Es gratificante ver como la información fluye de los blogs y comparadores de bancos a la prensa escrita, la radio o la TV de una forma intensa que hace apenas unos años habría sido impensable.
En Internet es fácil decir lo que uno piensa, entre otras cosas por el alcance limitado (si bien cada vez más influyente) de lo que uno opina. Además, en cierta medida, uno siente el amparo del anonimato al creer que está solo ante la pantalla. Cuando uno aparece en los medios de comunicación de masas, la cosa cambia. No en mi caso, que me siento igual de cómodo escribiendo que hablando, pero está claro que el alcance es mucho mayor (mi querida abuela me ha visto en la Tele y no me ha leído en este blog, sin ir más lejos).
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