En otro caso, no tiene sentido acudir a los Tribunales mediante esta figura. Además de que esta vía tiene un gasto mínimo de defensa jurídica de unos 3.000 €.

En resumen, el concurso de acreedores no es una alternativa para retrasar la ejecución de la hipoteca a no ser que nuestra vivienda también sea nuestra oficina / taller de trabajo.

A tenor de la noticia aparecida en varios medios de comunicación, entre ellos Expansión, comentar la inquietante escalada protagonizada en las últimas semanas del euribor, que le ha llevado a cerrar el mes de abril en el 4,82%, su nivel más alto en los últimos ocho años, desde diciembre de 2000. Ayer mismo amplió su máximo diario anual, hasta el 4,965%.

Este indicador termino Enero al 4,498%, bajó en Febrero y ha subido en Marzo y Abril.

Para una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años, las cuotas que se revisen anualmente subirán desde los 811,35€ a los 861,23€, lo que representa un sobre coste mensual de 50€, y al año representa una carga para las familias de 600€.

La previsión de bajada de los analistas se resiste a cumplirse. Las tensiones inflacionistas de la zona euro, la crisis subprime, la desaceleración económica y, porqué no, la ambigüedad del BCE a la hora de indicar su predisposición a bajar tipos del 4%, impiden una moderación del Euribor.

Esperemos, por el bien de todos, que el mes que viene este referencial empiece a dar síntomas de bajada.