Ya os adelanto mi opinión: España no será expulsada de la Unión Monetaria Europea pase lo que pase; antes desaparecería el euro, la zona monetaria común.

Tampoco creo que Xavier Sala lo crea, pero atrae titulares decirlo; este polémico pensador es el Risto Mejide de la economía.

Aprovecho este chascarrillo para invitar a los lectores a votar a mi amiga Eva de Lleida en Facebook para que entre en Gran Hermano 11 (os guste o no el programa, que lo importante es hacer feliz a una amiga).

Siguiendo con lo nuestro, Xavier Sala Martin, al que los no entendidos en el mundillo económico tal vez reconozcan por su pertenencia al equipo directivo del Barça y/o por sus extravagantes americanas (quiero pensar que las lleva más por llamar la atención que por gusto), ha concedido una entrevista a TV3, de la que me he enterado gracia a nuestra «amistad» en el Facebook.

Esta amistad, además, me ha permitido saber como puñetas se llama en realidad (al menos según lo que pone su perfil): Xavier Sala Martin (sin «i» por en medio y otras variantes que salen en los medios y en sus conferencias).

Lo primero que que le preguntan a este declarado liberal (libertarian, que dicen los de fuera) es si prohibiría una manifestación falangista y dice que no, que la libertad de expresión es muy importante, también niega la opción de prohibir partidos políticos según sus ideas (en una clara referencia a los partidos que apoyaban ETA); ya veis, a veces en pro de la libertad individual y la negación de la efectividad del estado como regulador fuerte, se llegan a conclusiones cuanto menos problemáticas.

A la pregunta de si saldremos de la recesión, evidentemente coincide con el FMI que SI; la clave, como bien dice, es CUANDO.

Comenta que Francia y Alemania ya están saliendo de la recesión, que esta salida ya se intuye en EE.UU pero para España pronostica un escenario bastante peor, si bien, con buen criterio, no se atreve a hacer pronósticos en estos momentos tan turbulentos, ya que todos los que los organismos especializados han hecho en los 2 últimos años han fallado.

Como es habitual en sus análisis defiende la fortaleza de la economía de EE.UU. cuyo motor, según él, es la innovación (un poco menos de «innovación» financiera podría haber tenido en cuanto a las subprime y no estaríamos sufriendo la mayor crisis de confianza mundial de nuestras vidas, digo yo).

Ataca en endeudamiento de EE.UU. para enfrentarse a la crisis (lo contrario que diría Paul Krugman, por ejemplo) ya que en un futuro se tendrá que devolver: y dice que hay 3 opciones para devolver el dinero que han pedido prestado los países:

1.- Subir impuestos (lo descarta en EE.UU.).

2.- Rebajar el gasto público (también lo descarta).

3.- Que suba la inflación (que reduce el valor de la deuda respecto a los demás precios, y es la vía que cree que utilizará el país).

Y cuando la inflación sube, para controlarla hay que volver a subir tipos de interés. Y eso puede volver a crear crisis. Sostiene Xavier que existe el peligro de entrar en una época económica de subidas de varios años con periodos de crisis después.

Dice que la crisis surgió por el excesivo endeudamiento de las familias y que la forma de combatirla ha sido un endeudamiento del sector público. Solución según el economista? la inflación que provoca crisis continuas.

No se yo pero de estas conclusiones Krugman o cualquier otro Keynesiano le diría cuatro cosas. Yo me abstengo dado mi desactualizado conocimiento de la teoría económica. Otro día que me haya podido empapar de ella, mejor.

En cuanto a lo de que España puede ser expulsada del euro, nada. Lo ha soltado para llamar la atención; se basa simplemente en el elevado déficit de España y en que la política monetaria no está en nuestras manos… eso le pasa a todos los demás países de la UE. Vaya argumento.

Y sataniza a los gobiernos en base a que, según él, los gobiernos no buscan el bien social sino:

1.- Ganar las próximas elecciones.

2.- Obedecer a los sectores económicos poderosos (automóbil, banca, etc).

3.- Seguir la doctrina de los lobbys económico-políticos.

Bueno… si y no, son argumentos liberales.

En lo que si estoy de acuerdo es en la crítica a la esperpéntica ayuda a los parados de 420 €, que se limita a los parados a partir de agosto! y los que llevan muchos meses en paro qué? a joderse?

Refleja una preocupación que comparto: el riesgos de quiebra social de España (y otros países) y de conflictividad en las calles. No olvidemos que la gente que no tiene dinero para comer no tiene nada que perder.

A esos colectivos que lo pasan mal es a los que primordialmente y de forma efectiva hay que reflotar primero.


Ayer por la tarde asistimos, en Can Domenge, a una conferencia de Emilio Ontiveros bajo el título «La Crisis Global: Impacto sobre la economía española».

Fue una charla interesante y amena, con una ronda de preguntas igualmente enriquecedora.

Resumir sus palabras resulta algo muy complicado, máxime si tenemos en cuenta que mi memoria no es lo que era; de todas formas, me gustaría compartir algunas de sus ideas.

Según con que parte de su intervención nos quedemos, podemos hundirnos en una depresión o tener alguna esperanza de que toda este despropósito de crisis acabe en un futuro no muy lejano. Me quedo con un Emilio Ontiveros razonablemente optimista respecto a la situación de España, que choca con la visión apocalíptica de otro gran economista, Xavier Sala-i-Martín.

En palabras de Ontiveros: «Estamos en el peor momento de la economía mundial desde la II Guerra Mundial, vivimos un momento histórico.»

No se puede decir que hayamos tocado fondo aún; lo peor de la crisis no ha pasado. Eso opina este economista y muchos otros.

El epicentro de la crisis se sitúa en EE.UU., lugar donde se supone habitan los grandes genios financieros del mundo. Este país controla el coloso en llamas bancario Citi Group y la aseguradora AIG, entre otros. La Banca está siendo nacionalizada en todo el mundo.

A la pregunta de si es justo que los contribuyentes mantengamos a los bancos que nos han ayudado a caer en esta crisis, contesta que no hay otra solución, la economía mundial no puede desarrollarse sin un sistema financiero estable y que genere confianza.

La crisis actual es singular por varias razones. Por su contagio mundial y rápido (pensemos que podríamos establecer el día 09/08/07 como virtual inicio de la crisis), por el número de entidades bancarias afectadas (que pone en tela de juicio la calidad de los supervisores del sistema), por la larga duración y por su efecto en la economía real (parados, destrucción de empresa, etc). Una crisis de caballo, en pocas palabras.

Se muestra moderadamente optimista, «uno tiene cierta esperanza», dijo.

La gran y favorable diferencia con otras crisis es que se está dando una reacción coordinada de las autoridades de todo el mundo; considera muy acertado que se estén frenando las tentaciones proteccionistas de los países. No sería bueno que algunos países empobrezcan a los vecinos mediante tácticas pasadas como las devaluaciones competitivas, comentó.

Señala que nunca habíamos asistido a un escenario económico mundial de deflación (bajada de precios) global. Que estamos muy entrenados para combatir la inflación, pero no para aplicar recetas que combatan la caída de precios.

En cuanto a España, dibuja una capacidad de nuestra economía cuando menos satisfactoria, que choca con lo que uno oye en otros ámbitos.

Defiende el endeudamiento del estado para activar la demanda: «inconsciente el gobierno que no cree déficit actualmente».

Comenta que tanto EE.UU. (13,5 % del PIB) como Reino Unido (12%) o Japón (9%) prevén déficits superiores a España.

Niega que el coste real del despido en España sea alto, en base a que con un 30% de empleo temporal es barato prescindir de mano de obra.

También halaba la fortaleza que está demostrando el sistema financiero español, con unos niveles de solvencia superiores a la media mundial, un buen supervisor (Banco de España) y unos mecanismos de gestión de riesgo eficientes (tanto por la información que las 40.000 sucursales bancarias tienen de sus clientes como por que hay trazabilidad del riesgo, es decir, las hipotecas no salen de los balances).

Defiende que de los tres tipos de capital que mueven la economía, el físico (infraestructuras, maquinaria, etc), el tecnológico y el humano, es hora de invertir en estos dos últimos. Esta crisis puede ser una oportunidad de mejorar la estructura económica del país.

Esta crisis es, en pocas palabras, «una crisis profunda, nueva y global».

El Govern Balear edita cada mes un breve informe sobre la coyuntura de nuestras islas, llamado «El moment econòmic de les Illes Balears».

Malas cifras las de este informe de abril, se miren por donde se miren y digan lo que digan los políticos.

El escenario económico no da ninguna alegría. Por sectores de actividad:

1.- Sector de la industria y la energía:

Los indicadores nos dan una bajada generalizada respecto del mismo periodo del año anterior.
El IPI (Indice de Producción Industrial), que intenta medir la evolución mensual de la actividad industrial, cae en Balears un -24,7% respecto a febrero de 2008 caída ligeramente superior al total de la industria española (-23,9%).

Y mientras la actividad industrial se contrae, los responsables de esta comunidad siguen sin aplicar un plan industrial de choque que evite el desmantelamiento de esta rama de actividad.

2.- Construcción:

Malos datos para esta actividad, motor del crecimiento desordenado que han experimentado estas islas en los años de aparente bonanza económica anteriores.

Los datos sobre la oferta son pésimos, por ejemplo si nos fijamos en el consumo aparente de cemento (esta variable sufre una caída del -23% de enero a agosto de 2008) o en el número de proyectos visados de viviendas (-64% de variación interanual).

Por el lado de la demanda de viviendas también se nota un rotundo fracaso (el precio de la vivienda según el INE cae un -6,3% en el cuarto trimestre del año pasado). El número de hipotecas constituidas cae a la mitad.

26 empresas de la construcción han presentado un concurso de acreedores en el año 2008. Nada más y nada menos.

3.- Turismo:

Nuestro motor económico principal también sufre los estragos de la crisis.

Durante febrero las pernoctaciones han disminuido un -22,1% respecto al mismo mes de 2008.

Hay algún buen dato, hay que decirlo, como puede ser el incremento de un 9,4% del gasto total por turista (llegando a ser el gasto diario de cada turista de 106€).

El número de pasajeros llegados a las Illes Balears en febrero ha sido de 610.000 personas. Se nota una caída muy intensa del colectivo de turistas británicos, superior a la de nacionales y alemanes. El número de pasajeros llegado por vía área baja un -13,7% respecto a febrero de 2008 y los llegados por vía marítima caen un -18,5%.

Tendremos que esperar a la temporada alta para evaluar en su total magnitud el efecto que la crisis tendrá en el sector turístico. Crucemos los dedos.

En cuanto al paro, indicador dramático de los efectos de la crisis, decir que en marzo 75.153 personas se han apuntado al desempleo. Un incremento respecto a febrero, dato alarmante que rompe la pauta histórica, ya que lo normal siempre ha sido que en marzo haya menos parados que en febrero (por efecto de la actividad turística).

La variación interanual de los parados registrados en marzo alcanza un aumento del 66,3%. Hay un 66,3% de parados más en total anual. Este dato escalofriante nos da una idea de la cruda realidad de la coyuntura económica actual. Deseo que la temporada alta nos depare una tasa de paro mucho mejor, ya que en cada parado hay una familia que se enfrenta a una situación complicada, y mucho peor en el caso de la gente que ni siquiera tiene derecho a paro y no encuentra trabajo (y éstos tendríamos que añadirlos a los 75.153 parados de marzo).

Para terminar y no aburrir en exceso al lector, comentar que en febrero la tasa de variación interanual del IPC de les Illes Balears ha sido de 0,8%, cuando hace un año era del 4,0%. Una caída en la evolución de los precios de consumo que sitúa la variación anual estimada en el dato más bajo de los últimos 50 años.

Una nota de esperanza: estamos sufriendo ahora los efectos más devastadores de la crisis. Tal vez el año que viene por estas fechas podamos estar analizando cifras un poco menos malas.

Esperemos al menos que sea así.

Leo un artículo muy interesante de Antonio Cabrales y Marco Celentani (profesores de Economía de la Universidad Carlos III) en el suplemento Negocios de El País de este domingo.

Lo primero que me atrae la atención es su forma de defender nuestra profesión de Economista de la típica acusación: «los economistas solo saben explicar las crisis cuando ya han pasado, no saben preverlas».

Replican los autores: «… nos resulta tan absurda como acusar a los médicos de no ser capaces de luchar contra epidemias causadas por agentes patógenos que aún no han aparecido».

Me gusta la contestación, aunque seré autocrítico y diré que es normal que se critique a los economistas, ya que algunos han sido también los que han propiciado la crisis con sus actuaciones; parafraseando a los autores, «es como si se acusa a algunos médicos de no haber sabido evitar una epidemia que han ayudado a provocar esparciendo patógenos al medio ambiente». Claro que se les acusa.

No soy muy partidario de dar culpas a la «crisis económica» de todo como si fuera un malvado arquetipo junguiano. Detrás de la crisis hay personas, entidades y grupos de presión. Y hay que buscar a estos elementos patógenos del sistema económico y neutralizarlos.

El artículo nos indica varias innovaciones financieras que han fallado por un mal diseño, sobretodo en cuanto a los incentivos de sus gestores:

1.- Las titulizaciones de la deuda de particulares y empresas y su distribución a escala mundial (por ejemplo, de las hipotecas ninja americanas).

2.- Los hedge funds (fondos de inversión alternativos).

3.- Proliferación de mercados de derivados de todo tipo y de la banca de inversión (Lehman Brothers, por ejemplo).

En esta entrada nos centraremos en las titulizaciones de deuda:

Para explicarlo someramente, titulizar hipotecas es hacer un paquete con varias hipotecas de diferentes de clientes del banco y venderlas a inversores profesionales (fondos alternativos, fondos soberanos, bancos de inversión).

Usted tal vez deba su hipoteca a un fondo de inversión con un nombre extraño y no lo sepa. Su banco de toda la vida le ha vendido a otra entidad que usted ni conoce, sin ni siquiera avisarle. Busque en su escritura de préstamo hipotecario y descubrirá, con sorpresa, que hay una cláusula que le permite hacer esto a su banco.

¿Y por qué hace esto su banco?
Fácil, para tener más dinero líquido para poder seguir prestando a sus clientes sin tener que conseguir este dinero de los depósitos y cuentas corrientes de sus clientes ahorradores.

¿Cuándo surgen los graves problemas de este usual sistema de captación de dinero de la banca?
Cuando los gestores se olvidan que su negocio principal es conceder hipotecas a clientes que han analizado previamente (análisis de riesgos) y preven que devolverán la hipoteca religiosamente; dar hipotecas a los buenos deudores y denegarlas a los malos, en definitiva.

¿Y por qué se olvidaron de prestar solo a los buenos pagadores?
Por los incentivos inmorales del sistema.

Un gestor de un banco americano sabía que al vender un paquete de hipotecas, su banco cobraba una comisión de entre un 0,5 y un 2,5 % del capital de la hipoteca; el emisor de la cédula cobraba otra comisión y la agencia de rating, por valorar la calidad de esa emisión, recibía otra comisión del emisor.

En pocas palabras, el banco se despreocupa de la calidad de sus hipotecas por qué las vende a un tercero, con una valoración positiva de una agencia de rating que cobra por valorar bien.

Con este sistema de opereta, nadie paga si las hipotecas vendidas son malas. Ni el banco, ni el emisor ni las agencias de rating.

En el artículo se aboga por introducir responsabilidad en el sistema; ni el banco debe desentenderse totalmente de las hipotecas fallidas que ha vendido ni las agencias de rating deben estar exentas de responsabilidad cuando dicen que un grupo de hipotecas son buenas y no lo son.

Riesgo moral, en palabras de economista.

Chapuza financiera, en definitiva.

Alucinante. Las 35 mayores empresas por capitalización bursátil valen, según el mercado de sus acciones, lo mismo que el año 2004. Un auténtico regreso al pasado.

El Ibex ayer marcaba un nuevo mínimo anual, situándose en los 7.843 puntos.

La desconfianza de los inversores en la banca mantiene al mercado de renta variable bajo mínimos. En lo que llevamos de año el Ibex 35 ha caído ya cerca del 15%.

Iberdrola nadó contracorriente, mejorando su cotización un 2,59 %.

Muy difícil lo tienen los inversores para elegir en que productos colocan su dinero, sin duda.

El economista Xavier Sala-i-Martín realizó una genial ponencia en el Fòrum d’Innovació Empresarial’08 organizado por el IDI, titulada «ECONOMIA DE LA INNOVACIÓ O INNOVACIÓ DE L’ECONOMIA?».

El resto de ponencias del Fòrum están a vuestra disposición en este enlace.

Xavier Sala-i-Martín trata con especial acierto y sencillez una serie de temas sobre la crisis económica actual; a modo de resumen:

La causa primordial de esta bíblica crisis es la falsa idea de que «el ladrillo nunca baja de valor»; a partir de este supuesto equivocado, estalla una crisis hipotecaria en EE.UU., que se traslada a bancos de todo el mundo mediante los activos titulizados cuya base son las hipotecas a los Ninja, que provoca el colapso del sistema financiero por la falta de confianza entre los bancos, que se traslada finalmente a la economía real por la virtual desaparición del crédito.

Explica de forma sencilla, pero más técnica que nuestro amigo Leopoldo Abadía, la Crisis Ninja, habla de las normas de Basilea y la forma de saltarse a la torera las reglas, de la perversión que resulta de que los que pagan a las agencias de rating sean los destinatarios de sus valoraciones, de los incentivos de los gestores financieros a ganar mucho unos años (y cobrar bonus) aunque lleven a pérdidas a sus entidades en años venideros (simplemente tienen un bonus 0)…

Para Xavier la economía americana está en una situación mucho mejor que la europea, y no hablar de la española, para capear el temporal, en base a que la innovación en EE.UU. sigue siendo un motor vital de su economía.

Recomiendo escuchar con atención sus palabras y hacerse una idea propia de este aspecto.

En resumen, una ponencia muy interesante que recomiendo visionar entera y con tranquilidad.

La Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2008 refleja lo que todos ya sabíamos, el desempleo en nuestro país no para de incrementarse.

La tasa de paro en España se sitúa en el 13,91 % en el 2008 (nivel más alto desde el 2000); en el año 1.280.300 personas se han sumado al indeseado club de los parados. Un total de 3.207.900 personas engrosan las colas del paro. Y en cada número hay personas y familias con dificultades para sobrevivir en el día a día. Lamentable escenario al que enfrentarse.

Por sectores más afectados, el último trimestre de 2008 arroja al paro a más de 145.000 trabajadores de la construcción y a 208.600 empleados del sector servicios.

Por CC.AA., las que presentan tasas de paro más altas son:

Andalucía: 21,78 %
Canarias: 21,18 %
Extremadura: 17,96 %

Y las que presentan tasas menos malas:

Navarra: 8,12 %
País Vasco: 8,32 %
Cantabria: 8,90 %

En las Illes Balears se registra una tasa de paro del 12,32 %.

Más malos datos que dibujan un crudo escenario económico futuro.

En un escenario tan nefasto en cuestión de acceso al crédito bancario, pozo seco hasta la fecha, el ICO ofrece un nuevo tipo de préstamo destinado a dotar de liquidez a las pequeñas empresas y autónomos (siempre que sean negocios viables y solventes).

La dotación presupuestaria para hacer frente a las Líneas ICO 2009 de apoyo a la empresa es de 10.900 millones de euros y 10.000 millones para la Línea ICO-Liquidez.

Algunos de las diferentes Líneas ICO son:

1.- ICO pymes:

Para Pymes que necesitan financiar inversiones productivas y a su vez obtener liquidez para hacer frente a gastos corrientes.

Se establece un máximo por empresa y año de 1,5 millones.

El pazo varía a 3, 5, 7 y 10 años.

El tipo de interés varía según tramos, pero ronda el 4%.

La condición ineludible para obtener esta financiación es destinar como mínimo el 60% del préstamo a inversiones productivas (compra de maquinaria, mobiliario u otros bienes que permanezcan en la empresa al menos durante la vida del préstamo concedido).

2.- ICO liquidez:

Destinado a cubrir necesidades de circulante (pagos de nóminas o a proveedores, por ejemplo).

Cada Pyme puede recibir hasta 500.000 €.

No se puede estar en ningún registro de impagos (deudas al día) y hay que presentar un plan de viabilidad que justifique que la necesidad de circulante es coyuntural.

Plazo: 3 años (con 6 meses de carencia de capital)

Los tipos van del 4,633 al 5,659 % TAE.

3.- ICO emprendedores:

Para microempresas (menos de 10 trabajadores) y autónomos que quieran poner en marcha un negocio nuevo.

Financian hasta el 90 % de las inversiones en activos nuevos productivos.

Con un máximo de 200.000 € por año.

Pasos a seguir para solicitar un préstamo ICO:

A.- Acudir a una de las entidades financieras que colaboran con esta línea de financiación del ICO (según sea ICO-Liquidez, ICO Pymes o ICO Emprededores).

B.- Presentar la documentación económica que solicite cada entidad a su criterio para valorar la solvencia y viabilidad del proyecto (que nos podrá pedir el aval de una sociedad de garantía recíproca, garantías personales, hipotecarias, etc).

C.- Esperar a que la entidad financiera estudie la operación; en caso de aprobarla, habrá que acudir a firmar al notario.

Estos prestamos no son la panacea crediticia, pero esperemos que ayuden a que el dinero fluya un poco más adecuadamente por las arterias de la economía.

Actualización a febrero de 2009:

Me temo, como explica de forma precisa el empresario indignado Jose Mª, que las ayudas ICO no están llegando a las empresas; la banca es un filtro inadecuado en esta época; están asustados y muchas veces ni analizan la solicitud. El Gobierno debería tomar medidas para que los bancos no puedan poner tantas excusas. La situación es grave y se degrada día a día.

La supresión del pago de este impuesto estaba pendiente de aprobación, a pesar de haberse anunciado hace muchos meses su supresión; si no se hubiese aprobado antes de finalizar el 2008 estaríamos hablando de una situación de inseguridad jurídica fiscal indeseable, ya que los obligados a pagar por este impuesto tendrían que haber tributado por el patrimonio de este año (a pesar de estar anunciado lo contrario).

El Congreso de los Diputados, en su sesión plenaria celebrada en el día de ayer (18-12-2008), aprobó definitivamente el Proyecto de Ley por el que se que se suprime el gravamen del Impuesto sobre el Patrimonio, se generaliza el sistema de devolución mensual en el IVA y se introducen modificaciones en la normativa tributaria.

La vía elegida por el Gobierno para la supresión del impuesto ha sido establecer una bonificación del 100% de la cuota a nivel estatal (territorio común) eliminando, así mismo, la obligación de presentar declaración por el citado tributo.

La eliminación se aprueba con carácter retroactivo, de tal forma que surtirá efecto desde 1 de enero de 2008, por lo que no será necesario presentar declaraciones por este impuesto en el futuro (la última habrá sido la correspondiente al ejercicio 2007, presentada en los meses de mayo y junio pasados).

El texto definitivo no ha sido publicado todavía en el BOE, aunque está previsto que así sea en los próximos días.

Se aclara así la incertidumbre en torno a este impuesto.

Mucho defender el mercado como el mejor mecanismo de asignación de recursos, mucho neoliberalismo de boquilla, pero sin el dinero de todos los contribuyentes el sistema financiero internacional se hubiese colapsado.

Da un poco que pensar, como mínimo, a los defensores a ultranza del libre mercado con poca o ninguna regulación. Digo yo.

Esta vez le ha tocado al segundo banco de EE.UU., el Citi, pedir ayuda al Gobierno de su país. Nada menos que 326.000 millones de $ (306.000 $ en garantía de activos tóxicos y 20.000 $ en acciones preferentes de la entidad).

Los accionistas de Citi habían perdido un 83% de su dinero desde principios de año. Con esta ayuda sus acciones se revalorizaron un 50% en un día (¿cuantos inversores habrán comprado acciones antes de la ayuda?).

Coincido con muchos analistas en que el sistema financiero occidental no va a dejar que quiebre ningún banco más. La poca confianza que los inversores aún tenemos en el sistema desaparecería. Y sin confianza, no hay sistema financiero. Y sin sistema financiero, no hay economía occidental que aguante. Así de fácil.

Citi tiene 300.000 empleados en más de 100 países y dos billones de $ en activos; su caída habría arrastrado a numerosas entidades en todo el mundo. Un efecto dominó que las autoridades no se podían permitir.

Dicho eso, me parece que hay muchas maneras de intervenir. Soy más partidario de la compra directa de acciones de las entidades financieras que necesitan liquidez por parte de los Estados. Ya que pagamos nosotros los errores de sus directivos, al menos pasemos a ser sus jefes, vía propiedad de las acciones. Cuando las cosas mejoren, que el Estado venda a precio de mercado estas acciones, con la consiguiente plusvalía para las arcas públicas.

El mecanismo de préstamos baratos no me acaba de convencer, pero tampoco es el peor de todos. Lo que si me indigna es que no se depuren responsabilidades de los directivos de estas entidades.

El mercado debe ser regulado, bien regulado, y nada de teorías económicas desconectadas de la realidad.

Dejemos las «ideologías económicas» para las convenciones y tertulias de bar con los amigos. La economía es una disciplina práctica; y lo que no funciona en la práctica, no funciona. Hasta nunca neocons.

PD: Echevarri, no te lo tomes como un ataque al liberalismo que defiendes, más bien como un invite de tertulia en esta tu taberna bloggera. Tus argumentos siempre son muy interesantes.