La letra pequeña de esta reforma nos revela una desagradable sorpresa: El banco podrá retener a su cliente igualando la oferta de la competencia.

Procedimiento antes de la reforma:
1.- El cliente acudía al Banco B para mejorar su hipoteca
2.- El Banco B comunicaba al Banco A la mejor oferta hecha a su cliente
2.- En 15 días el Banco A o bien no decía nada (y el cliente podía subrogar tranquilamente con Banco B) o contraofertaba mejores condiciones.
En todo caso, el cliente podía subrogarse al Banco B si lo deseaba (sea por mejores condiciones, sea por mejores servicios o porque su actual Director le caía mal)
En todo caso, el cliente decidía.

Procedimiento después de la reforma:
1.- El cliente acude al Banco B para mejorar su hipoteca
2.- El Banco B comunica al Banco A la mejor oferta hecha a su cliente
2.- En 15 días el Banco A o bien no hace nada (y el cliente puede subrogar tranquilamente con Banco B) o, y aquí la gran diferencia, puede notificar notarialmente que iguala o mejora la oferta de B (sin tener siquiera de negociar con su cliente). La mera igualación de la oferta de B permite al Banco A retener obligatoriamente a su cliente.
El cliente no puede decidir. La única opción que le queda es cancelar el préstamo con Banco A y constituir una nueva hipoteca con B, con los mayores gastos que eso conlleva.

En el caso de la subrogación, por tanto, el cliente pierde libertad de cambiar de entidad financiera.

La inflación cierra el año en un 4,3 % (IPCA), de coincidir finalmente con el IPC sería el peor dato desde 1995. El Gobierno insiste en que el aumento de la inflación española se debe a efectos “exógenos” como el encarecimiento de la energía y los alimentos y mantiene que este indicador comenzará a bajar a partir de abril.

El paro acaba el año con un incremento del 5,27 % (35.000 personas más sin trabajo que en diciembre de 2006). El paro se ha cebado especialmente en el sector de la construcción (32.000 desempleados más).

Los pronósticos para el 2008 no son nada buenos. La crisis inmobiliaria junto con unos precios del petróleo desorbitados y la crisis de confianza financiera mundial no dan motivos para el optimismo.

El País

Según el boletín de Diciembre de Sociedad de Tasación SA, el precio medio de la vivienda nueva en el conjunto de capitales de provincia ha aumentado un 5,1%, si bien detecta un claro frenazo en el último semestre (sube sólo un 1,1%). El precio medio se sitúa en 2.905 €/m2.

En el caso de Illes Balears el incremento anual es del 4,6 %, siendo de un 1,5% el del último semestre.
El precio medio de la vivienda nueva en Balears lo calculan en 2.478 €/m2.

A tenor de estos datos podemos concluir que el precio de la obra nueva, si bien no ha disminuido en términos nominales, se está frenando de manera muy notable.

Merece la pena analizar este interesante estudio, confeccionado por los profesionales del portal web Idealista.

A modo de resumen, resaltar:

En Barcelona capital la vivienda usada baja un 2% (situándose en 4.769 €/m2).
Si analizamos el incremento anual de los precios desde el 2002 vemos:
2002: 30,2%
2003: 16,0%
2004: 18,3%
2005: 15,2%
2006: 8,2%
2007: -2,0%

Madrid experimenta una caída nominal de precios del 0,3%, con un precio medio de 4.262 €/m2 (la primera de la década).
2002: 28,7%
2003: 17,3%
2004: 7,5%
2005: 7,3%
2006: 5,2%
2007: -0,3%

Valencia capital mantiene un ligero recorrido alcista, con un incremento de precios del 3,7% (2.849 €/m2).

Los datos que nos ofrecen de Palma de Mallorca son muy escuetos, ya que aún no disponen de datos anuales; el precio medio de la vivienda usada lo cifran en 2.405 €/m2.
Tomando los datos de que disponen, concluyen que en el último trimestre de este año los precios han caído un 3,0%.

La tónica general en el resto de comunidades es de un moderado descenso de los precios de la vivienda de 2ª mano.

Vemos por tanto que, según el informe de Idealista, los malos augurios de los expertos se están cumpliendo.

Descargar estudio completo:
www.idealista.com

Dato a tener en cuenta para los que ahora dudan de la rentabilidad de la inversión en ladrillo.

Entre 1997 y 2007 la vivienda en España ha aumentado un 190% su valor (el cuarto mayor de los 20 países desarrollados que toma The Economist en su estudio)

De acuerdo con este análisis, el país con mayor inflación inmobiliaria en ese periodo fue Sudáfrica (393%), seguido de Irlanda (240%), Gran Bretaña (213%), España (190%), Australia (159%), Suecia (149%), Francia (144%), Bélgica (131%), Dinamarca (128%), Nueva Zelanda (123%), Estados Unidos (116%), Holanda e Italia (102% ambos).

La nueva ley hipotecaria que ha entrado en vigor este lunes pasado regula entre otros temas la fijación de unas comisiones máximas para cancelaciones parciales y totales.

Las nuevas comisiones de cancelación aplicables (en la nueva terminología: COMPENSACIÓN POR DESISTIMIENTO) son:

1.- Para cancelaciones total o parciales en los primeros cinco años de vida del préstamo: 0,5%

2.-Para cancelaciones total o parciales después de 5 años: 0,25%

El 6 de Mayo de 2000 entró en vigor la Ley de edificación la cual obliga a contratar un Seguro que Garantice los Daños producidos en la edificación por vicios o defectos que tengan su origen o afecten a la cimentación y estructura del edificio y comprometan su resistencia y seguridad.
La cobertura comienza al entregar la obra y tiene una vigencia de diez años. Gracias a este seguro el promotor, obligado por esta Ley a su contratación, y sus clientes disponen de las garantías necesarias para que se indemnice o reparen de forma inmediata los daños sufridos en el riesgo asegurado.El control de la existencia de ese seguro decenal recae en los notarios y registradores. A la hora de inscribir el Fin de Obra en el Registro, será necesario aportar una copia de la póliza. Lo lógico y deseable es que el promotor nos entregue una copia de la póliza para, en caso de que exista algún problema sepamos a quien recurrir. Sin embargo, tal y como digo, siempre se podrá recurrir al protocolo del Notario o al Registro.

En teoría económica se explica que los precios de mercado se forman en la intersección de la curva de oferta y demanda, es decir, en el punto en que el precio que ofrecen los vendedores y el precio al que están dispuestos a comprar los demandantes se iguala.

La peculiaridad que queremos explicar es el efecto llamado “embalsamiento de la demanda”:
Los compradores esperan a comprar porque creen que los precios de los inmuebles van a bajar.

Según esta teoría, el actual parón de las ventas, y en especial, el acentuado descenso ocurrido después del verano, no responde tanto a la inexistencia de compradores con capacidad económica para afrontar los precios actuales, como que quienes hubieran comprado en condiciones normales, se abstienen de hacerlo a la espera de una posible bajada de precios.

Se plantea pues la actual situación del mercado como un pulso entre quienes desean comprar pisos, pero no tiene especial prisa y los promotores, que tiene pisos sin vender y cada vez se encuentran más agobiados con el vencimiento de sus créditos. Unos aguantan las ganas de comprar y otros se resisten a bajar precios. Pasan así los días y los meses y mientras aumenta la demanda potencial, el denominado “embalsamiento de la demanda”, pues crece continuadamente al sumarse más y más ahorradores, que no encuentran donde colocar satisfactoriamente sus depósitos, no sube con la misma fuerza la oferta, pues al contrario, los promotores ralentizan, e incluso paralizan, las obras con el fin de reducir las tensiones de su tesorería. Se crea con ello de forma latente y oculta una perniciosa asimetría entre la demanda y la oferta potencial. Por ello dicen, existe el riesgo, que con el paso del tiempo la presión compradora quede a la espera de comprar, a semejanza de como está el agua de un embalse esperando que se abran las compuertas, y así se mantendrán, no hasta que bajen los precios los vendedores, pues siempre queda la esperanza de una nueva bajada posterior, sino hasta que eso que llamamos opinión pública”, indique que los precios han tocado suelo. Cuando ello ocurra, hay el riesgo que como pasa con el agua, se produzca un “golpe de ariete”, en el que se suma a la presión alcanzada por la altura del agua, la fuerza de la inercia del agua en movimiento, que forma que arrolla cualquier obstáculo que encuentre a su paso. Los expertos temen que si de repente, los que hoy esperan llegan al convencimiento de que los precios “han tocado suelo”, salgan en tromba a comprar las viviendas, ante el miedo a que otro les “pise” la compra, que desde hace tiempo tienen vista y en espera de compra. En consecuencia se puede crear un “efecto rebote” que suba momentáneamente los precios, para tener posteriores caídas en un proceso de vaivén, hasta que poco a poco las ansias compradoras se equilibren con la oferta creciente. Temen que esta contención artificial de la demanda lesione gravemente tanto el patrimonio de los promotores que no puedan aguantar el “tiróncomo el de los compradores, que tiene hoy mal invertidos sus ahorros a la espera de la compra, para finalizar comprando a malos precios, terminando alejando de este sector al pequeño ahorrador ante la inseguridad del mercado, Por ello consideran preferible que tanto compradores y vendedores encuentren cuanto antes un punto de equilibrio en los precios y se reanuden nuevamente y sin falsa presión las transacciones.

La novación de una hipoteca es un instrumento que tiene el cliente para mejorar las condiciones de su préstamo, sin tener que cambiarse de banco, con unos costes menores que la subrogación a otra entidad.

Este procedimiento se utiliza para negociar con el banco una mejora de tipos de interés, por ejemplo. La estrategia a seguir es acudir al director de la oficina y solicitarle una mejora de condiciones; es probable que en un principio se niegue; en este caso hay que tener alguna oferta mejor de otras entidades y amenazarle con la subrogación de nuestra hipoteca (cambiar de entidad bancaria con la intención de mejorar las condiciones de la misma: tipo de interés, plazo, importe…).

La novación es un proceso por el cual podemos modificar las condiciones de nuestro préstamos, de mutuo acuerdo entre cliente y entidad, con unos costes mínimos.

En el caso de mejora de tipos de interés los costes serían nulos ya que un contrato privado con el banco sería suficiente. Otras modificaciones, como pasar de tipo fijo a variable, ampliar el importe, o modificar la duración puede conllevar mayores gastos al ser necesario pasar por el registro, notaría y gestoría.