El ‘banco malo’ es una estafa al contribuyente
Hoy sale en la contraportada del Diario de Mallorca una entrevista que me ha hecho el periodista Matías Vallés, uno de los que más prestigio tienen en mi tierra y que en su día entrevistó a mi padre, cosa que le da a mi aparición un plus de orgullo al recordarlo. Como siempre, no pierdo ocasión para nombrar y recordar a Antoni Monserrat Moll, mi padre.
La entrevista me gusta mucho como ha quedado, al igual que la foto. No es fácil sacarme bien, la verdad.
Os transcribo mi aparición, que espero os resulte interesante.
Entrevista en Diario de Mallorca
Matías Vallés –Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿Vendió preferentes cuando era empleado de banca?”
–Vi venderlas y me parecía un producto muy extraño para colocarlo a clientes sin cultura financiera. Sin crisis no hubiera pasado nada, porque la estafa es la colocación de preferentes, no el producto en sí.
–¿Por qué vendían preferentes los directores de oficinas bancarias?
–Porque les obligaban, el director es un vendedor en una tienda. Las colocaron entre sus empleados y familiares.
–O sea, que los atracadores de bancos estaban dentro.
–No dentro de las oficinas, en los áticos de las sedes centrales de los bancos. El director de sucursal sería la pistola, pero no el que apretaba el gatillo. Han sido atracadores con guante blanco, y no van a pagar.
–¿Por qué hablamos en pasado?
–Hoy sucede igualmente, pero hay un punto de inflexión. Al cliente lo han estafado y se da cuenta de que ya no tiene al capellán que le auxilie. Ha espabilado, pero le falta cultura, y si cae ahora tiene una parte de culpa. Además, los empleados se dan cuenta de que sus directivos les han engañado, cuestionan el producto y no lo venden.
–La maquinaria del Estado se concentra en que los grandes banqueros no paguen por lo que han hecho.
–La maquinaria del Estado ha de juzgarse a sí misma, porque en las cajas de ahorros había partidos políticos, sindicatos y patronales. Contra todo esto, sólo hacen algo cuatro jueces valientes o suicidas.
–Tal vez los banqueros se limitaban a cumplir la doctrina de nuestro compatriota Juan March.
–La Banca March es de las más solventes. Se confirma que los mejores bancos tienen propietarios visibles, el dinero de las cajas no era de sus gestores.
–¿Intermedió usted hipotecas que nunca debieron ser concedidas?
–Mi trabajo como bróker hipotecario consistía en que mi cliente tuviera una hipoteca, y las he tramitado a mucha gente a quien yo no hubiera prestado ni mil euros. La responsabilidad es del banco que la concede, y si la mitad de las hipotecas que logré no debieron ser concedidas, en el total asciende a un 80 por ciento.
–¿Hay que defender a todos los afectados por las hipotecas?
–Ni de hipotecas ni de preferentes, hay que defender a quien tiene derecho porque le han engañado. El problema no es devolver lo prestado, sino que en España tienes que pagar mucho más que las deudas. El producto te crea una deuda impagable.
–¿El banco malo ha sido peor de lo esperado?
–Es una estafa al contribuyente. Funciona en realidad como una inmobiliaria, y no a la antigua usanza sino al estilo de un fondo de gestión. Los bancos mantienen allí las casas que no pueden vender, con lo cual privan a los ciudadanos de comprarlas a mejor precio. La vivienda ha de caer entre un 20 0 un 30 por ciento más para tocar fondo.
–¿Hay que votar pensando en los bancos?
–Si se vota a PP y PSOE, que han gobernado para los banqueros, volverán a hacer lo mismo. Se necesita un cataclismo electoral con la disgregación de siglas, para que las formaciones mayoritarias vean que pagan su conducta en las urnas.
–Dice que “los bancos amenazan constantemente al cliente”.
–Porque no es un cliente. La banca es un oligopolio con grandes dificultades para que entren nuevos operadores, por lo que maltratan a los clientes. No intentan fidelizarlos, sólo colocarles sus productos. Sucede incluso en la banca privada.
–¿Cuál debe ser el futuro de la banca?
–Como dice Paul Krugman, la banca ha de volver a ser un trabajo aburrido que capta pasivo y presta a un interés, no un festival de inversiones. Quienes se dedican al riesgo, han de quebrar cuando las cosas van mal.
–¿Cuántos segundos puede vivir sin estar conectado?
–He estado un día entero, y llegaría a las 48 horas si me lo propusiera. Acabar online fue una casualidad, pero internet me fascina desde Netscape y los primitivos módem.
–¿Se vive bien de confesor financiero?
–Ganaba más antes, pero se vive tranquilo porque es un trabajo útil. Lo que más te gusta no es lo que da más dinero, y prefiero la independencia.
–¿A los mallorquines nos gusta el dinero más que a otras razas?
–El mallorquín le da un poco más de importancia que otras razas. Y hace bien, porque el dinero sirve para comprar tiempo.
–En resumen, ¿ahorrar o gastar?
–Se ahorra para gastar. Se necesita un fondo de emergencia de seis mil euros para aguantar el golpe. A partir de ahí, vive un poco sin tirar de la tarjeta. Nos hemos de acostumbrar a la crisis, va a durar.
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